miércoles, 8 de mayo de 2013

EL ANILLO DEL NIBELUNGO, TETRALOGIA WAGNERIANA




La llamada “Tetralogía” del “Anillo del Nibelungo”, de Richard Wilhelm  Wagner (1813- 1883) consta, como el título indica,  de cuatro partes: “El Oro del Rin”, “La Walkiria”, “Sigfrido” y “El Ocaso de los Dioses”. Las cuatro piezas suman 14 horas de música en escenario y es la obra cumbre de Wagner: fuerza, sólida construcción dramática y su bien vertebrada e impetuosa música indefectiblemente consubstancial al formidable planteamiento expuesto (Wagner era uno de los escasos creadores de ópera que elaboraba la música y el libreto; la mayoría componían una música e inmediatamente encargaban a un libretista que escribiera “el guión”). Es la obra magna wagneriana aunque algunos prefieren la refinada, cromática e igualmente maravillosa “Parsifal”. Veinticinco años tardó Wagner (1848- 1874) en crear esta “Tetralogía”, una obra sin parangón en el campo de la ópera. Marcel Schneider nos habla de “ideas-fuerza” típicamente perdurables: la walkiria y su casco con alas de gaviota, el rubio bárbaro Sigfrido, el dios Wotan apoyado en su lanza, etc. La música que comprende cualquiera de las cuatro partes del “Anillo del Nibelungo” sorprende y sensibiliza aunque en ocasiones sea estrepitosa, terrorífica, aplastante… pero apasiona desde que fue creada.
Wagner se basó en un abanico de poemas sobre mitología escandinava como los de Edda (compuestos entre el 800 y el 1250) o los del olvidado “Nibelunge-Nöt”, especie de transcripción germánica de estos logros fantásticos referentes a la mitología escandinava. Nuestro hombre reunió obras de diferentes fuentes y las fundó en una perfecta y propia unidad nacida exclusivamente de su extraordinario genio, escribiendo y anulando proyectos originales una y otra vez hasta dar la forma final que conocemos. El autor disminuyó los personajes humanos a favor de los dioses junto con otras figuras totalmente fantásticas: walkirias, dragones, elfos, gigantes, enanos, ondinas, etc., substituyendo la mitología griega por la escandinava. Nadie no se atrevió a tanto…su influencia perduró en la futura música, especialmente sinfónica (Anton Bruckner, Gustav Mahler).
La tetralogía o trilogía (si se considera “El Oro del Rin” como prólogo) combina con gran acierto ideas, creencias, religiones y teosofías de diferente índole (muy marcada por una fuerza inequívocamente cristiana).
“El Oro del Rin” nos relata una serie de faltas inexpiables (nos hace pensar indefectiblemente en el pecado original), Wotan comete el crimen que desequilibrará la armonía cósmica; hay ambiciones, mentiras y deseos de inmortalidad.
“La Walkiria” comienza a desarrollar los problemas planteados en “El Oro del Rin” (posee quizás el fragmento más popular de la tetralogía: “La cabalgata de las walkirias”) donde un héroe nacido de las relaciones incestuosas de los hijos de Wotan será el encargado de arreglarlo.
“Sigfrido”, este hijo y título del tercer capítulo, trabaja incansablemente para purificar el mundo y así borrar la falta de su abuelo, el dios Wotan. Este proclama la libertad del hombre y su redención.
“El Ocaso de los Dioses” cierra esta singular y fabulosa historia: unas convulsiones de signo apocalíptico que rompen con el pasado abren paso a un mundo nuevo (todo se hunde, todo renace: concepción milenarista). El acuerdo final (tema de liberación) ofrece las justas esperanzas de futuro de este mundo nuevo producido después del hundimiento de las fuerzas maléficas.
Las cuatro partes, está claro, pueden escucharse independientemente pero es mejor sentirlas una detrás de otra en el orden establecido aunque ello sea bastante difícil. “El Anillo del Nibelungo” es una perfecta obra en su forma y estilo.
También curioso es observar que el nazismo se identificara tanto con la música wagneriana, usada para sus abyectos fines, especialmente con la “Tetralogía” y, ni Hitler ni sus seguidores, vieran en ella una premonición a lo que sucedería al III Reich: su hundimiento y el nacimiento de una Alemania y una Europa nuevas…
                                                                         Narcís Ribot i Trafí 

1 comentario:

  1. Wagner per mi va ser un geni de la música, l'Einstein de les partitures i El Anillo del Nibelungo, la seva obra mestra, sens dubte...
    Molt bona l'apreciació de la visió de futur que va tenir respecte Hitler. Felicitats!!!

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