miércoles, 19 de diciembre de 2018

RODIN Y LA ESCULTURA



Un arte que tiene vida no restaura las cosas del pasado, las prosigue(Auguste Rodin)

UNO- LA ESCULTURA EN EL SIGLO XIX. Durante mucho tiempo se creyó, generalmente hablando, que el interés artístico de la escultura en el siglo XIX no podía compararse al de la pintura. Causas: 1) notable dependencia estilística y topológica de modelos anteriores, 2) derivación continua hacia los aspectos descriptivo- literarios, 3) su ligazón a empresas políticas y/o económicas, 4) la dificultad, por razón técnica, para integrarse en forma rápida en el sendero de los movimientos culturales de otras artes renovadoras en el tiempo y 5) la invisibilidad/inexistencia, en principio, de un itinerario lógico y coherente para convertirse en elemento transgresor presente/exigible en cualquier obra de arte. Sin embargo, con gran libertad estilística, y a pesar de todo, el siglo XIX es uno de los más prolíficos en la consecución de obras escultóricas, superior incluso al de la propia pintura, además de permitir, dada su espectacularidad literaria, de abrir puertas a su capacidad para expresar la integración de las artes.
Durante mucho tiempo la escultura decimonónica fue ecléctica, vivía /copiaba lo realizado anteriormente pero en el último cuarto de siglo se llevaron a cabo diversas experiencias renovadoras (también en la pintura). Estaba claro el no poder interpretar escultóricamente todos los principios del Impresionismo Pictórico, solo algunas coincidencias (la obra de Medardo Rosso, p. e.). Se observan cambios importantes en el arte de esculpir, tanto en la valoración de los aspectos concretos (volumen, espacio, sugerencia, textura, vitalidad formal) omitiéndose otros valorados anteriormente (sentido narrativo, teatralidad, virtuosismo técnico, acabado).
Aquí hace su aparición Auguste Rodin (1840- 1917), último bastión de la materia en servicio del soporte literario y un sentido plástico completamente nuevo en heterogeneidad de interpretaciones personales enlazadas tanto en la mentalidad realista como en la simbolista. Sus esculturas parecen estar en movimiento, la vida late debajo de la superficie escultórica como en Miguel Ángel Buonarroti o en Gian Lorenzo Bernini. Menospreciado y atacado por aquella crítica, siempre existente, opuesta a cualquier innovación, se le reconocerá después como uno de los escultores más grandes de todos los tiempos mientras la crítica negativa y destructiva será olvidada para siempre...
DOS-  FRANÇOIS- AUGUSTE- RENÉ RODIN nació y falleció en París (1840- 1917), vivió, pues, 77 años. Procedía de una familia humilde, su padre, Jean- Baptiste, instalado en Paris desde 1830, era empleado de la Jefatura de Policía y su madre, Marie Cheffer, casó con su esposo en segundas nupcias. Rodin estudió en la escuela de los “Frères de la doctrina chrétienne” de Nancy para después, 1850, empezar a dibujar y a los 14 años entró en la “Escuela Imperial Especial de Dibujo y Matemáticas” aprendiendo a dibujar  y modelar de memoria guiado por el pintor Horace Lecoq aún con técnicas aceptadas como tradicionales y académicas y consiguió ganar varios premios pero no entrar (intento en tres ocasiones) en la Escuela de Bellas Artes. Tras abandonar la carrera eclesiástica al descubrir no tener vocación se centró en el arte de la escultura pero con métodos ya no tradicionales. Estudió anatomía con Antoine Louise Barye en el Museo Nacional de Historia Natural y aprendió mucho para su futura carrera con el escayolista Constant. Ganó algunos premios más, trabajó para el Museo del Louvre y en la Galería de Estampas de la Biblioteca Imperial, moldeó estatuas decorativas, contribuyó en la reconstrucción urbana de París como ayudante de Georges Eugène Haussmann y en 1860 da su primera escultura conservada de él: ”Busto de Jean- Baptiste Rodin”, su padre, de estilo totalmente neoclásico.
Rodin elabora en 1863 ”El hombre de la nariz rota”, primero rechazada por el Salón de París, luego aceptada (inicio de su reconocimiento, al menos de forma oficial), época en la cual traba amistad con el pintor y escultor Jean Baptiste Carpeaux. Al año siguiente entró en el taller del escultor Albert- Ernest Carrier- Belleuse (trabajó como marmolista de 1864 a 1870) con el cual tuvo siempre una gran amistad.
Había estudiado a fondo la escultura clásica y a su admirado Miguel Ángel. Al igual que los pintores impresionistas restó importancia al acabado de la obra dejando algo a la imaginación del espectador (en alguna ocasión dejó la piedra sin trabajar para dar la impresión que su figura surgía del caos y tomaba forma). En principio, al menos, dependió del sistema artístico tradicional (salones, academia, encargos públicos) y en sus primeras obras había ya influencias de Miguel Ángel y de Donatello (Donato di Niccolò di Betto Bardi) pero ya anunciaban el estilo personal y plasticidad a venir. Esta convivencia tradicional- nuevo fue importante lo cual sirvió para que el gobierno francés le confiara “Las puertas del Infierno” (encargada en 1880), puerta para la entrada del futuro Museo de Artes. Basada en “El Infierno” de Dante Alighieri, esta obra nunca llegó a crearse (monumental grupo escultórico que debía medir aproximadamente seis metros de alto por cuatro de ancho) pero sus esquemas y planos sirvieron para campo experimental en donde introducía y variaba figuras luego independientes como “El pensador” (1881), “El beso” (1881) o “Danae” (1885).
En su primera obra importante, “La edad del bronce” (estatua en bronce de un hombre desnudo, tamaño natural de 72 pulgadas de alto, 1875-76) fue acusado falsamente de sacar directamente los moldes del cuerpo del modelo y no de una arcilla moldeada por el artista como ha de hacerse en el vaciado. Era demasiado perfecta y no le creyeron pero salió triunfante además de reconocido como gran escultor. Entre las amistades que le apoyaban estaba Edgar Degas, pintor impresionista (y también escultor). A continuación cayeron sobre él ofertas de todo tipo: monumentos, retratos, etc. Una vez llegado aquí podríamos decir que anatomicamente falta lógica de proporción pero es voluntariamente utilizada para subrayar los sentimientos. El proceso de elaboración de sus esculturas es el vaciado, elaboradas en principio con yeso. Primer paso para conseguir la representación fidedigna del estado interior.
Había demostrado sobradamente su competencia y vocación cuando trabajaba para Carrier- Belleuse creando objetos de decoración cuyo destinatario era la aristocracia francesa. Se considera “La joven con sombrero de flores” (1865) como una de sus obras primerizas (con reminiscencias rococó) y ya independizado realiza “Alegorías de las artes y las ciencias”, tres figuras del “Monumento al burgomaestre J. F. Loos” y una “Cabeza de Beethoven” para el patio del Conservatorio Real de Música, todas ellas en Bruselas. Después de un viaje a Italia --- donde admira y estudia la obra de Donatello y Miguel Ángel (1875) --- elabora el mismo año la ya citada “La edad de bronce” con la cual se produjo el escándalo comentado.
El hombre de la nariz rota” estaba en un principio entre sus primerizas obras incomprendidas por creer el público y crítica que estaba inacabada al igual que “El Monumento a Balzac” (1892-1897), también rechazada al principio. Se consideraban inconclusas, asimismo, “Torso” (1884) o “El hombre que camina” (1907), inspirándose en la escultura de Grecia y Roma (“La Venus de Milo”, a la cual le faltan los brazos que nunca tuvo y algún “listillo” había insinuado el deber de ponérselos). Todas ellas serán reivindicadas y valorizadas más tarde, al igual que “La Catedral”, (1908) – titulada también “El arco de la Alianza” --- escultura representando un par de manos, la herramienta con la cual el hombre crea. A resaltar el detallismo y el contraste (superficie rugosa en donde descansan las manos y superficie lisa para la piel).
El pensador” es una de las obras escultóricas más características de Rodin, con una carga psicológica muy importante mientras “El beso” contiene una curiosa sensación de movimiento: según el ángulo de visión del espectador las dos figuras parecen besarse y  no según otro ángulo. Los burgueses de Calais” (1884- 1889) es un conjunto escultórico de seis personas, también una de sus obras más importantes (los seis burgueses que en 1347, al inicio de la Guerra de los 100 años, dieron su vida por los habitantes de la ciudad).
La expresividad es una de las características más relevantes de Rodin. Refleja en cualquier figura el sentimiento deseado con sensaciones diferentes según el punto de vista...




lunes, 3 de diciembre de 2018

GHIRLANDAIO



                                          Domenico di Tommaso Bigordi (Florencia, 1449- Florencia, 1494) conocido (*) como “Ghirlandaio” --- su padre era un orfebre muy competente y hábil en la realización de guirnaldas, de ahí su pseudónimo --- seguramente empezó en el taller de su progenitor para después entrar  en el del pintor Alessio Baldovinetti y en el de Andrea de Verrocchio, pintor, escultor y orfebre (según Giorgio Vasari), en donde conoció a Leonardo da Vinci. En realidad su nombre y apellidos completos eran Domenico di Tommaso Curradi di Doffo Bigordi (Curradi por el padre y Bigordi por el abuelo) y algunos autores le citan como Domenico Curradi pero la mayoría por Domenico Bigordi.
Centrándose en la pintura abrió su propio taller en donde colaboraron también sus hermanos David y Benedetto así como su cuñado Sebastiano Mainardi y su hijo Ridolfo, quien consiguió bastante reputación en la Florencia del Renacimiento. Uno de los aprendices que pasó por su taller, aunque por breve tiempo, fue Miguel Ángel Buonarroti. Pocas cosas más se saben de la vida de Ghirlandaio, prácticamente nada se conoce de su juventud.
Fue un maestro nunca satisfecho con sus propias obras, recomendaba a sus ayudantes que nunca rechazaran ningún trabajo aunque les pareciera inadecuado para ellos (p. e. decorar un armario de señora, cosa ejecutada personalmente en diversas ocasiones) pese a que para él nunca fue el dinero lo principal. Fue un hombre diligente y honesto y hay indicios de su prematura muerte (a los 45 años) en la pobreza a causa de la peste.
Apreciado en vida  y bastante olvidado después, hoy día es reconocido como gran pintor. Facilidad dentro de su composición hacia lo decorativo y acertado uso de la perspectiva creada a ojo además del buen uso de su concepción del claroscuro, siendo más discutible la aplicación de los colores, demasiado brillantes y secamente iluminados en ocasiones. Ello fue más aplicable en sus cuadros a la tempera mientras sus frescos fueron elaborados absteniéndose de insertar añadidos al temple (“buon fresco”). Usó siempre estas dos técnicas, nunca la pintura al óleo. Hay una cierta crudeza en los perfiles y los contornos de sus figuras que lo asimilan a las esculturas de bronce. En el arte florentino fue el primero en mezclar sin diferencias lo sagrado y lo profano (se practicaba antes en Siena) y sus figuras de Cristo, la Virgen María y los ángeles resaltan en la excesiva finura de sus manos y pies. Según Vasari fue el primero en suprimir de sus pinturas el uso de los dorados.
Frente al arte para la corte propio de Sandro Botticelli (cuatro años mayor que él) opone Ghirlandaio el arte de la alta burguesía, predominando los bloques de masas sobre el detalle con línea decorativa, ecléctica y académica con amplias vistas panorámicas (estilo presente en la primera mitad del siglo XV, el quattrocento).
En los inicios de su carrera pictórica hay influencias tanto de Filippo Lippi (especialmente en los bocetos y colorido), además de Benozzo Gozzoli (en la selectiva expresividad de las escenas), como  las de artistas flamencos en la importancia dada a los paisajes y en su concepción más realista (Roger van der Weyden, Hans Memling y, sobre todo, Hugo  van der Goes).
Ghirlandaio fue llamado a participar en la decoración de los paneles de la Capilla Sixtina en el Vaticano (1481) junto a Botticelli, Perugino, Cósimo Rosselli y algún otro maestro. El papa Sixto IV les encargó el trabajo a instancias de Lorenzo de Medicis, el Magnífico. Cada uno de los pintores iba acompañado de un buen número de ayudantes, alguno de ellos se convirtieron en maestros (Filippino Lippi, hijo de Filippo Lippi, Piero di Cósimo, Pinturicchio, Luca Signorelli). El tema se centraba en el paralelismo de la historia de Moisés con la de Cristo como desarrollo de los planes divinos. Motivo: reconciliación del papado con los Medicis y Florencia. De Ghirlandaio se conserva “Vocación de los Apóstoles” (1481- 1482), redonda y maravillosa en todos sus aspectos. Una de sus obras maestras. Ello le dio gran reputación: a su persona y a su taller, llegando a ser, gracias a su habilidad y genio, el más grande “retratista” de su tiempo, el preferido de la alta burguesía (“retratista” oficial de los Medici, familiares y amigos). Recordemos “Giovanna Tornabuoni” (1488), temple sobre tabla: medio cuerpo hasta el torso de la joven dama erguida con tranquilidad y serenidad en fondo oscuro brillante, mostrando discreción y algo de melancolía propias de la expresividad del autor; esmaltes realmente soberbios, traje elegantísimo de seda, grandes perlas y un rubí en contraposición a objetos contenidos en una ménsula: un collar de corales  rojos colgados de un listón y un libro de oraciones semiabierto con los bordes de las páginas dorado mientras las manos se entrelazan suavemente  con un pañuelo de seda.
Un anciano con niño” o “Un abuelo con su nieto”, temple sobre madera (1490) es una de las obras más populares de Ghirlandaio en donde claramente se entremezclan estilos: el del anciano ocupando en el cuadro una posición de tres cuartos y no totalmente de perfil en exposición realista (incluso en los síntomas de rinofima que deforman su nariz), propio de la pintura flamenca mientras abraza al niño, su nieto, de rasgos idealizados, finos y tiernos en composición más lineal al igual que el paisaje/telón de fondo visto desde la ventana, claramente italiano renacentista.
De sus obras al fresco: “Las historias de la vida de Santa Fina” (1475) en San Girmignano, en Roma (1481- 82) dos episodios de la vida de Cristo en la Capilla Sixtina y en la Biblioteca Vaticana. Entre sus obras más admiradas están los ciclos de frescos en la Capilla Sassetti en Santa Trinita con las “Historias de la vida de San Francisco” (1480) y “Las historias de la vida de la Virgen y de San Juan Bautista” (entre 1486 y 1490) en la Capilla del Coro en Santa María Novella, encargo de Giovanni Tornabuoni.
Entre las más importantes pinturas sobre tabla tenemos “La Natividad” para la Capilla Sassetti” (1485), “La Coronación” para la Catedral de Narni (1486), “La adoración de los Magos” en los Oficios (1487), otra “Adoración de los Magos” para el Hospital de los Inocentes” (1488), el ya citado retrato de “Giovanna Tornabuoni”, “El retablo de Santo Domingo”, en Rímini, pintado para Carlo Malatesta por aquellas mismas fechas y “La Visitación” para la familia Tornabuoni (1491). En los tres últimos años de su vida no se le conoce ninguna obra...

                                                                                                                             Narcís Ribot i Trafí




domingo, 11 de noviembre de 2018

AUGUSTO EN LAS ARTES



                           Nos hemos encontrado varias veces en estas páginas con este Cayo Octavio Turino, el primer emperador de Roma. Concedidos los títulos de Princeps y Augustus. Cuando hablamos de Tiberio, hijastro, yerno y sucesor suyo en el trono, recientemente con Germánico, en los cuatro escritos sobre Antonio & Cleopatra y con uno dedicado a él, “Augusto en la literatura” (16-mayo-2016). Ahora hablaremos del mismo Octavio César Augusto (sobrino- nieto e hijo adoptivo de Cayo Julio César en el año 44 a.C.) en las artes, muy potenciadas por él durante sus largos años como el primer hombre de Roma. Ya vimos como aquel muchacho de naturaleza enfermiza (nacido en el 63 a. C.) llegó a ser el máximo mandatario del Imperio a partir del año 27 a. C. tras vencer a su enemigo y ex cuñado Marco Antonio y a su amante Cleopatra, reina de Egipto. Por lo tanto fue emperador más de 40 años (falleció el 14 d. C.) y la máquina ideada por él funcionó durante unos cuatro siglos a pesar de haber emperadores tan siniestros y nefastos como Calígula, Nerón, Cómodo o Caracalla...
Ya dijimos que Augusto fue muy hábil en su propaganda como jefe de estado. Sus acciones fueron escritas en la “Res Gestae Divi Augustae” (“Hazañas del divino Augusto”) pasadas a escrito ya siendo emperador para ser luego esculpidas en griego y latín en los monumentos en su honor siendo el “Marmor Ancyranum” en Ankara (Turquía) el único ejemplar completo conservado hasta nuestros días (evita hablar de sus años de triunviro y no cita prácticamente a Marco Antonio).
La propaganda imperial ocupa todo el arte figurativo de su época en su totalidad. Hay retratos que muestran a Octavio como vencedor en Accio (“Augusto de Primaporta”) --- gran estratega cuando el vencedor de la batalla fue el general Agripa, su yerno y hombre de confianza --- o como sacerdote adalid de la “pietas” republicana (Augusto de la Vía Labicana) mientras otros retratos de miembros de su familia procuran parecerse a él incluso en el peinado.
Los elementos decorativos demuestran la época de fertilidad y prosperidad de su reinado (animales,  racimos con numerosas hojas y uvas). El cisne de Apolo, p. e., fue representado por primera vez en el “Ara Pacis” (“Altar de la Paz”) en el Campo de Marte en Roma (13-9 a. C.) mientras que en unas placas decorativas de terracota muestran la lucha entre Apolo y Heracles y en el Templo de Apolo en el Palatino significan la lucha de Augusto contra los enemigos de la República. Unas joyas enseñan el trípode de Apolo con una serpiente entre sus pies (simbolizando posiblemente a la fertilización de Atia). El signo zodiacal de Capricornio es frecuente, puesto que el emperador nació un 23 de septiembre bajo este signo.
Varios acontecimientos históricos fueron representados por relieves (uno fragmentado sobre la batalla de Accio conservado en el Museo de Budapest). El dios Apolo aprueba y celebra esta victoria y en el “Ara Pacis” se representa a la familia del emperador en el transcurso de los actos ceremoniales en el año 9 a. C. Lo vemos como un juez sensato y justo en equivalencia al bíblico Salomón en un vaso de plata originario de Meroe (Egipto, siglo I d. C.). 
Los autores cristianos hablaron siempre bien de Augusto, desde la misma Biblia (el nacimiento de Jesucristo en Belén durante el censo) y en relatos, leyendas y profecías de autores no cristianos (según una de estas leyendas Octavio Augusto hizo erigir un altar en honor del niño nacido) --- “Ara coeli” (“Altar del cielo”) --- puesto en relación con la iglesia que lleva este nombre en el Capitolio. Esta leyenda ha promovido varias ilustraciones (“Speculum”, piezas para altares) como el de Bladelin de Roger Van der Weyden (ca. 1460) además de una tabla de Konrad Witz (siglo XVI), frescos en iglesias como los de Ghirlandaio (ca. 1485) --- quien tuvo como aprendiz en su taller al gran Miguel Ángel Buonarroti --- en Santa Trinità de Florencia, tapices en bruselas de principios del siglo XVI y pinturas, entre otros, de Il Garofalo,  conocido como Benbenuto Tisi da Garofalo (1537), Tintoretto (1550-1555) y Antoine Caron (ca. 1580), encargadas por Carlos IX.
La “Pax Romana” promovida por Augusto hizo que fuera llevado como ejemplo a los emperadores carolingios y romano-germánicos en la Edad Media. Por ello es muy posible que un camafeo de Augusto del año 20 a. C. sea el adorno central de la Cruz de Lothar en la Catedral de Aquisgrán (ca. año 1000) y los retratos del emperador del Sacro Imperio Enrique II se parezcan a Octavio.
En el Renacimiento también es un referente en el arte figurativo y motor propagandístico par reyes y gobernantes. Así, Cósimo de Medici se hizo representar como César Augusto en una escultura de madera de Vicenzo Danti (1572) y, más adelante (1650), el cierre de puertas del templo de Jano (significando tiempo de paz) es tomado como ejemplo por Carlo Maratta para la Galerie de la Vrilliere de París mientras Carlo Van Loo lo hace para la casa de campo de Luis XV en Choisy (1765). Hay unas telas representando al vencedor Augusto con la derrotada Cleopatra y algunos frescos sobre el emperador leyendo “La Eneida” de Virgilio o escuchando la lectura por boca del propio escritor --- amigo personal suyo --- a cargo de Pietro de la Cortona (1647), a principios del Barroco, en la sala de Apolo del Palazzo Pitti (Florencia) en donde también aparece Alejandro Magno con los libros de Homero. Angelica Kauffmanann (1788), Jean Auguste Dominique Ingres (ca. 1812) y Vicenzo Camuccini imita a Ingres pintando un cuadro en donde Octavia, la hermana del emperador, se desmaya al oír la noticia de la muerte de su hijo Marcelo.
Johann Heinrich Wilhelm Tischbein pintó para el Schloss Wilhelmshöhe de Kassel una colección de lienzos representando las virtudes  y cultura de Augusto para trasladarlas a Guillermo VIII de Kassel: conversación con Cleopatra, lectura de la “Eneida”, dando una recompensa a los soldados y perdonando a Cinna, escena inspirada por el dramaturgo Pierre Corneille en su obra “Cinna o la clemencia de Augusto” de 1641. Este episodio será retomado varias veces en la pintura francesa: François André Vincent (1787) y Alexandre Fregonard (1796), entre otros.
Mucho menos aparecen escenas del triunvirato: una de las pocas es “Massacre du Triumvirat”, de Antoine Caron (1562), repitiendo otra vez (1566) y Hans Vredeman de Vrie, en los mismos años,  aludiendo a los enfrentamientos religiosos en la Francia de aquel siglo.
La llamada “época dorada” (“Aurea Aetas”) fue evocada por Benito Mussolini para intentar mostrar el deseado --- que no conseguido por muchas causas --- paralelismo (de él y sus seguidores) entre ambos imperios...




domingo, 14 de octubre de 2018

GERMÁNICO EN LA HISTORIA Y EN LAS ARTES



Nerón Claudio Germánico nació en el año 15 a. C., era hijo de Druso y Antonia la Mayor, sobrina del emperador Octavio Cesar Augusto. Fue sobrino de un emperador (Tiberio), hermano de otro (Claudio) y padre de otro (Calígula). Él mismo era candidato pero nunca llegó a ser la máxima personalidad del Imperio Romano.
UNO)- HISTORIA- Druso era hermano del futuro emperador Tiberio e hijastro de Augusto. Antonia nació del matrimonio entre Marco Antonio con Octavia, hermana de Octavio. Germánico fue hermano del emperador Claudio, padre del emperador Calígula y Agripina la Menor o Agripinila (llamada así para diferenciarla de su madre, Agripina la Mayor, esposa de Germánico),  madre, con el tiempo, del también “imperator” Nerón cuyo padre fue Gneo Domicio Aenobarbo (Agripinila casó luego, en terceras nupcias, con su tío Claudio, ya emperador, para que adoptase a Lucio Domicio Ahenobarbo, el futuro Nerón).
Este lío de bodas entre parientes --- también presente en el Antiguo Egipto --- no era extraño en algunas familias imperiales romanas (&) y en la nobleza pero si es verdad que en la dinastía Julia- Claudia lo planificaba todo el emperador Augusto, en ocasiones en contra de la voluntad  de los conyugues (como en el caso de Tiberio, casado felizmente con Vipsania Agripina y obligado a divorciarse de ella y tomar como esposa a Julia, hija de Octavio Augusto). Ello ha llevado a confusiones entre escritores y estudiosos --- y más por la repetición de nombres y apellidos --- publicando errores en tal asunto (y no solamente en revistas o libros de divulgación). Tomemos el ejemplo del general Marco Vipsanio Agripa, amigo personal y hombre de confianza del emperador Augusto (aunque en alguna ocasión su amistad se enfriara), quien le debía prácticamente todos sus éxitos militares, especialmente contra Marco Antonio y Cleopatra. Agripa se casó tres veces: 1) con Cecilia Ática de la cual nació Vipsania Agripina, casada con Tiberio, 2) con Marcela la Mayor de cuyo matrimonio nació Vipsania Marcela y 3) con Julia la Mayor, hija de Augusto, naciendo Cayo, Lucio, Vipsania Julia o Julia la Menor, Agripina la Mayor, casada con Germánico (su nombre de nacimiento era Vipsania) y Agripa Póstumo. Algunos de ellos eran candidatos al trono pero fallecieron prematuramente (Cayo y Lucio), uno de repente (el mismo Agripa), otro de accidente (Druso, padre de Germánico) y algún otro posiblemente envenenado (Germánico). Vemos que el futuro emperador Tiberio se vio obligado a separase de su mujer Vipsania Agripina, primera hija del primer matrimonio de Agripa, de la cual estaba profundamente enamorado y tuvo que unirse Julia la Mayor (a quien detestaba), la hija de Augusto, la cual había estado casada también con Agripa. Resultado: se casó con la viuda de su suegro y vivió amargado y resentido todo el resto de su vida (con su madre Livia por obligarle a asumir un puesto que él no deseaba, con su padrastro y suegro Augusto quien le separó de la mujer que amaba y le obligó a casarse con una que aborrecía y se separó de ella no volviéndose a casar jamás y a exilarse voluntariamente de Roma).
Nerón Claudio Germánico fue adoptado por el futuro emperador Tiberio Claudio Nerón, su tío, en el años 4 d. C. por orden de Augusto quien a su vez adoptó a Tiberio. Así se convirtió en Julio César Germánico. Siguiendo los pasos de su padre Druso (Nerón Claudio Druso Germánico, 38 a.C- 9 d.C.), consiguió una carrera militar trufada de éxitos sobre todo contra los germánicos de Arminio los cuales habían destruido a las tres legiones de Publio Quintilio Varo en el desastre de Teutoburgo en el año 9 d. C. Tanto Tiberio como Druso y Germánico eran hábiles generales, amados por los soldados; Druso y su hijo también lo eran por el pueblo, Tiberio no, tampoco Augusto sentía ninguna simpatía por el que sería su sucesor (a pesar suyo, en un principio) y si que apreciaba profundamente a Druso (se rumoreaba que era hijo natural suyo: su tercera esposa Livia dio a luz cuando estaba ya unida al emperador y separada de su primer esposo Tiberio Claudio del cual tenía ya a Tiberio y estaba embarazada de Druso) y a su hijo Germánico. Druso falleció en un accidente en el mismo año de Teutoburgo (su hermano Tiberio cabalgó 700 km para atenderle en sus últimos momentos). Ahora Augusto giró su atención hacia Germánico. Falleció Octavio Augusto (14 d. C.) y con Tiberio en el trono Germánico resolvió una revuelta por parte de la tropa que le quería a él como emperador pero siempre fue fiel a su tío --- y les convenció a desistir --- aunque ambos tampoco tuvieran una buena relación, más bien era fría y distante.
Después de desempeñar algunos cargos en Roma marchó a Siria en donde tenía muy mala relación con el gobernador romano Gneo Calpurnio Pisón, falleciendo en Antioquía (19 d.C.) y acusando a Pisón y su esposa Plancina de haberle envenenado. La viuda de Germánico, Agripina la Mayor acusó a Tiberio de haber inducido el asesinato de su esposo y muchos la creyeron pero Antonia, madre de Germánico, siguió fiel a su cuñado Tiberio. El escritor Joachim Furneau escribe “Y entre una madre y una esposa creemos a la primera”. Más adelante Agripina fue encarcelada y según algunos se dejó morir de hambre, según otros fue ejecutada por orden de Tiberio al igual que Pisón.
Los historiadores Publio Cornelio Tácito y Cayo Suetonio --- ninguna simpatía sentían por Tiberio --- colocan al resentido emperador frente a su sobrino Germánico, valiente, íntegro, noble, fiel a su tío, buen padre y marido e incluso con sensibilidad artística. Suetonio cree en el envenenamiento por parte de Pisón, tal vez por orden de Tiberio mientras para Tácito el enfermo Germánico imaginó el envenenamiento a manos de Pisón pero las sospechas aumentaron...
DOS: ARTE- No figuran representaciones en el Arte de la Antigüedad sobre Germánico (retratos pictóricos sin identificar de la familia Julia- Claudia muy parecidos entre sí). Muchos siglos después aparece una serie de cuadros sobre la muerte de Germánico basados en el lienzo de Nicolás Poussin (1627) encargado por el cardenal Barberini. Los más destacables fueron los de Gerard Lairesse (1689) y Heinrich Friedrich Füger (1789), además de algún relieve como el de Thomas Banks (1774) en mármol para el Holkham Hall.
Jean François Le Seur pintó a mediados del siglo XVII el “Entierro de las cenizas de Germánico por su nieto el emperador Nerón en el mausoleo de Augusto” y Michel François d'André  Bardon colorea “Germánico rindiendo honores fúnebres  a las legiones de Varo” (1791), cuadro presentado en el Salón.
En algunos dramas del siglo XIX se retoma el excesivo maniqueísmo (bondad- maldad= Germánico- Tiberio) de los historiadores Tácito y Suetonio: Antoine Vincent Arnault (1817) y  R. Wurstemberg (1822), los más destacable. La lucha contra los germánicos de Arminio será el argumento de una ópera de Giovani Legrenzi/Giulio Cesar Corradi (1676).
Su esposa Agripina es presentada en “De Claris Mulieribus”, de Giovanni Boccaccio (1361-62) en la literatura y en pintura aparece con las cenizas de su esposo en Brindisi, entre otros, por Benjamin West (1768 y 1770), Gavin Hamilton (1771), Alexander Runciman (1781), Renon (1779) y Angelica Kauffman (1793), además de un relieve en terracota esculpido por Etienne d'Antoine de esta misma escena.

                                    Narcís Ribot i Trafí

(&)- “Tiberio, historia de un resentimiento”, del Dr. Gregorio Marañón, escrito en su exilio de París (1939) y editado por Espasa & Calpe. En los apendices y mediante apartados y cuadros sinópticos señala  con claridad el complicado parentesco de la familia Julia- Claudia.

martes, 25 de septiembre de 2018

KIMBERLÁN, LA MÁS GRANDE AVENTURA DEL JABATO (II)



En la anterior entrega vimos como dos profesionales de gran categoría daban vida al personaje de “El Jabato”: Víctor Mora Pujadas (1931- 2016) como guionista, provisto de una gran imaginación y conocedor de la historia (pese a tomarse algunas licencias con la realidad) y Francisco Darnís Vicente (1910- 1966) en la parte gráfica. La colección de la barcelonesa Editorial Bruguera empezó en 1958 y acabó en marzo de 1966, dos meses después del prematuro fallecimiento de Darnís. Debido al éxito apareció “El Jabato Extra” de corta vida (después de su desaparición surgieron algunas aventuras en “El Capitán Trueno Extra”) pero sin la intervención de nuestro hombre. En los originales apaisados el triunfo fue apoteósico y aunque Darnís llegó al final de la colección (nº 381) --- a diferencia de Ambrós en “El Capitán Trueno  (el exceso de trabajo le obligó, en ocasiones, a delegar a otros dibujantes de la casa como Víctor Arriazu, Luis Ramos, Jaime Juez, Carregal y Osete). En el caso de “El Jabato Extra” los dibujos de los 51 números se repartieron entre Margalef, Juan Alejandro Martínez Osete y Luis Collado Coch contando además con R. Martín (pseudónimo del mismo Víctor Mora, del nº 1 al 48) y Cassarel (del 49 al 51) como guionistas (1) ya que Mora raramente firmaba con su nombre y apellido siendo R. Martín y Víctor Alcázar sus pseudónimos.
El éxito del héroe íbero sorprendió a todos: Mora, Darnís y la editorial. De los 35.000 ejemplares de las primeras semanas pasaron a editar diez veces más por lo cual se construyeron nuevos talleres de impresión. El éxito del cómic se debe a la imaginación de Mora --- aunque adaptara un esquema de personajes similar al del “Capitán Trueno” y lo hará dos veces más en “El Cosaco Verde” (1960) y “El Corsario de Hierro” (1970) --- y a los dibujos de Darnís el cual reproducía fiel y excelentemente la decoración y vestiduras (cascos, armaduras, lanzas, espadas, águilas imperiales romanas) y aquellos atractivos paisajes aunque más adelante no se fijaran tanto, debido al exceso de labor (a destajo) y se cometieran anacronismos. También ha de citarse las tensiones entre la editorial y sus dibujantes y guionistas. Según escritos la empresa no pagaba derechos de autor a sus correspondientes creadores y en alguna ocasión llegaron a los juzgados. Otro factor a tener en cuenta del éxito fue el interés de las películas llamadas “de romanos” o “peplum” --- “La túnica sagrada”, “Demetrius y los gladiadores”, “Quo Vadis?” --- aunque abarcaran otras culturas como la griega o la egipcia, anticipando también algunos futuros films del género fuesen baratos, especialmente coproducciones europeas, o caros como los venideros “Ben Hur” (1959) o “Espartaco” (1960), citado por Fernando Bernabón en su indispensable y magnífico estudio sobre el personaje (2).
En el escrito anterior vimos como Tigelino convence a Nerón en aprovechar la visita del bárbaro Kimberlán para atacar las propiedades de quienes conspiran contra el emperador para después cargar las culpas a los cristianos. Así se matará “tres pájaros de un tiro”. De los nobles romanos les librará Kimberlán, a éste  le cederán todos los bienes rapiñados después de saquear e incendiar las haciendas a su gusto y con total libertad y el odio popular caerá sobre los cristianos ya perseguidos tras el incendio de Roma en el 64. Las naves de los bárbaros han sido ya vistas cerca de la costa más cercana a Roma. El Jabato y Taurus se han disfrazado de romanos al dejar inconscientes, Taurus, a dos guardias costeros romanos. Junto con Claudia se dirigen a Roma para intentar salvar al mayor número de cristianos de las garras de Nerón. Pero también ha habido otro superviviente de la tormenta que hundió la trirreme romana: el malvado capitán Fulvius.
Nuestros amigos también divisan las embarcaciones y los bárbaros dispuestos ya para desembarcar. Taurus se acerca demasiado al borde del promontorio, resbala sobre la mojada hierba a causa de las recientes lluvias y cae al vacío hasta la playa. El Jabato y Claudia acuden en su ayuda pero a su vez se han acercado algunos bárbaros observadores de la escena. Taurus está solamente inconsciente, su gran fortaleza le ha ayudado una vez más, los bárbaros rodean a nuestros amigos como lobos feroces, el Jabato desenvaina su espada y embiste a unos cuantos haciéndoles retroceder. Llega Kimberlán con su montura y al decir el Jabato que no es romano pretende cargarles de cadenas y entregarles a Nerón como presente. Nuestro héroe le provoca desafiándole en combate singular y pide que si vence él les deje en libertad (“Das órdenes a tus hombres que tú eres incapaz de cumplir, el hombre que me cargue de cadenas no ha nacido todavía...”). El bárbaro ya empieza atacando a traición pero el Jabato se revuelve y logra aplicarle una llave presionando sobre el espinazo y le hace jurar por sus dioses que les dejará marchar en libertad, luego le suelta jugándose todo por el todo pero Kimberlán les deja marchar por el juramento. 
Mientras nuestros amigos se dirigen a Roma el jefe bárbaro está de lo que se dice de un humor de perros. Arroja un recipiente metálico a la cabeza del embajador enviado por Nerón, este le insulta y Kimberlán declara la guerra a Roma. Así, la victoria del Jabato sobre el bárbaro ha logrado (involuntariamente) un incidente diplomático de consecuencias graves e insospechadas. El Jabato,  Taurus (disfrazados aún de soldados romanos) y Claudia están en una amplia avenida cuando llega un caballo cargado con el cadáver del embajador acribillado de flechas (”Este Kimberlán ha mandado asesinarle”) es un comentario (“Los bárbaros nos matarán a todos”) es otro y todos huyen, Claudia, preocupada por la suerte de su padre, llora: “Mi padre, seguramente en las cárceles de Nerón sospechoso de ser cristiano... los bárbaros matarán a todo el mundo, no harán distinciones entre carceleros y prisioneros”. El Jabato la tranquiliza. Casualmente se ven con el capitán Fulvius quien pide ayuda a los soldados desplazados a aquel punto para intentar contener la invasión. Nuestros amigos huyen perseguidos por los soldados, Fulvius y un famoso conductor de cuadrigas llamado Vincix, un preferido de Nerón en los espectáculos circenses. A toda velocidad el carruaje conducido por el Jabato choca contra la barandilla de uno de los puentes sobre el río Tíber y se precipita al agua, corriendo igual suerte el de Vincix. Cuando los soldados se disponen a capturar a nuestro terceto por el otro lado del puente llegan los bárbaros de Kimberlán. El Jabato deja inconsciente a Vincix de un puñetazo y le saca del agua impidiendo que se ahogara. Huyen mientras los bárbaros arrollan a los romanos. El malvado Fulvius está en el suelo del puente... muerto. Empieza la invasión de la poderosa ciudad.
Mientras, en el Palatino, Nerón está terriblemente asustado. (“¿Que ha pasado, Tigelino, como se han hundido aquellos planes tan maravillosos que hicimos?”), respuesta (“Kimberlán ha asesinado a nuestro embajador, no me explico lo que ha podido pasar”), otra pregunta del emperador (“Entonces ¿Que vamos a hacer?”), respuesta de Tigelino (“Luchar, señor, y si es necesario morir, morir con dignidad”) y último comentario de Nerón (“Pero yo no quiero morir”) antes de pasar a la acción. Kimberlán, por su parte, siempre al frente de su ejército, sabe que la mayor parte del poderío militar romano no está en la capital sino repartido en diversos puntos y en las fronteras (“limes”) del Imperio.
Nuestro terceto protagonista huye en los suburbios de Roma perseguidos por un grupo de bárbaros. Encuentran una entrada en las catacumbas y mientras Taurus y el Jabato luchan contra los bárbaros Claudia es raptada por un misterioso personaje que esconde su cara. El Jabato derriba  del caballo a un enemigo y le desvía su lanza. Ve que es una mujer: Kania, la hija de Kimberlán. “Yo no lucho con mujeres” y la deja en el suelo mientras la muchacha jura vengarse. Se internan en las galerías y Taurus se retrasa para que el Jabato escape. Después de derribar a varios bárbaros es dejado fuera de combate por un golpe de maza propinado por la espalda a cargo de Kania. Nuestro héroe se arroja al agua de un torrente subterráneo al ver aquel individuo alejarse con la inconsciente Claudia en una barca. Logra subir a la embarcación y ve el rostro totalmente desfigurado de aquel hombre. Es muy interesante el citado estudio de Fernando Barnabón cuando nos señala el ambiente de las galerías subterráneas similares a las versiones cinematográficas antiguas del Fantasma de la Ópera y al raptor de Claudia como un socias de Quasimodo, el Jorobado de Nuestra Señora de París. La barca volcará y el desdichado hombre será engullido por la boca de un gran sumidero, suerte que van correr el Jabato y Claudia pero reciben una cuerda salvadora por parte de un grupo de cristianos entre los que destaca Juan, un viejo amigo --- romano convertido al cristianismo --- del íbero desde su encuentro en África. Le dice que el desfigurado hombre era Branik, un normando enloquecido al arder la cárcel en donde esta prisionero y que quisieron atraérselo los cristianos sin conseguirlo. Ahora el Jabato deja a Claudia al cuidado de sus amigos para buscar y rescatar a Taurus.
Mientras prosigue la invasión de Roma (nos recuerda a unos hechos con cierta semejanza ocurridos  unos siglos después y protagonizados por el huno Atila). Los soldados romanos oponen una feroz resistencia pero no pueden contenerlos por lo anteriormente dicho y van siendo desbordados por lo cual, en el Palatino, Nerón se ve obligado a tomar una dramática decisión. Tigelino le da respuesta: “Ahora deberéis exiliaros al sur de la ciudad hasta que las tropas del general Sulla al que ya hemos avisado puedan socorrer Roma”. 
En el Palatino: Kimberlán ocupa el lugar del huido Nerón, incuso lleva la corona de laurel. Su hija Kania le afea su conducta y le dice que actúa como el mismo tirano depuesto. Él la expulsa, dice que no quiere verla más y rompe a llorar. Llega la noche cuando el bárbaro Kimberlán se ha apoderado de más de la mitad de la capital. Allí, entre incendios deambula una triste Kania la cual descubre la figura del Jabato y entabla otra lucha con él pues no soporta que le hubiera perdonado la vida. Vuelve a ser derrotada, llora y le explica al íbero la rotura de relaciones con su padre. El Jabato, contento con lograr su amistad, le dice que le lleve a los juegos preparados por Kimberlán que harán palidecer a los de Nerón. A la mañana siguiente entran en una tribuna ante el asombro de algunos capitanes. El primer número es un combate entre soldados romanos (Kimberlán: “Romanos, durante tiempo os habéis divertido viendo como otros luchaban entre si. Ahora lo haréis vosotros y si no mis arqueros empezarán a disparar. Los del grupo vencedor tendrán la libertad”). Los dos grupos se embisten con furia y finalmente los supervivientes del vencedor piden el cumplimiento de la palabra dada. Pero el bárbaro les hace acribillar. El Jabato se indigna (“Toda palabra ha de cumplirse, incluso con estos ruines romanos que prefieren matarse entre si a morir como valientes. Si no tuviera la esperanza de rescatar a mi amigo Taurus desafiaría a tu padre a cruzar nuestras espadas. Ya lo hicimos una vez y salió bastante mal parado”). Kania le ruega silencio pues son palabras peligrosas si son escuchadas. Después de limpiar la arena viene el segundo número. Una muchacha es atada a un poste en medio de la pista del anfiteatro. El íbero se horroriza al ver que es ¡Claudia! Los bárbaros han allanado las catacumbas y han capturado a muchos cristianos. Se abre una compuerta y aparece un enorme y furioso rinoceronte. Kimberlán dice “Quien consiga matar al animal podrá tomarla como esposa”. El Jabato salta a la arena y el jefe le reconoce. Tres bárbaros más saltan y golpean al rinoceronte pero este los embiste y mata. El Jabato logra que el rinoceronte golpee con la cabeza el derribado poste en donde está atada Claudia quedando atontado, lo cual es aprovechado por el íbero para hundirle la espada en la nuca. El anfiteatro le aclama mientras Kimberlán dice que es enemigo y debe morir. Miles de flechas le apuntan, algunos bárbaros discuten la orden del amo y El Jabato vuelve a provocarle para salvar su vida y la de Claudia. “Baja tú, si te atreves”¿Que no me atrevo? Y ahora no tendrás tanta suerte”. El amo se dispone a saltar cuando llega un mensajero: “¡Señor, señor... El romano Sulla, señor. Viene hacia aquí con sus legiones. Ha hecho retroceder a nuestros hombres. Ha echado a nuestros hombres de las posiciones que habíamos ganado en el sur de la ciudad y ahora nos está echando de la parte norte, esta zona está ya en peligro!” El bárbaro se olvida al momento de su enemigo y llama a sus hombres para la defensa. “He vivido cuarenta años y quizás este sea el último día de mi vida, pero vale la pena morir por la tarde si por la mañana se ha sido César de Roma”. Todos se retiran, la última es Kania la cual se ha enamorado del Jabato pero ve la imposibilidad... Solo queda la pareja en la arena. “Quieren ir a dar su merecido a Sulla, sin lugar a dudas este general romano está contraatacando”, dice el Jabato. Bajan a los calabozos y liberan a todos los prisioneros recomendando a los perseguidos por Nerón que dentro de poco volverá a gobernar la ciudad, que huyan. Encuentra a Taurus y se abrazan. Entre los prisioneros está un traicionero enemigo: Vincix, el cual piensa acabar con el Jabato con un puñal que logró esconder al cacheo de los bárbaros. Al salir al aire libre le apuñala por la espalda produciendole una herida muy grave que le hace perder el conocimiento. Taurus le persigue y Vincix cae bajo las ruedas de una cuadriga. El forzudo se apodera del vehículo, acomodan al malherido y Claudia le guía hacia la casa de Drusila, una mujer tan sabia como misteriosa (“Esperemos que los bárbaros no hayan pasado por allí”). Taurus embiste a los bárbaros que pretenden apoderarse de la cuadriga en una preciosa viñeta alargada con el vehículo y sus tres ocupantes en plano de conjunto con los bárbaros en el fondo (“...la cuadriga cruza impetuosamente las apretadas filas de bárbaros que desalojan la parte norte hacia la parte sur de Roma para enfrentarse a las legiones de Sulla”). Llegan a la mansión, de aspecto bastante tétrico, y son recibidos por Drusila cuando Claudia vence el miedo (un truco en forma de humo aparece bajo sus pies) y le da una explicación --- una sencilla forma de espantar a los bárbaros en dos o tres ocasiones, dice --- y añade ante la propuesta de Claudia de pagarle bien: “Si es un luchador del bien, el único pago que exigiré es que siga luchando”. Drusila trabaja sobre el cuerpo del Jabato y le susurra palabras al oído. Sueña que se enfrenta a la muerte montado en un pegaso (caballo mitológico alado) blanco y lucha contra la parca (un esqueleto con  vestiduras negras y capucha, la imagen clásica de la muerte) en un pegaso negro (colores representativos del bien- mal, recordemos los caballos blancos y los no menos preciosos caballos negros en “Ben- Hur”). La cosa va bien: el Jabato da un fuerte mandoble y la muerte cae al abismo mientras Drusila anuncia que el herido ha vencido y se salvará.
Mientras Kimberlán, en el Palatino, recibe noticias más graves: su ejército está retrocediendo en todos los frentes con grandes pérdidas y en la residencia provisional de Nerón, aún con miedo, le informa Sulla: “Los bárbaros oponen poca resistencia a mis legiones, puedo prometerte ¡Oh Nerón! que esta misma noche podrás dormir en tus habitaciones del Palatino”. “Entonces...”, exclama el emperador. Prosigue Sulla: “Entonces, señor, puedes tener por seguro que esto no habrá sido más que un mero incidente indigno de figurar en las crónicas de la historia”. Nerón: “No figurará, no habrá tal humillación para Nerón ¡Tigelino! Encárgate de destruir todos los escritos, persigue a todos los historiadores que mencionen este incidente... La historia se escribirá según Nerón o no se escribirá”. La promesa tiene gran fundamento: sus soldados se enfrentan a los bárbaros rechazándoles con furia invencible. Kimberlán desea resistir y sus capitanes se rebelan contra él y le atraviesan con sus espadas. Aparece Kania y les dice que son unos miserables, que si lo hubieran hecho antes ella lo reconocería aunque tuviera el corazón roto pero cuando les dio honores y riquezas todos le siguieron y ahora le matan como a un perro porqué ya no sirve a sus intereses, porqué ha fracasado. Les expulsa y ellos se retiran avergonzados. Las últimas palabras del bárbaro: “Kania, hija mía, dime... dime que no me desprecias”. Ella le abraza y le dice a su padre que pida perdón a Dios. Poco después el hombre que abraza es ya un cadáver. Entran los romanos y a la pregunta de Sulla (“¿Quien eres muchacha?”) responde Kania (“La hija de tu peor enemigo, romano, pero no le temas ya. El viejo león ha dejado de rugir, pertenece a la eternidad”). Kania es detenida y regalada a un rico comerciante griego iniciando otra aventura ya fuera de Roma (se pasa a una isla griega del mar Egeo) en donde el Jabato intervendrá para rescatar a la muchacha...
Algunos aficionados prefieren la aventura contra Numa, excelente en su primera parte en la península Itálica pero --- sin dejar de ser interesante --- la segunda parte en Egipto  flojea algo con algunos anacronismos (los ureos son llevados por todos los egipcios cuando solo eran para la nobleza y aunque hubo algunas rebeliones nunca pudieron independizarse del Imperio Romano). Por ello prefiero la comentada (3)...
                                                        Narcís Ribot i Trafí

1)- Cassarel era uno de los pseudónimos de José Antonio Vidal Sales (1921- 2008), redactor y también guionista de Bruguera quien, entre otros trabajos, creó el personaje de “El sargento Furia” en 1963 con el mismo esquema de Víctor Mora para “El Capitán Trueno”, “El Jabato”, “El cosaco verde” y “El corsario de hierro”  (héroe con amigo forzudo y un muchacho como contrapunto cómico). Lo situó en la Guerra de la Independencia Española.

2)- Ya cité a Fernando Bernabón. Dada la importancia de su estudio lo vuelvo a hacer: “Cuadernos de la historieta española”, “Vallatebeo”  (2010) en 3 tomos.

3) Dos puntos: a)- Inicié este escrito en el segundo aniversario de la muerte de Víctor Mora. Sirva este modesto escrito como sincero homenaje. b) Editorial Planeta Agostini ha editado de nuevo las aventuras de “El Jabato”. Acaba de aparecer el nº 2 antes de acabar este escrito.




domingo, 26 de agosto de 2018

KIMBERLÁN, LA MÁS GRANDE AVENTURA DEL JABATO (I)



                            Estamos en el mundo de la historieta, del cómic. Octubre de 1958. A raíz del éxito de “El Capitán Trueno” publicado dos años antes (1956) por la barcelonesa Editorial Bruguera, salido de la portentosa imaginación de Víctor Mora Pujadas (1931- 2016) e ilustrado por el gran dibujante Ambrós (Miguel Ambrosio Zaragoza, 1913- 1992) apareció un nuevo cómic, un nuevo héroe proyectado por la misma editorial e ideado por el mismo guionista: “El Jabato” cuyo dibujo fue confiado al no menos grande Francisco Darnís Vicente (1910- 1966) el cual (al igual que Ambrós) más adelante fue substituido por otros dibujantes y las aventuras continuaron a pesar de su prematura muerte (los dibujos más que aceptables e incluso, en ocasiones, bastante buenos nunca pudieron igualar a los de Darnís, el mismo caso en la publicación hermana de “El Capitán Trueno” con referencia a Ambrós).
En octubre de 2014 escribí sobre el “Capitán Trueno” y en diciembre del mismo año lo hice con “El Jabato”. Allí resumí las características de los personajes. El primero es un caballero español quien acude con sus amigos a la III Cruzada en San Juan de Acre (año 1191) y allí conoce al rey Ricardo Corazón de León empezando sus aventuras. Retrocedemos once siglos: estamos en la Hispania dominada por las legiones romanas en donde un joven labriego íbero cristiano se rebela contra el dominio romano (recordando a Viriato y a Espartaco) por haber asesinado a un amigo suyo y querer convertirle en un gladiador. Ambos héroes rotarán, posteriormente, por casi todo el mundo implantando la justicia y enfrentándose a villanos de todo tipo para defender a los oprimidos. Víctor Mora usó el mismo esquema para los acompañantes: el amigo robusto con fuerza hercúlea (Goliath para “El Capitán Trueno”, Taurus para “El Jabato”). el contrapeso humorístico, sea un muchacho (Crispín en el héroe medieval) o un poeta (poetastro) griego de anoréxica complexión (Fideo de Mileto, para el héroe de la antigüedad) aunque este aparecerá ya avanzada la colección (nº 112 de los originales cuadernillos, “Misterio en la ciudad muerta”). La novia del capitán español será Sigrid, reina de los vikingos en la isla de Thule, una muchacha rubia de gran belleza mientras que Claudia, una joven patricia romana, ahora morena, también muy bella, lo será del ex gladiador rebelde. Ambas les acompañarán en muchas de sus aventuras tomando parte en ellas.
Las aventuras del “Jabato” empiezan cuando es capturado y llevado a Roma a él y a su forzudo amigo Taurus para convertirlos en gladiadores por el general Marco. En el viaje conocerá a Claudia, una bella patricia romana convertida al cristianismo, y ambos se enamorarán. Rige los destinos del imperio el ficticio emperador Sulla. Después de la rebelión de los gladiadores, Marco morirá al caer al foso de los cocodrilos y nuestros amigos huirán de Roma para correr diversas aventuras hasta llegar a la ciudad de Zaal (“Pequeña Cartago”), en el norte de África en donde los cartagineses descendientes de los  huidos de la III Guerra Púnica han hecho renacer la civilización y el poderío cartaginés. Esta aventura es considerada la mejor ideada y dibujada. A continuación hay una aventura puente al llegar el Jabato, Taurus y Claudia a un pequeño puerto africano y ser capturados por el malvado capitán Fulvius incitando la rebelión de los esclavos remeros y apoderándose del trirreme pero una tormenta les hará naufragar en las costas de Italia, cerca de la capital, Roma. Allí es emperador Nerón, uno de los grandes déspotas de la historia, cuando ya ha iniciado la persecución contra los cristianos. Aquí mezclando personajes reales y ficticios se da la aventura más emocionante o una de las más --- cuadernillos originales nº 41 al nº 50 --- contando unos sucesos que jamás se escribieron (por decisión del emperador Nerón) y por ello no pasaron a la historia.
El Jabato,Taurus y Claudia  se dirigen a Roma para intentar salvar al mayor número de cristianos de la garras de Nerón a quien vemos conversando con Gaio Sofonio (o Cayo Ofonio) Tigelino, jefe de la guardia imperial y consejero del emperador (62- 68 d. C.) tras la muerte de su predecesor Sexto Afranio Burro. Fallecido este y apartado del gobierno el intelectual Séneca (hasta su suicidio en el 65 “ordenado” por Nerón) el emperador cayó en la perversión total.
Darnís para las figuras humanas en ocasiones se inspira en rostros aparecidos en cine o en personajes reales. Ilustró de forma magnífica el “Quo Vadis?” de la colección Historias publicada por la misma editorial Bruguera. Así, para el futuro Fideo de Mileto ya comentamos su inspiración en la faz del pintor Salvador Dalí aunque caricaturizando sus rasgos mientras que en esta aventura Nerón recuerda al Peter Ustinov  de la clásica película “Quo Vadis?” (Mervin LeRoy para M.G.M., 1951) y Tigelino tiene parecido con el Octavio César Augusto interpretado por Roddy McDowall de “Cleopatra” (Josep L. Mankiewicz, 1963) con Elizabeth Taylor y Richard Burton. Sí, ya se que el cómic apareció antes de la película pero aunque no pudiera basarse en el físico de McDowall le encuentro un parecido. Tigelino le propone un plan perverso pero magistral para sus propósitos: han de recibir la visita de Kimberlán, un jefe bárbaro invitado a Roma el cual acude con su ejército. Nerón desconfía de éste (“Puede creerse más poderoso que nosotros e intentar algo aquí en Roma”) pero Tigelino le tranquiliza y viene a decir (“Parece olvidais que Kimberlán es amigo y alíado y recibe pago para impedir que otras tribus bárbaras nos molesten”). Continúa: “Escuchad mi consejo, señor, podemos matar tres pájaros de un tiro. Sabéis que varios nobles amigos vuestros conspiran abiertamente contra vos. Dejad que Kimberlan hable primero conmigo de política y saquee e incendie sus propiedades a su gusto. De vuestros enemigos os librará él, primer pájaro, a Kimberlán le dejaréis todo lo robado y saqueado, 2º pájaro. Por supuesto no puedes decir que tu amigo y alíado Kimberlán comete tales tropelias contra ciudadanos romanos, entonces dirás que han sido los cristianos, que serán el tercer pájaro, y la indignación popular se volcará sobre ellos”.
Pero será el Jabato quien se tope primero con Kimberlán en un encuentro violento y los dos malvados, Nerón y Tigelino, deberán cambiar forzosamente sus planes. Se han avistado las naves de los bárbaros en una playa cerca de Roma...  (continuará).




martes, 31 de julio de 2018

EL FANTÁSTICO DE JACK ARNOLD



El fantástico es espectáculo y reflexión sobre el espectáculo”. Gerard Lenne,  El cine fantástico y sus mitologías”

                                  Tras la revisión de su obra dedicada al cine fantástico (concretamente aventuras fantásticas y Ciencia-Ficción), el antaño considerado, a lo sumo, un aplicado artesano, Jack Arnold devino un auténtico creador dentro del género (1). Trabajó siempre en los estrechos límites de la hoy desaparecida serie “B” ( en ocasiones imitada y “homenajeada” hoy en día pero con presupuestos de la serie “A” para reverdecer viejos laureles de triunfos populares y, por encima de todo, comerciales) la cual servirá para agudizar el ingenio de talentosos realizadores arrinconados en este terreno no muy bien visto y muchas veces despreciado (casi siempre por indocumentados entre los cuales figuran muchos de la pseudo progresía cuando hablan sobre cine), p. e. Gordon Douglas, Bud Boetticher, Jack Arnold, Roger Corman, Nathan Juran y otros empezaron en la serie “B” como Anthony Mann (en el cine negro para después consagrarse como uno de los grandes del western además de ser un magnífico realizador) mientras otros, conformados en existir como meros destajistas, contentos solo por la continuidad del trabajo, acabaron su carrera en el anonimato y olvido o casi dentro de ellos (el descubrimiento por parte de algún cinéfilo, erudito o no, puede hacerles salir de él y ser reconocidos en algunos valores o en su totalidad). 
Debo confesar que años atrás --- cuando se despertaba en mi la afición por el cine, especialmente el fantástico --- también consideraba a Arnold un buen artesano y nada más el cual nos dio una espectacular y exótica versión de del tema de “La bella y la bestia” (“La mujer y el monstruo”) además de desaprovechar las posibilidades de un buen guión del excelente escritor Richard Matheson basado en su propia novela (“El increíble hombre menguante”) en aras de centrar su realización en unos trucajes bien resueltos (cosa ridícula hoy en día en donde impera el lema circense de “el más difícil todavía”) olvidando el interés de su puesta en escena en la lectura de cuestionar el orden existente, uno de los grandes objetivos, sino el que más, del cine fantástico aunque haya muchos (realizadores, productores, críticos, espectadores, más bien actuales) que parece lo ignoran o fingen hacerlo ¡Que equivocado estaba! Después del pase de TVE (la vi en no muy buenas condiciones, limitando así mi desacertada opinión de principiante), en una reposición dentro del Festival de Sitges comprendí el error en el cual había caído también el reputado ensayista Gerard Lenne en su libro “El cine fantástico y sus mitologías” (2).
De 1953 a 1959 Jack  Arnold realizó sus siete películas de  fantasía aventurera (“La mujer y el monstruo” y su continuación “Revenge of the Creature”) y Ciencia- Ficción (las cinco restantes). Nuestro hombre fue un gran aficionado a la Ciencia -Ficción y fantasía. Tocó otros géneros como el western, la comedia, el drama pero en donde se encontraba mejor fue en el fantástico.
Aparte de “Creature from Black Lagoon” (titulada aquí como “La mujer y el monstruo”, 1954) ninguna de las seis restantes fue estrenada comercialmente en España. Algún pase por TVE y el Festival de Cine Fantástico de Sitges fueron la salvación de aficionados e interesados. Ahora las siete están en soporte DVD (algunas en Blu Ray) dobladas y/o subtituladas y es posible visionarlas prácticamente sin problema. “It came from outer Space” (1953), “Creature from the Black Lagoon” (“La mujer y el monstruo, 1954), “Revenge of the Creature” (1955), “Tarantula” (1955), “The Incredibly Shrinking Man” (1957), “Monster in the Campus” (1958) y “Space Children” (1958). De estos siete títulos “The Incredibly Shrinking Man” es su obra maestra y “La mujer y el monstruo” su triunfo más popular y rentable en la taquilla. Seis de las películas están producidas por Universal mientras la séptima y última, “Space Children”, lo está por Paramount. Todas fotografiadas en blanco/negro y con presupuesto no muy generoso, estamos en la serie “B”. Al iniciarse la década de los 60 Arnold entrará en TV (episodios del “Dr. Kildare”, “La isla Gilligan”, “Vacaciones en el mar”, etc.) para ir dejando, paulatinamente, el cine y dedicarse más a la pequeña pantalla. “Conspiración en Suiza” (1975) y “The Wackiest Wagon Train in the West” (1976) fueron sus últimas películas para salas cinematográficas.
Jack Arnold Waks (1916- 1992) nació en New Haven, Connecticut, hijo de emigrantes rusos, cursó estudios en la Ohio State University y en la Academia of Dramatics Arts. Empezó como actor de teatro y secundario al entrar en el cine para especializarse en documentales bélicos al estallar la II Guerra Mundial. Tras su primer trabajo semidocumental (“With these Hands”, 1950), seguido de un melodrama en clave de thriller (“Girls in the Night”, 1952), Arnold entra en contacto con el fantástico, género donde será más apreciado y el preferido del autor. Siempre se movió dentro del artesanado de la serie “B” en donde se encontraba y movía a gusto. Valoraba la ambientación del relato sin recrearse en ella: el árido, polvoriento e inquietante desierto en donde la soledad y los ruidos suben el suspense y la emoción del espectador (“It Came from Outer Space”, “Tarantula”), la tupida selva amazónica (“La mujer y el monstruo”), la zona costera y poblaciones urbanas durante la noche (“Revenge of the Creature”), el campus universitario también de noche (“Monster on the Campus”), la playa solitaria y cuevas adyacentes a la costa (“Space Children”). Nunca utilizó la retórica, ni verbal ni compositiva sino que todo se narrará de la forma más sencilla (escenario- personajes y diálogos) porqué iba al grano, sin florituras ni oropeles fílmicos, sin hacer planos distorsionados con la cámara --- inútiles y gratuitos, sin función en pro de la finalidad  narrativa --- para demostrar que sabes mucho (como bastantes veces se hace en la actualidad). El gran angular y el “ojo de pez” tendrán largos periodos de descanso y tampoco tenía ninguna tendencia al sentimentalismo y a los efectos melodramáticos (como muy detalladamente indica Carlos Heredero en su escrito sobre nuestro hombre). Arnold ensayaba con actores y cámara antes del rodaje usando también, para el proyecto de sus films, excelentes story- boards planificados en general por él mismo. Mostraba el personaje/animal fantástico/monstruoso las veces necesarias, sin pasarse aunque fuera acusado (falsa e injustamente) de “mostrar para conseguir el efecto sorprendente/terrorífico cara al espectador” --- la araña aparecerá en su estado gigante a mitad de la película y en no muchas ocasiones (“Tarantula”), el ser anfibio será anunciado por una garra fosilizada y otra que surge del agua de la laguna negra (“La mujer y el monstruo”) --- por alguien que prácticamente solo valoraba el fantástico por el “no mostrar” como hacía Jacques Tourneur cuyo cine fantástico considero sobrevalorado por algunos, varios de ellos ajenos al género.
IT CAME FROM OUTER SPACE” (1953), basada en una historia de Ray Bradbury (“Meteor”), sirve para demostrar que Arnold posee la llave que abre la puerta del “fantastique”, cosa ausente en los realizadores actuales del género. Trata de unos alienígenas obligados a realizar un aterrizaje forzoso por avería en su nave espacial. Adoptan momentáneamente la figura humana para no asustar. Finalmente logran reparar su platillo volante y se van tras liberar a los terrícolas prisioneros para convertirse en duplicado de ellos... Es una película tan perfecta en su preparado teórico como en la puesta en escena cuya base es la sencillez (aquellos inolvidables e inquietantes planos del desierto en donde los protagonistas intuyen, saben de la proximidad de lo “extraño” que les está observando). En la línea pacifista de “Ultimátum a la Tierra” (Robert Wise, 1951) --- al contrario de “El enigma de otro mundo” (Christian Niby, 1951) --- la película de Arnold está en la antítesis de lo reaccionario y de la xenofobia (terror a lo desconocido), dando además una lección a los hacedores de Ciencia- Ficción actual (como salchichas de una misma factura): sin trucos, sin efectos espectaculares, sin gran presupuesto, solo con honestidad cinematográfica. Algo similar ocurre con “SPACE CHILDREN” (1959), última película suya del género y además único eslabón fantástico no producido por Universal. En este caso Paramount. Aquí insiste en que el peligro viene de nosotros mismos no de una amenaza exterior. Si en “It came from Outer Space” los extraterrestres desean evitar la confrontación (mucho más adelantados técnica y culturalmente que nosotros y también moralmente) en “Space Children” los visitantes del espacio se apoderan momentáneamente de la voluntad de unos niños para sabotear el proyecto de un arma secreta de efectos devastadores preparada por un país contra otro. Al final se alejan con su nave ante la reflexión de los niños y las autoridades políticas y militares...
MONSTER ON THE CAMPUS” (1958) es un científico, profesor de universidad, el cual se convierte en una especie de hombre de Neanderthal. El celecanto, pez prehistórico, se pensaba extinguido, es encontrado en las costas de Madagascar (totalmente cierto) y llega a USA conservado en hielo y en rayos gama: un perro se convierte en su antepasado lobo al beber el agua (hielo derretido) del pez, una vulgar libélula se posa sobre el celecanto y se transforma en una libélula prehistórica de enorme tamaño, el profesor alude a la evolución a la inversa, coloca su pipa sobre el líquido conservante y se transforma en agresivo hombre prehistórico finalmente abatido por la policía... La repetí hace poco y descubrí valores anteriormente no vistos. Es un film de Ciencia- Ficción de “laboratorio”, como “La mosca” (Kurt Neumann, 1958), en su más pura expresión.
CREATURE FROM THE BLACK LAGOON” (“LA MUJER Y EL MONSTRUO”, 1954), filmada como “It Came from Outer Space” en el efímero sistema 3-D, es el éxito más popular y aplaudido de Arnold. El monstruo anfibio, mitad hombre, mitad pez se enamorará apasionadamente de una bella mujer (novia del científico protagonista) y morirá --- como “King- Kong” --- por su amor. Aquí lo extraño e inquietante son las negras y profundas aguas de la “laguna negra” en donde reside la criatura así como las selvas amazónicas colindantes a esta zona, también terreno acotado por este ser prehistórico.
Al año siguiente se filmó una continuación, “REVENGE OF THE CRATURE” (1955), desarrollada en zona urbana donde la infeliz criatura --- que no murió en el film anterior --- se enamora de otra guapa mujer, escapa del acuario en donde residía prisionera para recibir finalmente otra descarga de balas, escena final calcada de la anterior. Menos impactante que su antecesora y filmada a regañadientes por Arnold (en desacuerdo con los productores de Universal, no quería una continuación), además el anfibio con una piel más oscura y con menos escamas parecía menos real, la película tiene algún momento interesante a pesar de ser un film menor de Arnold.
Sin ser dirigida por Arnold (esta vez ya no quiso ponerse tras la cámara), Universal dará una tercera parte al mito. Mucho menos interesante, incluso que la segunda, “Creature Walks Among us” (1956) fue dirigida por John Sherwood. El personaje de la criatura será retomada un par de veces en la filmografía mexicana e inspirará a otras criaturas en la serie televisiva de “Viaje al fondo del mar” protagonizada por Richard Basehart (almirante Nelson) y David Hedison (capitán Crane).
TARANTULA” (1955) es un film artesanal más concordante con la ideología típica de “los científicos que van demasiado lejos” y reciben un castigo. La película se inscribe dentro de la temática de los “insectos gigantes” (aunque la araña no sea un insecto sino un arácnido) cuya obra maestra es “La humanidad en peligro” (Gordon Douglas, 1954), sobre hormigas que devienen gigantes a causa de las radiaciones emanadas por la primera bomba atómica arrojada, como prueba, en el desierto de México en 1945. Es la respuesta de Universal al film de la Warner. “Tarantula” es de construcción tan sencilla --- aquí radica su encanto y en el hecho de que la araña produce mayor repulsión que las hormigas en gran parte de los seres humanos --- como el film de Douglas aunque menos complejo. Aquellos momentos en que el monstruo se divisa en el horizonte, topa con los cables eléctricos y cuando se acerca a la casa contemplando en unos momentos a la bella Stephanie a través de la ventana, el ataque al aislado pueblo en el desierto y la irrupción de los aviones militares que la destruyen con bombas incendiarias son escenas muy conseguidas. La historia es del mismo Arnold con guión de Robert M. Fresco y Martin Berkeley (guionista también de “Revenge of the Creature” sobre una idea del productor y escritor William Alland el cual también guionizó, entre otras, la tercera parte de la “Criatura del Lago Negro”, de John Sherwood).
Tarantula” anuncia la transmutación del entorno natural cotidiano que tendrá su mayor exponente en “THE INCREDIBLY SHRINKING MAN” (1957), el mejor film de Jack Arnold aunque, como se ha dicho, no fue lo suficientemente apreciado en su primer momento (y durante años) ya que nadie --- ni los fervorosos del género --- creía que Arnold tuviera sus particulares apuntes filosóficos desprendidos de esta curiosa historia donde lo cotidiano se vuelve monstruoso (novela de Richard Matheson) para el protagonista el cual va empequeñeciendo progresivamente a causa de una niebla radioactiva que le envuelve cuando cuando viajaba en un  yate. Llegará un punto en que deberá huir de su gato y más tarde deberá luchar para defender su vida contra una araña armado de un alfiler, etc. Hoy día el film se encuentra entre las indiscutibles obras maestras de la Ciencia- Ficción, sin efectismos y con unos trucajes perfectamente adaptados al espíritu de la historia mathesoniana que la hace infinitamente más interesantes que las huecas producciones de Ciencia- Ficción actuales buscadoras del espectáculo para llenar plateas.
Hemos visto como Arnold adaptó obras de grandes escritores del tema y las dignificó: Ray Bradbury (“It Came from Outer Space”), Richard Matheson (“The Incredibly Shrinking Man”) y David Duncan (también magnífico escritor de Ciencia- Ficción, autor de guiones tan interesantes como “Viaje alucinante” /Richard Fleisher o “El tiempo en sus manos”/George Pal mientras que para Arnold escribió la historia de “Monster on the Campus”).
Un anfibio prehistórico en su hábitat natural y en el del ser humano, una araña que aumenta su tamaño a causa de un experimento con un nutriente, un hombre que disminuye su tamaño hasta desaparecer fisicamente y quedar como alma pensante, unos extraterrestres pacifistas, demostrado en dos ocasiones (una a causa de una avería en su nave espacial, otra para evitar una guerra nuclear entre dos potencias) y un profesor el cual vive en su persona la evolución humana al revés son los elementos manejados hábilmente por Arnold para subvertir el orden humano existente. Acudió al Festival de Sitges postrado en una silla de ruedas en 1987 donde se hacía una retrospectiva suya. Jack Arnold falleció en Woodland Hills, Los Ángeles, 1992. Hoy día la totalidad de su obra fantástica  es ya clásica...
                                                                                                              Narcís Ribot i Trafí
 1)- En un magnífico (y, creo, único en España) estudio de Carlos Heredero en el cual cita a tres especialistas defensores/descubridores de Arnold en tiempos pasados: John Brosnan (“Jack Arnold: S.F.”, 1974), Jean Marie Sabatier (“Les classiques du Cinema Fantastique”, 1973) y John Baxter (“Science Fiction in the Cinema”, 1970).

2)- “Le Cinema Fantastique et ses Mythologies”, de Gerard Lenne (Edicions du Cerf, Paris, 1970). Edición en castellano: Editorial Anagrama (1974).