martes, 31 de julio de 2018

EL FANTÁSTICO DE JACK ARNOLD



El fantástico es espectáculo y reflexión sobre el espectáculo”. Gerard Lenne,  El cine fantástico y sus mitologías”

                                  Tras la revisión de su obra dedicada al cine fantástico (concretamente aventuras fantásticas y Ciencia-Ficción), el antaño considerado, a lo sumo, un aplicado artesano, Jack Arnold devino un auténtico creador dentro del género (1). Trabajó siempre en los estrechos límites de la hoy desaparecida serie “B” ( en ocasiones imitada y “homenajeada” hoy en día pero con presupuestos de la serie “A” para reverdecer viejos laureles de triunfos populares y, por encima de todo, comerciales) la cual servirá para agudizar el ingenio de talentosos realizadores arrinconados en este terreno no muy bien visto y muchas veces despreciado (casi siempre por indocumentados entre los cuales figuran muchos de la pseudo progresía cuando hablan sobre cine), p. e. Gordon Douglas, Bud Boetticher, Jack Arnold, Roger Corman, Nathan Juran y otros empezaron en la serie “B” como Anthony Mann (en el cine negro para después consagrarse como uno de los grandes del western además de ser un magnífico realizador) mientras otros, conformados en existir como meros destajistas, contentos solo por la continuidad del trabajo, acabaron su carrera en el anonimato y olvido o casi dentro de ellos (el descubrimiento por parte de algún cinéfilo, erudito o no, puede hacerles salir de él y ser reconocidos en algunos valores o en su totalidad). 
Debo confesar que años atrás --- cuando se despertaba en mi la afición por el cine, especialmente el fantástico --- también consideraba a Arnold un buen artesano y nada más el cual nos dio una espectacular y exótica versión de del tema de “La bella y la bestia” (“La mujer y el monstruo”) además de desaprovechar las posibilidades de un buen guión del excelente escritor Richard Matheson basado en su propia novela (“El increíble hombre menguante”) en aras de centrar su realización en unos trucajes bien resueltos (cosa ridícula hoy en día en donde impera el lema circense de “el más difícil todavía”) olvidando el interés de su puesta en escena en la lectura de cuestionar el orden existente, uno de los grandes objetivos, sino el que más, del cine fantástico aunque haya muchos (realizadores, productores, críticos, espectadores, más bien actuales) que parece lo ignoran o fingen hacerlo ¡Que equivocado estaba! Después del pase de TVE (la vi en no muy buenas condiciones, limitando así mi desacertada opinión de principiante), en una reposición dentro del Festival de Sitges comprendí el error en el cual había caído también el reputado ensayista Gerard Lenne en su libro “El cine fantástico y sus mitologías” (2).
De 1953 a 1959 Jack  Arnold realizó sus siete películas de  fantasía aventurera (“La mujer y el monstruo” y su continuación “Revenge of the Creature”) y Ciencia- Ficción (las cinco restantes). Nuestro hombre fue un gran aficionado a la Ciencia -Ficción y fantasía. Tocó otros géneros como el western, la comedia, el drama pero en donde se encontraba mejor fue en el fantástico.
Aparte de “Creature from Black Lagoon” (titulada aquí como “La mujer y el monstruo”, 1954) ninguna de las seis restantes fue estrenada comercialmente en España. Algún pase por TVE y el Festival de Cine Fantástico de Sitges fueron la salvación de aficionados e interesados. Ahora las siete están en soporte DVD (algunas en Blu Ray) dobladas y/o subtituladas y es posible visionarlas prácticamente sin problema. “It came from outer Space” (1953), “Creature from the Black Lagoon” (“La mujer y el monstruo, 1954), “Revenge of the Creature” (1955), “Tarantula” (1955), “The Incredibly Shrinking Man” (1957), “Monster in the Campus” (1958) y “Space Children” (1958). De estos siete títulos “The Incredibly Shrinking Man” es su obra maestra y “La mujer y el monstruo” su triunfo más popular y rentable en la taquilla. Seis de las películas están producidas por Universal mientras la séptima y última, “Space Children”, lo está por Paramount. Todas fotografiadas en blanco/negro y con presupuesto no muy generoso, estamos en la serie “B”. Al iniciarse la década de los 60 Arnold entrará en TV (episodios del “Dr. Kildare”, “La isla Gilligan”, “Vacaciones en el mar”, etc.) para ir dejando, paulatinamente, el cine y dedicarse más a la pequeña pantalla. “Conspiración en Suiza” (1975) y “The Wackiest Wagon Train in the West” (1976) fueron sus últimas películas para salas cinematográficas.
Jack Arnold Waks (1916- 1992) nació en New Haven, Connecticut, hijo de emigrantes rusos, cursó estudios en la Ohio State University y en la Academia of Dramatics Arts. Empezó como actor de teatro y secundario al entrar en el cine para especializarse en documentales bélicos al estallar la II Guerra Mundial. Tras su primer trabajo semidocumental (“With these Hands”, 1950), seguido de un melodrama en clave de thriller (“Girls in the Night”, 1952), Arnold entra en contacto con el fantástico, género donde será más apreciado y el preferido del autor. Siempre se movió dentro del artesanado de la serie “B” en donde se encontraba y movía a gusto. Valoraba la ambientación del relato sin recrearse en ella: el árido, polvoriento e inquietante desierto en donde la soledad y los ruidos suben el suspense y la emoción del espectador (“It Came from Outer Space”, “Tarantula”), la tupida selva amazónica (“La mujer y el monstruo”), la zona costera y poblaciones urbanas durante la noche (“Revenge of the Creature”), el campus universitario también de noche (“Monster on the Campus”), la playa solitaria y cuevas adyacentes a la costa (“Space Children”). Nunca utilizó la retórica, ni verbal ni compositiva sino que todo se narrará de la forma más sencilla (escenario- personajes y diálogos) porqué iba al grano, sin florituras ni oropeles fílmicos, sin hacer planos distorsionados con la cámara --- inútiles y gratuitos, sin función en pro de la finalidad  narrativa --- para demostrar que sabes mucho (como bastantes veces se hace en la actualidad). El gran angular y el “ojo de pez” tendrán largos periodos de descanso y tampoco tenía ninguna tendencia al sentimentalismo y a los efectos melodramáticos (como muy detalladamente indica Carlos Heredero en su escrito sobre nuestro hombre). Arnold ensayaba con actores y cámara antes del rodaje usando también, para el proyecto de sus films, excelentes story- boards planificados en general por él mismo. Mostraba el personaje/animal fantástico/monstruoso las veces necesarias, sin pasarse aunque fuera acusado (falsa e injustamente) de “mostrar para conseguir el efecto sorprendente/terrorífico cara al espectador” --- la araña aparecerá en su estado gigante a mitad de la película y en no muchas ocasiones (“Tarantula”), el ser anfibio será anunciado por una garra fosilizada y otra que surge del agua de la laguna negra (“La mujer y el monstruo”) --- por alguien que prácticamente solo valoraba el fantástico por el “no mostrar” como hacía Jacques Tourneur cuyo cine fantástico considero sobrevalorado por algunos, varios de ellos ajenos al género.
IT CAME FROM OUTER SPACE” (1953), basada en una historia de Ray Bradbury (“Meteor”), sirve para demostrar que Arnold posee la llave que abre la puerta del “fantastique”, cosa ausente en los realizadores actuales del género. Trata de unos alienígenas obligados a realizar un aterrizaje forzoso por avería en su nave espacial. Adoptan momentáneamente la figura humana para no asustar. Finalmente logran reparar su platillo volante y se van tras liberar a los terrícolas prisioneros para convertirse en duplicado de ellos... Es una película tan perfecta en su preparado teórico como en la puesta en escena cuya base es la sencillez (aquellos inolvidables e inquietantes planos del desierto en donde los protagonistas intuyen, saben de la proximidad de lo “extraño” que les está observando). En la línea pacifista de “Ultimátum a la Tierra” (Robert Wise, 1951) --- al contrario de “El enigma de otro mundo” (Christian Niby, 1951) --- la película de Arnold está en la antítesis de lo reaccionario y de la xenofobia (terror a lo desconocido), dando además una lección a los hacedores de Ciencia- Ficción actual (como salchichas de una misma factura): sin trucos, sin efectos espectaculares, sin gran presupuesto, solo con honestidad cinematográfica. Algo similar ocurre con “SPACE CHILDREN” (1959), última película suya del género y además único eslabón fantástico no producido por Universal. En este caso Paramount. Aquí insiste en que el peligro viene de nosotros mismos no de una amenaza exterior. Si en “It came from Outer Space” los extraterrestres desean evitar la confrontación (mucho más adelantados técnica y culturalmente que nosotros y también moralmente) en “Space Children” los visitantes del espacio se apoderan momentáneamente de la voluntad de unos niños para sabotear el proyecto de un arma secreta de efectos devastadores preparada por un país contra otro. Al final se alejan con su nave ante la reflexión de los niños y las autoridades políticas y militares...
MONSTER ON THE CAMPUS” (1958) es un científico, profesor de universidad, el cual se convierte en una especie de hombre de Neanderthal. El celecanto, pez prehistórico, se pensaba extinguido, es encontrado en las costas de Madagascar (totalmente cierto) y llega a USA conservado en hielo y en rayos gama: un perro se convierte en su antepasado lobo al beber el agua (hielo derretido) del pez, una vulgar libélula se posa sobre el celecanto y se transforma en una libélula prehistórica de enorme tamaño, el profesor alude a la evolución a la inversa, coloca su pipa sobre el líquido conservante y se transforma en agresivo hombre prehistórico finalmente abatido por la policía... La repetí hace poco y descubrí valores anteriormente no vistos. Es un film de Ciencia- Ficción de “laboratorio”, como “La mosca” (Kurt Neumann, 1958), en su más pura expresión.
CREATURE FROM THE BLACK LAGOON” (“LA MUJER Y EL MONSTRUO”, 1954), filmada como “It Came from Outer Space” en el efímero sistema 3-D, es el éxito más popular y aplaudido de Arnold. El monstruo anfibio, mitad hombre, mitad pez se enamorará apasionadamente de una bella mujer (novia del científico protagonista) y morirá --- como “King- Kong” --- por su amor. Aquí lo extraño e inquietante son las negras y profundas aguas de la “laguna negra” en donde reside la criatura así como las selvas amazónicas colindantes a esta zona, también terreno acotado por este ser prehistórico.
Al año siguiente se filmó una continuación, “REVENGE OF THE CRATURE” (1955), desarrollada en zona urbana donde la infeliz criatura --- que no murió en el film anterior --- se enamora de otra guapa mujer, escapa del acuario en donde residía prisionera para recibir finalmente otra descarga de balas, escena final calcada de la anterior. Menos impactante que su antecesora y filmada a regañadientes por Arnold (en desacuerdo con los productores de Universal, no quería una continuación), además el anfibio con una piel más oscura y con menos escamas parecía menos real, la película tiene algún momento interesante a pesar de ser un film menor de Arnold.
Sin ser dirigida por Arnold (esta vez ya no quiso ponerse tras la cámara), Universal dará una tercera parte al mito. Mucho menos interesante, incluso que la segunda, “Creature Walks Among us” (1956) fue dirigida por John Sherwood. El personaje de la criatura será retomada un par de veces en la filmografía mexicana e inspirará a otras criaturas en la serie televisiva de “Viaje al fondo del mar” protagonizada por Richard Basehart (almirante Nelson) y David Hedison (capitán Crane).
TARANTULA” (1955) es un film artesanal más concordante con la ideología típica de “los científicos que van demasiado lejos” y reciben un castigo. La película se inscribe dentro de la temática de los “insectos gigantes” (aunque la araña no sea un insecto sino un arácnido) cuya obra maestra es “La humanidad en peligro” (Gordon Douglas, 1954), sobre hormigas que devienen gigantes a causa de las radiaciones emanadas por la primera bomba atómica arrojada, como prueba, en el desierto de México en 1945. Es la respuesta de Universal al film de la Warner. “Tarantula” es de construcción tan sencilla --- aquí radica su encanto y en el hecho de que la araña produce mayor repulsión que las hormigas en gran parte de los seres humanos --- como el film de Douglas aunque menos complejo. Aquellos momentos en que el monstruo se divisa en el horizonte, topa con los cables eléctricos y cuando se acerca a la casa contemplando en unos momentos a la bella Stephanie a través de la ventana, el ataque al aislado pueblo en el desierto y la irrupción de los aviones militares que la destruyen con bombas incendiarias son escenas muy conseguidas. La historia es del mismo Arnold con guión de Robert M. Fresco y Martin Berkeley (guionista también de “Revenge of the Creature” sobre una idea del productor y escritor William Alland el cual también guionizó, entre otras, la tercera parte de la “Criatura del Lago Negro”, de John Sherwood).
Tarantula” anuncia la transmutación del entorno natural cotidiano que tendrá su mayor exponente en “THE INCREDIBLY SHRINKING MAN” (1957), el mejor film de Jack Arnold aunque, como se ha dicho, no fue lo suficientemente apreciado en su primer momento (y durante años) ya que nadie --- ni los fervorosos del género --- creía que Arnold tuviera sus particulares apuntes filosóficos desprendidos de esta curiosa historia donde lo cotidiano se vuelve monstruoso (novela de Richard Matheson) para el protagonista el cual va empequeñeciendo progresivamente a causa de una niebla radioactiva que le envuelve cuando cuando viajaba en un  yate. Llegará un punto en que deberá huir de su gato y más tarde deberá luchar para defender su vida contra una araña armado de un alfiler, etc. Hoy día el film se encuentra entre las indiscutibles obras maestras de la Ciencia- Ficción, sin efectismos y con unos trucajes perfectamente adaptados al espíritu de la historia mathesoniana que la hace infinitamente más interesantes que las huecas producciones de Ciencia- Ficción actuales buscadoras del espectáculo para llenar plateas.
Hemos visto como Arnold adaptó obras de grandes escritores del tema y las dignificó: Ray Bradbury (“It Came from Outer Space”), Richard Matheson (“The Incredibly Shrinking Man”) y David Duncan (también magnífico escritor de Ciencia- Ficción, autor de guiones tan interesantes como “Viaje alucinante” /Richard Fleisher o “El tiempo en sus manos”/George Pal mientras que para Arnold escribió la historia de “Monster on the Campus”).
Un anfibio prehistórico en su hábitat natural y en el del ser humano, una araña que aumenta su tamaño a causa de un experimento con un nutriente, un hombre que disminuye su tamaño hasta desaparecer fisicamente y quedar como alma pensante, unos extraterrestres pacifistas, demostrado en dos ocasiones (una a causa de una avería en su nave espacial, otra para evitar una guerra nuclear entre dos potencias) y un profesor el cual vive en su persona la evolución humana al revés son los elementos manejados hábilmente por Arnold para subvertir el orden humano existente. Acudió al Festival de Sitges postrado en una silla de ruedas en 1987 donde se hacía una retrospectiva suya. Jack Arnold falleció en Woodland Hills, Los Ángeles, 1992. Hoy día la totalidad de su obra fantástica  es ya clásica...
                                                                                                              Narcís Ribot i Trafí
 1)- En un magnífico (y, creo, único en España) estudio de Carlos Heredero en el cual cita a tres especialistas defensores/descubridores de Arnold en tiempos pasados: John Brosnan (“Jack Arnold: S.F.”, 1974), Jean Marie Sabatier (“Les classiques du Cinema Fantastique”, 1973) y John Baxter (“Science Fiction in the Cinema”, 1970).

2)- “Le Cinema Fantastique et ses Mythologies”, de Gerard Lenne (Edicions du Cerf, Paris, 1970). Edición en castellano: Editorial Anagrama (1974).




sábado, 14 de julio de 2018

NOVEDAD LITERARIA: “JOHN FORD”, DE PETER BOGDANOVICH (EDICIÓN REVISADA Y AMPLIADA)




Me llamo John Ford y hago películas del Oeste

                                                                            Cuando John Ford (1894- 1973) estaba en los sindicatos del cine, tenía un cargo y, ya, cierto prestigio artístico pronunció esta frase al abrir la defensa de Joseph Leo Mankiewicz ante las acusaciones de Cecil B. DeMille y seguidores en tiempos del tristemente célebre senador Joseph McCarthy y su Comité de Actividades Antiamericanas (denominada  también “la caza de brujas”). La cuestión es que Ford logró su objetivo y salvó la carrera del realizador polaco. Alabó el cine de DeMille pero le dijo que él y su forma de actuar no le gustaban nada.
UNO- La manera de ser de Ford, sus costumbres, su consagración como uno de los más grandes directores de cine de todos los tiempos (para algunos, entre los que está un servidor, el mejor) se descubrió en España con el libro “John Ford”, de Peter Bogdanovich, aparecido en Londres originalmente (1ª edición, 1967) para luego publicarse en USA. En España se presentó gracias a Editorial Fundamentos (1ª. edición en 1971, 2ª. edición en 1983 para luego publicarse en dos ocasiones más).
El director y productor de cine además de historiador y crítico Peter Bogdanovich, admirador de John Ford, consiguió entrevistarle durante el rodaje de “Cheyenne Autumn” (“El gran combate”, 1964) cara a la elaboración de un libro aunque en principio se publicó en la revista “Esquire”. Recogido este material, corregido y reelaborado apareció en la primera parte del futuro libro con el título, precisamente, de “Me llamo John Ford y hago películas del Oeste”. Tarea ardua y meritoria la de Bogdanovich dada la reticencia de Ford a conceder entrevistas y hablar de su cine (en muchas ocasiones no recuerda o al menos dice no recordar como hizo esto o aquello) siendo características la ambigüedad de sus respuestas junto con un tono irónico. Bogdanovich también entrevista  a personajes de su equipo. Si analizamos la frase vemos que su verdadero nombre no era John Ford, solo un seudónimo (fue bautizado como Sean Aloysius O'Fienne, O´Feama u O'Feeney en 1894 aunque él a veces decía en 1895 y que su nombre de pila era John Martin), ni tampoco su filmografía está compuesta solamente por “películas del oeste” (recordemos “El hombre tranquilo”, “Que verde era mi valle”, “Las uvas de las ira”, “El delator”, “7 mujeres”, “La taberna del irlandés”, etc.).
En la segunda parte, titulada “Poeta y comediante”, el escritor y el realizador mezclan comentarios y opiniones. El tercer capítulo es el más largo e importante, “Un trabajo que hacer”, con unas 62 páginas --- la ingente entrevista se realizó dos años después, en 1966 --- en base: a) nacimiento, juventud, familia, estudios de Ford y 2) incursiones y circulación en la mayor parte de su filmografía. Aquí vemos su humildad al hablar de sus películas y la poca importancia que les daba y sus contestaciones secas y cortantes y sin explicaciones de grandes alardes técnicos, con anécdotas de rodaje, introduce una pedagogía fílmica de gran enjundia y pocas veces escuchada.
Cierra el volumen “La carrera de Ford”. Filmografía y bibliografía escogida además de tres páginas con fotografías bastante inéditas por aquel entonces (poseo la 2ª edición, 1983).
Como dice Mr. Kaplan en un recomendable escrito sobre el volumen: “No es un libro amplio, no contiene sesudos análisis de sus películas, las reflexiones son escasas...la filmografía y breve sinopsis de cada una, hoy ya superadas por otras publicaciones más ambiciosas y el suplemento fotográfico que incluye al final es del mismo papel que el resto del libro y es más bien pobre aunque la selección de imágenes son irreprochables. Sin embargo es un libro mítico, legendario ... divertido, ameno, apabullante...” (recordemos que se trata de un libro de bolsillo, de precio no muy elevado y asequible a muchos bolsillos y con referencia a “la amplitud y reflexiones” ya vendrán las obras de Tag Gallagher o Quim Casas entre otros, 1).
DOS- HATARI BOOKS, adoptando el título de la popular película africana de Howard Hawks, es la nueva editorial fundada principalmente por Eduardo Torres- Dulce y José Luis Garci. Dos eminentes fordianos. El primer libro editado (2) es precisamente el de Peter Bogdanovich, en una edición revisada y ampliada, presentado en la pasada feria del libro de Madrid. Ahora se trata de un volumen de lujo, encuadernado en tela y profusamente ilustrado --- traducción de Fernando Santos Fontela para las ediciones  originales de Fundamentos y Andrés Moret Urdampilleta para Hatari Books --- con magníficas fotos.
Para esta edición Peter Bogdanovich escribe unas líneas introductorias (16-10-2017), contento con el proyecto de Hatari al igual que los familiares de Ford. Se conserva el antiguo esquema de la obra: 1) My name's  John Ford. I make Westerns” (ahora título original en ingles para este capítulo), 2, “Poeta y comediante”, 3) “Un oficio nada más” (mismo que “Un trabajo que hacer” en Fundamentos pero cambiando el título), también está, por supuesto, la filmografía ahora ampliada y completa (capítulo 5), la bibliografía con muchos más título registrados, claro, las películas citadas y los créditos fotográficos. Los episodios añadidos son una post introducción titulada “Encuentro en Monument Valley” y “Toque de silencio” como capítulo 4, ambos no incluidos en las ediciones españolas anteriores. En “Encuentro en Monument Valley” el autor narra más anécdotas, el encuentro con Ford en el rodaje de “El gran combate” (1964) y como simpatizaron ambos hombres mientras ”Toque de silencio”, también de carácter evocador, rememora los últimos días de John Ford, su última conversación con su amigo Howard Hawks y las vivencias y conversaciones de Bogdanovich con el maestro … Libro altamente recomendable …
                                                              
                                                                                                 Narcís Ribot i Trafí

1)- Libros citados sobre John Ford. El 3/10/2013 publiqué en estas páginas una bibliografía, especialmente en castellano, sobre John Ford. Repito los libros citados en el presente escrito sobre la obra de Peter Bogdanovich:
--“John Ford, el arte y la leyenda”, de Quim Casas (“Colección Dirigido por...), Barcelona (1989) --”John Ford, the Man and his Films”, de Ted Gallagher (University California Press, 1986).
    Edición española: “John Ford, el hombre y su cine” (Akal S.A.), Madrid (2009)

2)- El segundo libro publicado por Hatari Books es “Recordando al Sr. Maugham”, de Garson Kanin. William Somerset Maugham fue uno de los escritores más famosos en lengua inglesa y uno de los más adaptados en cine y TV.