miércoles, 2 de marzo de 2016

ESCIPIÓN EL AFRICANO EN LAS ARTES Y LETRAS


 Escipión: “¿Cual crees que fue el mayor estratega de todos los tiempos?”
 Aníbal: “Alejandro Magno,después el rey Pirro, luego yo y después tú”.
 Escipión: “Y si tu me hubieras derrotado en Zama en lugar de yo a ti?                                Aníbal: “Entonces yo sería el primero, no el tercero”.

                            Publius Cornelius Scipius, Africanus (Escipión, el Africano, 235- 184 a. C.) fue una de las grandes figuras de la República Romana. Procedente de una familia consular se convirtió en el más grande general romano de la II Guerra Púnica (218- 201 A. C.) entre romanos y cartagineses. Participó en la batalla de Tesino (-218), ganada por Aníbal, en donde salvó a su padre, fue tribuno militar en la famosa batalla de Canas (-216), obra maestra de la estrategia militar de Aníbal y derrota total de los romanos. Fue pieza importante en la recuperación moral romana después del desastre de Canas (muchos creían que sería el final de la guerra), a continuación sirvió como edil y fue votado por el pueblo para ejercer la jefatura de las tropas en Hispania en contra de la opinión de muchos senadores, partidarios de concentrar todo el ejército en Italia dada la gravedad. Escipión pensaba de otra forma. Conquistó Cartago Nova (Cartagena) en el -209, base principal de los cartagineses en Hispania aunque no pudo evitar que Asdrúbal --- hermano de Aníbal --- rehusara el enfrentamiento y huyera con sus tropas para reunirse (había habido un choque en Baecula, entre Bailén- Linares- La Carolina, ganado por Escipión pero el cartaginés pudo huir con el grueso de sus fuerzas) con Aníbal en Italia, cosa que podía significar el fin de Roma pero Asdrúbal fue derrotado en Metauro por los cónsules Cayo Claudio Nerón y Marco Livio Salinator. El signo de la guerra había cambiado a favor de los romanos hasta la definitiva victoria de Escipión sobre Aníbal en Zama (-202). La admiración del romano que sentía hacia su enemigo le llevó a copiar la misma táctica. El cartaginés se dio cuenta pero ya no pudo hacer nada. Antes había habido diálogo entre los dos líderes para intentar un acuerdo y evitar la batalla pero no pudo ser (sin embargo las fuentes indican que la entrevista fue cordial; no faltaba la admiración de ambos hacia su contrario). Durante la batalla Aníbal hirió en un brazo a Escipión en duelo individual pero no pudo evitar la derrota. Años después de la guerra los dos viejos enemigos hablaban de batallas y estrategia militar en Rodas, exilados los dos de sus respectivos países (lo que puede la envidia y la  ingratitud en la historia humana). Escipión fue acusado de aceptar sobornos del rey Antíoco (algo totalmente falso) por parte de Catón el Censor, salió libre de los cargos pero se retiró desanimado de la política mientras Aníbal estaba a punto de ser entregado a los romanos por algunos aristócratas de su propio país, enemigos suyos.
Polibio nos dice que Escipión no era arrogante, solo tenía seguridad en si mismo, su comportamiento generoso está reseñado por Apiano , Dión Casio, Diodoro Sículo y Silio Itálico, explicando también Tito Livio la famosa escena del rechazo de poseer una bella joven, después de Cartagena, que le correspondía como prisionera de guerra, devolviéndola a su prometido (con este acto se ganó la simpatía de todos), siendo también alabado por Aulo Gelio y Valerio Máximo. Más adelante Cicerón desarrollará su narración “De Amicitia” donde Escipión es protagonista hablando de la auténtica amistad con Lelio, durante mucho tiempo su mano derecha política y militarmente.
Después de la Antigüedad fue Francesco Petrarca el primer autor que dio un lugar a Escipión en su epopeya “África” (1338 hasta la década de los 50) siguiendo el estilo de “La Eneida” de Virgilio. A pesar de todo la obra quedó inacabada y cayó en un relativo olvido (en la trama histórica sigue a Tito Livio, incluyendo la parte de Sofoniba). El mismo Petrarca en su famoso ciclo de poemas “Triomfi” coloca a Escipión como modelo de castidad, por delante de Julio César el cual se entregó a Cleopatra, imagen igualmente presente en “De Viris Illustribus”, también de Petrarca.
Hay en 1558 una obra teatral holandesa de Willen van Haecht en Amberes que, desgraciadamente, se ha perdido, otra de Jean Desmarets (1639) fue traducida por Jan Lemmens (aprox. 1649) con bastante éxito (se reeditó varias veces).
En música conocemos varias óperas sobre la escena de la muchacha de Cartago Nova : la de Francesco Cavalli y Niccoló Minato, según libreto de Apostolo Zeno, la de Alessandro Scarlatti (1714), Antonio Caldera (1724), Baldassare Galuppi (1746) y la de Carl Heinrich Graun (cerca de 1730) y sobre la expedición africana tenemos la de Galuppi conjuntamente con Francesco Venneschi (1741).
En el arte figurativo de la Antigüedad, Escipión solo fue representado en retratos imaginarios, más adelante surgen a cientos los basados en la escena del rechazo de la muchacha prisionera (especialmente por pintores del siglo XVI al XVIII). Así, aparecerá en diversas ocasiones en la obra de Paolo Veronese, Sebastiano Ricci (cuatro veces, entre 1700- 1713), en la escuela de P. P. Rubens, Gerbarnd Jansz van den Eekhout (cuatro veces, 1650- 1670), Giovanni- Battista Pittoni, Jacob Jordaens Frans Franken II, Jean Restout, Giambattista Tiépolo (“La continencia de Escipión”) Jan Brueghel, Carel van Mander, Anthony van Dyck, Cornelis de Vos, Nicolas Poussin, Jan van Noordt, Johann Heiss, François Lemoyne, Jean- François Troy, Giuseppe- Maria Crespi, Daniel Wachters, Sebastiano Conca, David Allan, Nicolas Guy Breul, Benjamin West, Joshua Reynolds y Pieter Josef Verhagen. Hay una pintura de Nicolas Guy Brenet (no confundir con Nicolas Guy Breul) representando al rey Antíoco devolviendo a Escipión a su hijo raptado (1787) --- de los pocos sobre esta escena --- y muchos ciclos decorativos (podríamos dedicarles otra entrega), así como el de Federico Madrazo en la Academia de Madrid y “La mayor victoria de Escipión” (1878), de Josep Martí i Monsó. 

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