jueves, 26 de diciembre de 2019

EL PRÍNCIPE VALIENTE (HENRY HATHAWAY, 1954)



                      El personaje creado y dibujado por Harold Foster en 1937 pasó con toda justicia a la historia del cómic como una de las más brillantes aportaciones. Un estilo detallista, preciosista, elegante con un trazo delicado a la vez que firme y seguro con el cual Foster llegaría a la cima artística puesto que cada una de sus viñetas es una auténtica obra de arte. Desde su inicio hasta principios de los 70 Harold Foster fue el creador e ilustrador de “Prínce Valiant” (“El príncipe Valiente”) cuyo título original completo es “Prince Valiant in the Days of King Arthur” (“El príncipe Valiente en los días del rey Arturo”), publicado originalmente como tira dominical a todo color en varios periódicos de Estados Unidos. La obra completa consta de 1800 planchas y continúa editándose. Ha habido múltiples reediciones en color y en blanco/negro, en España empezó a publicarse en 1950.
La compañía 20th Fox quiso emular los éxitos taquilleros de las dos películas de aventuras sobre gestas caballerescas que a principios de los 50 había conseguido M. G. M.: “Ivanhoe” y “Los caballeros del rey Arturo”, ambas de Richard Thorpe (cuyo mejor film sigue siendo la segunda versión de “El prisionero de Zenda”, con Stewrat Granger aunque en otros podamos encontrar hallazgos interesantes) y así nació “Prince Valiant” (“El príncipe Valiente”, 1954) confiando la dirección a un realizador más completo y dinámico que Richard Thorpe: Henry Hathaway quien, en mi opinión, dio una transcripción del personaje de Harold Foster más que satisfactoria aunque en un principio la crítica no fue positiva y la película se olvidó durante años para ser rescatada más adelante e incluso convertirse en un film de culto. Recordemos que al principio, tras su estreno, ni el creador Harold Foster ni el director Henry Hathaway estaban muy satisfechos con el resultado fílmico.
I)- FACTORES PARA UNA (BUENA) PELÍCULA-
1)-  CREADOR Y DIBUJANTE DEL COMIC: HAROLD RUDOLPH FOSTER- (Canadá, 1892- Florida, 1982). Su gran hobby fue la navegación y al trasladarse con toda su familia a Estados Unidos (él contaba con catorce años) se le despertaron más aficiones: montañismo, contacto continuo con la naturaleza, caza y pesca. Ejerció diversos oficios ya que abandonó sus estudios universitarios (incluso fue boxeador) y llegó a ser dibujante en catálogos publicitarios. Su primer trabajo como ilustrador de historietas fue el personaje de  Edgar Rice Burroughs, “Tarzán de los Monos”  (adaptando las novelas al cómic) el 7 de enero de 1929. Se negó a adaptar la segunda novela puesto que quería crear y dibujar su propio personaje y durante un tiempo Rex Mason fue el ilustrador, dando al personaje la apariencia física de Elmo Lincoln el primer actor de Tarzán (1918). Como estamos en tiempos del crack bursátil, Foster aceptó volver al personaje de Burroughs cambiando el aspecto de Tarzán: cabello corto, desaparición de la cinta en su cabeza y de la piel de leopardo cubridora del tórax, a diferencia de Elmo Lincoln, dándole una figura parecida a la de Johnny Weissmüller --- el más recordado y popular Tarzán aunque en el futuro vinieran interpretaciones notables como las. de Lex Barker o Gordon Scott --- quien conocía el éxito al interpretar al hombre de la selva (la primera película se estrenó en 1932). Pero Foster hacía tiempo que deseaba trabajar en un personaje nacido de su imaginación. Así nació “El príncipe Valiente” (la primera plancha dominical apareció el 13 de febrero de 1937) situado en su origen a principios de la Edad Media aunque luego variará en según que aventuras. Entró en Camelot para hacerse caballero de la Tabla Redonda en tiempos del rey Arturo, siglo V. La historia conserva la misma trayectoria argumental desde su inicio: una saga familiar y aventuras. En el transcurso de los años los personajes van envejeciendo (a diferencia de otras series de cómics). Así conoceremos a Valiente, el hijo de Aguar, rey de Thule, cuyo reino ha usurpado el malvado Stigon quien persigue a muerte al rey y a su familia los cuales se refugiaran en unos pantanos cerca de la costa inglesa. Allí se sitúan las primeras aventuras del príncipe Valiente para más adelante salvar la vida a sir Gawain y convertirse en su escudero (y amigo) y de este modo entrar a formar parte de “los Caballeros de la Tabla Redonda”. Allí conocerá al rey Arturo, Lancelot, el mago Merlín, Ginebra, Percebal, la bruja Morgana y otros… Continuará con diversas y variadas aventuras (algunas fuera del ciclo “artúrico”) recorriendo cuatro continentes (Europa, América, Asia y África), se enfrentará a toda clase de enemigos (hunos, sajones, sarracenos), especialmente sujetos sin escrúpulos opresores de los humildes, puesto que Valiente es (como todas su familia) un gran cristiano; a veces nos encontramos con razas o culturas aparecidas en un futuro, así como vestiduras con su correspondiente equipo militar de varios siglos o vikingos (pueblo surgido históricamente tiempo después) con su atuendo y cascos de cornamenta que nos recuerda a alguna ópera wagneriana, los romanos (como legionarios en la época de Trajano) y los griegos (con su vestidura clásica) --- ropajes ya no usados en la Edad Media--- constituyen anacronismos que en absoluto desvirtúan la obra. Aparecen personajes reales como el general romano Aecio, Atila, rey de los hunos, el emperador Valentiniano III… los guiones son cuidados y los dibujos maravillosos. Hay mucha voz en off y poco diálogo lo cual en ocasiones puede resultar fatigoso puesto que no usa “bocadillos” y los diálogos están al pie de las viñetas junto a los comentarios del narrador/voz en off. A través de su historia, Valiente se casará con Aleta, reina de las Islas Brumosas (en alguna localidad del Mediterráneo) y tendrá varios hijos. El mayor, el príncipe Arn, le substituirá en las aventuras de los últimos años. Especialmente al principio de la serie aparecen elementos sobrenaturales (dragones semejantes a dinosaurios, brujas, etc.) para ir esfumándose a través de los años. Su detallismo y perfección en paisajes (reales o imaginarios), la profundidad gráfica de bosques y rocas es verdaderamente encomiable y cuya descripción puede perfectamente recordarnos a las novelas de aventuras de Sir Walter Scott.
A principios de los 70 Foster dejó el personaje (guión, dibujos) en manos de John Cullen Murphy el cual logrará unas historias más realistas pero sin llegar a la calidad artística (siendo buena) del creador original.
2)- EL REALIZADOR DEL FILM: HENRY HATHAWAY- Henri Leonard de Fiennes (Sacramento de California, 1898- Hollywood, 1985), descendiente de aristócratas belgas entró muy pronto en el cine: su madre era actriz y su padre representante por lo cual empezó de niño en pequeños papeles y siguió como extra y figurante (en films, entre otros, de Allan Dwan, Fred Niblo y Josef von Sternberg) hasta llegar a actor secundario pero su carrera se truncó al empezar la I Guerra Mundial y luego, en 1923, logró ser asistente de dirección (también con von Sternberg del cual confesó ser su alumno). Se estrenó como director gracias a un contrato de Paramount para realizar ocho westerns de bajo presupuesto protagonizados por Randolph Scott y basados en novelas del popular Zane Grey (“El hombre del bosque”, “El legado de la estepa”, “La horda maldita”). Henry Hathaway fue un realizador del cual la crítica no prestó mucha atención (injustamente, como con otros directores). Será considerado un “honesto artesano” (lo era pero también mucho más) en la frontera  entre la “eficacia fílmica” y “creador”; se le reconoció la solvencia fílmica, la nitidez visual, el buen escoger de los planos, la fluidez narrativa, el buen manejo de actores, la captación de escenarios y personajes con gran sensibilidad, la excelente resolución en escenas de acción y espectáculo y la traslación de signos y características de un género a otro (experimentados por él) con notable fortuna. Se consagró en los años 30 en dos films con Gary Cooper: “Sueño de amor eterno” (la visioné hace poco y me sorprendió gratamente), drama romántico, y “Tres lanceros bengalíes” (ambas de 1935), un clásico de film de aventuras coloniales. Tocó casi todos los géneros generalmente con gran fortuna: “La jungla en armas” (1939), una gran película donde se enfrentan británicos, estadounidenses y filipinos (con Gary Cooper y David Niven), “Cuando muere el día” (1941), otro film de corte colonialista; “Los 4 hijos de Katie Elder”(1965), “Del infierno a Texas” (1958), “Valor de ley”  (1969), “Alaska, tierra del oro” (1960) y “El jardín del diablo” como excelentes westerns (1954)  sin olvidarnos de “El correo del infierno” (1951), con Tyrone Power, magnífico en todos los sentidos y que puede colocarse perfectamente a la altura de las obras de Anthony Mann, John Ford, Howard Hawks o Raoul Walsh. “13 Rue Madeleine” (1946), “El beso de la muerte” (1947), “Yo creo en ti” (1948) o “La casa de la calle 92” (1945) son buenas muestras de cine negro a la que es ineludible añadir “Niágara” (1953), ahora ya en color, en donde prácticamente descubría a Marilyn Monroe. Con “La hechicera blanca” (1953) y “El último safari” (1967) entraba en el campo de las aventuras selváticas, con “El príncipe Valiente” (1954), aventuras medievales y con “Rommel, el zorro del desierto” (interpretación de James Mason como el mariscal) en el cine bélico.
Con el tiempo se reconocieron los méritos y valía de Henry Hathaway (y no solamente por su eficacia y solvencia) aunque es el realizador del cual se han publicado menos estudios en formato de libro en legua castellana --- ninguno --- al igual que durante muchos años los aficionados a la música clásica encontrábamos a faltar obras de estudio sobre Felix Mendelssohn.
3)- EL GUIONISTA: DUDLEY NICHOLS-  Amante del teatro e intelectual, Dudley Nichols (1895- 1960) fue uno de los guionistas más destacados de Hollywood. Imprimía una hondura psicológica en sus personajes y situaciones confrontadas. El éxito de dar cartas de nobleza al western se debe en mucho a su guión para “La diligencia”, de John Ford (1939). Escribió para muchos de los grandes realizadores (John Ford, Anthony Mann, Howard Hawks, Fritz Lang, Henry Hathaway) y pasó de un género a otro con facilidad: “La fiera de mi niña” (comedia), de Howard Hawks (1938), “El fugitivo” (drama), de John Ford (1947), “El príncipe Valiente” (aventuras), el citado “El correo del infierno” (western), de Henry Hathaway (1951), “Río de sangre”, de Howard Hawks (1951) o “Cazador de forajidos”, de Anthony Mann (1957), también westerns memorables; “Perversidad” (cine negro), de Fritz Lang (1945) y también aquella cinta de aventuras basada en “El malvado Zaroff”:Huída hacia el sol”, de Roy Boulting (1956) que si bien no es destacable --- más bien la realización es bastante vulgar y rutinaria --- si es curiosa por su construcción argumental y su buen elenco interpretativo (Richard Widmark, Trevor Howard, Jane Green)…
4)- LOS DEMÁS- Excelente la música de FRANZ WAXMAN --- compositor de música para cine y autor de las bandas sonoras de Films como “Rebeca” (1940), “La ventana indiscreta” (1954), ambas de Alfred Hitchcock, “Capitanes intrépidos” (1937), de Víctor Fleming o “La novia de Frankenstein” de James Whale (1935) entre otras --- con tintes wagnerianos situados entre el romanticismo y la épica. La fotografía de LUCIEN BALLARD (“Los 4 hijos de Katie Elder”, “Valor de ley”), en Cinemascope y Technicolor, consigue algunos momentos de ensueño como en los bosques, costas rocosas, castillo de Camelot (interiores y exteriores) mientras muchos se cebaban en la interpretación de Robert Wagner como Valiente. Pero si es verdad que fue un actor limitado también lo es que daba figura y tipo perfectos, con el típico flequillo (equivalente paradigmático de los dibujos). Tiempo después Robert Wagner le comentó a Harold Foster que era un forofo de los cómics del “Príncipe Valiente”. El resto cumple: Janet Leigh como la princesa Aleta, Debra Paget como su hermana Ilene, Sterling Hayden es Sir Gawain, quien coge a Valiente como escudero y le llegará a querer como a un hijo aunque en su primer encuentro reciba una pedrada del muchacho por creerle un enemigo, Brian Aherne es el rey Arturo, Donal Crisp representa el rey Aguar, padre de Valiente, Barry Jones es el rey Luke, padre de las dos hermanas y James Mason, el mejor de todos, encarna maravillosamente al malvado sir Brack, en realidad el caballero negro.
II)- “EL PRÍNCIPE VALIENTE”, LA PELÍCULA
Si bien “El Príncipe Valiente” no es una película totalmente redonda ni el mejor film de Hathaway, si es una cinta con excelentes escenas que ya quisieran tener muchas del género aventurero. El ritmo, generalmente dinámico y vital, hace que en ningún momento decaiga el interés ni aparezca el aburrimiento: torneos, duelos, persecuciones por el bosque y dentro de los castillos, traición, corrupción, venganza heroísmo, códigos de honor, justicia… todo ello bañado en una áurea  romántica digna de agradecer. El guión de Dudley Nichols es como una aventura más de las ideadas/ilustradas por Foster aunque reste protagonismo a los padres de Valiente y a la princesa Aleta. La sinopsis es conocida: el rey Aguar, su esposa e hijo, Valiente (Val para los amigos) residen en una fortaleza-abadía en un lugar remoto de la costa británica, residencia cedida por el rey Arturo, ya que Aguar era rey de Scandia y ha sido desposeído de su trono por el vikingo traidor Sligon y sus seguidores quienes les buscan para matarles. Valiente es enviado a Camelot por su padre para hacerse caballero de la “Tabla Redonda” y recuperar el trono de Scandia. En el camino verá al “Caballero Negro” (armadura negra con rostro cubierto) con un grupo de vikingos de Sligon y deberá huir. Más adelante conocerá a Sir Gawain (al igual que Arturo es amigo personal de su padre) en un encuentro accidentado y después al rey Arturo y al resto de sus caballeros, entre ellos Sir Brack (pariente de Arturo) del cual al poco sospecha que es “El Caballero Negro”, considerado por muchos como un espíritu diabólico que aterroriza a los humanos. Más adelante se enamorará de la princesa Aleta, habrá unos equívocos y finalmente todo acabará bien al desafiar y matar al “Caballero Negro” que no es otro que Sir Brack el cual quiere usurpar el trono de Arturo. Valiente y Aleta proyectan su boda… Veamos algunas escenas:
--- Ya los genéricos son exquisitos: una brillante espada en diagonal a la pantalla mientras aparece el título del film en letras góticas en rojo, una pared con cinco panoplias y a continuación unas viñetas de Harold Foster sabrosamente coloreadas y animadas por la música de Waxman ---
--- En las primeras escenas: llega la nave del fiel Boltar (Victor McLaglen). Valiente salta por las almenas del castillo/abadía, llama a sus padres y sale a recibir al amigo arrojándose al mar y nadando hacia el dakkar vikingo. En escasos momentos y con gran economía de medios, Hathaway, con la obertura nos hará pasar directamente a la acción (combinando perfectamente planos generales con planos medios subrayados por la adecuada música)---
--- La voz en off nos lo ha dicho todo, después la presentación de los padres de Valiente (una segunda toma intercalada los veremos más próximos, en plano medio) ---
--- La cena por la noche en el castillo, cuando Aguar decide enviar a su hijo a Camelot. El comedor en semioscuridad (iluminado solamente con un candelabro de varios brazos en lo alto de la estancia/pantalla), en conjunto nos recuerda un cuadro de Rembrandt ---
--- La primera vez que Valiente descubre al “Caballero negro” hablando con unos vikingos de Sligon, pues los conspiradores están aliados, cae en medio de la playa semiaturdido aunque logra huir --- probablemente inspiró una escena del cómicEl Jabato” creado por Víctor Mora (*) --- constituyendo una secuencia de entre lo mejor del cine de aventuras: saltando de árbol a árbol por las lianas, esquivando las flechas, cayendo a un río y usando una caña para respirar bajo el agua. Hathaway continúa usando una angulación y elección de planos formidable ---
--- En Camelot habla con Arturo y sus caballeros. Allí dice quien es, lo que le pasó y su aventura con el “Caballero Negro”. Hathaway muestra la reunión de la “Tabla Redonda” en visión fragmentada y cuando Valiente es aceptado como escudero de Sir Gawain enfoca a todos los componentes con la “Tabla” en  el centro con un plano general de conjunto ---
--- El torneo donde un atrevido Valiente (siempre hará honor a su apellido) suple al herido Sir Gawain (con la cara cubierta por el casco) y cae derribado por Sir Brack está más que correcto (los he visto mejor filmados pero muchos otros, peor). Cuando el Príncipe es herido y atendido en el castillo de Aleta hay momentos interesante. Al descubrir a su futuro amor, la ve en un plano medio y contrapicado, alumbrada por una lámpara en el techo y pregunta si está en el paraíso. Será demasiado rápido el mutuo amor (solo un día). La princesa Aleta tiene una hermana, Ilene (enamorada de Sir Gawain), ambas son hijas del rey Luke. La belleza de ambas muchachas es expresada/mostrada en la variedad e indumentaria: Aleta es rubia y casi siempre viste de blanco mientras Ilene es morena y su vestido es oscuro. Los equívocos se cruzan entre los personajes: Valiente/Aleta/Sir Gawain (que en un principio está enamorado de Aleta la cual es también pretendida por Sir Brack)/Ilene ---
---Cuando Aleta y Valiente (ha descubierto el secreto de Sir Brack) son raptados por los esbirros de Sligon y llevados prisioneros con los padres del príncipe, caídos también en manos del vikingo traidor, el nivel baja y, siendo aceptable (sin perder el dinamismo), está por debajo de lo anteriormente comentado. Valiente huye de su prisión y se une a sus seguidores, comandados por el leal Boltar. La batalla está bien mostrada y el usurpador es muerto en duelo por Valiente gracias a la espada de su padre. Volverá a Camelot, desenmascarará a Brack delante de la “Tabla Redonda” y le matará en duelo ante de Arturo, Gawain y demás caballeros. El príncipe es nombrado caballero de la “Tabla” por Arturo y su espada Excalibur. Doble boda: Valiente –Aleta y Sir Gawain- Ilene ---
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.  Excelente película de aventuras. Hay otra versión en 1996 de la cual es mejor correr un tupido velo…
                                                                   Narcís Ribot i Trafí
(*)- Víctor Mora Pujadas creó un gran cómic en 1956: “El Capitán Trueno”. Según el autor su inspiración le vino de “El Príncipe Valiente” de Foster. Gracias al éxito creó otro personaje, “El Jabato” con casi las mismas virtudes (las aventuras de ambos personajes fueron exportadas más allá de nuestras fronteras). La escena comentada está en uno de los números consecutivos titulados “La sombra de Nerón” y “¡Kimberlan!”, una de las mejores aventuras del “Jabato”, comentada en estas  páginas de “Cine y Cultura” en dos partes



domingo, 22 de diciembre de 2019

LA ISLA MISTERIOSA



                    ---“Amigos míos --- dijo Cirus Smith, con voz profundamente conmovedora ---, roguemos al Dios de todas las misericordias que reciba el alma del capitán Nemo, nuestro salvador”   (“La isla misteriosa”, de Julio Verne)

                   Si se hiciera un concurso para dirimir cual es el mejor libro de aventuras de todos los tiempos “Treasure Island“ (La isla del tesoro”), de Robert Louis Stevenson (publicada 1883 como novela pero aparecida uno y dos años antes por entregas en la revista infantil “Young Folks con el título de “The Sea Cook, or Treasure Island”) sería un serio candidato al premio. Hablamos de ella en estas páginas para comentar una atractiva versión cinematográfica, quizás la mejor, la de Byron Haskin (1950) --- realizador de “Cuando ruge la marabunta” --- y producida por Walt Disney Company en Gran Bretaña. Sin embargo existen varias obras que le opondrían feroz competencia. Una de ellas sería la que también lleva el título de ISLA en el enunciado: “L´île Mystérieuse” (“La isla misteriosa”) de Julio Verne, publicada por vez primera en 1874.
I)-UN INSIGNE AUTOR                                                                                                    
Con motivo de llevar a estas páginas dos novelas suyas convertidas en las mejores adaptaciones cinematográficas --- “Viaje al centro de la Tierra”, de Henry Levin (1959) y “20.000 leguas de viaje submarino”, de Richard Fleisher (1954) --- hablamos de Jules Gabriel Verne (Isla Feydau de Nantes, 1828- Amiens, 1905), más conocido como Julio Verne. Inteligente + imaginativo + estudioso + intuitivo + hijo de su tiempo, siglo XIX de grandes descubrimientos, + apasionado por la geografía + siempre al tanto de los hallazgos científicos y por todo ello considerado como profeta de la anticipación de la tecnología y del saber. Ha de añadirse la última cualidad: gran escritor (en vida fue reconocido pero en muchos ambientes su obra estaba considerada “para jóvenes y niños”). Entusiasmado por los descubrimientos cayó más adelante en un pesimismo (hasta cierto punto lógico) por el mal uso de estos. Un ejemplo de su portentosa imaginación en su acercamiento a la realidad está en su novela “De la Tierra a la Luna”: 1) un viaje espacial, 2) un proyectil en cuyo hueco interior van los astronautas, 3) la nación que podía realizar tal empresa (Estados Unidos), con una sugerente referencia a otra nación competitiva (Rusia), también interesada en viajes espaciales, 4) el lugar idóneo para el despegue (Florida, en Verne, muy cerca de Cabo Kennedy, en la realidad), 5) su cohete era de peso y envergadura semejante a los Apolo, 6) la coincidente trayectoria para efectuar el viaje y la satelización de la nave alrededor de la Luna), 7) la falta de gravedad en el espacio exterior, 8) la regeneración del aire en circuito cerrado, 9) el sistema de cohetes para modificar la trayectoria y 10) al regreso la nave llega a la Tierra: en Verne cae en el mar a cuatro kilómetros del lugar exacto en donde aterrizaría el Apolo VIII, la primera nave tripulada protagonista de la órbita lunar muy parecida a la imaginada por Verne...
Además Julio Verne sugirió la aparición del nazismo en “Los 500 millones de la Begun” (1879) y lo pinta con terrible y nítida exactitud en “La impresionante aventura de la misión Barsac” (aparecida  en forma póstuma y publicada por su hijo Michael Verne en 1914).
En lo que se refiere a “La isla misteriosa” era una época, incluso antes de su publicación en 1874, en donde Verne ya conocía la fama aunque no en su totalidad desde el punto de vista literario (más adelante la obtuvo cuando se reconoció que no solamente era “literatura para niños y jóvenes” sino para todos los públicos y se trataba de un gran escritor) y, en cambio, sí en la parte económica puesto que ganó mucho dinero y llegó a ser millonario. Fue en este momento de tranquilidad cuando Verne realizó su obra cumbre de forma un tanto curiosa. Esbozos de años anteriores le sirvieron para tejer una novela (resultó fallida) de aventuras, “El tío Robinson”, siguiendo la moda del “robinsonismo” inaugurada por Daniel Defoe un siglo antes en su “Robinson Crusoe”.  El “robinsonismo” es la aventura de un o varios náufragos en una isla desierta. El agilizar la inteligencia para sobrevivir será la trama de la historia. Verne era admirador de “El robinsón suizo” o “La familia suiza Robinson” escrita por el pastor evangélico Johann Wyss. Pero a Pierre- Jules Hetzel, amigo y editor de Verne, no le gustó “El tío Robinson”, principalmente porqué no había ciencia en la narración. El escritor aceptó y así nació “La isla misteriosa”.
Solo esquemáticamente coinciden novela- película. En el escrito de Verne es puro libro de aventuras en donde se da, más que innovaciones científicas, tecnología aplicada cara a la supervivencia: durante la guerra de secesión americana unos prisioneros nordistas escapan de una prisión sudista sirviéndose de un globo. Una gran tempestad les arrastra muchas millas Océano Pacífico adentro hasta ir a parar a una isla desierta (se desgarra la envoltura del globo) en donde hay bosque, un lago, varios riachuelos, algún valle y un volcán extinguido. Los náufragos son el ingeniero Cirus Smith, su criado Nab, el periodista Gideon Spilett el marino Pencroff y su ahijado Harbert (adolescente, hijo del capitán de Pencroff). Nab (en realidad se llama Nabucodonosor), ex esclavo negro manumitido por Smith y a su servicio además del perro Top de Smith y, más adelante, en la isla, capturan y domestican un orangután a quien llamarán “Joop” o “Jup” (diminutivo de “Júpiter”).
No creo sea un error de Verne el reunir en esta isla distintos animales que, a no ser por el hombre, nunca convivirían juntos, fauna de distintos puntos del globo. Creo está hecho a propósito. Smith, gracias a su inteligencia y cultura es elegido jefe para tratar de aplicar lo mejor posible la tecnología sobre los recursos de la naturaleza. No tienen nada, salvo sus ropas pero parece hay en la isla (bautizada por los náufragos con el nombre de “Lincoln”) una fuerza misteriosa que les ayuda: en realidad el capitán Nemo de “20.000 leguas de viaje submarino” el cual se presentará más adelante para comunicarles que los restos de su nave, el submarino Nautilus, reposan en la isla (ya no puede navegar). Estos robinsones les falta algo que le sobraba a Crusoe de Defoe: el tiempo, puesto que el volcán entrará en erupción y el mar se tragará la isla. Más adelante encontrarán otro náufrago en una isla vecina, Tabor, distante a unas pocas millas de Lincoln. Se trata del ex bandido Ayrton (presente en “Los hijos del capitán Grant”) arrepentido de sus pasadas fechorías y desterrado allí por lord Glenarvan. Aparecerán unos piratas, antiguos compañeros de Ayrton, pero serán destruidos por el misterioso Nemo. Finalmente nuestros protagonistas lograrán sobrevivir, recogidos por lord Glenarvan, a excepción de Nemo quien les ha pedido que hundan al Nautilus en el fondo del mar para que sea su tumba.
Destacan los trabajos de supervivencia: forman una lente con cristales de dos relojes y así consiguen fuego, fabrican ladrillos con arcilla, construyen un horno para cocer las piezas de alfarería, una tosca pero eficaz fragua les proporciona el poder construir armas, hay abundante caza (se puede resolver la alimentación), fabrican herramientas rudimentarias pero funcionales y actúan como leñadores, carpinteros y vidrieros, domestican animales que les proporcionan leche y lana, un grano de trigo perdido entre los pliegues de la chaqueta de Harbert servirá para iniciar una cosecha, un molino mediante partes del globo para moler el trigo y la construcción de un elemental  ascensor hidráulico para subir a la cueva en donde residen, unos metros de alambre que pone en comunicación la vivienda humana (la cueva) con los corrales de los animales, la construcción de un telégrafo (aunque de corto alcance) mediante una también rudimentarias pila eléctrica. Finalmente iniciarán la construcción de una barca para poder alejarse de la isla.
Que Verne sentía debilidad por el tema del “robinsonismo” no hay duda: escribió además “Escuela de robinsones” y “Dos años de vacaciones” ...
II)- LOS COMPONENTES Y LA PELÍCULA
Existía un guión original de Kenneth Kolb en propiedad de la Columbia desde 1958 el cual asumía las líneas esenciales de “La isla misteriosa” de Verne pero a la compañía cinematográfica no le satisfacía la parte final. Más adelante conectaron con el productor Charles H. Schneer, asociado con el autor de efectos especiales y criaturas maravillosas llamado Ray Harryhausen (1920- 2013), alumno y seguidor en el stop-motion (animación fotograma a fotograma de objetos o seres estáticos) de aquel otro grande, creador de los efectos del único “King- Kong” (Ernst Beaumont Schoedsack y Merian C. Cooper, 1933) entre otras: Willis O'Brien (1886- 1962). De los dos hablamos en estas páginas hace algún tiempo. El guión definitivo de “La isla misteriosa” fue escrito por John Prebble, Daniel Ullman y Crane Wilbur.
Las dos confluencias principales para crear una película familiar, entrañable y que hace pasar un buen rato se deben a los efectos especiales de Ray Harryhausen y la música de Bernard Herrmann
Mucha parte de la película fue rodada en las mismas playas utilizadas tres años antes en la magnífica “Simbad y la princesa”, de Nathan Juran (1958) en otro encuentro del músico Bernard Herrmann --- se habían reunido felizmente antes en “Los viajes de Gulliver”, de Jack Sher (1960) y volvieron a hacerlo en la magistral “Jason y los Argonautas”, de Don Chaffey (1963) --- o sea S'agaró y playa de la Conca (de donde es quien suscribe estas líneas) mientras los técnicos británicos en los estudios Shepperton de Surrey (Inglaterra) creaban los decorados con pinturas sobre cristal (Matte Paintings) bajo la dirección artística de Bill Andrews --- paisajes parecidas a algunos dibujos previos de Willis O'Brien y algunos grabados de Gustavo Doré, tan de ensueño y paradisíacos como salvajes y amenazantes --- y también una plaza de la ciudad de Richmond (Virginia) en miniatura para la escena del globo y en decorado real, todo ello combinado con la nítida y colorista fotografía de Wilkie Cooper. El cangrejo gigante fue comprado en el mercado, se vació y en su interior se colocó un esqueleto articulado construido por el padre de Harryhausen. No podemos olvidar al técnico español Francisco Prosper el cual realizó la maqueta de la cueva en donde una pareja de náufragos se defiende de los ataques de una abeja gigante y también partes del cangrejo gigante a tamaño real (las pinzas, cuando los humanos han logrado arrojarlo a un géiser y les ha servido de cena). El “Nautilus” fue igualmente representado en miniatura y tamaño real, procurando parecerse al original de “20.000 leguas de viaje submarino”, fabricados en los estudios de Sevilla Films en Madrid.  
Harryhausen anima en esta ocasión tres especies de animales que han devenido gigantescos: a) el cangrejo, b) las abejas en su panal y c) el cefalópodo llamado “Nautilus”(igual que la nave del capitán Nemo, en realidad una especie de calamar o pulpo dentro de una concha de caracol), aparte de unos mejillones enormes (un metro), naturalmente inmóviles en las rocas, recogidos por los náufragos para comer, quienes se preguntaran el porqué del tamaño de esta fauna y la respuesta vendrá cuando se presente el capitán Nemo y les diga que el crecimiento proviene de sus experimentos: con el gigantismo intentará erradicar el hambre del mundo (como en “20.000 leguas de viaje submarino” intentaba eliminar la guerras de la faz de la tierra pero con violencia) porqué aparte de un marino excepcional es un brillantísimo científico, un hombre muy inteligente (“pensad en ovejas y cabras del tamaño de un elefante, la cantidad de leche y carne que se conseguiría” les dice a los asombrados náufragos y les explica sus planes). Aparte, el ave prehistórica presentada primero como una sombra proyectada sobre el periodista Spilett a quien interrumpe su siesta en el bosque. Sorprendido observa a esta especie de gallo gigante de unos tres metros de altura y huye despavorido. Como un híbrido entre pollo y avestruz, aterrorizará a los humanos entrando en el cercado hasta caer abatido por un disparo de Nemo que no oyen porqué se está quebrando una madera de la valla. En realidad es un Phorusrhacos o Phororhacos, un ave no voladora presente en la Patagonia ya extinguida (época del Terciario). Cuando lo guisen para la cena descubrirán la bala.
El insigne compositor para el cine  Bernard Herrmann (1911 -1975), uno de los más grandes --- aparte de las citas con Harryhausen hizo inmortal música para Alfred Hitchcock (“Vértigo”, “El hombre que sabía demasiado”, “Pero...¿quién mató a Harry”, “Falso culpable”, “Con la muerte en los talones”, “Psicosis”, “Marnie, la ladrona”), Henry King (“Las nieves del Kilimanjaro”, “El capitán King”), Henry Hathaway (“La hechicera blanca”, “El jardín del diablo”), Robert Wise (“Ultimatum a la Tierra”),  Michael Curtiz (Sinuhé, el egipcio”), Orson Welles (“Ciudadano Kane”, “El cuarto mandamiento”), François Truffaut (“Farenheit 451”), Raoul Walsh (“Los desnudos y los muertos”) y Joseph L. Mankiewicz (“Operación Cicerón”, “El fantasma y la señora Muir”), entre otros. Herrmann compone una música grave e inquietante desde el principio con variación de instrumentos en los momentos en donde se hace presente el elemento fantástico, especialmente los gigantescos animales  (1): a) instrumentos de madera, viento, cuerdas, flautas, percusión y cuernos franceses al aparecer el cangrejo gigante; b) se acrecienta la importancia de la tuba y la madera para dar un sentido/sonido cómico al presentarse el prehistórico Phorusrhacos (del griego “Phoros”= Portador y “Rhakos”= Harapo, Arruga, por las arrugas que cubrían su faz), c) multitud de instrumentos de diversas familias  cuando el soldado Herbert Brown y Elena Fairchild son acosados por una y después por varias abejas gigantes, molestas por haber invadido su habitáculo y los acorralan en una celdilla hexagonal para capturarlos (podrán huir con humo y fuego provocado por ellos) y d), misma variedad de instrumentos en la escena submarina del cefalópodo gigante (“Nautilus”), dirigida por el especialista de la segunda unidad Egil Woxhold que nos recuerda la conexión con “20.000 leguas de viaje submarino”, cuando con uno de sus tentáculos captura al sargento sudista Pencroft y los demás acaban con el monstruo disparándole con un arma que emite rayos laser (envolviendo momentaneamente la toma con su clásica tinta después de soltar a Pencroft). También parcela su música en los llamados factores naturales (inclemencias, del tiempo, tempestades que arrojan el globo de un lado a otro, el volcán que entra en erupción, actuando incluso el latón)...
Quien liga todos los elementos es CY ENFIELD (USA, 1914- Reino Unido, 1999). Era un gran aficionado al ilusionismo, entró en el teatro y fue fichado por Orson Welles para Mercury Productions, por aquel tiempo perteneciente a R.K.O. Pictures. Escribió guiones y en 1942 realizó su primer cortometraje (“La inflación”), tomando ya el asiento de director para cortometrajes y alguna película de bajo presupuesto, siendo “The Underwold Story” (1950) y “The Sound of Fury” (1950) sus obras más recordadas. En 1951 fue citado ante el “Comité de Actividades Antiamericanas” por pertenecer al Partido Comunista y se exiló a Inglaterra en donde rodó algunas películas con su nombre completo y verdadero: Cyril Raker Endfield. Allí conoció al actor Stanley Baker con el cual trabajó en varias ocasiones De este periodo recuerdo, entre alguna otra, “Hell Drivers” (“Ruta infernal”, 1957), una película formidable denunciante de una corrupción laboral. Regresó a Estados Unidos intermitentemente y allí dio su obra más popular y celebrada: “Zulu” (“Zulú”) para Paramount (1964). Intentaré hablar de Enfield en otra ocasión, solo recordar que era un realizador con altibajos en su carrera pero interesante (en “De Sade” y “Las arenas del Kahari”, p. e., parece inclinarse por el estilo televisivo y fácil lo cual ha sido letal para el cine) solo recordar su pesimismo ante los actos del ser humano que él refleja en alguna de sus películas (no hay épica en “Zulú”, solo cumplimiento del deber --- cuestionable --- por parte de unos y fanatismo por la de otros). En otras ocasiones demostró saber conjuntar los planos y ofrecer un buen espectáculo. En “La isla misteriosa” es, como se ha dicho, más un film de Ray Harryhausen (2) y su animación que del artesano de turno, en el caso Enfield supo llevar a cabo de forma más que correcta los atractivos elementos puestos a su disposición...
Las diferencias novela película son principalmente: a) la fauna. Los animales actuales del libro son substituídos por los animales gigantes (cangrejo, abejas, “nautilus”) y el prehistórico (“Phorusrhacos”) de Harryhausen; b) la aparición de las dos féminas en el film --- Elena Fairchild (Beth Rogan), la cual se prometerá al soldado Herbert Brown (Michael Callan), y su tía Lady Fairchild (Joan Greenwood) ---, impensables en el misógeno Verne pero si tributo de Holltwood y c) variaciones de los personajes y sus funciones en la obra, p. e. el ingeniero Cyrus Smith (libro) es substituido por el capitán del ejército nordista Cyrus Harding (Michael Craig) el cual será el jefe del grupo, completado por el periodista Gideon Spilitt (Gary Merrill), el soldado Herbert Brown, el cabo de color Neb Nugent (Dan Jackson)  y el sargento Pencroft (Percy Herbert) de ejército sudista el cual, inconsciente, es llevado en el globo en poder de los miembros de la Unión pasando ahora a ser él el prisionero. Mención especial merece la interpretación de Herbert Lom como el capitán Nemo quien no desmerece en nada a la de James Mason en “20.000 leguas de viaje submarino” aunque tenga menos momentos de actuación. Inolvidable cuando se presenta ante el grupo de náufragos y se da a conocer aún embutido en su escafandra construida a partir de moluscos y caracoles marinos.
Ataca las guerras aunque Cyrus defienda su causa y Pencroft la suya, le dice al corresponsal de guerra Spillit “Los soldados ponen la sangre y usted pone la tinta” y Cyrus le responde “Usted no es el más indicado para criticar la guerra, ha hundido barcos y matado a personas”, contesta Nemo: “Eran barcos de guerra  y a Lady Fairchild: “Supongo no le molestará que haya colocado una bomba hundiendo el barco de estos piratas que les hubieran matado a todos”. Cuando cree que no hay tiempo de huir --- el volcán está a punto de entrar en erupción --- se sienta en el órgano del Nautilus e interpreta el “Tocata y Fuga en Re menor” de Juan Sebastian Bach pero será Cyrus quien tendrá la idea salvadora de reflotar el barco pirata (las cargas habían sido colocadas de forma estratégica por Nemo para tal fin). Nemo morirá en su Nautilus al hundirse la isla y los náufragos lograrán huir con el barco reflotado. Al regresar a la sociedad jurarán comprometerse en el proyecto de la paz y luchar contra el hambre mientras hacen memoria del capitán Nemo...
                
                                                                                        Narcís Ribot i Trafí

1)- “Bernard Herrmann, Cumbres borrascosas”, de Christian Aguilera (T&B  Editores, 2017). La editorial ha publicado varios libros de cine: directores, estudios... y también músicos de cine (Miklos Rosza, Alex North, Jerry Goldsmith...), este de Bernard Herrmann es inédito excelente...

2)- Sobre Ray Harruhausen en España hay dos títulos, ambos muy recomendables:
--- “Ray Harryhausen, el mago del Stop Motion”, de Carlos Díaz Maroto (Calamar Ediciones, 2010) ---
--- “Ray Harryhausen, creador de monstruos”, libro coral, bajo la dirección de Miguel Angel Ramos y Alberto Ruíz de Samaniego (Fundación Luis Seoane, Xunta de Galicia, Ayuntamiento de La Coruña), 2009 ---
Existen bastantes artículos sueltos en la actualidad. Dejando aparte la modestia: un servidor ha publicado algunos (Forum Universitas, Diario de Cine, Fantastik, revista de 1985. un año antes  edité un fanzine para el Festival de Sitges dedicado a Willis O'Brien y Ray Harryhausen, etc.).



sábado, 7 de diciembre de 2019

LA ISLA DEL TESORO, BYRON HASKIN (1950)


                     “Quince hombres van en el cofre del muerto. ¡Ay, ay, ay, la botella de ron! La bebida y el diablo dieron con el resto. ¡Ay, ay, ay, la botella de ron!” (“La isla del tesoro”, de Robert Louis Stevenson)
                    “Si los viejos relatos de bucaneros y oro enterrados, narrados a la vieja usanza, pueden agradar a los jóvenes más sabios de hoy como a mi me agradaron en su día, que así sea”. (Robert Louis Stevenson)
                 “La isla del tesoro” es la narración más pura que conozco, la historia más hermosa que jamás me han contado”. (Fernando Savater)
I)- ROBERT LOUIS STEVENSON O EL PLACER DE LEER. Es un título adecuado porqué fue uno de los grandes de la literatura universal tanto como novelista, ensayista o poeta (quizás su faceta menos analizada), tanto si redactaba relatos cortos o novelas y tanto si son narraciones de viajes, de aventuras o de fantasía. La descripción magnífica y trepidante  de la trama aventurera o fantástica conjugaba perfectamente con el análisis psicológico de sus personajes y su señalada ambigüedad moral en algunos casos. Esta perfecta  y hábil amalgama le dio popularidad (en su momento no toda la merecida ya que algunos trabajos no obtuvieron el éxito esperado). Así el autor se encontrará cómodo en la búsqueda de un tesoro (“La isla del tesoro”, 1883), el desdoblamiento por medios científicos de la personalidad (“El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, 1886), por tanto una novela de Ciencia- Ficción pero extendida más adelante al pasar al cine como mito terrorífico (recordemos a otro ser del panteón mitológico que desdobla su personalidad, basado en leyendas y supersticiones, al influirle una maldición: el hombre- lobo o licántropo --- ahora si es puro cine de terror y fantasía --- y constatar que a la maldad bestial de éste se contrapone una maldad intelectual por parte del Dr. Jekyll al ingerir la pócima para transformarse en Mr. Hyde), una apasionante incursión en la novela histórica (“La flecha negra, 1888) sobre la guerra de “las dos rosas”,  la oposición de dos personalidades --- otra vez --- entre dos hermanos  en la Escocia del siglo XVIII (“El señor de Ballantree”, 1889). He citados sus novelas pero sus relatos de viajes y cuentos de aventuras o fantasía (“Narraciones maravillosas”, 1882 o “El diablo en la botella”, 1893) están a la misma altura literaria al igual que sus poemas (“De vuelta al mar”, 1887 o “Jardín de verso para niños”, 1885).
Robert Louis Stevenson nació en Edimburgo (1850) en una familia acomodada en la que el padre era un reputado ingeniero. Desde su niñez tuvo una vida enfermiza con muchas temporadas de recuperación en la cama (lo cual beneficiaría su imaginación como escritor). Fue un brillante pero indisciplinado estudiante (con debilidad hacia el alcohol). En principio quería seguir los pasos de su padre pero dejó inconclusa la carrera de ingeniería para dedicarse a las leyes, estudios que si completó aunque prácticamente jamás ejerciera. Su auténtica vocación era la de escritor y a los 23 años empezó a escribir (ahora residía en Francia) y a viajar con los primeros indicios de tuberculosis, enfermedad que nunca lo abandonaría. Sensibilidad, pasión aventurera, lenguaje nítido y elegante son cualidades de su pluma y la densidad narrativa-explicativa es el motor que impulsa dinámicamente el desarrollo argumental de la obra. Murió joven, a los 44 años, en Samoa (1894) de una apoplejía (hasta sus momentos finales llevó en sus manos una botella de vino).
Treasure Island” (“La isla del tesoro”) apareció por entregas en el “Young Folks Magazine” teniendo una gran aceptación popular aunque no tuviera un buen arranque crítico. Las novelas de piratas siempre habían impactado entre el público aunque en aquel momento era la novela “rosa” la que estaba de moda. Fue leída por innumerables generaciones y se constituyó en molde clásico de la narración de aventuras.
II) AL CINE- Maurice Tourneur, padre del también realizador Jacques Tourneur (“El halcón y la flecha”, “Wichita”, “La noche del demonio”) filmó la primera y muda versión de “La isla del tesoro” con actores tan reputados como Lon Chaney Sr. y Charles Ogle de la cual poco más se sabe. Es en 1934 cuando la M. G. M. produce la adaptación considerada canónica. Dirigida por Víctor Fleming (quien tuvo la suerte de encontrarlo casi todo hecho después del baile de realizadores y de la macedonia resultante de “Lo que el viento se llevó”, filmando alguna escena y firmando la película en solitario). Víctor Fleming era un artesano y en esta “Treasure Island” (“La isla del tesoro”) ejecuta su oficio, coloca bien una serie de planos y consigue una película interesante con buenos momentos y excelentes escenas pero sin el espíritu stevensoniano que si logra insuflar Byron Haskin en la traslación de 1950. La parte negativa, el “pero” a oponer es el equivocado enfoque de las estrellas protagonistas para actuar en conjunto: Wallace Beery (Long John Silver) y el niño Jackie Cooper (Jack Hawkins), la trama estará siempre en función de la pareja (actuantes en films tan famosos como “El campeón”, de King Vidor). La parte positiva se logra cuando Fleming puede “escabullirse” de las directrices del propietario/productor Louis B. Mayer (buscador del camino más “comercial” posible, hasta cierto punto lógico en los productores, generalmente con buen olfato comercial y poca sensibilidad hacia el estilo, la esencia y, a veces, el buen gusto) y su trabajo se hace más personal.
Otras versiones son inferiores, entre ellas la de John Hough (1972) con Orson Welles (como Long John Silver), que también había proyectado otra adaptación para si, o la de Fraser C. Heston (1990), de resultados discretos, con su padre Charlton Heston encarnando al viejo pirata finalmente arrepentido Long John Silver mientras Christian Bale interpreta al niño Jim Hawkins, apareciendo también en el reparto Christopher Lee y Oliver Reed.
III) LA ISLA DEL TESORO (1950)- Byron Haskin (1899- 1984) demostró en varios de sus títulos que era un realizador notable (“Eficacia y discreción” es el título de un estudio sobre Haskin realizado por Santos Fontela que define perfectamente al director), sin ninguna pretensión y apegado a la Ciencia- Ficción y a la aventura en los años 50-60 y cuya puesta en escena destilaba una robustez plausible. De él recordamos su versión de “La guerra de los mundos” (1953), según la novela de H. G. Wells, “Cuando ruge la marabunta” (1954), probablemente su más famosa y redonda obra, “El Capitán Simbad” (1963), colorista incursión al mundo de las 1.001 noches,  Denver & Río Grande” (1952), un extraño western sobre la construcción de un ferrocarril o “Robinson Crusoe en Marte” (1964), curiosa transposición del personaje de Daniel Defoe, en clave de Ciencia- Ficción, al planeta rojo. Incluso en trabajos con pretensiones didácticas (a partir de los guionistas) que llegan a hacerse pesados (“La conquista del espacio”, 1955 o “De la Tierra a la Luna”, 1958), el sólido estilo de Haskin salva de la debacle total a las obras.
“Treasure Island” (“La isla del tesoro”, 1950) fue rodada en Inglaterra con actores y técnicos ingleses a excepción del niño  Bobby Driscoll (Jim Hawkins) y del realizador Byron Haskin y con positiva extrañación vemos que los elementos corrosivos del autor literario están presentes pese a tratarse de una producción de la compañía Walt Disney (&), la primera con personajes de carne y hueso, que posteriormente se orientó hacia un conservadurismo con pocas aristas y poco riesgo, el llamado convencionalmente “cine familiar” que caracterizó las producciones Disney.
“La isla del tesoro” versión Haskin se abre en un pregenérico azul (cielo diurno a pleno sol y totalmente despejado) donde se despliega una bandera negra con la calavera y las dos tibias cruzadas (el signo de los piratas) que cubre toda la pantalla y oculta el azul brillante mientras suena la muy adecuada música de Clifton Parker. Luego se va desgranando el genérico sobre el pretendido mapa del capitán Joseph Flint, el mapa de la isla donde está enterrado su famoso y codiciado tesoro hasta aparecer las olas rompiendo espumeantes contra las rocas y la playa anunciándonos tiempo y lugar donde se desarrollará la acción. Estamos en la costa oeste de Inglaterra, 1765. Un plano general nos enseña una posada en lo alto de una colina durante el día (sol y nubes blancas) que ahora --- gracias al concurso de la preciosa fotografía de Frederyck A. Young en Technicolor --- deviene en oscura noche. Un hombre de acerca a la posada, enfocado por detrás (en otro plano general más detallado); la cámara se acerca al hombre, siempre por detrás (aún no le vemos la cara)  empalmando con un plano- grúa que nos muestra el nombre del establecimiento: “Almirante Benbow”, mientras la cámara --- prácticamente sin cortar --- sigue la mano del hombre que abre la puerta y observa el interior hasta cruzar por delante del encuadre. La posada está tan maravillosamente ambientada y reconstruida que hace desprender una atmósfera bizarra y asombrosamente conseguida que nos recuerda los futuros trabajos del minucioso decorador Bernard Robinson pata Hammer. El visitante descubre al niño Hawkins (agachado) y conversa con él. El individuo es “Black Dog” (“Perro Negro”) a quien vemos ahora en contrapicado en función amenazante ya que en realidad es un pirata (una gran cicatriz le cruza el rostro) buscador del oro enterrado hace años por el temible capitán Flint, su ex jefe, formando parte de una pandilla donde figura el ciego Pew y otro con una pata de palo, en realidad Long John Silver, antiguo lugarteniente de Flint. El plano del tesoro está en poder del capitán Billy Bones (Finlay Currie), roído por el alcohol, refugiado en la posada, quien finalmente morirá víctima de sus excesos con el ron, pasando el plano del tesoro a manos del niño Jim Hawkins. Habiendo fallecido ya su padre, su madre será siempre una presencia en off a diferencia de otras versiones. Solamente viendo la excelente caligrafía de los planos iníciales nos damos cuenta de la invitación a disfrutar de una espléndida película tan bien planteada como narrada. De todo ello no es ajeno el guión de Lawrence Edward Watkin (1901-1981) que demuestra conocer muy bien la obra de Stevenson y sabe transmitir su hálito aventurero en su traspaso de la novela al film (dificultades inherentes siempre a tener en cuenta) y la relación del niño que hará cambiar en algo al viejo pirata Long John Silver a quien Robert Newton da una interpretación deliberadamente grotesca e histriónica que es un gran acierto, su ambigüedad moral hace dudar al niño y a todo el mundo. Únicamente el cambio en los sentimientos del “pata de palo” al coger cariño a Jim salvará la situación y al final este afecto hacia el niño le salvará a él de la horca dejándole escapar y devolviéndole el favor. La pareja Beery- Cooper  realizó una interpretación sobresaliente, a la altura de su reputación pero la otra pareja, Newton- Driscoll están a su misma altura.
Zarparán en busca del tesoro en el barco “La Española” al mando del honrado capitán Smollet (Basil Sydney) junto con el Sr. Treanaway (Walther Fridgerald) y el Dr. Livesey (Dennis O’Dea, también honestos, pero  la mayoría de la tripulación está al mando del cocinero Long John Silver. A retener la secuencia donde los piratas se reúnen en la bodega para discutir el momento del motín a realizar mientras Jim les escucha escondido en un barril de manzanas. Silver quiere pichar una manzana para comérsela y a punto de herir (sin verlo) al niño se oye la voz del vigía: “¡Tierra a la vista!”. Es la isla donde el pirata Flint escondió su tesoro. La escena del motín y la batalla en la isla es de lo más realista y trepidante: balas y cuchillos penetran en las carnes….en lo alto del palo mayor el muchacho es herido en el hombro por un puñal mientras dispara al rostro de su agresor que se precipita al vacío y después de rebotar en la barandilla cae al agua mientras el barco encalla en la costa. Jim baja la temible bandera pirata y arría la inglesa……………
                                                                      Narcís Ribot i Trafí

(&)- Al reponerse la película en Estados Unidos en 1975 se le amputaron varias escenas consideradas de “excesiva violencia”. La edición en soporte DVD aparece en su versión original, afortunadamente sin los cortes.
El éxito del film hizo brotar una secuela dirigida por el mismo Byron Haskin (producción australiana, 1954): “Long John Silver” (“Aventuras de John Silver”), de resultados más bien medianos, aparte de una miniserie para la TV estadounidense en dos episodios.
Con personajes de carne y hueso la Walt Disney logrará una obra maestra, la mejor adaptación de una novela de Julio Verne (junto con “Viaje al centro de la Tierra”, de Henry Levin, 1959): “20.000 leguas de viaje submarino” (1954), de Richard Fleischer.




jueves, 28 de noviembre de 2019

20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO” (RICHARD FLEISCHER, 1954)


“Las novelas de Verne son inigualables. Las leí de adulto y me emocionaron. Es un maestro portentoso en el arte de tejer historias que fascinan y apasionan al lector”. (León Tolstoi)
“ ...Por eso, a la pregunta planteada hace seis mil años por el Eclesiastés, ¿Quien ha podido sondear  jamás las profundidades del abismo?, hay dos hombres y solo dos en el mundo, que ahora tienen el privilegio de responder: el capitán Nemo y yo”.  (Palabras del profesor Pierre Aronnax que cierran la novela “20.000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne)
I)- EL SUBMARINO
En el ambiente de la época y en la mente de muchos estaba la imagen de la navegación submarina mediante un navío sumergible. Julio Verne (1828- 1905) recogió la idea, como en otras ocasiones,  y escribió una excelente novela sobre el tema en 1867: “Vingt Mille Lieus sous les Mers” (“Veinte mil leguas de viaje submarino”). La “anticipación”, la originalidad en Verne consiste en un submarino, el “Nautilus”, tan misterioso (aparece de improviso en los mares lo cual hace pensar en un gigantesco cetáceo no identificado que ataca y hunde buques) como rápido, cómodo y seguro, además, y muy importante, se propulsa por una energía desconocida (¿atómica, eléctrica?), hallazgo del capitán Nemo el cual además es el diseñador/creador del singular navío. El genio de un entusiasmado e inspiradoVerne dio como fruto a una de sus mejores y más leídas obras. Tan popular que el primer submarino de energía nuclear del mundo construído por Estados Unidos en 1954 se le bautizó como “Nautilus” en homenaje al gran escritor francés. Un año después --- con 97, 5 m. de largo, 7, 5 m. de calado, pintado de blanco y con el número de casco SSN-571 --- fue botado y en 1957 consigue hacer bajo el mar 60.000 millas marinas, una distancia igual a las 20.000 leguas de la novela (equivalente a unos 111.100 km.). Fue el primer submarino en llegar al Polo Norte (el “Nautilus de la novela llega al Polo Sur)  y en 1980 se retiró de la navegación funcionando como museo flotante en Groton (Connecticut). Antes de Verne recordemos que se hablaba de un artefacto sumergible ideado por el genio renacentista Leonardo da Vinci aunque él mismo destruyó los planos, en 1620 el científico holandés Cornelius J. Drebbel inventó un navío de madera recubierto de cuero provisto de remos con el cual transportó a 12 remeros y varios pasajeros en diversos viajes bajo el río Támesis (se le suministraba oxígeno desde la superficie durante la inmersión) y el siguiente paso es un submarino militar (en forma de huevo y con solo una persona) a cargo del ingeniero estadounidense David Bushell en 1770: se le bautizó como “La Tortuga” la cual se desplazaba gracias a dos enormes mecanismos semejantes a tornillos movidos manualmente (entraba agua en un tanque de lastre para sumergirse y al ser expulsada por una bomba manual subía a la superficie mientras unos lastres de plomo mantenían al navío en posición vertical; se realizaron ensayos en 1775). Robert Fulton, inventor del barco a vapor, construyó un sumergible de 6, 5 m (1796-1800) al que llamó “Nautilus” (fue ofrecido a Napoleón pero lo rechazó) y sirvió de título e inspiración a Julio Verne para su novela. La nave era de forma parecida a los submarinos actuales con las novedades de timones horizontales y verticales además de aire comprimido como oxígeno para la inmersión. Durante la guerra de la independencia de Estados Unidos y, más adelante, la guerra de Secesión americana se usaron esporádicamente varios sumergibles. Ya antes, a partir de la segunda mitad del siglo XIX se hicieron numerosos ensayos para perfeccionar la navegación bajo el agua: aquí es cuando surgen los españoles Isaac Peral (motor eléctrico nutrido por unos acumuladores ideados por él mismo) dado a conocer en 1885 y, anteriormente, Narcís Monturiol inventó un sistema de propulsión a vapor en su segundo submarino, el “Ictíneo”. Entre ellos dos se encuentra otro español, frecuentemente olvidado: Cosme García Sáez el cual llegó a construir dos submarinos, el primero era un cilindro de metal con varios depósitos adosados (entrada- salida del agua como lastre para bajar -subir a la superficie) y el segundo --- avance en la mejora técnica --- podía alojar a dos personas, patentado en París como el “Garcibuzo” en 1860, mismo año de la primera prueba en el puerto de Alicante y (pilotado por el inventor y su hijo) permaneciendo 45 minutos sumergido. Al negarsele la subvención y desentenderse el gobierno de Isabel II del hallazgo, el descubridor quedó sumido en la pobreza. El caso de Cosme García Sáez y el hecho de que Peral y Monturiol obtuvieron bastante rechazo (y hostilidades en alguna ocasión) a causa de sus descubrimentos renueva la leyenda negra de continua batalla entre la España oficial (ista) --- mande quien mande --- y los inventores obligados, en numerosas ocasiones, a emigrar al extranjero y después lamentarlo aquí...
II)- LA NOVELA
Al escribir “20.000 leguas de viaje submarino” Verne señala un invento ya totalmente consolidado y movido por una energía, gracias al genio del capitán Nemo, la cual se descubrirá en un futuro. También es original la misteriosa tripulación del Nautilus procedente de todos los paises, quienes no contestan a las preguntas del profesor Aronax al subir al submarino (guardan silencio) a pesar de dirigirse a ellos en francés y en inglés --- la aparición de Nemo dará la respuesta a los tres naúfragos y al lector --- puesto que hablan entre ellos un idioma desconocido (años antes de la creación real del esperanto y del volapuk) además del papel jugado por la electricidad presente en el navío --- antes que Zénobe Gramme descubriera la dinamo --- y la cantidad de palancas en la sala de mandos preconizantes del submarino real en un futuro.
En plena gestación de la obra (comenzada en 1867, publicada en 1870) apareció en el periódico “Petit Journal” a finales de 1867 una novela por entregas, “Viaje bajo las olas” del Dr. Rengade, utilizando el pseudónimo de Aristide Roger, la cual era un claro plagio de la obra de Verne (en este momento era ya un escritor con bastante o mucha reputación), quien llegó a protestar publicamente al director del periódico en una carta. A pesar de todo “Viaje bajo las olas” conoció varias reediciones. Aquí el sabio capitán se llamaba Trinitus en lugar de Nemo y el submarino maravilloso era el “Relámpago” en vez del “Nautilus” pero diez años después la fama de Nemo/Nautilus hundió totalmente al Trinitus/Relámpago. La historia del original “Quijote” de Miguel de Cervantes y el “Quijote” de Alonso Fernández de Avellaneda (probablemente un pseudónimo) se repitió.
Mientras escribía Verne cambió varias veces el título: “Viaje bajo las aguas”, “Viaje bajo los océanos”, “25.000 leguas bajo los mares” y, finalmente, “20.000 leguas de viaje submarino”. La idea original del autor era que el capitán Nemo (“Nemo” en latín = “Nadie”, respuesta de Ulises/Odiseo al cíclope Polifemo en “La Odisea” de Homero) fuera un patriota polaco con su pais terriblemnte reprimido por el zar ruso Alejandro II pero el editor de Verne, Pierre- Jules Hetzel, le recordó las buenas relaciones de la Rusia zarista con el gobierno de Napoleón III y le hizo cambiar. En “20.000 leguas de viaje submarino” solo sabemos de él como un hombre amargado que perdió a sus seres queridos (esposa, hijos) y su venganza no es solo contra la nación responsable (intuimos que es Inglaterra) sino contra toda la humanidad. Será en su próxima novela, “L’ile mysterieuse” (“La isla misteriosa”, publicada en 1874) cuando Verne nos revele la identidad de Nemo: en realidad un príncipe hindú llamado Dakkar.
La historia comienza en 1866: se habla de un monstruo marino provisto de un espolón que hunde barcos (más bien de guerra) o los avería seriamente (preferentemente de carga o pasajeros). Una fragata americana es elegida para acabar con esta especie de narval. Un choque tremendo con el presunto animal hace caer al agua al profesor francés Pierre Aronax (es el narrador en primera persona), especializado en Historia Natural, su criado Conseil (Consejo) y el arponero canadiense Ned Land los cuales descubren que el supuesto cetáceo es una nave sumergible, conociendo, más tarde, al capitán Nemo quien les concede un refugio a bordo pero no les deja ir puesto que él y su obra han de permanecer en secreto. Nemo ha roto prácticamente con tierra firme: todo alimento lo extrae del mar, incluso sus cigarros puros son elaborados con algas marinas. El Nautilus navegará primero por aguas del Pacífico (pesca submarina en los bosques sumergido de la isla de Crespo), después el estrecho de Torres (Nueva Guinea- Australia), entran en el Índico (contemplan la pesca de perlas en Ceilán), la costa arábiga, túnel subterráneo bajo el canal de Suez, costas de Grecia, en dos días cruzan el Mediterráneo y penetran en el Atlántico, llegan a la bahía de Vigo y después rumbo al Sur, ven los restos de la mítica Atlántida, el continente perdido que unía África con América para llegar a los mares antárticos, luchas con los hielos y rumbo al Norte hasta llegar a las costas de Noruega y colocar Nemo (¿intencionadamente?) su navío en el gigantesco remolino del Maelstrom (1). Solo sobrevirán Aronax, Conseil y Ned Land gracias a haber escapado en canoa un tiempo antes y en un efecto extraño rebotar como una peonza ...
III)- LA PELÍCULA
La Walt Disney Productions presentó en 1954 “Twenty Thousand Leagues Under the Sea” (“20.000 leguas de viaje submarino”), dirigida por Richard Fleisher e interpretada por James Mason (capitán Nemo), Paul Lukas (profesor Aronax), Kirk Douglas (Ned Land) y Peter Lorre (“Consejo”). La elección no pudo ser mejor. En verdad el cuarteto interpretativo principal brilla a gran altura especialmente James Mason el cual asimismo encarnó al profesor Lidenbrock en la también verniana “Viaje al centro de la Tierra” (Henry Levin, 1959), o sea en las dos mejores transcripciones del escritor a la pantalla. La dirección fue encomendada al hasta entonces no muy conocido RICHARD FLEISCHER (1916- 2006) --- hijo de Max Fleischer, realizador de animación y creador de las series de Betty Boop y Popeye --- quien había empezado en la serie B especialmente en films de cine negro (2) y con “20.000 leguas...” se encontrará con un presupuesto más holgado y también con “la película de su vida”. Con la esperanza de detenernos con él en otra ocasión recordemos varios films suyos memorables: “Viaje alucinante” (un submarino reducido al tamaño de una bacteria circulando por un cuerpo humano para intentar curarle una herida de bala; una gran obra de Ciencia- Ficción), “Hasta que el destino nos alcance”, “El estrangulador de Boston”, “Los vikingos”, “El estrangulador de Rillington Place”, “Duelo en el barro”, “Tora!, Tora!, Tora!”, “El extravagante Dr. Dolitte”, “Barrabás”, “Conan el destructor”, “Red Sonja”, etc. Siendo un “todo terreno”, la elección de los planos, la buena combinación de la interpretación y la técnica y la suerte de sus éxitos en taquilla  + crítica de varias cintas suyas dan al hábil Richard O. Fleischer (como firmaba sus obras al inicio de su carrera y durante algunos años) el título indiscutible de gran realizador con un legado de films muy interesantes y casi siempre atractivos. Aquí contó con un excelente elenco de actores, de un magnífico equipo técnico y se rodó en Cinemascope lo cual ofreció al espectador una serie de secuencias submarinas desbordantes y espectaculares con escenas rodadas al estilo documental incidiendo en la vena didáctica propuesta en las páginas de Verne. Posee una vitalidad visual y narrativa (en el subyugante Technicolor de la época). La película es narrada con voz en off también por el profesor Aronax en los lugares donde nos es situada la historia. Prácticamente todo el film brilla a gran altura: el Nautilus diseñado por Harper Goff para la película (un auténtico hallazgo) mientras que el interior estaba diseñado al estilo de un hogar pequeño burgués victoriano y las estancias en donde predominaba lo metálico y en los pasillos eran de estilo modernista antes de que apareciera este movimiento artístico (año 1866 en el cual transcurre la historia) pero entrañablemente adecuado, la nítida fotografía de Franz Planer, la preciosa dirección artística de John Meehan y Emile Kuri quienes recibieron un Oscar (1954) así como otro por los mejores efectos especiales para la Walt Disney Studios y una candidatura al Oscar para Elmo Williams como el mejor montaje. La música, bastante acertada, era de Paul J.Smith y el guión de Earl Fenton difería en algunos puntos y situaciones con la novela pero era fiel absolutamente a ella en el espíritu verniano. Todo la técnica junto con la interpretación perfectamente conjuntadas por Fleischer.
Antes de este clásico podríamos decir que la historia vio luz en el incipiente cine con “20.000 Leagues Under the Sea”, de Wallace McCucheon (1905), cinta totalmente perdida y dos años después con “20.000 Lieus Sous les Mers” (Francia, 1907), del gran Georges Méliès que nada tenía a ver con la historia de Verne, solo una fantasía onírica de un pescador en sueños. Stuar Paton adaptaba libremente la historia para la compañía Universal (1915), mismo título que el film extravíado de 1905, con Allen Holubar como capitán Nemo, y otras libres adptaciones del personaje de Nemo en “La ciudad de oro del capitán Nemo”, excelentemente dirigida por James Hill (1969) y “Viaje a la Atlántida del capitán Nemo” (1977), de Alex March (1977), bastante irregular (buenas escenas y otras mediocres) además de las transcripciones de “La isla misteriosa” en donde aparece también el personaje de Nemo. Hay otra versión (para la TV de Estados Unidos) de “20.000 leguas ...”, de Roy Hardy (1997) protagonizada por Michael Caine. Vi algunas escenas en un pase televisivo que no están mal pero son incomparables con el film de Fleischer.
El vocacional profesor Aronax queda atraído por la ciencia del capitá Nemo, se harán amigos a pesar que en ocasiones estén en desacuerdo; Ned Land es bastante inculto, mujeriego y borracho, en cierto sentido la antítesis de Nemo a quien hará perder la paciencia en más de una ocasión aunque en otra le salvará la vida jugándose la suya (el ataque del calamar gigante) mientras el criado “Consejo” es siempre fiel al profesor Aronax aunque finalmente haga causa común con Ned Land porqué cree que su amo, apasionado por la ciencia de su anfitrión, ha perdido la personalidad y se ha convertido en otro Nemo. Veamos algunas diferencias novela/guión:
--- En el film no aparece el capítulo en donde el “Nautilus” pasa apuros al ser atrapado bajo los hielos del Polo Sur ---
--- Tampoco está el del ataque del submarino a los cachalotes con el espolón para salvar a un rebaño de ballenas ---
--- La foca “Esmeralda” a bordo del submarino no existe en la novela, es invento del guionista. Hará muy buenas migas con Ned Land y se salvará con los tres hombres cuando Nemo decida “suicidarse” con toda su tripulación ---
--- En el libro Nemo acerca su nave al remolino gigante llamado Maelstrom. En la película el Nautilus desaparece después de una explosión provocada por Nemo en su propia base (la isla Vulcania) al ser descubierto por sus enemigos ---
--- Solamente aparece un calamar gigante en el film, varios en el libro. Probablemente un Arxiteuthis dux (especie más identificable de este cefalópodo gigante) o un Mesonychoteutis hamiltoni (conocido como “calamar colosal” para diferenciarlo del Architeuthis) los cuales pueden llegar a medir de 10 a 17 m. y muchos científicos creen que algún ejemplar de “calamar colosal” puede alcanzar los 30 m. ---
Hay algún detalle más pero Fleischer sabe extraer al máximo --- mediante la planificación (aquí reside uno de sus méritos más destacables) --- la psicología de los personajes vernianos basándose esepecialmente en un contraste dual:
--- “Bajo el mar el hombre no tiene poder, no hay maldad”, dice Nemo ---
--- Cuando los tres naufragos ponen el pie en el Nautilus observan un entierro bajo el mar, entre corales; la extraña mirada de “Consejo” no tiene correspondencia, será necesario que el científico Aronax mire también por el ojo de buey para que el realizador (mediante cuatro planos) muestre la ceremonia fúnebre submarina (un tripulante del Nautilus muerto por accidente) ---
--- En otra ocasión Aronax contempla el mar desde un ojo de buey. Flescher planifica como si el mar contemplara dentro del submarino al sorprendido profesor ---
--- La cultura: Nemo toca al órgano del salón la más famosa de las cuatro “Tocata y fuga” de Juan Sebastian Bach (en re menor, BWV 565) delante la vulgaridad (plano contrapuesto) de Ned Land fabricándose una guitarra con la cual tocará la repelente cancioncilla que canturreaba al inicio del film en aquella escena de los muelles (cuyo desarrollo hace parecer al principio que estamos ante un western). Al desprecio material de Nemo el cual detesta el oro y las joyas delante la ambición de Ned (la guitarra servirá para esconder joyas) ---
--- En otra genial contraposición de planos Ned salva la vida a Nemo en doble ocasión al ser apresado por el calamar gigante (en la novela es el capitán quien salva la vida al arponero canadiense), Nemo finalmente da las gracias a Ned y este dice que va a emborracharse ---
--- El carácter triste y melancólico de Nemo y la curiosidad científica del profesor Aronax contrastan con el carácter alegre y algo ingenuo de Ned a quien se le unirá Consejo para buscar una seguridad que no encuentra en su amo ---
--- La antipatía manifiesta entre Ned y el segundo de  a bordo que acabará en lucha cuerpo a cuerpo al final cuando este quiere retener a la fuerza a los tres pasajeros y morir con el capitán y toda la tripulación cal llevar Nemo el navío hacia la destrucción. El arponero canadiense logra vencer y ante el deseo de Aronax de volver tras sus pasos para recuperar los apuntes olvidados en su camarote le golpea fuertemente, se lo carga a la espalda y le lleva inconsciente pero a salvo al bote. Cuando el profesor recupera el sentido Ned le pedirá disculpas por el golpe que, a pesar de todo, le ha salvado la vida pero no había tiempo ya para nada más---
--- El tranquilo mundo submarino observado bajo las aguas se contrapone a la turbulencia de las tempestades desencadenadas sobre la superficie marina ---
--- Nemo vive solamente por y para el mar, toda su alimentación es pesca o cultivo marino. Rechazo total a la tierra. Esta es su forma de entender la libertad y ejecutar su venganza. Ned Land es también un hombre de mar pero desea la libertad que conseguirá si puede llegar a tierra firme mientras “Consejo” duda en casi todos los momentos y el profesor no piensa en la libertad solo en aprender más (quizás solo lo haga al final de la obra) y acrecentar sus conocimientos científicos ---
Podríamos decir a modo de conclusión que “20.000 leguas de viaje submarino” es una gran película, uno de los mejores films de la historia del cine ...
                                                                                             Narcís Ribot i Trafí
1)- Se llama Maelstrom a un gran remolino situado ante las costas del archipiélago de las Lofoten (costas meridionales de Noruega), exactamente entre las islas Sorland y Vaeroy. Se forma por el choque de corrientes y contracorrientes de unos 18 km. Además de Julio Verne hay también un relato de Edgar Allan Poe (“Descenso al Maelstrom”) en donde aparece el famoso remolino.
2)- Adquirí un pack sobre cinco films (cine negro para R. K. O.) de Richard Fleischer pertenecientes a su primera época, antes de su reconocida y merecida fama. Dentro de su limitado presupuesto son unas películas muy bien realizadas y aprovechadas en donde se auguraba ya su profundo conocimiento cinematográfico. Los títulos son: “Bodyguard” (1948, nunca estrenada comercialmente en España), “The Clay Pigeon” (“Acusado de traición”, 1949), “Follow My Quietly” (“Ven tras de mí”, 1949), “Armored Car Robbery” (“Asalto al coche blindado”, 1950) y “The Narrow Margin” (“Testigo accidental”, 1952).