Resulta difícil definir, y aún
más resumir, como llegó a eclosionar el arte abstracto (y en concreto la
pintura abstracta) circulante a través
de todo el siglo XX y que ha llegado a nuestros días.
Para algunos es fruto de la
intuición a través del sentimiento, para otros es el resultado de un equilibrio entre el análisis de los
colores, las cosas, las formas y una reflexión introspectiva “ligada emocionalmente a su entorno” (1).
Los primeros piensan que solo es libertad y espontaneidad, los segundos que hay
una elaboración, una intención determinada ligada a su contexto. Puede que haya
de todo según los casos e intenciones del artista. En verdad la pintura del
siglo XX estará compuesta de todos estos factores: libertad, expresión,
violencia, intuición, sentimiento, análisis, relación, equilibrio,
imaginación.....Cada pintor toma su opción personal para reflejar sus propias
inquietudes ante los acontecimientos, la violencia, el progreso, etc.- Es por
ello que la característica principal del arte actual es la diversidad.
Si los Impresionistas formulan un nuevo
concepto mediante el color y su técnica de pincelada suelta transforma ya la
visión objetiva es en otro grupo igualmente formidable, los Postimpresionistas
(Van Gogh, Seurat, Gaugin, Cézanne), ---analizando el cromatismo desde puntos
de vista diferentes---donde hay el germen de las principales corrientes
pictóricas del siglo XX. Así los Fauvistas, especialmente Henry
Matisse, utilizan grandes superficies coloreadas, luminosas y simples,
modifican el color de la realidad y utilizan cenefas y ziga-zags para decorar y
llenar espacios como diversión o juego. Una crítica contra el maquinismo, la
carrera armamentística y la industrialización descontrolada fue la propuesta de
los Expresionistas,
en Alemania (1905 y 1911) con sus dos grupos: “Die Brucke” (“El Puente”) y “Der
Blue Reiter” (El Jinete Azul”), saliendo del 2ª, precisamente (2), el
pintor de quien procede el primer cuadro oficialmente considerado como
abstracto, Wassili Kandinsky con su famosa “Abstracción
lírica” (1910-1913). A partir de aquí muchos huyen de la realidad
figurativa para representar ideas, sentimientos, reacciones, etc. Por su parte,
los
Cubistas en Francia mezclan elementos figurativos y abstractos dentro
una misma obra: en colores neutros y monocromáticos las imágenes desaparecen
para convertirse en elaboraciones de planos coloreados y distribuidos sobre la
tela (Picasso, Braque, Gris) que
pretenden ofrecer distintas visiones de un mismo objeto. En Italia surgió el
Futurismo, también rompedor con la pintura clásica, acabando, sin
embargo, colaborando con el fascismo; principalmente representan máquinas,
velocidad, rapidez, animación representadas por líneas de fuerza (simultáneas,
con sensación de movimiento) y cortan la composición como si se tratara de un
primer plano fotográfico. El Suprematismo (Rusia, 1915), con
Kasimir Malevich al frente, renuncia a cualquier temática para buscar la
sensibilidad a través del color y la geometría simple (puede considerarse la 1ª
vanguardia de abstracción total), predominando los planos primarios. Muy
parecido es el movimiento Constructivista, pero su arte quiere
ir más allá de la belleza (apoyarán la revolución rusa del 1917). En Holanda
(1917) apareció el Neoplasticismo (representado principalmente por Piotr Mondrian y Theo Van Doesburg), parecido al
Constructivismo y al Suprematismo
en el sentido del gusto por la simplificación y utilización de la geometría
estricta en la relación equilibrada de formas y colores en un espacio (al igual
que los cubistas usan la técnica del “collage”, aparte de la pictórica). Por el
contrario, para mí, es menos interesante el Dadaísmo, con juego de
tipografía, “collage” al azar y
fotomontajes, libertad absoluta de colores y anti-arte por excelencia (Suiza,
1916), rebelión contra todas las formas culturales de la sociedad.
Espontaneidad, azar, provocación, sorpresa, escándalo eran su base.
Prácticamente de este movimiento nace el Surrealismo, (Francia.
1917) influenciado por su exploración del subconsciente y en el que militaron
hombres como Miró o Dalí (tengo en mucha estima la obra de Max Ernst): hablan de escritura
automática, mundo de los sueños, las técnicas del psicoanálisis...El final de la
2ª Guerra Mundial sirve de línea divisoria. A partir de 1945 aparecerán nuevos
grupos, movimientos, estilos, el más importante, el más atractivo: el
Expresionismo Abstracto. Había nacido otra nueva era en el arte
abstracto.
Narcís Ribot i Trafí
1)- Citado en la espléndida
síntesis de Anna Riera e Isabel Saludes, “La
pintura contemporània” (“Dels
impresionistes al Op art”), Editorial Graó, Colección Bibliotecas de la Classe nº 23. (1987).
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