martes, 25 de junio de 2019

“THE WOLF MAN“ (“EL HOMBRE- LOBO”) , GEORGE WAGGNER (1941)


                
          “Incluso un hombre de alma pura puede convertirse en lobo si florece el acónito y en el cielo brilla la luna llena”.

                         El notorio escritor y guionista de temas fantásticos Curt (o Kurt) Siodmak (Dresden, Alemania 1902- California, USA 2000) --- a quien tuve el honor de conocer y hablar con él largo rato en el Festival Sitges- 1987 ---, redactó un guión en 1941 para Universal con la intención de celebrar el décimo aniversario del éxito en referencia de sus personajes terroríficos: “Drácula” (1931), “Frankenstein” (1931), “La momia” (1932), y “El hombre invisible” (1933), creando un mito nuevo, el hombre- lobo o licántropo. Curt era hermano de Robert Siodmak (1900- 1973), destacable realizador especialmente en cine negro. Ambos hermanos huyeron de su Alemania natal a causa de la subida del nazismo al poder.
I)- UN GUIONISTA: CURT SIODMAK- Los hermanos Siodmak provenían de una acomodada familia alemana de origen judío arruinada tras la I Guerra Mundial. Sus progenitores eran persona de gran cultura además de frecuentar reuniones con intelectuales y artistas de la talla del compositor Richard Strauss. Conoció la angustia de los campos de concentración, del exilio para finalmente asentarse en USA y sobrevivir en paz.
Curt Siodmak ocupa  un privilegiado lugar en los anales del cine fantástico: autor de varias novelas, once de tema fantástico, redactor de 26 guiones cinematográficos y pasado tras la cámara para dirigir cinco largometrajes de poco presupuesto. Entró en nómina de Universal, especializada en cine fantástico y de terror de la mano del productor Carl Laemmle Jr. con sus clásicos “Dracula” (“Drácula” de Tod Browning con Bela Lugosi), “Frankenstein” (“El Dr. Frankenstein”, de James Whale), ambas de 1931 y “The Mummy” (“La momia”), del gran operador alemán Karl Freund (fotógrafo del “Drácula” de Browning entre otras) pasado a la dirección (1932). Su novela más famosa es “El cerebro de Donovan” (1942) de la cual hay varias adaptaciones  cinematográficas.
Cuando llegó a Estados Unidos escribió su primer guión de “The Invisible Man Returns” (“El hombre invisible vuelve”), del limitado realizador Joe May (1940) aprovechando el éxito del clásico “The Invisible Man”, de James Whale (1933) según la novela de H. G. Wells pero gracias a los efectos especiales de John P. Fulton se logró hacer de la película un espectáculo entretenido lo cual dio pie  a dos títulos más de la serie guionizados por Siodmak y con el hábil y omnipresente Fulton en los perfectos trucajes sobre la invisibilidad de un ser humano: “The Invisible Woman” (“La mujer invisible”), de Edward Sutherland (1940) y “The invisible Agent” (“El espía invisible”), de Edwin L. Marin (1942), ambos en clave de comedia (no olvidemos que la película de James Whale también contenía grandes dosis de humor). Curt Siodmak fue el creador de Lawrence Steward Talbot, Larry para los amigos, interpretado por Lon Chaney Jr., sobre el cual recae la maldición del hombre- lobo o sea que en las noches de luna llena se transforma en un monstruo con las características de un lobo y ataca a sus semejantes humanos. El escritor se documentó sobre leyendas, tradiciones, supersticiones y folklore centroeuropeo y dio un guión titulado en un principio “Destiny” para ser cambiado después por “The Wolf Man” traducido en pantalla por el productor y realizador George Waggner en 1941. El éxito fue notorio y dos años después Siodmak escribía la continuación aunando su personaje con otro del cine fantástico y de terror naciendo así “Frankenstein Meets the Wolf  Man” (“Frankenstein y el hombre- lobo”), producido por George Waggner y dirigido por Roy William Neil (1943) también éxito en taquilla lo cual dio pie a una tercera entrega al año siguiente titulada “House of Frankenstein” (“La zíngara y los monstruos”), dirigida por Erle C. Kenton (1944) en donde la productora Universal reunía a sus principales figuras del terror: 1) el monstruo creado por el Dr. Frankenstein, 2) Larry Talbot, el hombre- lobo y 3) el conde Drácula, el fabuloso vampiro, todos ellos girando alrededor del profesor Gustav Niemann (interpretado por Boris Karloff) y su ayudante el jorobado Daniel, un peligroso asesino. Eran ya tiempos de decadencia, Universal había exprimido a estos personajes y ahora los mezclaba para buscar mayor rentabilidad. El ensayista Gerad Lenne nos invita a admirar la atmósfera terrorífica de Neil o el lirismo delirante de Kenton pero los mejores tiempos habían pasado. Siodmak escribió la historia (el argumento) ---  titulado originalmente “La gruta del diablo” en donde aparecía también el personaje de la momia aunque fue retirado a última hora --- de “La zíngara y los monstruos” mientras Edward T. Love elaboraba el definitivo guión. El personaje de Larry Talbot tuvo cinco películas de Universal, en todas interpretado por Lon Chaney Jr., el hijo de aquel gran Lon Chaney, llamado “el hombre de las mil caras”, quien falleció al inicio del cine sonoro. El hijo era actor de limitado registro, presente con frecuencia en el fantástico” y secundario en western pero con el hombre-lobo consiguió su mayor gloria (excelente cuando estaba transformado) además de encarnar por tres veces a Kharis, la momia revivida (secuelas de “La momia” de Karl Freud interpretada por Boris Karloff), una al monstruo de Frankenstein (la cuarta de la serie “Ghost of Frankenstein”, estrenada en TVE como “El espectro de Frankenstein” 1942, de Erle C. Kenton, mediocre encarnación muy lejos de las tres anteriores de Boris Karloff) y otra proveniente de un guión de Curt Siodmak para su hermano Robert, excelente especialista en cine negro: “Son of Dracula” (estrenada en TVE como “El hijo de Dracula”), también bastante alejada de la composición de Bela Lugosi en el clásico “Drácula” de 1931 pero el licántropo Talbot era el rol de su vida.
Curt Siodmak hizo varios guiones más para producciones de corto presupuesto pero siempre será uno de los guionista más hábiles del “fantastique” y quizás su libreto para “I Walked with a Zombie” (“Yo anduve con un zombie”) para el productor Val Lewton (RKO, 1943) esté entre lo más logrado. Siodmak se documentó a fondo sobre la leyenda de los zombies (como hizo con la del hombre-lobo) aunque al director Jacques Tourneur le interesara más hacer dudar al espectador entre lo real y lo fantástico alejándose de las versiones de Universal y otras como Warner, Paramount o M.G.M que siguieron su camino consiguiendo una serie de películas abstractas (a veces bastante sobrevaloradas) como “La mujer pantera”, “Yo anduve con un zombie” o “El hombre leopardo” pero con cierto interés...
II)- UN REALIZADOR: GEORGE WAGGNER- Su verdadero nombre era George Waggoner (1894- 1984), fue productor, guionista, actor y director. Gran aficionado a la ópera produjo “El fantasma de la ópera”, versión de Arthur Lubin (1943), protagonizada por Claude Rains, en donde había más ópera que fantasma además de producir y dirigir “The Climax” (“Misterio en la ópera”), con Boris Karloff (1944), escrita por Curt Siodmak con tema parecido al “Fantasma de la ópera”.
George Waggner era un discreto artesano, como director, a veces gris y anodino pero con alguna idea interesante como demostró con “El hombre-lobo” con varias escenas bien conseguidas y por ello es un clásico al lado de “Drácula” (Tod Browning) y “El Dr. Frankenstein” (James Whale), buenas películas pero tampoco redondas aunque con carisma para llegar al escaparate de los iconográficos (la segunda parte del “Drácula” es totalmente teatral, muchas condiciones le impusieron a Tod Browning el cual consiguió su obra maestra en “Freaks” = “La parada de los monstruos” para la M.G.M. en 1933 y James Whale alcanzó la cumbre con “Bride of Frankenstein” = “La novia de Frankenstein” en 1935 para Universal contraviniendo el refrán, quizás como una de las pocas excepciones, que segundas partes en esta ocasión fueron mejores, mucho mejores, que las primeras). Tod Browning y James Whale fueron los maestro indiscutibles del fantástico de preguerra (más adelante se añadiría Terence Fisher con Hammer Films a finales de los 50- y la totalidad de los 60) superiores a Waggner y todos los demás pero “El hombre-lobo” no desmerece en nada a los otros dos films que iniciaron el fantástico a principios de los 30, acompañados del éxito en taquilla.
III)-EL HOMBRE-LOBO
Universal había tocado ya el tema con la mediocre “Werewolf of London” (“El lobo humano”) de Stuart Walker (1935) que no representó ningún logro artístico y un ligero superávit en taquilla y con un libreto coral de cinco guionistas totalmente ajenos al cine fantástico a pesar de tener algún apunte temático interesante (viaje al Tíbet, las flores del acónito). “El lobo humano” puede considerarse antecesora de bodrios como “Un hombre-lobo americano en Londres”, de John Landis (1981) mixtura de comedia y desparpajo y convertido por algunos (cuya comprensión y gusto por el fantástico es totalmente nula) en film de culto. Que le vamos a hacer.
Curt Siodmak, por el contrario, se documentó profusamente, profundizó en la leyenda, la mitología griega (el rey Lycaonydas) y las teorías de Sigmund Freud y tras seis semanas de trabajo presentó su guión “Destiny”, cambiado por el más comercial de “El hombre-lobo”. El film costó 180.000 $ y dio un beneficio de 20.000.000 de $.
Es muy notable en el logro de la película el trabajo de dos técnicos frecuentes en Universal aunque trabajaran ocasionalmente por otras compañías.
1)- JACK P. PIERCE, el más grande maquillador del cine fantástico y de terror. Entre sus creaciones destaca el de la momia sobre Boris Karloff como Im-Ho-Tep, la momia resucitada (luego sobre Tom Tyler y Lon Chaney Jr., en tres ocasiones, ambos interpretando a la momia, ahora llamada Kharis), el hombre-lobo de Chaney Jr. aunque su obra maestra será el del monstruo creado por el profesor Frankenstein sobre Boris Karloff en tres ocasiones, después sobre Chaney, Bela Lugosi y Glenn Strange, este último en también en tres películas  (en la última, la parodia “Abbot y Costello contra los fantasmas”, el maquillaje era de Bud Westmore el cual se basó totalmente en Pierce) con un total de siete de las ocho películas dedicadas al personaje por parte de Universal.  Fue de una gran precisión escultórica cuyo punto de referencia era el rectángulo (cabeza, tronco y dedos totalmente rectangulares así como los enormes zapatos de plomo, totalmente distinto del libro  de Mary W. Shelley pero una auténtica obra maestra causante de la identificación de esta iconografía sobre la imagen de la novela y del profesor que lo creó).
Para “El hombre-lobo” insertó pelos de yak sobre el rostro de Chaney, hocico lobuno y prominentes caninos inferiores dentro de unas sesiones que duraban varias horas angustiosas para el actor. En mayor o menor grado inspirará a los futuros licántropos cinematográficos como la docena que interpretó nuestro Paul Naschy y guionizó (a veces también dirigió) con su verdadero nombre de Jacinto Molina o el hombre- lobo albino encarnado por Oliver Reed en “Curse of the Werewolf” (no estrenada comercialmente en España y aparecida en DVD con el literal título de “La maldición del hombre- lobo”), única aportación de Hammer Films al mito del licántropo a cargo del maestro Terence Fisher (1961) con un extraordinario maquillaje de Roy Ashton constituyendo la cinta en la joya de la filmografía (le conocí en Sitges-85). Después, en la actualidad con las nuevas técnicas (además del adocenamiento y pérdida de estilo propio de cantidad de realizadores) se conseguirá una cabeza de lobo- animal (ojos, hocicos, orejas  y dientes surgiendo de una esfera) caminando a dos patas (nos recuerda la imagen de “Caperucita Roja”) y los ordenadores acabarán de perfeccionarlo pero algunos (un servidor, entre ellos) preferimos la imagen antropomórfica de los Chaney, Reed o Molina; se ha perdido el encanto y la poesía de antaño por una técnica aparentemente perfeccionista (aquella serie “Crepúsculo” es, sencillamente, infumable por más técnica que tenga).
2)- JOHN P. FULTON, formidable creador de efectos especiales. De sus trabajos en unas 250 películas son memorables sus trucajes de “El hombre invisible” (James Whale, 1933) y otros muchos títulos de cine fantástico. Para “El hombre-lobo” usó algo similar al Stop Motion de Willis O'Brien o Ray Harryhausen: Talbot con maquillaje parcial escena por escena, al final el pelo ha cubierto su cara y los caninos humanos han crecido poco a poco has ta ser lobunos. Fuera del género fantástico y de terror John P. Fulton es recordado por la elevación de las aguas (y luego  la vuelta a su posición normal engullendo los carros de combate egipcios) del Mar Rojo en “Los diez mandamientos” de Cecil B. DeMille (1956), “Cuando ruge la marabunta”, “Vértigo”, “La ventana indiscreta”, etc.
Puesto que en aquel momento Boris Karloff tenía contrato con otras productoras se dio el papel a Lon Chaney Jr. con el cual consiguió su relativa gloria creando un personaje clásico. Claude Rains (aquel inolvidable hombre invisible) encarnaba a sir John Talbot, el padre de Larry, aficionado a la astronomía,que nunca hasta el final creyó en la maldición recibida por su hijo, Bela Lugosi --- conservando su nombre --- era el gitano Bela el cual involuntariamente transmitirá la maldición de la licantropía a Larry, Evelyn Ankers interpretaba a Gwen Conliffe enamorada del heredero Talbot y Maria Ouspenskaya representaba a la gitana Maleva, la madre de Bela que siempre intentó ayudar  a nuestro hombre. Completan el reparto el jefe de policía Paul Montford (Ralph Bellamy), Frank Andrews (Patrick Knowles), antiguo novio de Gwen, y el Dr. Lloyd (Warren William) que no puede dar un diagnóstico porqué Larry no sufre una enfermedad sino algo más terrible, una maldición demoniaca y quien la ha recibido es verdugo (por las personas asesinadas en noche de plenilunio) y víctima (por el cargo de conciencia al recuperar su forma humana) y quien señalará esto mejor será Terence Fisher en su “Curse of the werewolf” en cuyo pregenérico León Carido, el hombre-lobo (Oliver Reed) transformado y con luna llena al fondo derrama unas lágrimas (una maldición no deseada aunque lo haga inmortal e inmune al paso del tiempo y a las armas con una sola excepción). Talbot también sufre porqué no es creído por su padre, todo lo atribuye a psicología y a un momento de susto. Larry es un joven simpático, liberal, agnóstico, más bien de credo cientista víctima de un maleficio irracional que le desdobla la personalidad de forma totalmente involuntaria (al revés de la historia del Dr. Henry Jekyll y Mr. Edward Hyde --- novela de Robert Louis Stevenson con también muchas adaptaciones cinematográficas --- y cuya base fantástica está en una droga o sea lo fantástico se expone/justifica por la ciencia mientras que en Talbot es la brujería, lo sobrenatural, lo desconocido), asumiendo la figura del lobo como en la India se habla de “hombres- tigre”, en África de “hombres- leopardo” y en Oceanía de “hombres- serpientes”. Al igual que Edipo, Talbot lucha por combatir su destino donde coexiste una personalidad maligna, desencadenada durante el plenilunio, que le destruye su credo cientista, su agnosticismo y le hace entrar en un mundo de horror. También como la “Antígona” de Sófocles, Talbot sufre doble tragedia: su personalidad autodestructiva y apasionada y un padre rígido que no le ayuda porqué no cree en esta tragedia.
La fotografía de Joseph Valentine es sencillamente buena en un excelente blanco/negro al igual que la música de Hans J. Salter, Frank Skinner y Charles Previn, adecuada, aunque la parte técnica de Jack P- Pierce (maquillaje) y John P. Fulton (efectos especiales), como hemos dicho, son los que hacen subir de categoría al film. La ambientación recuerda la imaginería romántica de un E. T. A. Hoffmann con elementos característicos del neogoticismo anglosajón: hay zíngaros, conjuros, talismanes, noches de plenilunio, frecuentes brumas (estamos en la localidad de Llanwelly, en el País de Gales y allí las espesas nieblas significan la entrada en lo desconocido, lo sobrenatural, lo terrorífico penetrando en el mundo cotidiano), utilizando algunos decorados del “Drácula” de Tod Browning e interpretado por el húngaro Bela Lugosi (colosal actor de teatro aunque con dificultades al pasar al cine e intérprete de un personaje que le marcó profundamente).
Después de 14 años de estudios Lawrence Steward Talbot vuelve al castillo de su padre en Llanwelly, recordando a su hermano fallecido en accidente de caza. Curioseando con el telescopio de su padre, sir John, observará a una muchacha en una tienda de objetos de regalos e inmediatamente se sentirá atraído por ella. Se dirige al establecimiento para entablar conversación con Gwen la cual regenta la tienda con su padre. Comprará un raro y hermoso bastón con puño de plata que representa la figura de la cabeza de un lobo y entre cuyas orejas está dibujada una estrella negra (o pentagrama, elemento simbólico de la licantropía). Por la noche darán un paso por el bosque acompañados de una amiga de Gwen, Jenny (Fay Helm), quien desea que un zíngaro llamado Bela le lea el porvenir mediante la quiromancia. Se separa momentáneamente y es atacada por un gigantesco lobo. Larry acude en su ayuda y golpea a lo que parece un lobo con la empuñadura del bastón logrando matar a la fiera pero antes conseguirá morderle en el pecho. Larry pierde el conocimiento y lo recupera en su casa. Han encontrado a Jenny y al gitano Bela muertos. La explicación del capitán de policía Paul Montford y de sir John es que Larry y Bela salieron en defensa de la mujer, el lobo mató a Bela e hirió a Larry para después huir Pero un algo interior le dice a Larry que Bela era el lobo. En el entierro del gitano la madre de Bela, Maleva, le dice que el lobo era su hijo: “Bela era el lobo. Vd. le mató porqué solo se puede matar a un hombre-lobo con una bala de plata, un cuchillo de plata o un bastón con mango de plata” y añade otra cosa terrible: “Quien es mordido por un hombre-lobo” y sobrevive se convierte a su vez en hombre-lobo”. El signo del pentágono aparece por momentos en el pecho de Larry. A la noche siguiente aparece la luna llena y Larry en su habitación nota como el pelo le crece en todo el cuerpo, su nariz ahora es hocico y los dientes son ahora lupinos aunque en esta escena solo vemos los pies sin zapatos ni calcetines que adquieren forma de patas de lobo, ruido, jadeos anunciantes del sufrimiento provocado por la metamorfosis. Entra en el cementerio y estrangula a Carlson, el enterrador. Larry está desesperado, a la mañana siguiente, ya recuperada su forma humana pide la muerte (su padre no le cree), entra en la iglesia (desde pequeño que no lo hacía) y los rostros de los feligreses se vuelven hacia él, mezcla sueño y realidad y llega a la convicción de ser un maldito que solo recobrará la paz de espíritu con la muerte mediante un arma de plata. La próxima noche suplica a sir John que lo ate a una silla y lo hace para complacer a su hijo pero sigue sin creer. Va a unirse a los habitantes del pueblo los cuales han organizado una batida contra los lobos a los que creen responsables de los asesinatos. Antes de marcharse Larry le dice a su padre que se lleve el bastón con empuñadura de plata. Así lo hace. En su habitación Larry se transforma, rompe las cuerdas y sale al bosque para asesinar a quien encuentre. La bestia se tropieza con Gwen, la mujer que ama, mientras esta se desmaya. A punto de matarla llega sir John que ha oído los gritos de la muchacha y golpea varias veces al monstruo con el bastón hasta que finalmente cae muerto. Sir John ve horrorizado como los rasgos humanos de Larry aparecen ahora en paz. Surge del bosque la gitana y recita la misma frase que pronunció en el entierro de su hijo Bela: “Caminaste por un sendero de espinas, no fue culpa tuya, así como la lluvia empapa la tierra y el río muere en el mar, así como el hombre camina hacia su fin aquí en este mundo. Tus sufrimientos han terminado y ahora descansas por fin en la paz eterna”...
Como hemos dicho hubo cuatro películas más sobre el personaje. En la tercera, “La zíngara y los monstruos” asistimos a una secuencia que es la mejor en lo que se refiere a la poesía y a la combinación técnica Pierce- Fulton: Larry se transforma en hombre-lobo cuando aparece el plenilunio. Está delante de un espejo y vemos la metamorfosis en su totalidad. Rompe la puerta y se lanza al bosque atacando a una hermosa zíngara, Iolonka (Elena Verdugo), de la cual se ha enamorado y es correspondido. Mientras la degüella la muchacha logra dispararle una bala de plata fabricada por ella misma y los dos amantes mueren (como versión terrorífico de “Romeo y Julieta”). La transformación inversa se visiona a través de los pies de Larry (de lobunos a humanos) y los dos enamorados, tendidos en el suelo, están abrazados. La siguiente, “House of Dracula” (“La mansión de Drácula”, 1945), del mismo Erle C. Kenton --- guión de Edward T. Love pero sin el concurso de Curt Siodmak ---,  sin respetar la continuidad, veremos la curación de Larry (con bigote) mediante unos hongos, es una sanación mitad científica, mitad sobrenatural --- es una maldición, no una enfermedad --- y finalmente se casará con la enfermera de quien le ha curado. Francisco Montaner en su escrito en la añorada revista “Terror Fantastic” (1971- 1973) comentaba: “Un final demasiado burgués para un ex- monstruo”...
Universal que había ganado mucho dinero con los personajes fantástico/terroríficos acabaron exprimiéndolos como un limón en las parodias de Abbot y Costello. La de Charles T. Barton en 1948 representaba la última aparición de nuestro licántropo, Larry Talbot (siempre Chaney Jr.), la del monstruo creado por Frankenstein (Glen Strange) y Drácula (Bela Lugosi): Abbot and Costello meets Frankenstein” (“Bud Abbot y Lou Costello contra los fantasmas”)...

                                                                                 Narcís Ribot i Trafí



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