jueves, 28 de noviembre de 2019

20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO” (RICHARD FLEISCHER, 1954)


“Las novelas de Verne son inigualables. Las leí de adulto y me emocionaron. Es un maestro portentoso en el arte de tejer historias que fascinan y apasionan al lector”. (León Tolstoi)
“ ...Por eso, a la pregunta planteada hace seis mil años por el Eclesiastés, ¿Quien ha podido sondear  jamás las profundidades del abismo?, hay dos hombres y solo dos en el mundo, que ahora tienen el privilegio de responder: el capitán Nemo y yo”.  (Palabras del profesor Pierre Aronnax que cierran la novela “20.000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne)
I)- EL SUBMARINO
En el ambiente de la época y en la mente de muchos estaba la imagen de la navegación submarina mediante un navío sumergible. Julio Verne (1828- 1905) recogió la idea, como en otras ocasiones,  y escribió una excelente novela sobre el tema en 1867: “Vingt Mille Lieus sous les Mers” (“Veinte mil leguas de viaje submarino”). La “anticipación”, la originalidad en Verne consiste en un submarino, el “Nautilus”, tan misterioso (aparece de improviso en los mares lo cual hace pensar en un gigantesco cetáceo no identificado que ataca y hunde buques) como rápido, cómodo y seguro, además, y muy importante, se propulsa por una energía desconocida (¿atómica, eléctrica?), hallazgo del capitán Nemo el cual además es el diseñador/creador del singular navío. El genio de un entusiasmado e inspiradoVerne dio como fruto a una de sus mejores y más leídas obras. Tan popular que el primer submarino de energía nuclear del mundo construído por Estados Unidos en 1954 se le bautizó como “Nautilus” en homenaje al gran escritor francés. Un año después --- con 97, 5 m. de largo, 7, 5 m. de calado, pintado de blanco y con el número de casco SSN-571 --- fue botado y en 1957 consigue hacer bajo el mar 60.000 millas marinas, una distancia igual a las 20.000 leguas de la novela (equivalente a unos 111.100 km.). Fue el primer submarino en llegar al Polo Norte (el “Nautilus de la novela llega al Polo Sur)  y en 1980 se retiró de la navegación funcionando como museo flotante en Groton (Connecticut). Antes de Verne recordemos que se hablaba de un artefacto sumergible ideado por el genio renacentista Leonardo da Vinci aunque él mismo destruyó los planos, en 1620 el científico holandés Cornelius J. Drebbel inventó un navío de madera recubierto de cuero provisto de remos con el cual transportó a 12 remeros y varios pasajeros en diversos viajes bajo el río Támesis (se le suministraba oxígeno desde la superficie durante la inmersión) y el siguiente paso es un submarino militar (en forma de huevo y con solo una persona) a cargo del ingeniero estadounidense David Bushell en 1770: se le bautizó como “La Tortuga” la cual se desplazaba gracias a dos enormes mecanismos semejantes a tornillos movidos manualmente (entraba agua en un tanque de lastre para sumergirse y al ser expulsada por una bomba manual subía a la superficie mientras unos lastres de plomo mantenían al navío en posición vertical; se realizaron ensayos en 1775). Robert Fulton, inventor del barco a vapor, construyó un sumergible de 6, 5 m (1796-1800) al que llamó “Nautilus” (fue ofrecido a Napoleón pero lo rechazó) y sirvió de título e inspiración a Julio Verne para su novela. La nave era de forma parecida a los submarinos actuales con las novedades de timones horizontales y verticales además de aire comprimido como oxígeno para la inmersión. Durante la guerra de la independencia de Estados Unidos y, más adelante, la guerra de Secesión americana se usaron esporádicamente varios sumergibles. Ya antes, a partir de la segunda mitad del siglo XIX se hicieron numerosos ensayos para perfeccionar la navegación bajo el agua: aquí es cuando surgen los españoles Isaac Peral (motor eléctrico nutrido por unos acumuladores ideados por él mismo) dado a conocer en 1885 y, anteriormente, Narcís Monturiol inventó un sistema de propulsión a vapor en su segundo submarino, el “Ictíneo”. Entre ellos dos se encuentra otro español, frecuentemente olvidado: Cosme García Sáez el cual llegó a construir dos submarinos, el primero era un cilindro de metal con varios depósitos adosados (entrada- salida del agua como lastre para bajar -subir a la superficie) y el segundo --- avance en la mejora técnica --- podía alojar a dos personas, patentado en París como el “Garcibuzo” en 1860, mismo año de la primera prueba en el puerto de Alicante y (pilotado por el inventor y su hijo) permaneciendo 45 minutos sumergido. Al negarsele la subvención y desentenderse el gobierno de Isabel II del hallazgo, el descubridor quedó sumido en la pobreza. El caso de Cosme García Sáez y el hecho de que Peral y Monturiol obtuvieron bastante rechazo (y hostilidades en alguna ocasión) a causa de sus descubrimentos renueva la leyenda negra de continua batalla entre la España oficial (ista) --- mande quien mande --- y los inventores obligados, en numerosas ocasiones, a emigrar al extranjero y después lamentarlo aquí...
II)- LA NOVELA
Al escribir “20.000 leguas de viaje submarino” Verne señala un invento ya totalmente consolidado y movido por una energía, gracias al genio del capitán Nemo, la cual se descubrirá en un futuro. También es original la misteriosa tripulación del Nautilus procedente de todos los paises, quienes no contestan a las preguntas del profesor Aronax al subir al submarino (guardan silencio) a pesar de dirigirse a ellos en francés y en inglés --- la aparición de Nemo dará la respuesta a los tres naúfragos y al lector --- puesto que hablan entre ellos un idioma desconocido (años antes de la creación real del esperanto y del volapuk) además del papel jugado por la electricidad presente en el navío --- antes que Zénobe Gramme descubriera la dinamo --- y la cantidad de palancas en la sala de mandos preconizantes del submarino real en un futuro.
En plena gestación de la obra (comenzada en 1867, publicada en 1870) apareció en el periódico “Petit Journal” a finales de 1867 una novela por entregas, “Viaje bajo las olas” del Dr. Rengade, utilizando el pseudónimo de Aristide Roger, la cual era un claro plagio de la obra de Verne (en este momento era ya un escritor con bastante o mucha reputación), quien llegó a protestar publicamente al director del periódico en una carta. A pesar de todo “Viaje bajo las olas” conoció varias reediciones. Aquí el sabio capitán se llamaba Trinitus en lugar de Nemo y el submarino maravilloso era el “Relámpago” en vez del “Nautilus” pero diez años después la fama de Nemo/Nautilus hundió totalmente al Trinitus/Relámpago. La historia del original “Quijote” de Miguel de Cervantes y el “Quijote” de Alonso Fernández de Avellaneda (probablemente un pseudónimo) se repitió.
Mientras escribía Verne cambió varias veces el título: “Viaje bajo las aguas”, “Viaje bajo los océanos”, “25.000 leguas bajo los mares” y, finalmente, “20.000 leguas de viaje submarino”. La idea original del autor era que el capitán Nemo (“Nemo” en latín = “Nadie”, respuesta de Ulises/Odiseo al cíclope Polifemo en “La Odisea” de Homero) fuera un patriota polaco con su pais terriblemnte reprimido por el zar ruso Alejandro II pero el editor de Verne, Pierre- Jules Hetzel, le recordó las buenas relaciones de la Rusia zarista con el gobierno de Napoleón III y le hizo cambiar. En “20.000 leguas de viaje submarino” solo sabemos de él como un hombre amargado que perdió a sus seres queridos (esposa, hijos) y su venganza no es solo contra la nación responsable (intuimos que es Inglaterra) sino contra toda la humanidad. Será en su próxima novela, “L’ile mysterieuse” (“La isla misteriosa”, publicada en 1874) cuando Verne nos revele la identidad de Nemo: en realidad un príncipe hindú llamado Dakkar.
La historia comienza en 1866: se habla de un monstruo marino provisto de un espolón que hunde barcos (más bien de guerra) o los avería seriamente (preferentemente de carga o pasajeros). Una fragata americana es elegida para acabar con esta especie de narval. Un choque tremendo con el presunto animal hace caer al agua al profesor francés Pierre Aronax (es el narrador en primera persona), especializado en Historia Natural, su criado Conseil (Consejo) y el arponero canadiense Ned Land los cuales descubren que el supuesto cetáceo es una nave sumergible, conociendo, más tarde, al capitán Nemo quien les concede un refugio a bordo pero no les deja ir puesto que él y su obra han de permanecer en secreto. Nemo ha roto prácticamente con tierra firme: todo alimento lo extrae del mar, incluso sus cigarros puros son elaborados con algas marinas. El Nautilus navegará primero por aguas del Pacífico (pesca submarina en los bosques sumergido de la isla de Crespo), después el estrecho de Torres (Nueva Guinea- Australia), entran en el Índico (contemplan la pesca de perlas en Ceilán), la costa arábiga, túnel subterráneo bajo el canal de Suez, costas de Grecia, en dos días cruzan el Mediterráneo y penetran en el Atlántico, llegan a la bahía de Vigo y después rumbo al Sur, ven los restos de la mítica Atlántida, el continente perdido que unía África con América para llegar a los mares antárticos, luchas con los hielos y rumbo al Norte hasta llegar a las costas de Noruega y colocar Nemo (¿intencionadamente?) su navío en el gigantesco remolino del Maelstrom (1). Solo sobrevirán Aronax, Conseil y Ned Land gracias a haber escapado en canoa un tiempo antes y en un efecto extraño rebotar como una peonza ...
III)- LA PELÍCULA
La Walt Disney Productions presentó en 1954 “Twenty Thousand Leagues Under the Sea” (“20.000 leguas de viaje submarino”), dirigida por Richard Fleisher e interpretada por James Mason (capitán Nemo), Paul Lukas (profesor Aronax), Kirk Douglas (Ned Land) y Peter Lorre (“Consejo”). La elección no pudo ser mejor. En verdad el cuarteto interpretativo principal brilla a gran altura especialmente James Mason el cual asimismo encarnó al profesor Lidenbrock en la también verniana “Viaje al centro de la Tierra” (Henry Levin, 1959), o sea en las dos mejores transcripciones del escritor a la pantalla. La dirección fue encomendada al hasta entonces no muy conocido RICHARD FLEISCHER (1916- 2006) --- hijo de Max Fleischer, realizador de animación y creador de las series de Betty Boop y Popeye --- quien había empezado en la serie B especialmente en films de cine negro (2) y con “20.000 leguas...” se encontrará con un presupuesto más holgado y también con “la película de su vida”. Con la esperanza de detenernos con él en otra ocasión recordemos varios films suyos memorables: “Viaje alucinante” (un submarino reducido al tamaño de una bacteria circulando por un cuerpo humano para intentar curarle una herida de bala; una gran obra de Ciencia- Ficción), “Hasta que el destino nos alcance”, “El estrangulador de Boston”, “Los vikingos”, “El estrangulador de Rillington Place”, “Duelo en el barro”, “Tora!, Tora!, Tora!”, “El extravagante Dr. Dolitte”, “Barrabás”, “Conan el destructor”, “Red Sonja”, etc. Siendo un “todo terreno”, la elección de los planos, la buena combinación de la interpretación y la técnica y la suerte de sus éxitos en taquilla  + crítica de varias cintas suyas dan al hábil Richard O. Fleischer (como firmaba sus obras al inicio de su carrera y durante algunos años) el título indiscutible de gran realizador con un legado de films muy interesantes y casi siempre atractivos. Aquí contó con un excelente elenco de actores, de un magnífico equipo técnico y se rodó en Cinemascope lo cual ofreció al espectador una serie de secuencias submarinas desbordantes y espectaculares con escenas rodadas al estilo documental incidiendo en la vena didáctica propuesta en las páginas de Verne. Posee una vitalidad visual y narrativa (en el subyugante Technicolor de la época). La película es narrada con voz en off también por el profesor Aronax en los lugares donde nos es situada la historia. Prácticamente todo el film brilla a gran altura: el Nautilus diseñado por Harper Goff para la película (un auténtico hallazgo) mientras que el interior estaba diseñado al estilo de un hogar pequeño burgués victoriano y las estancias en donde predominaba lo metálico y en los pasillos eran de estilo modernista antes de que apareciera este movimiento artístico (año 1866 en el cual transcurre la historia) pero entrañablemente adecuado, la nítida fotografía de Franz Planer, la preciosa dirección artística de John Meehan y Emile Kuri quienes recibieron un Oscar (1954) así como otro por los mejores efectos especiales para la Walt Disney Studios y una candidatura al Oscar para Elmo Williams como el mejor montaje. La música, bastante acertada, era de Paul J.Smith y el guión de Earl Fenton difería en algunos puntos y situaciones con la novela pero era fiel absolutamente a ella en el espíritu verniano. Todo la técnica junto con la interpretación perfectamente conjuntadas por Fleischer.
Antes de este clásico podríamos decir que la historia vio luz en el incipiente cine con “20.000 Leagues Under the Sea”, de Wallace McCucheon (1905), cinta totalmente perdida y dos años después con “20.000 Lieus Sous les Mers” (Francia, 1907), del gran Georges Méliès que nada tenía a ver con la historia de Verne, solo una fantasía onírica de un pescador en sueños. Stuar Paton adaptaba libremente la historia para la compañía Universal (1915), mismo título que el film extravíado de 1905, con Allen Holubar como capitán Nemo, y otras libres adptaciones del personaje de Nemo en “La ciudad de oro del capitán Nemo”, excelentemente dirigida por James Hill (1969) y “Viaje a la Atlántida del capitán Nemo” (1977), de Alex March (1977), bastante irregular (buenas escenas y otras mediocres) además de las transcripciones de “La isla misteriosa” en donde aparece también el personaje de Nemo. Hay otra versión (para la TV de Estados Unidos) de “20.000 leguas ...”, de Roy Hardy (1997) protagonizada por Michael Caine. Vi algunas escenas en un pase televisivo que no están mal pero son incomparables con el film de Fleischer.
El vocacional profesor Aronax queda atraído por la ciencia del capitá Nemo, se harán amigos a pesar que en ocasiones estén en desacuerdo; Ned Land es bastante inculto, mujeriego y borracho, en cierto sentido la antítesis de Nemo a quien hará perder la paciencia en más de una ocasión aunque en otra le salvará la vida jugándose la suya (el ataque del calamar gigante) mientras el criado “Consejo” es siempre fiel al profesor Aronax aunque finalmente haga causa común con Ned Land porqué cree que su amo, apasionado por la ciencia de su anfitrión, ha perdido la personalidad y se ha convertido en otro Nemo. Veamos algunas diferencias novela/guión:
--- En el film no aparece el capítulo en donde el “Nautilus” pasa apuros al ser atrapado bajo los hielos del Polo Sur ---
--- Tampoco está el del ataque del submarino a los cachalotes con el espolón para salvar a un rebaño de ballenas ---
--- La foca “Esmeralda” a bordo del submarino no existe en la novela, es invento del guionista. Hará muy buenas migas con Ned Land y se salvará con los tres hombres cuando Nemo decida “suicidarse” con toda su tripulación ---
--- En el libro Nemo acerca su nave al remolino gigante llamado Maelstrom. En la película el Nautilus desaparece después de una explosión provocada por Nemo en su propia base (la isla Vulcania) al ser descubierto por sus enemigos ---
--- Solamente aparece un calamar gigante en el film, varios en el libro. Probablemente un Arxiteuthis dux (especie más identificable de este cefalópodo gigante) o un Mesonychoteutis hamiltoni (conocido como “calamar colosal” para diferenciarlo del Architeuthis) los cuales pueden llegar a medir de 10 a 17 m. y muchos científicos creen que algún ejemplar de “calamar colosal” puede alcanzar los 30 m. ---
Hay algún detalle más pero Fleischer sabe extraer al máximo --- mediante la planificación (aquí reside uno de sus méritos más destacables) --- la psicología de los personajes vernianos basándose esepecialmente en un contraste dual:
--- “Bajo el mar el hombre no tiene poder, no hay maldad”, dice Nemo ---
--- Cuando los tres naufragos ponen el pie en el Nautilus observan un entierro bajo el mar, entre corales; la extraña mirada de “Consejo” no tiene correspondencia, será necesario que el científico Aronax mire también por el ojo de buey para que el realizador (mediante cuatro planos) muestre la ceremonia fúnebre submarina (un tripulante del Nautilus muerto por accidente) ---
--- En otra ocasión Aronax contempla el mar desde un ojo de buey. Flescher planifica como si el mar contemplara dentro del submarino al sorprendido profesor ---
--- La cultura: Nemo toca al órgano del salón la más famosa de las cuatro “Tocata y fuga” de Juan Sebastian Bach (en re menor, BWV 565) delante la vulgaridad (plano contrapuesto) de Ned Land fabricándose una guitarra con la cual tocará la repelente cancioncilla que canturreaba al inicio del film en aquella escena de los muelles (cuyo desarrollo hace parecer al principio que estamos ante un western). Al desprecio material de Nemo el cual detesta el oro y las joyas delante la ambición de Ned (la guitarra servirá para esconder joyas) ---
--- En otra genial contraposición de planos Ned salva la vida a Nemo en doble ocasión al ser apresado por el calamar gigante (en la novela es el capitán quien salva la vida al arponero canadiense), Nemo finalmente da las gracias a Ned y este dice que va a emborracharse ---
--- El carácter triste y melancólico de Nemo y la curiosidad científica del profesor Aronax contrastan con el carácter alegre y algo ingenuo de Ned a quien se le unirá Consejo para buscar una seguridad que no encuentra en su amo ---
--- La antipatía manifiesta entre Ned y el segundo de  a bordo que acabará en lucha cuerpo a cuerpo al final cuando este quiere retener a la fuerza a los tres pasajeros y morir con el capitán y toda la tripulación cal llevar Nemo el navío hacia la destrucción. El arponero canadiense logra vencer y ante el deseo de Aronax de volver tras sus pasos para recuperar los apuntes olvidados en su camarote le golpea fuertemente, se lo carga a la espalda y le lleva inconsciente pero a salvo al bote. Cuando el profesor recupera el sentido Ned le pedirá disculpas por el golpe que, a pesar de todo, le ha salvado la vida pero no había tiempo ya para nada más---
--- El tranquilo mundo submarino observado bajo las aguas se contrapone a la turbulencia de las tempestades desencadenadas sobre la superficie marina ---
--- Nemo vive solamente por y para el mar, toda su alimentación es pesca o cultivo marino. Rechazo total a la tierra. Esta es su forma de entender la libertad y ejecutar su venganza. Ned Land es también un hombre de mar pero desea la libertad que conseguirá si puede llegar a tierra firme mientras “Consejo” duda en casi todos los momentos y el profesor no piensa en la libertad solo en aprender más (quizás solo lo haga al final de la obra) y acrecentar sus conocimientos científicos ---
Podríamos decir a modo de conclusión que “20.000 leguas de viaje submarino” es una gran película, uno de los mejores films de la historia del cine ...
                                                                                             Narcís Ribot i Trafí
1)- Se llama Maelstrom a un gran remolino situado ante las costas del archipiélago de las Lofoten (costas meridionales de Noruega), exactamente entre las islas Sorland y Vaeroy. Se forma por el choque de corrientes y contracorrientes de unos 18 km. Además de Julio Verne hay también un relato de Edgar Allan Poe (“Descenso al Maelstrom”) en donde aparece el famoso remolino.
2)- Adquirí un pack sobre cinco films (cine negro para R. K. O.) de Richard Fleischer pertenecientes a su primera época, antes de su reconocida y merecida fama. Dentro de su limitado presupuesto son unas películas muy bien realizadas y aprovechadas en donde se auguraba ya su profundo conocimiento cinematográfico. Los títulos son: “Bodyguard” (1948, nunca estrenada comercialmente en España), “The Clay Pigeon” (“Acusado de traición”, 1949), “Follow My Quietly” (“Ven tras de mí”, 1949), “Armored Car Robbery” (“Asalto al coche blindado”, 1950) y “The Narrow Margin” (“Testigo accidental”, 1952).



No hay comentarios:

Publicar un comentario