martes, 25 de junio de 2019

“THE WOLF MAN“ (“EL HOMBRE- LOBO”) , GEORGE WAGGNER (1941)


                
          “Incluso un hombre de alma pura puede convertirse en lobo si florece el acónito y en el cielo brilla la luna llena”.

                         El notorio escritor y guionista de temas fantásticos Curt (o Kurt) Siodmak (Dresden, Alemania 1902- California, USA 2000) --- a quien tuve el honor de conocer y hablar con él largo rato en el Festival Sitges- 1987 ---, redactó un guión en 1941 para Universal con la intención de celebrar el décimo aniversario del éxito en referencia de sus personajes terroríficos: “Drácula” (1931), “Frankenstein” (1931), “La momia” (1932), y “El hombre invisible” (1933), creando un mito nuevo, el hombre- lobo o licántropo. Curt era hermano de Robert Siodmak (1900- 1973), destacable realizador especialmente en cine negro. Ambos hermanos huyeron de su Alemania natal a causa de la subida del nazismo al poder.
I)- UN GUIONISTA: CURT SIODMAK- Los hermanos Siodmak provenían de una acomodada familia alemana de origen judío arruinada tras la I Guerra Mundial. Sus progenitores eran persona de gran cultura además de frecuentar reuniones con intelectuales y artistas de la talla del compositor Richard Strauss. Conoció la angustia de los campos de concentración, del exilio para finalmente asentarse en USA y sobrevivir en paz.
Curt Siodmak ocupa  un privilegiado lugar en los anales del cine fantástico: autor de varias novelas, once de tema fantástico, redactor de 26 guiones cinematográficos y pasado tras la cámara para dirigir cinco largometrajes de poco presupuesto. Entró en nómina de Universal, especializada en cine fantástico y de terror de la mano del productor Carl Laemmle Jr. con sus clásicos “Dracula” (“Drácula” de Tod Browning con Bela Lugosi), “Frankenstein” (“El Dr. Frankenstein”, de James Whale), ambas de 1931 y “The Mummy” (“La momia”), del gran operador alemán Karl Freund (fotógrafo del “Drácula” de Browning entre otras) pasado a la dirección (1932). Su novela más famosa es “El cerebro de Donovan” (1942) de la cual hay varias adaptaciones  cinematográficas.
Cuando llegó a Estados Unidos escribió su primer guión de “The Invisible Man Returns” (“El hombre invisible vuelve”), del limitado realizador Joe May (1940) aprovechando el éxito del clásico “The Invisible Man”, de James Whale (1933) según la novela de H. G. Wells pero gracias a los efectos especiales de John P. Fulton se logró hacer de la película un espectáculo entretenido lo cual dio pie  a dos títulos más de la serie guionizados por Siodmak y con el hábil y omnipresente Fulton en los perfectos trucajes sobre la invisibilidad de un ser humano: “The Invisible Woman” (“La mujer invisible”), de Edward Sutherland (1940) y “The invisible Agent” (“El espía invisible”), de Edwin L. Marin (1942), ambos en clave de comedia (no olvidemos que la película de James Whale también contenía grandes dosis de humor). Curt Siodmak fue el creador de Lawrence Steward Talbot, Larry para los amigos, interpretado por Lon Chaney Jr., sobre el cual recae la maldición del hombre- lobo o sea que en las noches de luna llena se transforma en un monstruo con las características de un lobo y ataca a sus semejantes humanos. El escritor se documentó sobre leyendas, tradiciones, supersticiones y folklore centroeuropeo y dio un guión titulado en un principio “Destiny” para ser cambiado después por “The Wolf Man” traducido en pantalla por el productor y realizador George Waggner en 1941. El éxito fue notorio y dos años después Siodmak escribía la continuación aunando su personaje con otro del cine fantástico y de terror naciendo así “Frankenstein Meets the Wolf  Man” (“Frankenstein y el hombre- lobo”), producido por George Waggner y dirigido por Roy William Neil (1943) también éxito en taquilla lo cual dio pie a una tercera entrega al año siguiente titulada “House of Frankenstein” (“La zíngara y los monstruos”), dirigida por Erle C. Kenton (1944) en donde la productora Universal reunía a sus principales figuras del terror: 1) el monstruo creado por el Dr. Frankenstein, 2) Larry Talbot, el hombre- lobo y 3) el conde Drácula, el fabuloso vampiro, todos ellos girando alrededor del profesor Gustav Niemann (interpretado por Boris Karloff) y su ayudante el jorobado Daniel, un peligroso asesino. Eran ya tiempos de decadencia, Universal había exprimido a estos personajes y ahora los mezclaba para buscar mayor rentabilidad. El ensayista Gerad Lenne nos invita a admirar la atmósfera terrorífica de Neil o el lirismo delirante de Kenton pero los mejores tiempos habían pasado. Siodmak escribió la historia (el argumento) ---  titulado originalmente “La gruta del diablo” en donde aparecía también el personaje de la momia aunque fue retirado a última hora --- de “La zíngara y los monstruos” mientras Edward T. Love elaboraba el definitivo guión. El personaje de Larry Talbot tuvo cinco películas de Universal, en todas interpretado por Lon Chaney Jr., el hijo de aquel gran Lon Chaney, llamado “el hombre de las mil caras”, quien falleció al inicio del cine sonoro. El hijo era actor de limitado registro, presente con frecuencia en el fantástico” y secundario en western pero con el hombre-lobo consiguió su mayor gloria (excelente cuando estaba transformado) además de encarnar por tres veces a Kharis, la momia revivida (secuelas de “La momia” de Karl Freud interpretada por Boris Karloff), una al monstruo de Frankenstein (la cuarta de la serie “Ghost of Frankenstein”, estrenada en TVE como “El espectro de Frankenstein” 1942, de Erle C. Kenton, mediocre encarnación muy lejos de las tres anteriores de Boris Karloff) y otra proveniente de un guión de Curt Siodmak para su hermano Robert, excelente especialista en cine negro: “Son of Dracula” (estrenada en TVE como “El hijo de Dracula”), también bastante alejada de la composición de Bela Lugosi en el clásico “Drácula” de 1931 pero el licántropo Talbot era el rol de su vida.
Curt Siodmak hizo varios guiones más para producciones de corto presupuesto pero siempre será uno de los guionista más hábiles del “fantastique” y quizás su libreto para “I Walked with a Zombie” (“Yo anduve con un zombie”) para el productor Val Lewton (RKO, 1943) esté entre lo más logrado. Siodmak se documentó a fondo sobre la leyenda de los zombies (como hizo con la del hombre-lobo) aunque al director Jacques Tourneur le interesara más hacer dudar al espectador entre lo real y lo fantástico alejándose de las versiones de Universal y otras como Warner, Paramount o M.G.M que siguieron su camino consiguiendo una serie de películas abstractas (a veces bastante sobrevaloradas) como “La mujer pantera”, “Yo anduve con un zombie” o “El hombre leopardo” pero con cierto interés...
II)- UN REALIZADOR: GEORGE WAGGNER- Su verdadero nombre era George Waggoner (1894- 1984), fue productor, guionista, actor y director. Gran aficionado a la ópera produjo “El fantasma de la ópera”, versión de Arthur Lubin (1943), protagonizada por Claude Rains, en donde había más ópera que fantasma además de producir y dirigir “The Climax” (“Misterio en la ópera”), con Boris Karloff (1944), escrita por Curt Siodmak con tema parecido al “Fantasma de la ópera”.
George Waggner era un discreto artesano, como director, a veces gris y anodino pero con alguna idea interesante como demostró con “El hombre-lobo” con varias escenas bien conseguidas y por ello es un clásico al lado de “Drácula” (Tod Browning) y “El Dr. Frankenstein” (James Whale), buenas películas pero tampoco redondas aunque con carisma para llegar al escaparate de los iconográficos (la segunda parte del “Drácula” es totalmente teatral, muchas condiciones le impusieron a Tod Browning el cual consiguió su obra maestra en “Freaks” = “La parada de los monstruos” para la M.G.M. en 1933 y James Whale alcanzó la cumbre con “Bride of Frankenstein” = “La novia de Frankenstein” en 1935 para Universal contraviniendo el refrán, quizás como una de las pocas excepciones, que segundas partes en esta ocasión fueron mejores, mucho mejores, que las primeras). Tod Browning y James Whale fueron los maestro indiscutibles del fantástico de preguerra (más adelante se añadiría Terence Fisher con Hammer Films a finales de los 50- y la totalidad de los 60) superiores a Waggner y todos los demás pero “El hombre-lobo” no desmerece en nada a los otros dos films que iniciaron el fantástico a principios de los 30, acompañados del éxito en taquilla.
III)-EL HOMBRE-LOBO
Universal había tocado ya el tema con la mediocre “Werewolf of London” (“El lobo humano”) de Stuart Walker (1935) que no representó ningún logro artístico y un ligero superávit en taquilla y con un libreto coral de cinco guionistas totalmente ajenos al cine fantástico a pesar de tener algún apunte temático interesante (viaje al Tíbet, las flores del acónito). “El lobo humano” puede considerarse antecesora de bodrios como “Un hombre-lobo americano en Londres”, de John Landis (1981) mixtura de comedia y desparpajo y convertido por algunos (cuya comprensión y gusto por el fantástico es totalmente nula) en film de culto. Que le vamos a hacer.
Curt Siodmak, por el contrario, se documentó profusamente, profundizó en la leyenda, la mitología griega (el rey Lycaonydas) y las teorías de Sigmund Freud y tras seis semanas de trabajo presentó su guión “Destiny”, cambiado por el más comercial de “El hombre-lobo”. El film costó 180.000 $ y dio un beneficio de 20.000.000 de $.
Es muy notable en el logro de la película el trabajo de dos técnicos frecuentes en Universal aunque trabajaran ocasionalmente por otras compañías.
1)- JACK P. PIERCE, el más grande maquillador del cine fantástico y de terror. Entre sus creaciones destaca el de la momia sobre Boris Karloff como Im-Ho-Tep, la momia resucitada (luego sobre Tom Tyler y Lon Chaney Jr., en tres ocasiones, ambos interpretando a la momia, ahora llamada Kharis), el hombre-lobo de Chaney Jr. aunque su obra maestra será el del monstruo creado por el profesor Frankenstein sobre Boris Karloff en tres ocasiones, después sobre Chaney, Bela Lugosi y Glenn Strange, este último en también en tres películas  (en la última, la parodia “Abbot y Costello contra los fantasmas”, el maquillaje era de Bud Westmore el cual se basó totalmente en Pierce) con un total de siete de las ocho películas dedicadas al personaje por parte de Universal.  Fue de una gran precisión escultórica cuyo punto de referencia era el rectángulo (cabeza, tronco y dedos totalmente rectangulares así como los enormes zapatos de plomo, totalmente distinto del libro  de Mary W. Shelley pero una auténtica obra maestra causante de la identificación de esta iconografía sobre la imagen de la novela y del profesor que lo creó).
Para “El hombre-lobo” insertó pelos de yak sobre el rostro de Chaney, hocico lobuno y prominentes caninos inferiores dentro de unas sesiones que duraban varias horas angustiosas para el actor. En mayor o menor grado inspirará a los futuros licántropos cinematográficos como la docena que interpretó nuestro Paul Naschy y guionizó (a veces también dirigió) con su verdadero nombre de Jacinto Molina o el hombre- lobo albino encarnado por Oliver Reed en “Curse of the Werewolf” (no estrenada comercialmente en España y aparecida en DVD con el literal título de “La maldición del hombre- lobo”), única aportación de Hammer Films al mito del licántropo a cargo del maestro Terence Fisher (1961) con un extraordinario maquillaje de Roy Ashton constituyendo la cinta en la joya de la filmografía (le conocí en Sitges-85). Después, en la actualidad con las nuevas técnicas (además del adocenamiento y pérdida de estilo propio de cantidad de realizadores) se conseguirá una cabeza de lobo- animal (ojos, hocicos, orejas  y dientes surgiendo de una esfera) caminando a dos patas (nos recuerda la imagen de “Caperucita Roja”) y los ordenadores acabarán de perfeccionarlo pero algunos (un servidor, entre ellos) preferimos la imagen antropomórfica de los Chaney, Reed o Molina; se ha perdido el encanto y la poesía de antaño por una técnica aparentemente perfeccionista (aquella serie “Crepúsculo” es, sencillamente, infumable por más técnica que tenga).
2)- JOHN P. FULTON, formidable creador de efectos especiales. De sus trabajos en unas 250 películas son memorables sus trucajes de “El hombre invisible” (James Whale, 1933) y otros muchos títulos de cine fantástico. Para “El hombre-lobo” usó algo similar al Stop Motion de Willis O'Brien o Ray Harryhausen: Talbot con maquillaje parcial escena por escena, al final el pelo ha cubierto su cara y los caninos humanos han crecido poco a poco has ta ser lobunos. Fuera del género fantástico y de terror John P. Fulton es recordado por la elevación de las aguas (y luego  la vuelta a su posición normal engullendo los carros de combate egipcios) del Mar Rojo en “Los diez mandamientos” de Cecil B. DeMille (1956), “Cuando ruge la marabunta”, “Vértigo”, “La ventana indiscreta”, etc.
Puesto que en aquel momento Boris Karloff tenía contrato con otras productoras se dio el papel a Lon Chaney Jr. con el cual consiguió su relativa gloria creando un personaje clásico. Claude Rains (aquel inolvidable hombre invisible) encarnaba a sir John Talbot, el padre de Larry, aficionado a la astronomía,que nunca hasta el final creyó en la maldición recibida por su hijo, Bela Lugosi --- conservando su nombre --- era el gitano Bela el cual involuntariamente transmitirá la maldición de la licantropía a Larry, Evelyn Ankers interpretaba a Gwen Conliffe enamorada del heredero Talbot y Maria Ouspenskaya representaba a la gitana Maleva, la madre de Bela que siempre intentó ayudar  a nuestro hombre. Completan el reparto el jefe de policía Paul Montford (Ralph Bellamy), Frank Andrews (Patrick Knowles), antiguo novio de Gwen, y el Dr. Lloyd (Warren William) que no puede dar un diagnóstico porqué Larry no sufre una enfermedad sino algo más terrible, una maldición demoniaca y quien la ha recibido es verdugo (por las personas asesinadas en noche de plenilunio) y víctima (por el cargo de conciencia al recuperar su forma humana) y quien señalará esto mejor será Terence Fisher en su “Curse of the werewolf” en cuyo pregenérico León Carido, el hombre-lobo (Oliver Reed) transformado y con luna llena al fondo derrama unas lágrimas (una maldición no deseada aunque lo haga inmortal e inmune al paso del tiempo y a las armas con una sola excepción). Talbot también sufre porqué no es creído por su padre, todo lo atribuye a psicología y a un momento de susto. Larry es un joven simpático, liberal, agnóstico, más bien de credo cientista víctima de un maleficio irracional que le desdobla la personalidad de forma totalmente involuntaria (al revés de la historia del Dr. Henry Jekyll y Mr. Edward Hyde --- novela de Robert Louis Stevenson con también muchas adaptaciones cinematográficas --- y cuya base fantástica está en una droga o sea lo fantástico se expone/justifica por la ciencia mientras que en Talbot es la brujería, lo sobrenatural, lo desconocido), asumiendo la figura del lobo como en la India se habla de “hombres- tigre”, en África de “hombres- leopardo” y en Oceanía de “hombres- serpientes”. Al igual que Edipo, Talbot lucha por combatir su destino donde coexiste una personalidad maligna, desencadenada durante el plenilunio, que le destruye su credo cientista, su agnosticismo y le hace entrar en un mundo de horror. También como la “Antígona” de Sófocles, Talbot sufre doble tragedia: su personalidad autodestructiva y apasionada y un padre rígido que no le ayuda porqué no cree en esta tragedia.
La fotografía de Joseph Valentine es sencillamente buena en un excelente blanco/negro al igual que la música de Hans J. Salter, Frank Skinner y Charles Previn, adecuada, aunque la parte técnica de Jack P- Pierce (maquillaje) y John P. Fulton (efectos especiales), como hemos dicho, son los que hacen subir de categoría al film. La ambientación recuerda la imaginería romántica de un E. T. A. Hoffmann con elementos característicos del neogoticismo anglosajón: hay zíngaros, conjuros, talismanes, noches de plenilunio, frecuentes brumas (estamos en la localidad de Llanwelly, en el País de Gales y allí las espesas nieblas significan la entrada en lo desconocido, lo sobrenatural, lo terrorífico penetrando en el mundo cotidiano), utilizando algunos decorados del “Drácula” de Tod Browning e interpretado por el húngaro Bela Lugosi (colosal actor de teatro aunque con dificultades al pasar al cine e intérprete de un personaje que le marcó profundamente).
Después de 14 años de estudios Lawrence Steward Talbot vuelve al castillo de su padre en Llanwelly, recordando a su hermano fallecido en accidente de caza. Curioseando con el telescopio de su padre, sir John, observará a una muchacha en una tienda de objetos de regalos e inmediatamente se sentirá atraído por ella. Se dirige al establecimiento para entablar conversación con Gwen la cual regenta la tienda con su padre. Comprará un raro y hermoso bastón con puño de plata que representa la figura de la cabeza de un lobo y entre cuyas orejas está dibujada una estrella negra (o pentagrama, elemento simbólico de la licantropía). Por la noche darán un paso por el bosque acompañados de una amiga de Gwen, Jenny (Fay Helm), quien desea que un zíngaro llamado Bela le lea el porvenir mediante la quiromancia. Se separa momentáneamente y es atacada por un gigantesco lobo. Larry acude en su ayuda y golpea a lo que parece un lobo con la empuñadura del bastón logrando matar a la fiera pero antes conseguirá morderle en el pecho. Larry pierde el conocimiento y lo recupera en su casa. Han encontrado a Jenny y al gitano Bela muertos. La explicación del capitán de policía Paul Montford y de sir John es que Larry y Bela salieron en defensa de la mujer, el lobo mató a Bela e hirió a Larry para después huir Pero un algo interior le dice a Larry que Bela era el lobo. En el entierro del gitano la madre de Bela, Maleva, le dice que el lobo era su hijo: “Bela era el lobo. Vd. le mató porqué solo se puede matar a un hombre-lobo con una bala de plata, un cuchillo de plata o un bastón con mango de plata” y añade otra cosa terrible: “Quien es mordido por un hombre-lobo” y sobrevive se convierte a su vez en hombre-lobo”. El signo del pentágono aparece por momentos en el pecho de Larry. A la noche siguiente aparece la luna llena y Larry en su habitación nota como el pelo le crece en todo el cuerpo, su nariz ahora es hocico y los dientes son ahora lupinos aunque en esta escena solo vemos los pies sin zapatos ni calcetines que adquieren forma de patas de lobo, ruido, jadeos anunciantes del sufrimiento provocado por la metamorfosis. Entra en el cementerio y estrangula a Carlson, el enterrador. Larry está desesperado, a la mañana siguiente, ya recuperada su forma humana pide la muerte (su padre no le cree), entra en la iglesia (desde pequeño que no lo hacía) y los rostros de los feligreses se vuelven hacia él, mezcla sueño y realidad y llega a la convicción de ser un maldito que solo recobrará la paz de espíritu con la muerte mediante un arma de plata. La próxima noche suplica a sir John que lo ate a una silla y lo hace para complacer a su hijo pero sigue sin creer. Va a unirse a los habitantes del pueblo los cuales han organizado una batida contra los lobos a los que creen responsables de los asesinatos. Antes de marcharse Larry le dice a su padre que se lleve el bastón con empuñadura de plata. Así lo hace. En su habitación Larry se transforma, rompe las cuerdas y sale al bosque para asesinar a quien encuentre. La bestia se tropieza con Gwen, la mujer que ama, mientras esta se desmaya. A punto de matarla llega sir John que ha oído los gritos de la muchacha y golpea varias veces al monstruo con el bastón hasta que finalmente cae muerto. Sir John ve horrorizado como los rasgos humanos de Larry aparecen ahora en paz. Surge del bosque la gitana y recita la misma frase que pronunció en el entierro de su hijo Bela: “Caminaste por un sendero de espinas, no fue culpa tuya, así como la lluvia empapa la tierra y el río muere en el mar, así como el hombre camina hacia su fin aquí en este mundo. Tus sufrimientos han terminado y ahora descansas por fin en la paz eterna”...
Como hemos dicho hubo cuatro películas más sobre el personaje. En la tercera, “La zíngara y los monstruos” asistimos a una secuencia que es la mejor en lo que se refiere a la poesía y a la combinación técnica Pierce- Fulton: Larry se transforma en hombre-lobo cuando aparece el plenilunio. Está delante de un espejo y vemos la metamorfosis en su totalidad. Rompe la puerta y se lanza al bosque atacando a una hermosa zíngara, Iolonka (Elena Verdugo), de la cual se ha enamorado y es correspondido. Mientras la degüella la muchacha logra dispararle una bala de plata fabricada por ella misma y los dos amantes mueren (como versión terrorífico de “Romeo y Julieta”). La transformación inversa se visiona a través de los pies de Larry (de lobunos a humanos) y los dos enamorados, tendidos en el suelo, están abrazados. La siguiente, “House of Dracula” (“La mansión de Drácula”, 1945), del mismo Erle C. Kenton --- guión de Edward T. Love pero sin el concurso de Curt Siodmak ---,  sin respetar la continuidad, veremos la curación de Larry (con bigote) mediante unos hongos, es una sanación mitad científica, mitad sobrenatural --- es una maldición, no una enfermedad --- y finalmente se casará con la enfermera de quien le ha curado. Francisco Montaner en su escrito en la añorada revista “Terror Fantastic” (1971- 1973) comentaba: “Un final demasiado burgués para un ex- monstruo”...
Universal que había ganado mucho dinero con los personajes fantástico/terroríficos acabaron exprimiéndolos como un limón en las parodias de Abbot y Costello. La de Charles T. Barton en 1948 representaba la última aparición de nuestro licántropo, Larry Talbot (siempre Chaney Jr.), la del monstruo creado por Frankenstein (Glen Strange) y Drácula (Bela Lugosi): Abbot and Costello meets Frankenstein” (“Bud Abbot y Lou Costello contra los fantasmas”)...

                                                                                 Narcís Ribot i Trafí



lunes, 10 de junio de 2019

“CLEOPATRA” (“CLEOPATRA ”, 1961-1963), JOSEPH L. MANKIEWICZ



Hará unos tres años hice cuatro pequeños escritos sobre Antonio y Cleopatra: en la literatura, en el arte, en el cine... Ahora nos centramos en la controvertida (y excelente obra en muchos aspectos) de Joseph Leo Mankiewicz. (nota de Narcís)

Fanfarrias. Entran Marco Antonio y Cleopatra con su séquito...
CLEOPATRA (a Antonio)- “Dime hasta donde alcanza tu amor
ANTONIO- “Muy pobre amor será aquel que pueda medirse”.
CLEOPATRA- “Quisiera señalar el límite del tuyo”.
ANTONIO- “No te bastaría con la inmensidad del mundo que conocemos”.
                              (“Antonio y Cleopatra” de William Shakespeare. Acto I. Escena I)

 UNO- PROBLEMAS...                                                                           
Joseph Leo Mankiewicz (Wikes Barre, Pensilvania, 1909- Nueva York, 1993) tenía 54 años cuando finalizó el rodaje de “Cleopatra” (“Cleopatra”) para la 20th Fox en 1963. Había empezado dos años antes. Un film que por la gran cantidad de problemas de toda índole se convirtió en uno de los  mayores fracasos (sino el más grande) de toda la historia del cine.
La idea de realizar “Cleopatra” provenía de un antiguo proyecto del productor Walter Wanger en 1958 con un presupuesto mucho más restringido para empezar en 1961 con el más que sobresaliente realizador Rouben Mamoulian (“La marca del zorro”, “Calles de la ciudad”, “Sangre y arena”,”Cristina de Suecia”,“El hombre y el monstruo”) el cual se vio incapaz de filmar coherentemente en su continuo choque con los directivos de de 20th Fox y con los actores. Se llevaban rodados 12 minutos y se había gastado ya siete millones. Se despide a Mamoulian y entra Joseph Leo Mankiewicz el 25 de enero de 1961. Se desechan los doce minutos y el guión (una de las versiones estaba firmada por Lawrence Durrall) y se elabora otro guión firmado por él mismo, Ronald Mc Dougall y Sidney Buchman sirviéndose de las fuentes de Apiano, Plutarco y Suetonio y basándose en las obras del historiador y periodista Charles Marie Franzero (“Cleopatra, su vida y su época”), en las tragedias históricas “Antonio y Cleopatra” y “Julio César”, ambas de Shakespeare y la obra “César y Cleopatra” de George Bernard Shaw aunque Mankiewicz reescribió el guión varias veces durante el rodaje. Al finalizar la filmación se habían invertido 44 millones de dólares (de 1963) y solo se recuperaron 24. Resultado: la ruina, casi la quiebra, de la productora 20th Fox, Walter Wanger no fue nunca más productor (“Cleopatra” fue su última película) y Mankiewicz --- se mantenía de pie gracias a pastillas durante el rodaje --- no trabajó durante los cuatro años siguientes. Entra en la productora Darryl F. Zanuck con una idea del cine totalmente diferente al realizador. Mientras el intelectual Mankiewicz quería un film de atmósfera íntima (como su “Julio César” para M.G.M., de 1953), el comerciante productor Zanuck quería espacios abiertos y batallas espectaculares para emular el éxito de “Ben- Hur” (1959) de William Wyler. “Nunca dejaría la total responsabilidad de una película en manos de un artista, antes cambiaría de oficio”, era una de sus frases con la cual definía su falta de sensibilidad para el cine y su talante impositivo --- aparte de manifestar con palabras malsonantes y soeces la relación amorosa de Antonio y Cleopatra --- sobre los realizadores a quienes restaba o anulaba toda o casi toda autonomía necesaria para culminar una buena película y, a pesar de todos los problemas influyentes en su rodaje, “Cleopatra” lo fue aunque se reconocieran sus valores mucho más tarde. Carlos F. Heredero (1) explica en su libro como “Cleopatra” supuso una experiencia traumática para Mankiewicz, por su fina sensibilidad y su rigor intelectual, ajeno a todo tipo de componendas mercantiles, le hizo perder la seguridad en si mismo y destruyó su carrera al menos durante tres años. En entrevistas posteriores no quería hablar de “Cleopatra” como película suya. Sin embargo pudo vislumbrar al final de su vida (falleció en 1993) el reconocimiento del público, crítica y estudiosos. También dentro del campo económico el film fue resarciéndose. El año de su estreno recaudó 24 millones $, la película de mayor éxito recaudatorio del año pero, claro, se habían invertido 44 millones y como las matemáticas son una ciencia exacta quedaban 20 millones $ de déficit que se iba recuperando poco a poco y tras la venta de la explotación a TV “Cleopatra” empezó a generar beneficios...
DOS: MAS PROBLEMAS, PROPOSICIONES, SOLUCIONES PARCIALES-
CLEOPATRA- (Mimosa a César, visiblemente perplejo) “¿No te alegras de verme?”
CÉSAR- “¡Oh, sí, mucho, mucho! Pero Rufio está muy enfadado y Britano está escandalizado”.
CLEOPATRA (Despreciativa)- “Puedes mandar cortarles la cabeza, ¿no?”.
CÉSAR- “Palomita mía, con la cabeza cortada no podrán serme útiles como lo son ahora”.
                                                      (“César y Cleopatra”, de George Bernard Shaw. Acto III)

Mankiewicz entró (y se interesó enormemente) en el proyecto “Cleopatra” gracias a Elizabeth Taylor quien le recomendó insistentemente a Zanuck, muy satisfecha de como la había dirigido en “De repente el último verano” (1959). Zanuck y Mankiewicz habían coincidido ya tres veces como productor- realizador para 20th Fox antes de “Cleopatra”: “People Wild Talk” (1951), “Eva al desnudo” (1950) --- una de sus obras cumbres --- y “Un rayo de luz” (1950) y ya habían tenido sus diferencias aunque no irreconciliables, el realizador de origen polaco había ejercido de productor llegando a fundar una productora propia y guionista pero en el caso de “Cleopatra” solo se le dio libertad para retocar el guión. El problema de falta de ritmo de la película (a partir de la 2ª parte) procede de la sala de montaje tras acabar su filmación. Dado el metraje ya realizado Mankiewicz propuso hacer dos películas, una a continuación de otra: Cleopatra y Julio César hasta la muerte de éste y Marco Antonio y Cleopatra hasta la muerte de ambos pero al finalizar el rodaje (salió un producto de 7 horas para ser dividido en las dos partes) Zanuck manifestó que no tenía ninguna intención de hacerlo así. Mandó llamar a la montadora Dorothy Spencer (siempre tuvo buena relación con Mankiewicz) y al montador Elmo Williams (responsable, entre otras, de “Solo ante en peligro”) y les ordenó podar las siete horas y reducirlas a cuatro arruinando lo filmado mientras se guardaba en alguna sala de montaje o en algún sótano de la 20th Fox el material cortado.
Ya desde el principio se pensó en diversas actrices para el rol de Cleopatra: Joan Collins y Dana Winter pero finalmente recayó en Elizabeth Taylor la cual llegó a fijar sus honorarios en un millón de dólares. Preparativos, trepidante e insistente propaganda del film por parte de la Fox, baile dentro de sus directivos, fragmentos filmados en Londres, traslado de todo el equipo a Hollywood, a Roma, enfermedad de Liz Taylor (suspensión del rodaje varias veces por esta causa) hasta lograr el inicio del rodaje en septiembre de 1961 a cargo de Rouben Mamoulian, con Elizabeth Taylor como Cleopatra, Peter Finch interpretando a César y Stephen Boyd tras su éxito como Mesala en “Ben Hur”) a Marco Antonio Cretico. Poco después Finch y Boyd rescindieron contrato y abandonaron el rodaje aludiendo compromisos, dimite Spyros Skouras como presidente de la Fox cuando Mankiewicz terminaba las batallas de Farsalia y Filipos y entra Darryl F. Zanuck para ocupar la presidencia. Las últimas escenas se realizaron en el desierto, cerca de Alejandría (Egipto). Rex Harrison pasó a interpretar a César (para mi gusto el mejor del reparto) y Richard Burton a Marco Antonio (se incorporó mientras rodaban en Roma y estuvo cuatro meses sin realizar ninguna escena). Surgió un romance entre Burton y Taylor que acabó en boda. Un escándalo para muchos y carnaza para las revistas de chismorreo del momento cuando el rodaje era un auténtico desbarajuste.
La crítica, salvo honrosas excepciones, se cebó en “Cleopatra” pero por suerte mucha parte de los espectadores no leyeron estas “críticas” negativas o si las leyeron no hicieron caso. Hoy en día la película ha sido reconocida en muchos de sus méritos. Es un tesoro parcial, la otra parte está en los archivos. Si se juntaran las dos partes quizás estaría entre las obras maestras del 7º arte, ahora solo es una muy buena película. Planteándolo de otra forma: sin las entradas y salidas de los directivos de 20th Fox, con Walter Wanger y Spyros Skouras la película de Mankiewicz hubiera podido ser otra, los cortes y supresiones (varias de escenas clave) ordenados por Darryl F. Zanuck y algún otro mandatario en el momento del montaje dieron la forma definitiva al film restándole cohesión, rebozado y personalidad. Con todo, estamos ante una cinta muy interesante y personal --- cuando pudo dirigir con toda libertad --- en mucho...
TRES- “CLEOPATRA”, LA PELÍCULA
Lo que Antonio no supo ver fue que debajo de las descuidadas y ligeramente ridículas prendas de vestir de Octavio (¡la gente decía que todas ellas estaban hechas en casa!) se ocultaba un joven estadista muy inteligente y capaz. Un hombre sin ardor ni impetuosidad, carente por completo de atracción personal, pero estudioso, perseverante, astuto y calculador. Un hombre que poseía precisamente todas las cualidades de que carecía Marco Antonio”.
(“Cleopatra, su vida, su época” de C. M. Franzero, 2)

Hemos visto como el proyecto original de Walter Wanger nació con las características de un “peplum” más con mercado en boga a principios de los 60, especialmente en Italia, para convertirse en un “kolossal” al estilo de “Ben- Hur”, “Espartaco” o los productos con menos presupuesto realizados en España por Samuel Bronston (“La caída del Imperio Romano”, “El Cid”, “Rey de reyes”) en constante choque con grandes realizadores como Nicholas Ray o Anthony Mann.
El film se inicia incinerando y enterrando los muertos en la batalla de Farsalia. César reflexiona sobre la lucha fratricida. Llega la noticia de la huida del que había sido amigo y yerno Pompeyo, ahora enemigo, el cual ha huido a Egipto. Allí le persigue. También va para intentar poner paz en una guerra civil entre hermanos que se disputan el trono ya que Egipto es el granero de Roma: Ptolomeo XIII y Cleopatra VII. El primero es un muchacho el cual para congraciarse con César y tenerlo a su lado le entrega la cabeza de Pompeyo en un recipiente. Le ha mandado asesinar. A César le repugna esta vil acción. César se aloja en el palacio de Cleopatra la cual se presenta ante él envuelta en una alfombra. Cleopatra ha realizado esta entrada con el propósito de asegurarse el trono y salvar Egipto pero finalmente se enamorarán aunque César (52 años) podría ser su padre. Ejecutará una maniobra, al verse asediado por Ptolomeo, con la cual incendiará la flota egipcia aunque no podrá evitar que el fuego se propague en algunos puntos de la ciudad y se destruya la famosa biblioteca de Alejandría. El romano desterrará a Ptolomeo y a sus colaboradores mientras convive con Cleopatra la cual le dará un hijo: Cesarión. César debe regresar a Roma para acabar con diversas guerras y arreglar sus asuntos. Cleopatra hará una fastuosa entrada en Roma pero hay conspiraciones contra César a quien acusan de querer implantar una monarquía (sistema político odiado por los romanos) y anular la república. Finalmente César es asesinado por un grupo de senadores y políticos (su hijo adoptivo Bruto, Casio, Casca, Címber, etc.). Cleopatra regresa a Egipto mientras Marco Antonio Crético, lugarteniente de César, consigue su testamento y momentáneamente se hace dueño de Roma aunque  aparecerá un personaje reclamando su parte: Octavio Turino (Roddy McDowall), sobrino- nieto del asesinado Julio César (el futuro emperador César Augusto, adoptado como hijo por Julio y llamado Octaviano u Octavio César) que finalmente formará el llamado II Triunvirato junto con Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, jefe de la caballería de Cesar, acabando con los asesinos de César. Marco Antonio contraerá matrimonio con Octavia, hermana de Octavio, y así se reforzará el poder de ambos aunque se sienta atraído por Cleopatra a quien visitará varias veces hasta quedarse a vivir con la reina de Egipto descuidando sus deberes de gobernante lo cual despertará la ira de Octavio.
Antonio ocupa ahora el lugar del difunto César en el corazón de Cleopatra pero Octavio les declarará la guerra y, gracias a su general Agripa, los derrotará en la batalla de Filipos. Antonio cree que su amada le ha abandonado (su ejército si a desertado de verdad) y se suicida. Octavio desea capturar a Cleopatra para llevarla a Roma pero esta también se suicida haciéndose morder por un áspid. Cuando Agripa y Octavio entran en sus aposentos la encuentran ya muerta...
Dentro de los esquemas fijos del cine épico Mankiewicz quiso realizar una película de autor ¿Épico o lírico?, ¿espectacularidad o sobriedad?, ¿intimidad o extroversión? ¿mostrar o no mostrar? Mankiewicz como intelectual y gran realizador, apasionado de la historia y del teatro sabía perfectamente a donde iba. Concede luz verde a las escenas espectaculares (obligadas y más en un tiempo en donde se combatía la feroz competencia de TV) pero están cerradas, nunca desarrolladas para conseguir impacto en una secuencia, no son gratuitas sino en función de la trama (por esos rectificó y trabajó tantas veces el guión) p.e. la secuencia de la entrada de Cleopatra en Roma. Es majestuosa, no ampulosa para que Roma se de cuenta, dentro del exotismo, de costumbres y folklore de Egipto. Mankiewicz busca la fidelidad histórica (mucho más que Shakespeare o Shaw) combatiendo los tópicos superpuestos sobre el personaje porqué la reina de Egipto no es la prostituta señalada varias veces ni la niñata estúpida presentada por Shaw (3) con trazos cómicos en su obra, Cleopatra actúa en principio para salvar a su país, luego es muy posible que se sintiera atraída por César (en edad podía ser su padre). Resulta interesante la escena de la conversación entre los dos cuando le pregunta Cleopatra porqué lloraba César ante una estatua de Alejandro Magno, admirado por ambos. El conquistador romano le contesta que Alejandro tenía 32 años con el mundo conocido a sus pies y él ya tenía 52 (“Él era griego, yo romano”, añade) a lo cual la reina egipcia le contesta que él murió a esta edad y tú vives... La Cleopatra de Mankiewicz es, ante todo, una mujer normal con sus aciertos y sus errores, inteligente, culta y ambiciosa cuyo mayor deseo es el bien de su país y también es una mujer enamorada...
La segunda parte es la más sufrida a causa de los cortes en el montaje impuesto por los Zanuck y su socio Peter Levathes, productores de la Fox (Zanuck era el accionista principal). Levathes, por su parte quería finalizar el rodaje cuanto antes y también tuvo que ver en la “reducción” del metraje. La progresión del relato sucede a trompicones, no se explican algunas situaciones importantes para el desarrollo de la historia --- la muerte de Rufio (Martin Landau) en el desierto sin ninguna información de como fue --- y en otras se avanza lentamente. Por otra parte hay personajes que no aparecen en la película como el triunviro Marco Emilio Lépido (dio un golpe de estado para su propio beneficio ante el enfrentamiento Antonio- Octavio pero finalmente sus soldados le abandonaron y cayó en manos de Octavio quien le perdonó la vida) y los hijos de Antonio y Cleopatra (cayeron también en poder  de Octavio tras la muerte de sus padres y los mandó a Roma para ser cuidados por Octavia, la antigua esposa de Antonio y hermana de Octavio, el futuro emperador Augusto). Esta segunda parte, más abierta, más espectacular, menos palaciega pero más íntima, va languideciendo (exacerbando y alargando, p. e., el enfado de Cleopatra cuando se ha enterado de la boda de Antonio con Octavia aunque más adelante el romano abandone a su esposa y ame y conviva con la reina de Egipto) pero a pesar de todo tiene momentos de buen (gran) cine. En esta parte destaca también la batalla de Filipos ejemplarmente dirigida por Mankiewicz con muy pocos medios: habilidad de Agripa al dirigir la batalla ante el dubitativo Antonio y la insegura Cleopatra mientras que un mareado Octavio se tumba en la litera de su camarote. Con sencillos y eficaces trazos el realizador había ya señalado el carácter y la situación de los personajes.
Si por una parte el discurso a veces es inconexo y hay fallos de raccord (a causa del montaje impuesto) “Cleopatra” posee una puesta en escena impecable, una caligrafía fílmica excelente gracias a Mankiewicz y su equipo técnico. El director realizó una síntesis histórico- fílmico encomiable y ante el dilema espectáculo/intimidad logró conjugarlo magníficamente con el sistema TODD- AO, inventado por el productor Michael Todd (tercer marido de Elizabeth Taylor, fallecido en accidente de aviación): en los films antiguos había normalmente planos generales ante una batalla combinados con primeros (o primerísimos) planos. Mankiewicz elegía los planos medios o generales para contextualizar el dramatismo de los personajes, Optó por este sistema recién ideado por única vez en su vida y logró resultados magníficos con este método nacido, como otros, con la aparición de la pantalla ancha mezclando hábilmente la intimidad con la colectividad. También fue una técnica de corta duración por su complejo y caro preparado: tipo de pantalla especial y al final de su evolución, con variaciones, unas lentes para conseguir el efecto deseado (el sonoro y la calidad de imagen eran excelentes y superiores a la Vistavisión y Cinamascope) pero la instalación técnica para proyectar fue recibido con mucha reticencia por los empresarios de las salas cinematográficas y solo se usó en contadas (y caras) películas (se utilizaba un negativo de 70 mm con cinco perforaciones de arrastre por fotograma). Mankiewicz fue quien mejor provecho sacó de este sistema del que recordamos una veintena de películas. Aún hoy en día produce un efecto de extrañación en el espectador en absoluto negativo y en donde la combinación del “tempo”, los colores y la exquisitez de los decorados inundan la pantalla como explica Christian Aguilera (4).
De Mankiewicz hablamos hace años al comentar su “Julio César” (1953) y podemos volver porqué era un gran realizador. Para “Cleopatra” contó con un gran equipo técnico a pesar de los cambios y lo vemos en los premios conseguidos por el film:
--- Fue candidata a la mejor película---
--- Candidata al mejor sonido de James P. Corcoran---
--- Candidata al mejor montaje de Dorothy Spencer (antes de la poda de Zanuck & Company) ---
--- Ganador del Oscar por la  fotografía (en color) de Leon Shamroy ---
--- Oscar a la mejor dirección artística de John de Cuir, Jack Martin Smith, Hyliard Brown, Herman Blumenthal y Elven Webb ---
--- Candidata a la música original de J. Alex North ---
--- Oscar al mejor diseño de vestuario de Irene Sharaff, Vittorio Nino Novarese y Renie ---
--- Oscar a los mejores efectos especiales de Emil Kosa Jr. ---
--- Candidato al mejor actor: Rex Harrison como Julio César ---
Después de todo esto y a pesar, en muchas ocasiones, de la más que discutible distribución de los Oscar, y a pesar de las manipulaciones sufridas por el realizador y la cinta ¿alguien aún piensa que “Cleopatra” es una mala película?
En 1995 algunos familiares de Mankiewicz y varios directivos de 20th Fox buscaron el material para restaurar la versión de seis horas. No pudo ser en su totalidad pero se logró una de cuatro horas (había sido prevista para el estreno original) que fue lanzada en DVD. Ahora, en la Edición conmemorativa del 50 aniversario, en Blu- Ray (2 discos) se puede apreciar la gran calidad fílmica de la película  y la personal (aunque no en todos los momentos, ya lo hemos visto) realización de Mankiewicz (al final hubo alguna escena dirigida por el propio Zanuck)

                                                                                                     Narcís Ribot i Trafí
1)- “Joseph L. Mankiewicz”, de Carlos Heredero. Ediciones J. C. (1985)-
2)- El libro de C. M. Franzero, “Cleopatra, su vida, su época”, lo conseguí de segunda mano en una edición de Editorial Vergara para Círculo de Lectores (1957) que guardo como un tesoro (no he visto más ediciones)-
3)- “César y Cleopatra” de George Bernard Shaw lo busqué durante un tiempo hace años (cuando había libros que no se encontraban y no solamente por causas de la política sino por desconocimiento de los editores y desinterés de muchos). Logré fotocopiarlo en el “Institut del Teatre”. Ahora no tuve ningún problema de conseguir el libro. Está en varias ediciones. De la obra de Shaw hay una versión fílmica británica de Gabriel Pascal: “César y Cleopatra” (1945), protagonizada por Vivian Leigh y Claude Rains que no obtuvo respuesta en taquilla pero logró ser nominada al Oscar del mejor diseño de producción en 1946-
4)- “Joseph L. Mankiewicz, un renacentista en Hollywood”,- Christian Aguilera. Editores T&B (2009), la obra más completa y extensa sobre el realizador-