jueves, 26 de diciembre de 2019

EL PRÍNCIPE VALIENTE (HENRY HATHAWAY, 1954)



                      El personaje creado y dibujado por Harold Foster en 1937 pasó con toda justicia a la historia del cómic como una de las más brillantes aportaciones. Un estilo detallista, preciosista, elegante con un trazo delicado a la vez que firme y seguro con el cual Foster llegaría a la cima artística puesto que cada una de sus viñetas es una auténtica obra de arte. Desde su inicio hasta principios de los 70 Harold Foster fue el creador e ilustrador de “Prínce Valiant” (“El príncipe Valiente”) cuyo título original completo es “Prince Valiant in the Days of King Arthur” (“El príncipe Valiente en los días del rey Arturo”), publicado originalmente como tira dominical a todo color en varios periódicos de Estados Unidos. La obra completa consta de 1800 planchas y continúa editándose. Ha habido múltiples reediciones en color y en blanco/negro, en España empezó a publicarse en 1950.
La compañía 20th Fox quiso emular los éxitos taquilleros de las dos películas de aventuras sobre gestas caballerescas que a principios de los 50 había conseguido M. G. M.: “Ivanhoe” y “Los caballeros del rey Arturo”, ambas de Richard Thorpe (cuyo mejor film sigue siendo la segunda versión de “El prisionero de Zenda”, con Stewrat Granger aunque en otros podamos encontrar hallazgos interesantes) y así nació “Prince Valiant” (“El príncipe Valiente”, 1954) confiando la dirección a un realizador más completo y dinámico que Richard Thorpe: Henry Hathaway quien, en mi opinión, dio una transcripción del personaje de Harold Foster más que satisfactoria aunque en un principio la crítica no fue positiva y la película se olvidó durante años para ser rescatada más adelante e incluso convertirse en un film de culto. Recordemos que al principio, tras su estreno, ni el creador Harold Foster ni el director Henry Hathaway estaban muy satisfechos con el resultado fílmico.
I)- FACTORES PARA UNA (BUENA) PELÍCULA-
1)-  CREADOR Y DIBUJANTE DEL COMIC: HAROLD RUDOLPH FOSTER- (Canadá, 1892- Florida, 1982). Su gran hobby fue la navegación y al trasladarse con toda su familia a Estados Unidos (él contaba con catorce años) se le despertaron más aficiones: montañismo, contacto continuo con la naturaleza, caza y pesca. Ejerció diversos oficios ya que abandonó sus estudios universitarios (incluso fue boxeador) y llegó a ser dibujante en catálogos publicitarios. Su primer trabajo como ilustrador de historietas fue el personaje de  Edgar Rice Burroughs, “Tarzán de los Monos”  (adaptando las novelas al cómic) el 7 de enero de 1929. Se negó a adaptar la segunda novela puesto que quería crear y dibujar su propio personaje y durante un tiempo Rex Mason fue el ilustrador, dando al personaje la apariencia física de Elmo Lincoln el primer actor de Tarzán (1918). Como estamos en tiempos del crack bursátil, Foster aceptó volver al personaje de Burroughs cambiando el aspecto de Tarzán: cabello corto, desaparición de la cinta en su cabeza y de la piel de leopardo cubridora del tórax, a diferencia de Elmo Lincoln, dándole una figura parecida a la de Johnny Weissmüller --- el más recordado y popular Tarzán aunque en el futuro vinieran interpretaciones notables como las. de Lex Barker o Gordon Scott --- quien conocía el éxito al interpretar al hombre de la selva (la primera película se estrenó en 1932). Pero Foster hacía tiempo que deseaba trabajar en un personaje nacido de su imaginación. Así nació “El príncipe Valiente” (la primera plancha dominical apareció el 13 de febrero de 1937) situado en su origen a principios de la Edad Media aunque luego variará en según que aventuras. Entró en Camelot para hacerse caballero de la Tabla Redonda en tiempos del rey Arturo, siglo V. La historia conserva la misma trayectoria argumental desde su inicio: una saga familiar y aventuras. En el transcurso de los años los personajes van envejeciendo (a diferencia de otras series de cómics). Así conoceremos a Valiente, el hijo de Aguar, rey de Thule, cuyo reino ha usurpado el malvado Stigon quien persigue a muerte al rey y a su familia los cuales se refugiaran en unos pantanos cerca de la costa inglesa. Allí se sitúan las primeras aventuras del príncipe Valiente para más adelante salvar la vida a sir Gawain y convertirse en su escudero (y amigo) y de este modo entrar a formar parte de “los Caballeros de la Tabla Redonda”. Allí conocerá al rey Arturo, Lancelot, el mago Merlín, Ginebra, Percebal, la bruja Morgana y otros… Continuará con diversas y variadas aventuras (algunas fuera del ciclo “artúrico”) recorriendo cuatro continentes (Europa, América, Asia y África), se enfrentará a toda clase de enemigos (hunos, sajones, sarracenos), especialmente sujetos sin escrúpulos opresores de los humildes, puesto que Valiente es (como todas su familia) un gran cristiano; a veces nos encontramos con razas o culturas aparecidas en un futuro, así como vestiduras con su correspondiente equipo militar de varios siglos o vikingos (pueblo surgido históricamente tiempo después) con su atuendo y cascos de cornamenta que nos recuerda a alguna ópera wagneriana, los romanos (como legionarios en la época de Trajano) y los griegos (con su vestidura clásica) --- ropajes ya no usados en la Edad Media--- constituyen anacronismos que en absoluto desvirtúan la obra. Aparecen personajes reales como el general romano Aecio, Atila, rey de los hunos, el emperador Valentiniano III… los guiones son cuidados y los dibujos maravillosos. Hay mucha voz en off y poco diálogo lo cual en ocasiones puede resultar fatigoso puesto que no usa “bocadillos” y los diálogos están al pie de las viñetas junto a los comentarios del narrador/voz en off. A través de su historia, Valiente se casará con Aleta, reina de las Islas Brumosas (en alguna localidad del Mediterráneo) y tendrá varios hijos. El mayor, el príncipe Arn, le substituirá en las aventuras de los últimos años. Especialmente al principio de la serie aparecen elementos sobrenaturales (dragones semejantes a dinosaurios, brujas, etc.) para ir esfumándose a través de los años. Su detallismo y perfección en paisajes (reales o imaginarios), la profundidad gráfica de bosques y rocas es verdaderamente encomiable y cuya descripción puede perfectamente recordarnos a las novelas de aventuras de Sir Walter Scott.
A principios de los 70 Foster dejó el personaje (guión, dibujos) en manos de John Cullen Murphy el cual logrará unas historias más realistas pero sin llegar a la calidad artística (siendo buena) del creador original.
2)- EL REALIZADOR DEL FILM: HENRY HATHAWAY- Henri Leonard de Fiennes (Sacramento de California, 1898- Hollywood, 1985), descendiente de aristócratas belgas entró muy pronto en el cine: su madre era actriz y su padre representante por lo cual empezó de niño en pequeños papeles y siguió como extra y figurante (en films, entre otros, de Allan Dwan, Fred Niblo y Josef von Sternberg) hasta llegar a actor secundario pero su carrera se truncó al empezar la I Guerra Mundial y luego, en 1923, logró ser asistente de dirección (también con von Sternberg del cual confesó ser su alumno). Se estrenó como director gracias a un contrato de Paramount para realizar ocho westerns de bajo presupuesto protagonizados por Randolph Scott y basados en novelas del popular Zane Grey (“El hombre del bosque”, “El legado de la estepa”, “La horda maldita”). Henry Hathaway fue un realizador del cual la crítica no prestó mucha atención (injustamente, como con otros directores). Será considerado un “honesto artesano” (lo era pero también mucho más) en la frontera  entre la “eficacia fílmica” y “creador”; se le reconoció la solvencia fílmica, la nitidez visual, el buen escoger de los planos, la fluidez narrativa, el buen manejo de actores, la captación de escenarios y personajes con gran sensibilidad, la excelente resolución en escenas de acción y espectáculo y la traslación de signos y características de un género a otro (experimentados por él) con notable fortuna. Se consagró en los años 30 en dos films con Gary Cooper: “Sueño de amor eterno” (la visioné hace poco y me sorprendió gratamente), drama romántico, y “Tres lanceros bengalíes” (ambas de 1935), un clásico de film de aventuras coloniales. Tocó casi todos los géneros generalmente con gran fortuna: “La jungla en armas” (1939), una gran película donde se enfrentan británicos, estadounidenses y filipinos (con Gary Cooper y David Niven), “Cuando muere el día” (1941), otro film de corte colonialista; “Los 4 hijos de Katie Elder”(1965), “Del infierno a Texas” (1958), “Valor de ley”  (1969), “Alaska, tierra del oro” (1960) y “El jardín del diablo” como excelentes westerns (1954)  sin olvidarnos de “El correo del infierno” (1951), con Tyrone Power, magnífico en todos los sentidos y que puede colocarse perfectamente a la altura de las obras de Anthony Mann, John Ford, Howard Hawks o Raoul Walsh. “13 Rue Madeleine” (1946), “El beso de la muerte” (1947), “Yo creo en ti” (1948) o “La casa de la calle 92” (1945) son buenas muestras de cine negro a la que es ineludible añadir “Niágara” (1953), ahora ya en color, en donde prácticamente descubría a Marilyn Monroe. Con “La hechicera blanca” (1953) y “El último safari” (1967) entraba en el campo de las aventuras selváticas, con “El príncipe Valiente” (1954), aventuras medievales y con “Rommel, el zorro del desierto” (interpretación de James Mason como el mariscal) en el cine bélico.
Con el tiempo se reconocieron los méritos y valía de Henry Hathaway (y no solamente por su eficacia y solvencia) aunque es el realizador del cual se han publicado menos estudios en formato de libro en legua castellana --- ninguno --- al igual que durante muchos años los aficionados a la música clásica encontrábamos a faltar obras de estudio sobre Felix Mendelssohn.
3)- EL GUIONISTA: DUDLEY NICHOLS-  Amante del teatro e intelectual, Dudley Nichols (1895- 1960) fue uno de los guionistas más destacados de Hollywood. Imprimía una hondura psicológica en sus personajes y situaciones confrontadas. El éxito de dar cartas de nobleza al western se debe en mucho a su guión para “La diligencia”, de John Ford (1939). Escribió para muchos de los grandes realizadores (John Ford, Anthony Mann, Howard Hawks, Fritz Lang, Henry Hathaway) y pasó de un género a otro con facilidad: “La fiera de mi niña” (comedia), de Howard Hawks (1938), “El fugitivo” (drama), de John Ford (1947), “El príncipe Valiente” (aventuras), el citado “El correo del infierno” (western), de Henry Hathaway (1951), “Río de sangre”, de Howard Hawks (1951) o “Cazador de forajidos”, de Anthony Mann (1957), también westerns memorables; “Perversidad” (cine negro), de Fritz Lang (1945) y también aquella cinta de aventuras basada en “El malvado Zaroff”:Huída hacia el sol”, de Roy Boulting (1956) que si bien no es destacable --- más bien la realización es bastante vulgar y rutinaria --- si es curiosa por su construcción argumental y su buen elenco interpretativo (Richard Widmark, Trevor Howard, Jane Green)…
4)- LOS DEMÁS- Excelente la música de FRANZ WAXMAN --- compositor de música para cine y autor de las bandas sonoras de Films como “Rebeca” (1940), “La ventana indiscreta” (1954), ambas de Alfred Hitchcock, “Capitanes intrépidos” (1937), de Víctor Fleming o “La novia de Frankenstein” de James Whale (1935) entre otras --- con tintes wagnerianos situados entre el romanticismo y la épica. La fotografía de LUCIEN BALLARD (“Los 4 hijos de Katie Elder”, “Valor de ley”), en Cinemascope y Technicolor, consigue algunos momentos de ensueño como en los bosques, costas rocosas, castillo de Camelot (interiores y exteriores) mientras muchos se cebaban en la interpretación de Robert Wagner como Valiente. Pero si es verdad que fue un actor limitado también lo es que daba figura y tipo perfectos, con el típico flequillo (equivalente paradigmático de los dibujos). Tiempo después Robert Wagner le comentó a Harold Foster que era un forofo de los cómics del “Príncipe Valiente”. El resto cumple: Janet Leigh como la princesa Aleta, Debra Paget como su hermana Ilene, Sterling Hayden es Sir Gawain, quien coge a Valiente como escudero y le llegará a querer como a un hijo aunque en su primer encuentro reciba una pedrada del muchacho por creerle un enemigo, Brian Aherne es el rey Arturo, Donal Crisp representa el rey Aguar, padre de Valiente, Barry Jones es el rey Luke, padre de las dos hermanas y James Mason, el mejor de todos, encarna maravillosamente al malvado sir Brack, en realidad el caballero negro.
II)- “EL PRÍNCIPE VALIENTE”, LA PELÍCULA
Si bien “El Príncipe Valiente” no es una película totalmente redonda ni el mejor film de Hathaway, si es una cinta con excelentes escenas que ya quisieran tener muchas del género aventurero. El ritmo, generalmente dinámico y vital, hace que en ningún momento decaiga el interés ni aparezca el aburrimiento: torneos, duelos, persecuciones por el bosque y dentro de los castillos, traición, corrupción, venganza heroísmo, códigos de honor, justicia… todo ello bañado en una áurea  romántica digna de agradecer. El guión de Dudley Nichols es como una aventura más de las ideadas/ilustradas por Foster aunque reste protagonismo a los padres de Valiente y a la princesa Aleta. La sinopsis es conocida: el rey Aguar, su esposa e hijo, Valiente (Val para los amigos) residen en una fortaleza-abadía en un lugar remoto de la costa británica, residencia cedida por el rey Arturo, ya que Aguar era rey de Scandia y ha sido desposeído de su trono por el vikingo traidor Sligon y sus seguidores quienes les buscan para matarles. Valiente es enviado a Camelot por su padre para hacerse caballero de la “Tabla Redonda” y recuperar el trono de Scandia. En el camino verá al “Caballero Negro” (armadura negra con rostro cubierto) con un grupo de vikingos de Sligon y deberá huir. Más adelante conocerá a Sir Gawain (al igual que Arturo es amigo personal de su padre) en un encuentro accidentado y después al rey Arturo y al resto de sus caballeros, entre ellos Sir Brack (pariente de Arturo) del cual al poco sospecha que es “El Caballero Negro”, considerado por muchos como un espíritu diabólico que aterroriza a los humanos. Más adelante se enamorará de la princesa Aleta, habrá unos equívocos y finalmente todo acabará bien al desafiar y matar al “Caballero Negro” que no es otro que Sir Brack el cual quiere usurpar el trono de Arturo. Valiente y Aleta proyectan su boda… Veamos algunas escenas:
--- Ya los genéricos son exquisitos: una brillante espada en diagonal a la pantalla mientras aparece el título del film en letras góticas en rojo, una pared con cinco panoplias y a continuación unas viñetas de Harold Foster sabrosamente coloreadas y animadas por la música de Waxman ---
--- En las primeras escenas: llega la nave del fiel Boltar (Victor McLaglen). Valiente salta por las almenas del castillo/abadía, llama a sus padres y sale a recibir al amigo arrojándose al mar y nadando hacia el dakkar vikingo. En escasos momentos y con gran economía de medios, Hathaway, con la obertura nos hará pasar directamente a la acción (combinando perfectamente planos generales con planos medios subrayados por la adecuada música)---
--- La voz en off nos lo ha dicho todo, después la presentación de los padres de Valiente (una segunda toma intercalada los veremos más próximos, en plano medio) ---
--- La cena por la noche en el castillo, cuando Aguar decide enviar a su hijo a Camelot. El comedor en semioscuridad (iluminado solamente con un candelabro de varios brazos en lo alto de la estancia/pantalla), en conjunto nos recuerda un cuadro de Rembrandt ---
--- La primera vez que Valiente descubre al “Caballero negro” hablando con unos vikingos de Sligon, pues los conspiradores están aliados, cae en medio de la playa semiaturdido aunque logra huir --- probablemente inspiró una escena del cómicEl Jabato” creado por Víctor Mora (*) --- constituyendo una secuencia de entre lo mejor del cine de aventuras: saltando de árbol a árbol por las lianas, esquivando las flechas, cayendo a un río y usando una caña para respirar bajo el agua. Hathaway continúa usando una angulación y elección de planos formidable ---
--- En Camelot habla con Arturo y sus caballeros. Allí dice quien es, lo que le pasó y su aventura con el “Caballero Negro”. Hathaway muestra la reunión de la “Tabla Redonda” en visión fragmentada y cuando Valiente es aceptado como escudero de Sir Gawain enfoca a todos los componentes con la “Tabla” en  el centro con un plano general de conjunto ---
--- El torneo donde un atrevido Valiente (siempre hará honor a su apellido) suple al herido Sir Gawain (con la cara cubierta por el casco) y cae derribado por Sir Brack está más que correcto (los he visto mejor filmados pero muchos otros, peor). Cuando el Príncipe es herido y atendido en el castillo de Aleta hay momentos interesante. Al descubrir a su futuro amor, la ve en un plano medio y contrapicado, alumbrada por una lámpara en el techo y pregunta si está en el paraíso. Será demasiado rápido el mutuo amor (solo un día). La princesa Aleta tiene una hermana, Ilene (enamorada de Sir Gawain), ambas son hijas del rey Luke. La belleza de ambas muchachas es expresada/mostrada en la variedad e indumentaria: Aleta es rubia y casi siempre viste de blanco mientras Ilene es morena y su vestido es oscuro. Los equívocos se cruzan entre los personajes: Valiente/Aleta/Sir Gawain (que en un principio está enamorado de Aleta la cual es también pretendida por Sir Brack)/Ilene ---
---Cuando Aleta y Valiente (ha descubierto el secreto de Sir Brack) son raptados por los esbirros de Sligon y llevados prisioneros con los padres del príncipe, caídos también en manos del vikingo traidor, el nivel baja y, siendo aceptable (sin perder el dinamismo), está por debajo de lo anteriormente comentado. Valiente huye de su prisión y se une a sus seguidores, comandados por el leal Boltar. La batalla está bien mostrada y el usurpador es muerto en duelo por Valiente gracias a la espada de su padre. Volverá a Camelot, desenmascarará a Brack delante de la “Tabla Redonda” y le matará en duelo ante de Arturo, Gawain y demás caballeros. El príncipe es nombrado caballero de la “Tabla” por Arturo y su espada Excalibur. Doble boda: Valiente –Aleta y Sir Gawain- Ilene ---
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.  Excelente película de aventuras. Hay otra versión en 1996 de la cual es mejor correr un tupido velo…
                                                                   Narcís Ribot i Trafí
(*)- Víctor Mora Pujadas creó un gran cómic en 1956: “El Capitán Trueno”. Según el autor su inspiración le vino de “El Príncipe Valiente” de Foster. Gracias al éxito creó otro personaje, “El Jabato” con casi las mismas virtudes (las aventuras de ambos personajes fueron exportadas más allá de nuestras fronteras). La escena comentada está en uno de los números consecutivos titulados “La sombra de Nerón” y “¡Kimberlan!”, una de las mejores aventuras del “Jabato”, comentada en estas  páginas de “Cine y Cultura” en dos partes



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