viernes, 29 de diciembre de 2017

CEZÁNNE



     ”El arte es una armonía paralela a la naturaleza” (Paul Cézanne)

              Paul Cézanne (Aix-en-Provence 1839- Aix-en-Provence 1906) fue un pintor francés clasificado como postimpresionista (como Seurat, Signac, Gaugin o Van Gogh) cuya grandísima aportación (*) significa el paso de la pintura decimonónica a la moderna iniciada con las primeras vanguardias, especialmente el cubismo representado por Pablo Ruiz Picasso, Georges Braque y Juan Gris. Su vida artística (solo vivía por y para la pintura) conoció varios periodos: desde sus primeros escarceos con tono algo romántico (admiración por Eugene Delacroix), llamado también “Periodo oscuro” (1861- 1870), su etapa impresionista (1872- 1877) influenciado y bajo el pupilaje de Camille Pissarro, admirador de este, de Eduard Manet, de Claude Monet y más tarde de otros impresionistas como Pierre Auguste Renoir, su periodo de madurez (1878- 1890) y su capítulo final en Provenza al igual que el anterior (1890- 1905).
Cézanne procedía de una familia acomodada. Propietario de una industria sombrerera su padre lograría más adelante asumir la responsabilidad de una empresa bancaria y quería que su hijo continuara con lo mismo pero él deseaba ser pintor en contra de la voluntad paterna (su progenitor despreciaba la `pintura). Aunque había restricciones monetarias (hasta la muerte del padre) Paul no tuvo nunca necesidad de vivir de la pintura, cosa difícil en su caso puesto que la fama total --- crítica, público y ganancia económica --- le llegó en la última década del siglo XIX. Comenzó estudiando derecho en Aix pero en 1861 se trasladó a París para dedicarse exclusivamente a la pintura, allí estudió en la Academia Suisse, se hizo amigo de Camille Pissarro con el cual empezó a pintar al aire libre y realizó copias de diversas pinturas en el Louvre (Tiziano, Miguel Ángel, Rubens). A diferencia de Jean Auguste Dominique Ingres --- gran pintor, por supuesto, representante del neoclasicismo aunque no académico en el total sentido de la palabra pero en aquel momento lo políticamente correcto señalaba que solo a él debía admirarse --- el cual daba gran importancia al dibujo, Cézanne por el contrario le atraía el romántico Eugene Delacroix (escenas de temperamento y pasión) con quien estaba de acuerdo (seis obras le copió, además de realizar numerosos bocetos y variaciones) en la importancia del color y el uso general del azul Prusia, el verde veronés y el púrpura. Más adelante conoció a Claude Monet y Pierre Auguste Renoir. Retorna a Aix. Otra fuente de influencia en este tiempo fue el estilo de un grupo de jóvenes pintores orbitantes alrededor de Gustave Coubert, llamados “Realistas”, los cuales buscaban su inspiración en escenas de la vida cotidiana y a causa de ello eran rechazados por la Academia de Bellas Artes.
En este primer periodo de su madurez (1865- 1871) quiere ser realista: utiliza la espátula en vez del pincel para esparcir las diversas capas de pigmento pero su exacerbada idiosincrasia se oponía a exponer la realidad física y llanamente, representaciones más expresionistas y temperamentales que realistas. En sus primeros cuadros había violencia y erotismo: “El rapto” (1867), “Lot  y sus hijas” (ca. 1865), “El crimen” (1870) o “Las tentaciones de San Antonio” (ca. 1870).
En 1872 Cézanne se traslada con su familia a Pontoise, noroeste de París para trabajar con Camille Pissarro quien le animó a observar con otros ojos la naturaleza y a reproducir lo más fielmente posible sus impresiones. De esta forma cambia su fogosidad expresiva con la utilización de una pincelada más precisa tranquila y regular, una exploración más pausada y precisa de la naturaleza y una tonalidad más clara. Así el encuentro y la dirección de Pissarro y los demás impresionistas sirvió a Cézanne de punto de apoyo y palanca (hacia el futuro) para el estilo totalmente evolucionado de su arte. Aunque Cézanne siempre dudaba de su valía tenía ya al finalizar este periodo (1877) una idea bastante clara hacia donde debía dirigirse. Desde el colegio de Bourbon trabó amistad con el que sería gran escritor Emile Zola, en 1852, amistad rota en 1886 cuando Zola publica “L'Oeuvre”, novela sobre un artista fracasado con el cual se identificó Cézanne. Cuando en septiembre de 1902 muere Zola un desconsolado Cézanne lloró durante varios días.
De este capítulo impresionista  de su vida profesional recordamos, entre otras “La casa del doctor Gachet en Auvers” (ca. 1873), “Vista de Auvers-sur-Oise: la cerca” (1873) y, sobretodo “La casa del ahorcado en Auvers” (1872- 1873), presentado en la primera exposición de los impresionistas (1874) en donde público y crítica iban, generalmente, a mofarse. Este cuadro, sin embargo, se vendió por 300 francos. Cézanne también participó en la tercera exposición impresionista (1877) con 16 obras (la mayoría naturalezas muertas) pero aún seguían las chanzas.
De este periodo hay el famoso cuadro (valorado más tarde, como casi todos) de “Los bañistas” (1874- 1875), el retrato de su esposa “Señora Cézanne en la butaca roja” (1877) y los bodegones “Naturaleza muerta de la sopera” (1877) y “Naturaleza muerta del jarrón y de las frutas” (1877), por el cual siente debilidad quien escribe estas líneas de homenaje al gran pintor.
A partir de 1878 Cézanne se independizó del grupo impresionista aunque en verdad la mayoría de los impresionistas se habían separado para seguir caminos individuales. Ahora busca una elaboración visual en profundidad en substitución a los componentes situados en primer plano con el intento de sugerir la tercera dimensión tan buscada por muchos pintores. Para ello se basaba en las formas geométricas como declaró en 1904: “Ver el cilindro, la esfera y cono, la totalidad colocada en perspectiva, de modo que cada lado de un objeto o de un plano se dirija hasta un punto central... La naturaleza es para nosotros  cuestión de profundidad, no de superficie, de ahí la necesidad de introducir en las vibraciones de la luz, representadas por rojos y amarillos, un número suficiente de tonos azulados para lograr una impresión de atmósfera”. Formas geométricas, construcción arquitectónica, irrupción de colores naranjas y azules llevaron a Cézanne a la consecución de su estilo propio triunfando totalmente en su visión cromática- plástica. Utilizó las formas plásticas a través de los colores en la plasmación de los volúmenes. Para ello se veía obligado a traer hacia adelante los objetos divisados en el horizonte (los paisajes, p.e. El del golfo de Marsella) compensando la deformación visual conservando la relación espacial cercanía- distancia decidiéndose modificar el primer plano y considerándolo más distante que en la realidad o sea que abstraía de sus posiciones reales tanto el primer plano como el fondo excluyendo del espacio pictórico el lugar en donde él se había emplazado. Hacía desaparecer cualquier referencia subjetiva pero esta objetividad lo era en relación al cuadro/al arte, no a la naturaleza. Autonomía del arte con respecto a la naturaleza, llegando más lejos que los impresionistas, “mundo de imaginación desarrollado en paralelo a la naturaleza encontrándose tan solo en el infinito(“Paul Cezánne. Leer la naturaleza”, editorial Casimiro). Junto con estas deformaciones (formidables en su práctica) forzosas a causa de la distancia real de los objetos él deseaba conocer a estos desde varios puntos de vista, desplazándose alrededor de ellos. Utilizó diversidad de puntos de vista en bodegones, retratos y paisajes manteniendo siempre en paralelo la mirada artística y la natural. Aprovechando el rechazo del punto de vista único y renunciando a la visión natural los cubistas presentaron distintos aspectos de un objeto. Desde antiguo la perspectiva geométrica dominaba lo visto en el espacio, regla respetada incluso por los impresionistas, pero Cézanne aportó distintos puntos de vista para formar una sucesión de visiones.
De este período de estilo personal en su totalidad destacan las obras de “Tres bañistas” (1879- 82), “La montaña de Sainte Victoire” (1885- 87), “Vista del pueblo de Gardanne” (1886), “Martes de Carnaval” (1888), “Arlequín” (1889- 90)...
Al final de su vida, reconocido, casi, por público y crítica, aún dudaba de su capacidad artística y si su estilo era el adecuado dejando, por ello, varias obras sin acabar. Una tormenta le sorprendió mientras pintaba en el bosque y pocos días después fallecía de pulmonía. De este último capítulo podríamos recordar “Los jugadores de naipes” (5 versiones entre 1890 y 1895), “Naturaleza muerta con manzanas y naranjas” (1895- 1900), “Bodegón con cebollas” (1895- 1900), “Las grandes bañistas” (1906)...

                                                                                                           Narcís Ribot i Trafí

(*)- UNA BIBLIOGRAFÍA DE CÉZANNE-
Doy fe de esta lista presente en mi biblioteca.
Paul Cézanne”. Museo Español de Arte Contemporáneo (marzo- abril 1984). Ministerio de Cultura.
Paul Cézanne”, de Felicitas Tohien, Editors S.A. (1992)
Cézanne”, de Frank Elgar. Editorial Daimon (1969). Es una traducción del original francés. Posteriormente se hizo una edición para “El círculo de lectores” sobre varios pintores.
Cézanne”, de Pablo Virgili, Ediciones G. P. (Barcelona), de la colección “Enciclopedia Pulga”. Es la vida novelada del gran pintor. No pone año pero debe ser antiquísimo. Una auténtica curiosidad.
Paul Cézanne”. “Para leer la naturaleza”, ya citada obra de Casimiro Libros (2014) en donde Lionello Venturi nos explica el paso del impresionismo a su peculiar estilo, además de las cartas escritas por el pintor. Pese a sus solo 85 páginas en libro de reducidas dimensiones es muy importante para entender su evolución.
La duda de Cézanne”, de Maurice Merleau- Ponty, Casimiro Libros (2012).
Cézanne, un estudio de su evolución”, de Roger Fry, EUNSA (Ediciones Universidad de Navarra S.A., Pamplona, 2008). Importante ensayo con referencia al título.
Cézanne” en la colección “La era de los impresionistas”, nº 7, Globus Comunicación (1994), 2ª reedición en 2005.
La obra pictórica completa de Cézanne”, de Sandra Orienti, Editorial Noguer S.A, en la colección “Clásicos del Arte” (1971), traducción de Rizzoli Editors (Milán, 1970).
Cézanne”, de Ulrike Becks Malorny, Taschen (2014), original alemán de 1995.
P. Cézanne”, de Hajo Duchting, Taschen (2000).
Paul Cézanne”, de Nicola Nonhoff, E. Könemann (colección minilibros de arte, 2000), del original alemán (1999).
Los genios de la pintura, Cézanne”, Gran Biblioteca Sarpe, 1980.
“Los grandes genios del arte: Cézanne”, Biblioteca El Mundo ( nº 19), 2003.
Genios de la pintura, Cézanne”, de Elisa Arnau Gubern, Susaeta Ediciones S. A. (2001).
“Paul Cézanne”, de Manuel García Guatos, Editorial Historia- 16 (1993).

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