lunes, 10 de junio de 2019

“CLEOPATRA” (“CLEOPATRA ”, 1961-1963), JOSEPH L. MANKIEWICZ



Hará unos tres años hice cuatro pequeños escritos sobre Antonio y Cleopatra: en la literatura, en el arte, en el cine... Ahora nos centramos en la controvertida (y excelente obra en muchos aspectos) de Joseph Leo Mankiewicz. (nota de Narcís)

Fanfarrias. Entran Marco Antonio y Cleopatra con su séquito...
CLEOPATRA (a Antonio)- “Dime hasta donde alcanza tu amor
ANTONIO- “Muy pobre amor será aquel que pueda medirse”.
CLEOPATRA- “Quisiera señalar el límite del tuyo”.
ANTONIO- “No te bastaría con la inmensidad del mundo que conocemos”.
                              (“Antonio y Cleopatra” de William Shakespeare. Acto I. Escena I)

 UNO- PROBLEMAS...                                                                           
Joseph Leo Mankiewicz (Wikes Barre, Pensilvania, 1909- Nueva York, 1993) tenía 54 años cuando finalizó el rodaje de “Cleopatra” (“Cleopatra”) para la 20th Fox en 1963. Había empezado dos años antes. Un film que por la gran cantidad de problemas de toda índole se convirtió en uno de los  mayores fracasos (sino el más grande) de toda la historia del cine.
La idea de realizar “Cleopatra” provenía de un antiguo proyecto del productor Walter Wanger en 1958 con un presupuesto mucho más restringido para empezar en 1961 con el más que sobresaliente realizador Rouben Mamoulian (“La marca del zorro”, “Calles de la ciudad”, “Sangre y arena”,”Cristina de Suecia”,“El hombre y el monstruo”) el cual se vio incapaz de filmar coherentemente en su continuo choque con los directivos de de 20th Fox y con los actores. Se llevaban rodados 12 minutos y se había gastado ya siete millones. Se despide a Mamoulian y entra Joseph Leo Mankiewicz el 25 de enero de 1961. Se desechan los doce minutos y el guión (una de las versiones estaba firmada por Lawrence Durrall) y se elabora otro guión firmado por él mismo, Ronald Mc Dougall y Sidney Buchman sirviéndose de las fuentes de Apiano, Plutarco y Suetonio y basándose en las obras del historiador y periodista Charles Marie Franzero (“Cleopatra, su vida y su época”), en las tragedias históricas “Antonio y Cleopatra” y “Julio César”, ambas de Shakespeare y la obra “César y Cleopatra” de George Bernard Shaw aunque Mankiewicz reescribió el guión varias veces durante el rodaje. Al finalizar la filmación se habían invertido 44 millones de dólares (de 1963) y solo se recuperaron 24. Resultado: la ruina, casi la quiebra, de la productora 20th Fox, Walter Wanger no fue nunca más productor (“Cleopatra” fue su última película) y Mankiewicz --- se mantenía de pie gracias a pastillas durante el rodaje --- no trabajó durante los cuatro años siguientes. Entra en la productora Darryl F. Zanuck con una idea del cine totalmente diferente al realizador. Mientras el intelectual Mankiewicz quería un film de atmósfera íntima (como su “Julio César” para M.G.M., de 1953), el comerciante productor Zanuck quería espacios abiertos y batallas espectaculares para emular el éxito de “Ben- Hur” (1959) de William Wyler. “Nunca dejaría la total responsabilidad de una película en manos de un artista, antes cambiaría de oficio”, era una de sus frases con la cual definía su falta de sensibilidad para el cine y su talante impositivo --- aparte de manifestar con palabras malsonantes y soeces la relación amorosa de Antonio y Cleopatra --- sobre los realizadores a quienes restaba o anulaba toda o casi toda autonomía necesaria para culminar una buena película y, a pesar de todos los problemas influyentes en su rodaje, “Cleopatra” lo fue aunque se reconocieran sus valores mucho más tarde. Carlos F. Heredero (1) explica en su libro como “Cleopatra” supuso una experiencia traumática para Mankiewicz, por su fina sensibilidad y su rigor intelectual, ajeno a todo tipo de componendas mercantiles, le hizo perder la seguridad en si mismo y destruyó su carrera al menos durante tres años. En entrevistas posteriores no quería hablar de “Cleopatra” como película suya. Sin embargo pudo vislumbrar al final de su vida (falleció en 1993) el reconocimiento del público, crítica y estudiosos. También dentro del campo económico el film fue resarciéndose. El año de su estreno recaudó 24 millones $, la película de mayor éxito recaudatorio del año pero, claro, se habían invertido 44 millones y como las matemáticas son una ciencia exacta quedaban 20 millones $ de déficit que se iba recuperando poco a poco y tras la venta de la explotación a TV “Cleopatra” empezó a generar beneficios...
DOS: MAS PROBLEMAS, PROPOSICIONES, SOLUCIONES PARCIALES-
CLEOPATRA- (Mimosa a César, visiblemente perplejo) “¿No te alegras de verme?”
CÉSAR- “¡Oh, sí, mucho, mucho! Pero Rufio está muy enfadado y Britano está escandalizado”.
CLEOPATRA (Despreciativa)- “Puedes mandar cortarles la cabeza, ¿no?”.
CÉSAR- “Palomita mía, con la cabeza cortada no podrán serme útiles como lo son ahora”.
                                                      (“César y Cleopatra”, de George Bernard Shaw. Acto III)

Mankiewicz entró (y se interesó enormemente) en el proyecto “Cleopatra” gracias a Elizabeth Taylor quien le recomendó insistentemente a Zanuck, muy satisfecha de como la había dirigido en “De repente el último verano” (1959). Zanuck y Mankiewicz habían coincidido ya tres veces como productor- realizador para 20th Fox antes de “Cleopatra”: “People Wild Talk” (1951), “Eva al desnudo” (1950) --- una de sus obras cumbres --- y “Un rayo de luz” (1950) y ya habían tenido sus diferencias aunque no irreconciliables, el realizador de origen polaco había ejercido de productor llegando a fundar una productora propia y guionista pero en el caso de “Cleopatra” solo se le dio libertad para retocar el guión. El problema de falta de ritmo de la película (a partir de la 2ª parte) procede de la sala de montaje tras acabar su filmación. Dado el metraje ya realizado Mankiewicz propuso hacer dos películas, una a continuación de otra: Cleopatra y Julio César hasta la muerte de éste y Marco Antonio y Cleopatra hasta la muerte de ambos pero al finalizar el rodaje (salió un producto de 7 horas para ser dividido en las dos partes) Zanuck manifestó que no tenía ninguna intención de hacerlo así. Mandó llamar a la montadora Dorothy Spencer (siempre tuvo buena relación con Mankiewicz) y al montador Elmo Williams (responsable, entre otras, de “Solo ante en peligro”) y les ordenó podar las siete horas y reducirlas a cuatro arruinando lo filmado mientras se guardaba en alguna sala de montaje o en algún sótano de la 20th Fox el material cortado.
Ya desde el principio se pensó en diversas actrices para el rol de Cleopatra: Joan Collins y Dana Winter pero finalmente recayó en Elizabeth Taylor la cual llegó a fijar sus honorarios en un millón de dólares. Preparativos, trepidante e insistente propaganda del film por parte de la Fox, baile dentro de sus directivos, fragmentos filmados en Londres, traslado de todo el equipo a Hollywood, a Roma, enfermedad de Liz Taylor (suspensión del rodaje varias veces por esta causa) hasta lograr el inicio del rodaje en septiembre de 1961 a cargo de Rouben Mamoulian, con Elizabeth Taylor como Cleopatra, Peter Finch interpretando a César y Stephen Boyd tras su éxito como Mesala en “Ben Hur”) a Marco Antonio Cretico. Poco después Finch y Boyd rescindieron contrato y abandonaron el rodaje aludiendo compromisos, dimite Spyros Skouras como presidente de la Fox cuando Mankiewicz terminaba las batallas de Farsalia y Filipos y entra Darryl F. Zanuck para ocupar la presidencia. Las últimas escenas se realizaron en el desierto, cerca de Alejandría (Egipto). Rex Harrison pasó a interpretar a César (para mi gusto el mejor del reparto) y Richard Burton a Marco Antonio (se incorporó mientras rodaban en Roma y estuvo cuatro meses sin realizar ninguna escena). Surgió un romance entre Burton y Taylor que acabó en boda. Un escándalo para muchos y carnaza para las revistas de chismorreo del momento cuando el rodaje era un auténtico desbarajuste.
La crítica, salvo honrosas excepciones, se cebó en “Cleopatra” pero por suerte mucha parte de los espectadores no leyeron estas “críticas” negativas o si las leyeron no hicieron caso. Hoy en día la película ha sido reconocida en muchos de sus méritos. Es un tesoro parcial, la otra parte está en los archivos. Si se juntaran las dos partes quizás estaría entre las obras maestras del 7º arte, ahora solo es una muy buena película. Planteándolo de otra forma: sin las entradas y salidas de los directivos de 20th Fox, con Walter Wanger y Spyros Skouras la película de Mankiewicz hubiera podido ser otra, los cortes y supresiones (varias de escenas clave) ordenados por Darryl F. Zanuck y algún otro mandatario en el momento del montaje dieron la forma definitiva al film restándole cohesión, rebozado y personalidad. Con todo, estamos ante una cinta muy interesante y personal --- cuando pudo dirigir con toda libertad --- en mucho...
TRES- “CLEOPATRA”, LA PELÍCULA
Lo que Antonio no supo ver fue que debajo de las descuidadas y ligeramente ridículas prendas de vestir de Octavio (¡la gente decía que todas ellas estaban hechas en casa!) se ocultaba un joven estadista muy inteligente y capaz. Un hombre sin ardor ni impetuosidad, carente por completo de atracción personal, pero estudioso, perseverante, astuto y calculador. Un hombre que poseía precisamente todas las cualidades de que carecía Marco Antonio”.
(“Cleopatra, su vida, su época” de C. M. Franzero, 2)

Hemos visto como el proyecto original de Walter Wanger nació con las características de un “peplum” más con mercado en boga a principios de los 60, especialmente en Italia, para convertirse en un “kolossal” al estilo de “Ben- Hur”, “Espartaco” o los productos con menos presupuesto realizados en España por Samuel Bronston (“La caída del Imperio Romano”, “El Cid”, “Rey de reyes”) en constante choque con grandes realizadores como Nicholas Ray o Anthony Mann.
El film se inicia incinerando y enterrando los muertos en la batalla de Farsalia. César reflexiona sobre la lucha fratricida. Llega la noticia de la huida del que había sido amigo y yerno Pompeyo, ahora enemigo, el cual ha huido a Egipto. Allí le persigue. También va para intentar poner paz en una guerra civil entre hermanos que se disputan el trono ya que Egipto es el granero de Roma: Ptolomeo XIII y Cleopatra VII. El primero es un muchacho el cual para congraciarse con César y tenerlo a su lado le entrega la cabeza de Pompeyo en un recipiente. Le ha mandado asesinar. A César le repugna esta vil acción. César se aloja en el palacio de Cleopatra la cual se presenta ante él envuelta en una alfombra. Cleopatra ha realizado esta entrada con el propósito de asegurarse el trono y salvar Egipto pero finalmente se enamorarán aunque César (52 años) podría ser su padre. Ejecutará una maniobra, al verse asediado por Ptolomeo, con la cual incendiará la flota egipcia aunque no podrá evitar que el fuego se propague en algunos puntos de la ciudad y se destruya la famosa biblioteca de Alejandría. El romano desterrará a Ptolomeo y a sus colaboradores mientras convive con Cleopatra la cual le dará un hijo: Cesarión. César debe regresar a Roma para acabar con diversas guerras y arreglar sus asuntos. Cleopatra hará una fastuosa entrada en Roma pero hay conspiraciones contra César a quien acusan de querer implantar una monarquía (sistema político odiado por los romanos) y anular la república. Finalmente César es asesinado por un grupo de senadores y políticos (su hijo adoptivo Bruto, Casio, Casca, Címber, etc.). Cleopatra regresa a Egipto mientras Marco Antonio Crético, lugarteniente de César, consigue su testamento y momentáneamente se hace dueño de Roma aunque  aparecerá un personaje reclamando su parte: Octavio Turino (Roddy McDowall), sobrino- nieto del asesinado Julio César (el futuro emperador César Augusto, adoptado como hijo por Julio y llamado Octaviano u Octavio César) que finalmente formará el llamado II Triunvirato junto con Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, jefe de la caballería de Cesar, acabando con los asesinos de César. Marco Antonio contraerá matrimonio con Octavia, hermana de Octavio, y así se reforzará el poder de ambos aunque se sienta atraído por Cleopatra a quien visitará varias veces hasta quedarse a vivir con la reina de Egipto descuidando sus deberes de gobernante lo cual despertará la ira de Octavio.
Antonio ocupa ahora el lugar del difunto César en el corazón de Cleopatra pero Octavio les declarará la guerra y, gracias a su general Agripa, los derrotará en la batalla de Filipos. Antonio cree que su amada le ha abandonado (su ejército si a desertado de verdad) y se suicida. Octavio desea capturar a Cleopatra para llevarla a Roma pero esta también se suicida haciéndose morder por un áspid. Cuando Agripa y Octavio entran en sus aposentos la encuentran ya muerta...
Dentro de los esquemas fijos del cine épico Mankiewicz quiso realizar una película de autor ¿Épico o lírico?, ¿espectacularidad o sobriedad?, ¿intimidad o extroversión? ¿mostrar o no mostrar? Mankiewicz como intelectual y gran realizador, apasionado de la historia y del teatro sabía perfectamente a donde iba. Concede luz verde a las escenas espectaculares (obligadas y más en un tiempo en donde se combatía la feroz competencia de TV) pero están cerradas, nunca desarrolladas para conseguir impacto en una secuencia, no son gratuitas sino en función de la trama (por esos rectificó y trabajó tantas veces el guión) p.e. la secuencia de la entrada de Cleopatra en Roma. Es majestuosa, no ampulosa para que Roma se de cuenta, dentro del exotismo, de costumbres y folklore de Egipto. Mankiewicz busca la fidelidad histórica (mucho más que Shakespeare o Shaw) combatiendo los tópicos superpuestos sobre el personaje porqué la reina de Egipto no es la prostituta señalada varias veces ni la niñata estúpida presentada por Shaw (3) con trazos cómicos en su obra, Cleopatra actúa en principio para salvar a su país, luego es muy posible que se sintiera atraída por César (en edad podía ser su padre). Resulta interesante la escena de la conversación entre los dos cuando le pregunta Cleopatra porqué lloraba César ante una estatua de Alejandro Magno, admirado por ambos. El conquistador romano le contesta que Alejandro tenía 32 años con el mundo conocido a sus pies y él ya tenía 52 (“Él era griego, yo romano”, añade) a lo cual la reina egipcia le contesta que él murió a esta edad y tú vives... La Cleopatra de Mankiewicz es, ante todo, una mujer normal con sus aciertos y sus errores, inteligente, culta y ambiciosa cuyo mayor deseo es el bien de su país y también es una mujer enamorada...
La segunda parte es la más sufrida a causa de los cortes en el montaje impuesto por los Zanuck y su socio Peter Levathes, productores de la Fox (Zanuck era el accionista principal). Levathes, por su parte quería finalizar el rodaje cuanto antes y también tuvo que ver en la “reducción” del metraje. La progresión del relato sucede a trompicones, no se explican algunas situaciones importantes para el desarrollo de la historia --- la muerte de Rufio (Martin Landau) en el desierto sin ninguna información de como fue --- y en otras se avanza lentamente. Por otra parte hay personajes que no aparecen en la película como el triunviro Marco Emilio Lépido (dio un golpe de estado para su propio beneficio ante el enfrentamiento Antonio- Octavio pero finalmente sus soldados le abandonaron y cayó en manos de Octavio quien le perdonó la vida) y los hijos de Antonio y Cleopatra (cayeron también en poder  de Octavio tras la muerte de sus padres y los mandó a Roma para ser cuidados por Octavia, la antigua esposa de Antonio y hermana de Octavio, el futuro emperador Augusto). Esta segunda parte, más abierta, más espectacular, menos palaciega pero más íntima, va languideciendo (exacerbando y alargando, p. e., el enfado de Cleopatra cuando se ha enterado de la boda de Antonio con Octavia aunque más adelante el romano abandone a su esposa y ame y conviva con la reina de Egipto) pero a pesar de todo tiene momentos de buen (gran) cine. En esta parte destaca también la batalla de Filipos ejemplarmente dirigida por Mankiewicz con muy pocos medios: habilidad de Agripa al dirigir la batalla ante el dubitativo Antonio y la insegura Cleopatra mientras que un mareado Octavio se tumba en la litera de su camarote. Con sencillos y eficaces trazos el realizador había ya señalado el carácter y la situación de los personajes.
Si por una parte el discurso a veces es inconexo y hay fallos de raccord (a causa del montaje impuesto) “Cleopatra” posee una puesta en escena impecable, una caligrafía fílmica excelente gracias a Mankiewicz y su equipo técnico. El director realizó una síntesis histórico- fílmico encomiable y ante el dilema espectáculo/intimidad logró conjugarlo magníficamente con el sistema TODD- AO, inventado por el productor Michael Todd (tercer marido de Elizabeth Taylor, fallecido en accidente de aviación): en los films antiguos había normalmente planos generales ante una batalla combinados con primeros (o primerísimos) planos. Mankiewicz elegía los planos medios o generales para contextualizar el dramatismo de los personajes, Optó por este sistema recién ideado por única vez en su vida y logró resultados magníficos con este método nacido, como otros, con la aparición de la pantalla ancha mezclando hábilmente la intimidad con la colectividad. También fue una técnica de corta duración por su complejo y caro preparado: tipo de pantalla especial y al final de su evolución, con variaciones, unas lentes para conseguir el efecto deseado (el sonoro y la calidad de imagen eran excelentes y superiores a la Vistavisión y Cinamascope) pero la instalación técnica para proyectar fue recibido con mucha reticencia por los empresarios de las salas cinematográficas y solo se usó en contadas (y caras) películas (se utilizaba un negativo de 70 mm con cinco perforaciones de arrastre por fotograma). Mankiewicz fue quien mejor provecho sacó de este sistema del que recordamos una veintena de películas. Aún hoy en día produce un efecto de extrañación en el espectador en absoluto negativo y en donde la combinación del “tempo”, los colores y la exquisitez de los decorados inundan la pantalla como explica Christian Aguilera (4).
De Mankiewicz hablamos hace años al comentar su “Julio César” (1953) y podemos volver porqué era un gran realizador. Para “Cleopatra” contó con un gran equipo técnico a pesar de los cambios y lo vemos en los premios conseguidos por el film:
--- Fue candidata a la mejor película---
--- Candidata al mejor sonido de James P. Corcoran---
--- Candidata al mejor montaje de Dorothy Spencer (antes de la poda de Zanuck & Company) ---
--- Ganador del Oscar por la  fotografía (en color) de Leon Shamroy ---
--- Oscar a la mejor dirección artística de John de Cuir, Jack Martin Smith, Hyliard Brown, Herman Blumenthal y Elven Webb ---
--- Candidata a la música original de J. Alex North ---
--- Oscar al mejor diseño de vestuario de Irene Sharaff, Vittorio Nino Novarese y Renie ---
--- Oscar a los mejores efectos especiales de Emil Kosa Jr. ---
--- Candidato al mejor actor: Rex Harrison como Julio César ---
Después de todo esto y a pesar, en muchas ocasiones, de la más que discutible distribución de los Oscar, y a pesar de las manipulaciones sufridas por el realizador y la cinta ¿alguien aún piensa que “Cleopatra” es una mala película?
En 1995 algunos familiares de Mankiewicz y varios directivos de 20th Fox buscaron el material para restaurar la versión de seis horas. No pudo ser en su totalidad pero se logró una de cuatro horas (había sido prevista para el estreno original) que fue lanzada en DVD. Ahora, en la Edición conmemorativa del 50 aniversario, en Blu- Ray (2 discos) se puede apreciar la gran calidad fílmica de la película  y la personal (aunque no en todos los momentos, ya lo hemos visto) realización de Mankiewicz (al final hubo alguna escena dirigida por el propio Zanuck)

                                                                                                     Narcís Ribot i Trafí
1)- “Joseph L. Mankiewicz”, de Carlos Heredero. Ediciones J. C. (1985)-
2)- El libro de C. M. Franzero, “Cleopatra, su vida, su época”, lo conseguí de segunda mano en una edición de Editorial Vergara para Círculo de Lectores (1957) que guardo como un tesoro (no he visto más ediciones)-
3)- “César y Cleopatra” de George Bernard Shaw lo busqué durante un tiempo hace años (cuando había libros que no se encontraban y no solamente por causas de la política sino por desconocimiento de los editores y desinterés de muchos). Logré fotocopiarlo en el “Institut del Teatre”. Ahora no tuve ningún problema de conseguir el libro. Está en varias ediciones. De la obra de Shaw hay una versión fílmica británica de Gabriel Pascal: “César y Cleopatra” (1945), protagonizada por Vivian Leigh y Claude Rains que no obtuvo respuesta en taquilla pero logró ser nominada al Oscar del mejor diseño de producción en 1946-
4)- “Joseph L. Mankiewicz, un renacentista en Hollywood”,- Christian Aguilera. Editores T&B (2009), la obra más completa y extensa sobre el realizador-



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