jueves, 16 de enero de 2020

WALT DISNEY, LAS MARAVILLAS DE LA ANIMACIÓN



I- UN CREADOR-
 Dibujos animados”. Si pronunciamos estos dos términos y evocamos su historia es imposible que no resuene en nuestra mente el nombre de Walt Disney. En verdad podríamos decir, con Juan Tejero en el prólogo de un espléndido libro  de Jorge Fonte y Olga Mataix (1), que Walt Disney NO FUE:
--- El inventor del cine de animación --- Ni del sonido --- Ni del color ---
--- Ni tampoco era un gran dibujante (en realidad no volvió a coger el lápiz desde 1929) sino un CREADOR en el sentido amplio de la palabra.
- Walt Disney SI FUE, aparte de un trabajador incansable y un perfeccionista riguroso al máximo:
--- Uno de los primeros en realizar una película de dibujos animados sonora ---
--- Uno de los precursores en realizar un largometraje animado---
--- El primero en hacer un film de dibujos animados en color ---
--- En el incipiente sistema de 3-D (tres dimensiones) fue quien inició su experimentación ---
--- También primero en trabajar con el “Storyboard” o guión gráfico, una guía montada en conjunto de ilustraciones en forma progresiva en línea al desarrollo de la historia, o sea, el previsualizar. La práctica es el “Storyboarding”, un desglose gráfico, un esquema dibujado de lo que ha de hacerse en la película siempre con las precisas anotaciones para cada escena a filmar o a grabar.  Usada por vez primera por los estudios Disney en la década de los treinta y luego en otras productoras. En films no animados, o sea, con actores de carne y hueso, fue en una película de Frank Lloyd, “Cabalgata” (1933), para una secuencia de montaje, quien inició el método para ser, más adelante, Alfred Hitchcock quien pedirá numerosos “Storyboard” en función de la angulación de la cámara antes de las tomas. Puede parecer pesado pero es de mucha ayuda, especialmente en films de dibujos animados, para comprender la línea narrativa y los propósitos del realizador. El tema de la modificación “sobre la marcha” solo consistirá en retirar unos dibujos y reemplazarlos por otros ---
--- Quien usó por primera vez en “Blancanieves y los siete enanitos” (1937) la cámara multiplano con la cual pudo exponer la profundidad de campo mediante una técnica de superposición de cinco láminas filmadas en único plano para representar lejanía ---
¿Por qué Walt Disney? ¿Por qué su éxito? En mi modesto juicio porque realizó unos dibujos que además de gustar al público infantil también los elaboró para entusiasmar a los adultos, siendo elogiable  de cultivar un arte en el cual pocas personas y escasas veces se han preocupado de extraer el jugo de las extraordinarias posibilidades de servir al público infantil (2). Tal fue su triunfo que además de formar un equipo de colaboradores de gran calidad fundó su propia productora, aún en funcionamiento, sobre dibujos animados, personajes humanos (“20.000 leguas de viaje submarino”, “Mary Poppins”, “La isla del tesoro”, “Pollyana” y una largo etc.), la mezcla entre ambos (“Los tres caballeros”) y documentales de gran interés (“True lifes Adventures”, “People and Places”, etc.).
Walt Disney  fue un gran creador repleto siempre de ideas y proyectos además de un inigualable productor cinematográfico y todo ello unido a una innata capacidad para los negocios, en ocasiones arriesgados, lo cual le confirió un estilo único e irrepetible y convirtió su nombre en “sinónimo de dibujos animados” (Juan Tejero).
II)- ILUSTRES ANTECESORES DE LA ANIMACIÓN-
El dibujo animado es una representación de imágenes en movimientos, formando todas ellas una secuencia --- al menos --- visual (siempre) o audiovisual si se le añade el sonido. Estas imágenes se consiguen dibujando a mano (antes siempre, ahora hay máquinas y ordenadores reemplazantes del dibujo manual) cada uno de los fotogramas. Esto lo sabemos pero quizás seria interesante hacer un breve repaso a quienes hicieron posible la existencia de los dibujos animados, incluso antes de inventarse el cine.
Hará unos treinta mil años en una caverna de la España septentrional alguien pintó un jabalí con ocho patas para representar la velocidad del animal. En el Antiguo Egipto, una pintura mural (2000 a. C.) trata de las posiciones sucesivas de dos luchadores en combate. Practicando el estudio de la anatomía Leonardo da Vinci representó la figura humana con diversas posiciones de los miembros. En Japón se hicieron muchos dibujos en serie cuya explicación se leía desplegando un rollo y los griegos reproducían en sus vasos momentos sucesivos de las competiciones de carreras. Caricaturistas políticos, ilustradores de periódicos (de hace tiempo hasta la actualidad) indican el movimiento con la sucesión de viñetas --- ahí tenemos la aparición del cómic --- pero será el cine en su evolución lo que dará el método más práctico para el movimiento de los dibujos. J. Stuart Blackton realizó en 1906 una tira en la cual unos rostros dibujados en una pizarra cambiaban de expresión y dos años después el francés Emile Colh efectuó dos mil dibujos para una película de dos minutos (“Fantasmagoría”).  Winsor McCay es hombre decisivo para los dibujos animados y el cómic. Trasladó al “Pequeño Nemo”, un personaje de sus viñetas a dibujo animado, todo un éxito refrendado más tarde en un conjunto de variedades con “Gertie, el dinosaurio amaestrado”, experimentando y buscando siempre la idoneidad de la angulación y los encuadres (influyó en mucho sobre Walt Disney). A medida que los dibujos animados avanzaban  en su evolución aparecía un público deseoso de disfrutarlos (importante el sistema inventado por J. R. Bray y Earl Hund  consistente en ilustrar los personajes sobre papel de celuloide para después ser fotografiados con fondo único). Veamos otros antecedentes:
--- Nos hemos de remontar a 1640 para ver el primer intento cuando el sabio y humanista jesuita ATHANASIUS KIRCHER (1601 o 1602, Geisa, Alemania- 1680, Roma), experto además en vulcanismo, estudio de fósiles, magnetismo, luz, ciencias naturales en general y lenguas clásicas idea unas planchas de cristal dibujadas las cuales gracias a partes móviles --- funcionando de forma manual --- conferían movimiento a los personajes. Es la llamada “Linterna mágica” y el precursor, pues, del aparato de diapositivas  mucho antes de descubrirse la cámara fotográfica y la cinematografía ---
--- Un siglo después (a finales) son famosas las “Fantasmagories”, basadas en proyecciones con la “Linterna mágica”, sorprendían a un aterrorizado público siendo el belga Etiene Gaspar Robert (Robertson) el más importante y reconocido autor de las “Fantasmagories”, ambientando, además, el recinto de los espectadores con un lote de perfumes, colores y olores (azufre, p. e.) que complementaban la función e inquietaban aún más al público. Robertson construyó un aparato a partir de otros inventados y desechados anteriormente por diferentes investigadores, siendo bautizado como “Fantascopio”, donde se incorporaban ruedas a la linterna mágica ---
El siglo XIX fue el de los grandes avances en este campo. A finales de 1824, el británico PETER MARK ROGET (1779- 1869), otro humanista (filólogo, médico, teólogo natural, físico y matemático)  manifestó que todo movimiento se puede descomponer en una serie de imágenes fijas, llegando al principio de la persistencia de la visión. Había llegado la explicación científica  y primer paso para la realización técnica del dibujo animado el cual encontrará su ámbito en el futuro invento de los hermanos Lumière: el cine. Gracias a Roget, experimentadores e investigadores de la segunda mirad del siglo XIX, perfeccionaron progresivamente aparatos capaces de generar imágenes considerados, desde su creación, como juguetes ópticos. Roget estudió a fondo el fenómeno contemplado por él a través de las separaciones verticales de una persiana veneciana cuando vio pasar un carro y se sorprendió al ver la rueda que parecía avanzar sin girar (nosotros lo descubriremos en varias ocasiones, principalmente al observar las ruedas de una veloz diligencia --- sugiero un film del Oeste --- avanzando sin girar o bien girando en sentido contrario), publicando un estudio 1825 sobre esta ilusión óptica.
--- El “Taumatropo” (o “Rotoscopio”), de John Ayrton (1824), sencillo juego basado en alternar dos dibujos y el “Fenakistiscopio” (de Fenakis= ventana y Scopio= visión), del belga Joseph Plateau (1833), tambor con ranuras y un espejo: el disco giraba y aparecían figuras en movimiento, el “Zootropo”, de William George Horner (1834) estaba provisto también de aparatos con ventanas circulares reproductoras de imágenes (mejoraba el invento de su antecesor por la capacidad de contener más ilustraciones rotando más tiempo) ---
--- Émile Reynaud da el “Praxinoscopio” (1877), un juego de espejos el cual reflejaba imágenes de un zootropo par que muchas personas pudiesen ver las imágenes a la vez. John Barnes Linnet patentó en 1868 el “Folioscopio” o “Kineógrafo” (“Cineógrafo”): un libro conteniendo una serie de imágenes las  cuales varían de una página a la siguiente y cuando las páginas se pasan con rapidez las imágenes parecen animarse ---
A modo de corolario de todos estos inventos, considerados como juguetes casi siempre, el gran THOMAS ALVA EDISON (1847- 1931) fabricó el “Kinetoscopio”, el primer artefacto considerado como una máquina de cine (caja, dentro de la cual circulaba un rollo de fotografías a 46 imágenes por segundo e iluminadas por una lámpara incandescente). Sobre ella, los hermanos Louis (1864- 1948) y August Lumiére  (1862-1954) combinaron la cámara tomavistas y el proyector. Se llamó el CINEMATÓGRAFO.
III) WALT DINEY-
Walter Elias Disney (1901- 1966) nació en Chicago en el seno de una modesta familia, fue el cuarto de los cinco hijos: tres varones y una niña. Su padre, Elias Disney, era hijo de inmigrantes irlandeses y su madre, Flora Call, era de origen alemán. Creció entre grandes problemas económicos junto a la severidad de su progenitor el cual no creía en la capacidad de su hijo para desarrollar su incipiente vocación artística. Elias probó toda clase de negocios para intentar mejorar la economía familiar sin conseguirlo mientras su hijo parecía seguir sus mismos pasos. Situados en una granja cerca de Marceline (Missouri) trabó una buena amistad con un compañero de clase llamado Walter Pfeiffer quien, junto con toda su familia, lo introdujo en el interés hacia la cultura y el cine. Muy unido a su hermano Roy (ocho años mayor que él) el pequeño Disney demostró gran cariño hacia los animales y la naturaleza pero llegó la I Guerra Mundial y se alistó como voluntario en la Cruz Roja Americana, en el cuerpo de ambulancias (no tenía edad para hacerlo pero falsificó su partida de nacimiento). Al finalizar la contienda buscó y encontró trabajo como aprendiz en una agencia de publicidad  (su trabajo era realizar bocetos a lápiz que luego entregaba a otros dibujantes). Un experto ilustrador de la empresa, Ubbe Iwerks, hizo amistad con Walt y finalmente montaron su propia empresa: la “Iwerks- Disney Comercial Artists”. Ubbe hacía los dibujos (muy dotado para este fin) y Walter era el caricaturista y el encargado de buscar posibles compradores. Más adelante se unieron  a la “Kansas City Film and Company”,  empresa especializada en hacer películas de anuncios de breves minutos de duración para los cines (allí, otro amigo suyo, Jim Lowerre, el principal camarógrafo de la compañía, le enseñó a fotografiar las cartulinas). Walter continuó experimentando con los dibujos y llegó a realizar su primer corto en dibujos de animación y al final llegó a poder comprar su propia cámara (no tenía aún los 21 años). En mayo de 1922 logró convencer a  unos cuantos pequeños empresarios --- entre los cuales estaba Iwerks --- para fundar una compañía, “Laugh –O –Gram Films” con el propósito de iniciarse en cortos representando cuentos populares (“Caperucita roja”, “El gato con botas”, “La Cenicienta”): hicieron seis a siete minutos cada uno antes que la quiebra de algunos clientes arrastró la nueva empresa a la ruina. Volver a empezar de nuevo. Ahora probó suerte en Hollywood junto a su hermano Roy y, gracias a su tenacidad, oficio y genialidad, la tuvo. Consiguió un contrato con el distribuidor M. J. Winkler para una serie de cortos: “Alice Cartoons”, basado en el personaje de Lewis Carroll, “Alicia en el país de las maravillas”. Éxito total que desembocó en la fundación de la Walt Disney Productions un 16 de octubre de 1924 y un año después nuestro hombre aparcaba su carrera de dibujante para centrarse en la de productor mientras un excelente equipo de ilustradores (su amigo Ubbe Iwkers, Ham Hamilton, Friz Frelang, los hermanos Harman y Rudy Isisng) se ocuparon de los dibujos. Crearon un personaje bastante conocido y muy popular en su momento, superado por los futuros hallazgos, protagonista de varios cortometrajes: “Oswald, el conejo feliz” (conocido en España como “Blas”), el cual acabó en manos del distribuidor Charles Mintz (había formado su propio taller de animación) después de varios enfrentamientos legales, siendo finalmente animado por Walter Lantz.
Para rehacerse del golpe, Disney empezó a buscar otro personaje- estrella para su estudio: en un viaje en tren él y su esposa pensaron en un ratoncito (otros dicen que la inspiración le llegó al ver entrar un ratón en su estudio). Había nacido Mortimer, más adelante se le cambia el nombre por el de Mickey (Mickey Mouse= Ratón Mickey) al cual Iwerks empezó a ilustrar. En 1928 buscaba productor para sus dos cortos de Mickey cuando incorporó el sonido a la tercera aventura del roedor: “Willie en el barco de vapor” (1928), utilizando su propia voz para Mickey y su novia Minnie. El personaje fue un éxito mundial y autorizó a varias compañías el reproducir sus productos con la imagen de Mickey. Se había incorporado guantes y zapatos blancos para evitar la fusión/confusión de manos y pies en el fondo negro. El ratoncito será todo un icono, recibiendo sendos Óscar en 1932 y 1941 y en 1945 la Sociedad de Naciones Unidas le otorgó una medalla por haber creado este animal tomado como “símbolo internacional de la buena voluntad”. El dibujo definitivo --- Mickey cambió ligeramente de aspecto algunas veces ---fue de una gran perfección y sencillez: la cabeza era un círculo, el hocico un círculo oblongo, las orejas también circulares, el cuerpo en forma de pera, las patas como boquillas de pipa además una larga cola. Para humanizarlo más: dos manos a cuatro dedos cada una (cinco hubiese sido más dificultoso en su animación, detalles dados por el propio Walt Disney). Hay más de 120 films dedicados al ratoncito.
A partir de 1929 Disney dará una serie sin protagonistas fijos la cual le consagrará de un modo definitivo: “Silly Symphony” (“Sinfonías tontas”), su primer título fue “Skeleton Dance” (“Danza macabra”) para filmarse ya en color a partir de “Flowers and Tress” (“Flores y árboles”, 1932) y es en una “Sinfonía tonta” de 1934 titulada “The Wise Little Hen” (“La gallina sabia”) cuando aparece un personaje crucial de la obra disneyana, tanto como el ratón: “Donald Duck” (El pato Donald). Al contrario de “Mickey”, “Donald” es huraño y pícaro. Su jocosa e irritante voz se hizo famosa en todo el mundo. Su atuendo es de marinero: chaqueta y gorra y, por el contrario, desprovisto de pantalones. Se convertirá en símbolo nacional para los Estados Unidos. Más dúctil y viable que Mickey, el pato tendrá cualidades para trabajar mejor con personas --- dicho por el propio Disney --- que otras figuras de los dibujos animados (el mezclar personas de carne y hueso con dibujos animados fue ensayado varias veces con éxito). Al igual que Mickey tenía a Minnie y dos sobrinos, Daysi era la eterna novia del pato Donald y tres sobrinos al contrario de la idea inicial de Disney el cual deseaba que ambas parejas fueran marido y mujer con sus respectivos hijos pero no pudo ser (cosas de la censura de aquel tiempo) al igual que en otros casos (los populares “Popeye- Olivia” creados en 1929 por  Elzie Crisler Segar).
El pato ya tuvo una serie propia a partir de 1937: “Modern inventions” (“Invenciones modernas”) y fue el único personaje de Disney que aparece en cuatro largometrajes: “The Reluctant Dragón” (“The Reluctant Dragon”, 1941), “Saludos Amigos” (“Saludos amigos”, 1943), “The Three Caballeros” (“Los tres caballeros”, 1945) y “Fun and Fancy Free” (“Las aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas”, 1945), una magna macedonia de personajes disneyanos donde el propio Disney cedía su voz a Mickey Mouse y Clarence Nash al pato Donald.
Otro se éxito se apuntaba Walt Disney en 1931 con un nuevo personaje de su creación: el perro bípedo Goofy, símbolo del antihéroe a quien todo le sale mal. Originalmente llamado Dippy Dawg, se rodaron más de 50 films y uno de ellos, “Motormanía”, era una sátira sobre lo bestias en que se transforman algunos cuando se sientan frente a un volante. Podríamos decir que Pluto era la cuarta vedette de los Estudios Disney después del ratoncito, el pato y el perro Goofy. Pluto era otro perro, de aspecto abúlico, no bípedo ni vestido pero con muchas expresiones faciales, apareciendo por primera vez en uno de los cortometrajes de Mickey Mouse (“The Moose Hunt”, 1931), dando como fruto una cincuentena de films.
El año 1937 fue trascendental para los dibujos animados y para Walt Disney pues con “Snow White and the Seven Dwarfs” (“Blancanieves y los siete enanitos”), basada en el cuento de los hermanos Grimm, se ofrecía prácticamente el primer largometraje del género. Resultado: una obra maestra. A partir de este triunfo los largometrajes en la factoría Disney se sucedieron con gran rapidez: “Pinocchio” (“Pinocho”, 1940), técnicamente incluso superior a “Blancanieves…” pero sin respuesta comercial al momento como  tampoco la tuvo aquella maravilla llamada “Fantasía” (“Fantasía”, 1940), con un gran derroche de imaginación y técnica, discutida por algunos, después repuesta infinitamente y obra absolutamente maestra para muchos (entre los cuales está quien suscribe estas líneas). Si tuvieron muy buena acogida  Dumbo” (“Dumbo”, 1941) y “Bambi” (“Bambi”, 1942) a nivel técnico óptimo. Más éxitos con “Song of South” (“Canción del sur”, 1946), “Cinderella”  (“La Cenicienta”, 1950), “Alice in Wonderland” (“Alicia en el país de las maravillas”), “Peter Pan” (“Peter Pan”, 1953), “Lady and the Tramp” (“La dama y el vagabundo”, 1955), “Sleeping Beauty” (“La bella durmiente”), “One Hundred and One Dalmatians” (“101 dálmatas”, 1961), etc. Walt Disney falleció a los 65 años de un cáncer de garganta (15-diciembre-1966) mientras preparaba la producción del ambicioso largometraje “”The Jungle Book” (“El libro de la selva”), dirigida por Wolfgang Reitherman y según la novela de Rudyard Kipling la cual había tenido una versión con actores de “carne y hueso “dirigida por Zoltan Korda en 1942 (la de animación,  producida por Disney se estrenó un año después de su muerte). En 1955 se había inaugurado su famoso parque de atracciones: “Disneyland” (“Disneylandia”).
Walt Disney fue atacado profusamente por sus ideas políticas. Nos dice Juan Tejero que su vida y obra fue un perfecto ejemplo de ideal americano: el hombre que luchó mucho y triunfó, el “self-made-man”, el cual empezó vendiendo periódicos y terminó dirigiendo uno de los mayores imperios financieros del mundo. Lo conocemos como amable, discreto, educado. Era un hombre de derechas y su profundo anticomunismo viene de 1941 cuando un sindicato de ilustradores recién creado en su compañía le amenazó con una huelga que llegó a producirse y a partir de mayo paralizó los estudios (participaron la mayoría de trabajadores) durante el resto del año. Estuvo de acuerdo con la llamada “Caza de brujas” impulsada por el senador Joseph McCarthy, colaboró con el F. B. I. y proclamó siempre su antimarxismo. Como ha sucedido en con otras personas (Cecil B. DeMille, p. e.) su obra fue atacada, además le acusaron de “edulcorar” sus dibujos, también de “sádico, creador de pesadillas infantiles”. Si bien cada uno es libre de tener una ideología, la cual se compartirá o no pero siempre con respeto hacia los demás que no piensen como él, es necesario recordar a quienes atacaron su obra que Disney “metió” a sus personajes al estallar la II Guerra Mundial, Mickey Mouse fue prohibido en la Alemania nazi porqué en uno de sus films llevaba un casco prusiano, el pato Donald fue en su momento una hábil propaganda antinazi (”The Fuerer’s Face”) y un año antes de su muerte fue propuesto Walt Disney para el Premio Nobel de la Paz, habiendo recibido 32 Oscar por la producción de sus más de 700 films. Esto ha de recordarse siempre puesto que el cine suele ser refugio para numerosos sociólogos frustrados, la mayoría con poco o nada de base cinematográfica y muchos pertenecientes a la llamada “pseudo progresía”, la de antes y la de ahora.
Muchos datos me he dejado en el tintero del fascinante mundo de Walt Disney de los cuales hablaremos --- Dios mediante --- en un futuro escrito.

                                                                                                  Narcís Ribot i Trafí

(1)- “Walt Disney, el universo animado de los largometrajes, 1937-1967)”, de Jorge Fonte y Olga Mataix (2000), publicado por T & B Editores. Dela misma editorial “Todo empezó con un ratón” (“El fantástico mundo de los cortos Disney”), de Jorge Fonte (2004) y un par de libros más de los cuales hablaremos más adelante.
(2)-  Revista “Terror Fantastic” (febrero- 1973), “Dossier Dibujos Animados”, de Francisco Montaner, el primer escrito que leí sobre la temática.



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