viernes, 31 de agosto de 2012

EL RETORNO DE KONG: DÉBIL SOMBRA DE UN GRAN CLÁSICO



En 2006 le tocó al rey Kong. El actual cine de género, regido por sondeos comerciales y ordenadores, ha decidido resucitar al famoso simio gigante originalmente nacido de la depresión del 1929. Lo ha hecho de la mano del australiano Peter Jackson, admirador de la versión original del 1933, según propias declaraciones, con abominación absoluta hacia (se puede estar bastante de acuerdo) la versión que perpetraron Dino de Laurentiis (productor) y John Guillermin (realizador) en 1976, con Jessica Lange y Jeff Bridges. Jackson demostró tener oficio (al menos rutinario y mecánico) para lograr un producto solvente desde el lado técnico y cara a la taquilla pero sin la poesía, el encanto y la fascinación del “King-Kong” (King-Kong, R.K.O.- 1933), de Ernest Beaumont Schoedsack y Merian C. Cooper. Una vez más la técnica actual con sus ordenadores y parafernalia estridente ha sido incapaz de emular al gran clásico.
No ha habido en esta ocasión la defensa a ultranza por parte de los que juegan en el equipo de lo “políticamente correcto”, nacidos, muchos de ellos, del mayo del 68 y refugiados en otros parajes tras la caída del muro de Berlín y de lo que representaba a finales de los 80/principios de los 90.En esta ocasión los “comisarios políticos” no han decidido manifestarse, quizás porqué Peter Jackson no entre en su ”ideología” (1), al revés de Francis Ford Coppola y su “Drácula”.
Jackson en un principio decide seguir la historia del original (2), consiguiendo buenas escenas de preparación a “Skull Island” (“Isla de la Calavera”), a pesar de algunos subrayados inútiles y  algún ralentí molesto. Al llegar a los dominios de Kong se desencadena el derroche hacia la gratuidad más absoluta (en contra de lo que el realizador había declarado) buscando totalmente el enfoque comercial: en enseñar cientos y cientos de animales prehistóricos, aquella carrera emulante del “Parque Jurásico” de Steven Spielberg, enfocar una y otra vez aquella roca costera que se asemeja al rostro del rey-Kong, escenas totalmente pueriles entre Ann Darrow (Naomi Watts) y el simio gigante y aquellos molestos diálogos infantiloides (propios del cine actual) que quieren sorprender y defraudan al auténtico aficionado. Si el “King-Kong” de Schoedsack-Cooper luchaba contra un Tyranosaurus Rex, una inclasificable serpiente acuática con patas y un Pterodonte (reptil volador), aquí se bate con ¡4 Tyranosaurus! (las escenas en que están enredados en las lianas son totalmente ridículas) en una pelea que parece propia de un saloon del Oeste. Las secuencias cortadas en la versión del 33, cuando algunos marineros caen a un abismo y son devorados por arañas gigantes aparecen aquí pero multiplicando los arácnidos a millares; el simio por ordenador está bien conseguido, no así cuando sale en algunos planos con seres humanos (se nota precipitación y mal acabado, algo imperdonable para un cine que presume tanto de adelantos técnicos). Pero cuando la acción se traslada a Nueva York el film se vuelve aún más pretencioso y “cursi” (en palabra de Carlos Díaz): aquella ridícula muestra de exotismo de pacotilla cuando exhiben a Kong en el teatro, al escaparse el gorila gigante empuja y remueve coches como un niño jugando al scalextric, añadiendo a ello la presunta falta de miedo de Ann hacia Kong y la partitura musical absolutamente inadecuada, aunque el alargamiento de las escenas y la extrema duración del film esté también entre lo más molesto (cosa que también repercute en taquilla).  En resumen, una decepción más y una nueva constatación  de que los auténticos clásicos son esto: CLÁSICOS.

                                                          Narcís Ribot i Trafí

1)- Es interesante el libro de Carlos Díaz Maroto, “King-Kong, el rey del cine” (Ediciones Jaguar, 2006) y el comentario de Antonio José Navarro en un números de “Imágenes de Actualidad”. Les conozco, y ambos son aficionados al “fantastique”. Fueron dos de los primeros que en su tiempo pusieron en solfa las deficiencias y las pretensiones (y la falta de originalidad y de fidelidad al texto de Stoker) del “Drácula” de Francis Ford Coppola (1992) que se intentaba hacer pasar por obra maestra.

2)- La historia original de “King-Kong” proviene de Ruth Rose (esposa de Schoedsack) y James Ashmore Creelman, según argumento de Merian C. Cooper y del escritor de temas policíacos Edgar Wallace, quien falleció antes de estrenarse el film. El periodista y escritor Denis Wheeler Lovelace fue el encargado de novelizar el guión cuyo texto se encuentra hoy en las librerías.
      
     

martes, 28 de agosto de 2012

PERICLES EN LAS LETRAS



-El nombre de Pericles va indefectiblemente  unido al término “democracia”. Al nacer Pericles (en Ática, 495 a. C.) la “polis” (ciudad- estado) de Atenas llevaba ya 20 años de vida democrática --- esbozo de la democracia en la actualidad y entendida de forma diferente --- siendo Clístenes, tío- abuelo de Pericles, quien redactó la primera constitución (509- 508 a. C.) aunque la totalidad del proceso culminará con nuestro hombre (1). El nuevo régimen había nacido tras la expulsión del tirano Hipias y sus aliados (510 a. C.) por parte del rey Cleómenes de Esparta con la esperanza de montar un régimen aristocrático afín a Esparta pero la jugada le salió al revés (2).
Pericles nació en plena “Guerra Médica” donde los griegos derrotaron a los persas. Su padre era Jantipo, comandante en jefe de la flota en la batalla de Micale; era del linaje de Bouzyges y por parte de su madre, Agarista, de la dinastía de los Alcmeónidas ; por su educación y origen era un aristócrata (eupátridas= ricos hacendados del campo). De joven se opondrá al gobierno aristocrático de Cimón a quien llevará al ostracismo (3). Ocupará el cargo de “stratego” (jefe del ejército que en Atenas ejercía la función de primer magistrado, siendo él un caso especial por las numerosas veces que renovó el cargo). Amplió los derechos de las clases bajas aunque restringiera el poder solo para los hijos de padre y madre atenienses, embelleció la ciudad en su apogeo en arte y ciencia y su política se dirigió a la ampliación del poder ateniense dentro de la Confederación Marítima Ático-Délica, la guerra latente siempre contra los persas (solamente acabaría años después cuando Alejandro Magno conquistara el imperio Arqueménida)y a tantear las difíciles relaciones con Esparta, quejosa siempre del pujante poder de Atenas. Hombre culto y refinado, se rodeó de intelectuales y artistas cayendo más adelante en la desgracia cuando después de estallar la Guerra del Peloponeso (Atenas contra Esparta y los aliados de ambos contendientes) y tras algunos fracasos, fue ridiculizado y atacado (“cabeza de cebolla”, por la forma de su cráneo) y después de la peste que devastó Atenas fue acusado injustamente de malversación de fondos, además de ser atacado en la vida privada de su esposa Aspasia. Poco después se le reconoció públicamente inocente pero murió cansado y enfermo el 429 a. C.  La guerra llegó a su fin en el 404 con un tratado desfavorable para Atenas. Empezaba el apogeo de Esparta cortado años después por Epaminondas de Tebas y después la dominación total de Macedonia con Filipo y, especialmente, su hijo Alejandro Magno.
En la literatura Plutarco equipara Pericles con Fabio Máximo, el único romano que conseguiría la igualdad frente a Aníbal de Cartago (II Guerra Púnica) con guerra de guerrillas. Los dos, Fabio y Pericles, mantuvieron una línea de gobierno delante de la política “de moda” y de “boquilla” de sus contemporáneos, especialmente la aristocracia en ambos países.
El escritor Tucídides, que también ejerció de stratego en la política y en la guerra, da una imagen muy positiva de Pericles, imagen retomada por los oradores del siglo IV a. C., Demóstenes e Isócrates. También la burla surgió en el siglo V a. C. con los fragmentos de las obras que nos dejaron Eupolis y Cratino y, posteriormente, Aristófanes en los “Acarnienses” (425) y “La Paz” (421).
Platón (“Georgias”) y Aristóteles (“El estado de los atenienses”) recogen críticas atribuidas a desconocidos. Tanto Valerio Máximo como Cicerón (“De Oficiis”) son altamente favorables a Pericles y resaltan una imagen positiva, entrando incluso en su vida familiar. No se conocen sus discursos directamente pero Tucídides lo expresa en su obra histórica. Así, Pericles, al desarrollar Atenas hasta convertirla en capital cultural de Grecia se convirtió en el representante cultural por excelencia a finales del siglo XVIII. Antes, Walter S. Landor en su “Imaginary Conversations” (1824-1829) introduce una conversación entre Pericles y Sófocles y en “Pericles y Aspasia” (1836) se trata de una correspondencia ficticia entre los dos esposos sobre la cultura ideal de Grecia (4).
                                                 Narcís Ribot i Trafí

1)- El término adecuado es “Isonomía” (= igualdad de los ciudadanos) delante la ley.   No todos los griegos ni todos los atenienses estaban de acuerdo con ello.
2)- En esta incubación de la democracia recordemos la existencia de la esclavitud. Los esclavos, los extranjeros y las mujeres no podían votar ni tenían voz de opinión.
3)- Ostracismo=  destierro. Viene de “ostrakon” que significa concha y también designa el fragmento de cerámica donde eran escritos los nombres de quienes se debía desterrar. Fue propuesto durante la democracia para alejar temporal o definitivamente determinados políticos temidos por su ambición (Clístenes la usó por primera vez). Cada cierto tiempo  se examinaba la situación del desterrado que, sin embargo, podía conservar sus bienes. Esta práctica fue abandonada a principios del siglo V a. C. y substituida por la “Atimia” que desposeía de sus derechos a los reos (algunos casos de por vida).
4)- Hay una magnífica biografía, “Pericles”, de Violaine Vanoyeke, traducida por editorial Alderabán (2000) y una curiosa novela histórica narrada en primera persona por el filósofo Anaxágoras que, como el escultor y pintor Fidias, fue amigo personal de Pericles. Fue escrita por Rex Warner (famoso por su díptico de novela histórica “César joven” y “César imperial”) en 1963, conociendo varias ediciones en castellano, una de las más recientes la de EDAHSA junto con la de RBA con portada roja muy llamativa.