lunes, 16 de mayo de 2016

AUGUSTO EN LA LITERATURA

                                 Cayo Octavio Turino, también conocido como Octavio Augusto, Octavio César Augusto o Cayo Julio César Octaviano nació en el 63 a. C. Y murió en el 14 d. C. Era hijo de Octavio y Atia y sobrino segundo por vía materna de Cayo Julio César (100- 44 a. C.). En Nola perdió a su padre a los cinco años de edad (él también fallecería en la misma habitación de su progenitor). Poco después Julio César le adopta, acoge al joven en su casa y le hace entrar en el patriciado. Después del asesinato de César (15-marzo-44 a. C.), Octavio es designado como su hijo adoptivo y heredero. Entra en política pese que su madre y su padrastro le ruegan no hacerlo. A pesar de recibir las burlas de Marco-Antonio, el lugarteniente de César, se alía con él para acabar con los homicidas (juró que no tendría piedad con los asesinos de César) y se convierten en cuñados al casar a su hermana Octavia con el libertino Marco-Antonio. Se forma el 2º triunvirato (Octavio, Marco-Antonio y Marco- Emilio Lépido). Los asesinos son derrotados y todos mueren. Después guerra civil. El antiguo lugarteniente tiene sus ambiciones y se enamora de la reina de Egipto, otrora amante de César: Cleopatra. La pareja es derrotada (después ambos se suicidarán) en la batalla de Actium (31 a. C.) gracias a la habilidad militar del general Marco Vipsanio Agripa, hombre de confianza, colaborador, yerno y amigo íntimo de Octavio (Lépido había intentado un golpe de estado, es a su vez derrotado y pide clemencia a Octavio el cual le perdona la vida). El joven ha quedado solo y el senado le nombra Princeps con el título de Augusto. Una nueva era se inicia aunque la República prácticamente estaba herida de muerte ya con el primer triunvirato (Julio César, Marco Licinio Craso y Cneo Pompeyo).
Octavio no jugó limpio para conseguir el poder. Engañó, incluso a amigos, aprobó listas de condenados, dejó que otros ejecutaran para luego demonizarlos y entró en Roma dejando las legiones  cerca de la ciudad (se había ganado la fidelidad de los veteranos de César). Muchos habían huido pero luego el joven cambió. No persiguió a nadie y se interesó por el bien cada uno de sus súbditos aunque fueran del partido contrario. En verdad Octavio César Augusto es una de las personas más complejas no solamente de la historia romana sino de la historia en general.
Augusto era totalmente consciente de la importancia de su gobierno para el Imperio. Sus acciones fueron escritas en la “Res Gestae”, esculpida en griego y latín en todas las grandes ciudades. Lo único completo conservado está en el templo de Augusto en Ankara (denominado”Marmor Ancyranum”). También hizo escribir, a cargo de los poetas, la historia de los antepasados mitológicos de Julio César, particularmente la de “Eneas”, de Virgilio, mientras se realizaba una alabanza de la paz reinante en aquel momento (Horacio). Por su parte, Ovidio (amigo personal de Octavio aunque luego cayera en desgracia y fuera desterrado por una relación amorosa con Julia, hija de Augusto) hizo propaganda en sus “Metamorfosis” y “Fastos”.
Cayo Suetonio señala su falta de escrúpulos para conseguir el poder y el cambio de personalidad operado en él. Fue intransigente, ahora lo entendía todo; no escuchó a nadie, ahora escuchaba a todos; fue despiadado, ahora actúaba con bondad y era misericordioso; fue duro con todos, ahora perdonaba y olvidaba... Tácito empieza su relato, “Los Anales” (mirada melancólica en el pasado) con Augusto fallecido y Tiberio --- su yerno e hijastro cuya relación fue siempre de mutua antipatía y frialdad --- ya como nuevo emperador. Plutarco y Dión Casio completan el mosaico de relatos sobre la vida y el gobierno de Octavio Augusto. Séneca, unos años después, alaba la actuación de Augusto en “De Clementia”.
Ya desde la Antiguedad tardía los autores cristianos generalmente han escrito positivamente sobre Augusto --- fuera de ellos, la “Égloga” (libro IV”) y la “Eneida” (libro VI), de Virgilio anuncian un salvador --- y en algunos manuscritos bizantinos del siglo VI aparece el relato de la “Pitia Délfica” en donde se auguraba al emperador la venida de Cristo. En versiones posteriores, la Pitia es substituida por la “Sibila de Tibur” (Tívoli) encontrando un reflejo en los relatos del “Speculum Humanae Salvationis” y en la “Legenda Aurea”.
En literatura a partir de la Edad Media, Ludovico Ariosto profetiza en “Orlando Furioso” (1516- 1532) al que posteriormente será el emperador Carlos I de España y V de Alemania colocando ejemplos para el monarca: los antiguos emperadores romanos Augusto, Trajano, Marco Aurelio y Septimio Severo, de la misma manera que Fray Antonio de Guevara intenta reflejar las virtudes del Imperator en su obra “Libro llamadoRelox de Príncipes” o “Libro Áureo del Emperador Marco- Aurelio” (1529). Las reflexiones del emperador-filósofo Marco- Aurelio han de servir de meditación para Carlos V y otros príncipes cristianos.
En la literatura de la época moderna Augusto ejerce un papel más bien secundario y solo es protagonista en contadas ocasiones. Las escenas donde aparece en las tragedias de “Julio César” (1599) de William Shakespeare es un joven de actuación y modales correcto, precavido, reservado y frío y en la de “Antonio y Cleopatra” (1606-7) del mismo Shakespeare se nos muestra como calculador, seguro de si mismo e implacable contra su enemigo y cuñado Marco Antonio (impulsivo, apasionado) enamorado de Cleopatra, reina de Egipto.

Charles- Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, pensador y escritor clave de la Ilustración, también le señala frío y calculador, planificando ataques contra sus enemigos mientras que Pierre Corneille en su tragedia sobre Cinna (un descendiente del romano del mismo nombre en la época de Mario y Sila), quien desea asesinar a Octavio pero es detenido y el emperador muestra su clemencia perdonándole la vida. A modo de continuación de la obra de Corneille hay en el siglo XVIII una pequeña serie de óperas como la Carl- Heinrich Graun (1748) y en 1686 Thomas Otway escribe un texto en prosa sobre el triunvirato. Luego, en la actualidad, proliferan las novelas históricas, muchas dedicadas a la pareja Marco- Antonio y Cleopatra y otras menos con referencia a Octavio Augusto como personaje principal. Lo verdaderamente cierto es que siendo emperador logró unos largos años de paz (no quiso prolongar el Imperio) y un gobierno próspero y sabio cuyas actuales ruinas en Roma y en otros puntos nos recuerdan esta prosperidad. Los auténticos problemas y sufrimientos los tuvo en su familia al no poder tener un hijo varón y el autoritarismo de antaño se vio reflejado en su ambiente familiar imponiendo bodas no deseadas en matrimonios “de estado” para conseguir un sucesor que al final fue el no querido Tiberio porqué no había ya candidatos de su sangre ... 

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