I- UN CREADOR-
“Dibujos animados”. Si pronunciamos
estos dos términos y evocamos su historia es imposible que no resuene en
nuestra mente el nombre de Walt Disney. En verdad podríamos decir, con Juan
Tejero en el prólogo de un espléndido libro
de Jorge Fonte y Olga Mataix (1), que Walt Disney NO FUE:
---
El inventor del cine de animación --- Ni del sonido --- Ni del color ---
---
Ni tampoco era un gran dibujante (en realidad no volvió a coger el lápiz desde
1929) sino un CREADOR en el sentido amplio de la palabra.
- Walt Disney SI FUE,
aparte de un trabajador incansable y un perfeccionista riguroso al máximo:
---
Uno de los primeros en realizar una película de dibujos animados sonora ---
---
Uno de los precursores en realizar un largometraje animado---
---
El primero en hacer un film de dibujos animados en color ---
---
En el incipiente sistema de 3-D (tres dimensiones) fue quien inició su
experimentación ---
--- También
primero en trabajar con el “Storyboard” o guión gráfico, una
guía montada en conjunto de ilustraciones en forma progresiva en línea al
desarrollo de la historia, o sea, el previsualizar. La práctica es el “Storyboarding”,
un desglose gráfico, un esquema dibujado de lo que ha de hacerse en la película
siempre con las precisas anotaciones para cada escena a filmar o a grabar. Usada por vez primera por los estudios Disney
en la década de los treinta y luego en otras productoras. En films no animados,
o sea, con actores de carne y hueso, fue en una película de Frank Lloyd, “Cabalgata”
(1933), para una secuencia de montaje, quien inició el método para ser, más
adelante, Alfred Hitchcock quien pedirá numerosos “Storyboard” en función de
la angulación de la cámara antes de las tomas. Puede parecer pesado pero es de
mucha ayuda, especialmente en films de dibujos animados, para comprender la
línea narrativa y los propósitos del realizador. El tema de la modificación
“sobre la marcha” solo consistirá en retirar unos dibujos y reemplazarlos por otros
---
--- Quien usó por
primera vez en “Blancanieves y los siete enanitos” (1937) la cámara multiplano
con la cual pudo exponer la profundidad de campo mediante una técnica de
superposición de cinco láminas filmadas en único plano para representar lejanía
---
¿Por qué Walt
Disney? ¿Por qué su éxito? En mi modesto juicio porque realizó unos dibujos que
además de gustar al público infantil también los elaboró para entusiasmar a los
adultos, siendo elogiable de cultivar un
arte en el cual pocas personas y escasas veces se han preocupado de extraer el
jugo de las extraordinarias posibilidades de servir al público infantil (2).
Tal fue su triunfo que además de formar un equipo de colaboradores de gran
calidad fundó su propia productora, aún en funcionamiento, sobre dibujos
animados, personajes humanos (“20.000 leguas de viaje submarino”, “Mary
Poppins”, “La isla del tesoro”, “Pollyana” y una largo etc.), la
mezcla entre ambos (“Los tres caballeros”) y documentales
de gran interés (“True lifes Adventures”, “People and Places”, etc.).
Walt Disney fue un gran creador repleto siempre de ideas
y proyectos además de un inigualable productor cinematográfico y todo ello
unido a una innata capacidad para los negocios, en ocasiones arriesgados, lo
cual le confirió un estilo único e irrepetible y convirtió su nombre en
“sinónimo de dibujos animados” (Juan Tejero).
II)- ILUSTRES ANTECESORES DE LA ANIMACIÓN-
El dibujo animado
es una representación de imágenes en movimientos, formando todas ellas una
secuencia --- al menos --- visual (siempre) o audiovisual si se le añade el
sonido. Estas imágenes se consiguen dibujando a mano (antes siempre, ahora hay
máquinas y ordenadores reemplazantes del dibujo manual) cada uno de los
fotogramas. Esto lo sabemos pero quizás seria interesante hacer un breve repaso
a quienes hicieron posible la existencia de los dibujos animados, incluso antes
de inventarse el cine.
Hará unos treinta
mil años en una caverna de la España septentrional alguien pintó un jabalí con
ocho patas para representar la velocidad del animal. En el Antiguo Egipto, una
pintura mural (2000 a. C.) trata de las posiciones sucesivas de dos luchadores
en combate. Practicando el estudio de la anatomía Leonardo da Vinci representó
la figura humana con diversas posiciones de los miembros. En Japón se hicieron
muchos dibujos en serie cuya explicación se leía desplegando un rollo y los
griegos reproducían en sus vasos momentos sucesivos de las competiciones de
carreras. Caricaturistas políticos, ilustradores de periódicos (de hace tiempo
hasta la actualidad) indican el movimiento con la sucesión de viñetas --- ahí
tenemos la aparición del cómic --- pero será el cine en su evolución lo que
dará el método más práctico para el movimiento de los dibujos. J. Stuart
Blackton realizó en 1906 una tira en la cual unos rostros dibujados en una
pizarra cambiaban de expresión y dos años después el francés Emile Colh efectuó
dos mil dibujos para una película de dos minutos (“Fantasmagoría”). Winsor McCay es hombre decisivo para los
dibujos animados y el cómic. Trasladó al “Pequeño Nemo”, un personaje de sus
viñetas a dibujo animado, todo un éxito refrendado más tarde en un conjunto de
variedades con “Gertie, el dinosaurio amaestrado”, experimentando y buscando
siempre la idoneidad de la angulación y los encuadres (influyó en mucho sobre
Walt Disney). A medida que los dibujos animados avanzaban en su evolución aparecía un público deseoso
de disfrutarlos (importante el sistema inventado por J. R. Bray y Earl Hund consistente en ilustrar los personajes sobre
papel de celuloide para después ser fotografiados con fondo único). Veamos
otros antecedentes:
--- Nos hemos de
remontar a 1640 para ver el primer intento cuando el sabio y humanista jesuita
ATHANASIUS KIRCHER (1601 o 1602, Geisa, Alemania- 1680, Roma), experto además
en vulcanismo, estudio de fósiles, magnetismo, luz, ciencias naturales en
general y lenguas clásicas idea unas planchas de cristal dibujadas las cuales
gracias a partes móviles --- funcionando de forma manual --- conferían movimiento
a los personajes. Es la llamada “Linterna mágica” y el precursor,
pues, del aparato de diapositivas mucho
antes de descubrirse la cámara fotográfica y la cinematografía ---
--- Un siglo
después (a finales) son famosas las “Fantasmagories”, basadas en proyecciones
con la “Linterna mágica”, sorprendían a un aterrorizado público siendo
el belga Etiene Gaspar Robert (Robertson) el más importante y reconocido autor
de las “Fantasmagories”, ambientando, además, el recinto de los
espectadores con un lote de perfumes, colores y olores (azufre, p. e.) que
complementaban la función e inquietaban aún más al público. Robertson construyó
un aparato a partir de otros inventados y desechados anteriormente por
diferentes investigadores, siendo bautizado como “Fantascopio”, donde se
incorporaban ruedas a la linterna mágica ---
El siglo XIX fue
el de los grandes avances en este campo. A finales de 1824, el británico PETER
MARK ROGET (1779- 1869), otro humanista (filólogo, médico, teólogo natural,
físico y matemático) manifestó que todo
movimiento se puede descomponer en una serie de imágenes fijas, llegando al
principio de la persistencia de la visión. Había llegado la explicación
científica y primer paso para la
realización técnica del dibujo animado el cual encontrará su ámbito en el
futuro invento de los hermanos Lumière: el cine. Gracias a Roget,
experimentadores e investigadores de la segunda mirad del siglo XIX,
perfeccionaron progresivamente aparatos capaces de generar imágenes
considerados, desde su creación, como juguetes ópticos. Roget estudió a fondo
el fenómeno contemplado por él a través de las separaciones verticales de una
persiana veneciana cuando vio pasar un carro y se sorprendió al ver la rueda
que parecía avanzar sin girar (nosotros lo descubriremos en varias ocasiones,
principalmente al observar las ruedas de una veloz diligencia --- sugiero un
film del Oeste --- avanzando sin girar o bien girando en sentido contrario),
publicando un estudio 1825 sobre esta ilusión óptica.
--- El “Taumatropo”
(o “Rotoscopio”), de John Ayrton (1824), sencillo
juego basado en alternar dos dibujos y el “Fenakistiscopio” (de
Fenakis= ventana y Scopio= visión), del belga Joseph
Plateau (1833), tambor con ranuras y un espejo: el disco giraba y aparecían
figuras en movimiento, el “Zootropo”, de William George Horner
(1834) estaba provisto también de aparatos con ventanas circulares
reproductoras de imágenes (mejoraba el invento de su antecesor por la capacidad
de contener más ilustraciones rotando más tiempo) ---
--- Émile Reynaud
da el “Praxinoscopio” (1877), un juego de espejos el cual reflejaba
imágenes de un zootropo par que muchas personas pudiesen ver las imágenes a la
vez. John Barnes Linnet patentó en 1868 el “Folioscopio” o “Kineógrafo”
(“Cineógrafo”):
un libro conteniendo una serie de imágenes las
cuales varían de una página a la siguiente y cuando las páginas se pasan
con rapidez las imágenes parecen animarse ---
A modo de
corolario de todos estos inventos, considerados como juguetes casi siempre, el
gran THOMAS ALVA EDISON (1847- 1931) fabricó el “Kinetoscopio”, el primer
artefacto considerado como una máquina de cine (caja, dentro de la cual
circulaba un rollo de fotografías a 46 imágenes por segundo e iluminadas por
una lámpara incandescente). Sobre ella, los hermanos Louis (1864- 1948) y
August Lumiére (1862-1954) combinaron la
cámara tomavistas y el proyector. Se llamó el CINEMATÓGRAFO.
III) WALT DINEY-
Walter Elias
Disney (1901- 1966) nació en Chicago en el seno de una modesta familia, fue el
cuarto de los cinco hijos: tres varones y una niña. Su padre, Elias Disney, era
hijo de inmigrantes irlandeses y su madre, Flora Call, era de origen alemán.
Creció entre grandes problemas económicos junto a la severidad de su progenitor
el cual no creía en la capacidad de su hijo para desarrollar su incipiente
vocación artística. Elias probó toda clase de negocios para intentar mejorar la
economía familiar sin conseguirlo mientras su hijo parecía seguir sus mismos
pasos. Situados en una granja cerca de Marceline (Missouri) trabó una buena
amistad con un compañero de clase llamado Walter Pfeiffer quien, junto con toda
su familia, lo introdujo en el interés hacia la cultura y el cine. Muy unido a
su hermano Roy (ocho años mayor que él) el pequeño Disney demostró gran cariño
hacia los animales y la naturaleza pero llegó la I Guerra Mundial y se alistó
como voluntario en la Cruz Roja Americana, en el cuerpo de ambulancias (no
tenía edad para hacerlo pero falsificó su partida de nacimiento). Al finalizar
la contienda buscó y encontró trabajo como aprendiz en una agencia de
publicidad (su trabajo era realizar
bocetos a lápiz que luego entregaba a otros dibujantes). Un experto ilustrador
de la empresa, Ubbe Iwerks, hizo amistad con Walt y finalmente montaron su
propia empresa: la “Iwerks- Disney Comercial Artists”. Ubbe hacía los dibujos (muy
dotado para este fin) y Walter era el caricaturista y el encargado de buscar
posibles compradores. Más adelante se unieron
a la “Kansas City Film and Company”,
empresa especializada en hacer películas de anuncios de breves minutos
de duración para los cines (allí, otro amigo suyo, Jim Lowerre, el principal
camarógrafo de la compañía, le enseñó a fotografiar las cartulinas). Walter
continuó experimentando con los dibujos y llegó a realizar su primer corto en
dibujos de animación y al final llegó a poder comprar su propia cámara (no
tenía aún los 21 años). En mayo de 1922 logró convencer a unos cuantos pequeños empresarios --- entre
los cuales estaba Iwerks --- para fundar una compañía, “Laugh –O –Gram Films” con
el propósito de iniciarse en cortos representando cuentos populares (“Caperucita
roja”, “El gato con botas”, “La Cenicienta”): hicieron seis a siete
minutos cada uno antes que la quiebra de algunos clientes arrastró la nueva
empresa a la ruina. Volver a empezar de nuevo. Ahora probó suerte en Hollywood
junto a su hermano Roy y, gracias a su tenacidad, oficio y genialidad, la tuvo.
Consiguió un contrato con el distribuidor M. J. Winkler para una serie de
cortos: “Alice Cartoons”, basado en el personaje de Lewis Carroll, “Alicia
en el país de las maravillas”. Éxito total que desembocó en la
fundación de la Walt Disney Productions un 16 de octubre de 1924 y un año
después nuestro hombre aparcaba su carrera de dibujante para centrarse en la de
productor mientras un excelente equipo de ilustradores (su amigo Ubbe Iwkers,
Ham Hamilton, Friz Frelang, los hermanos Harman y Rudy Isisng) se ocuparon de
los dibujos. Crearon un personaje bastante conocido y muy popular en su
momento, superado por los futuros hallazgos, protagonista de varios
cortometrajes: “Oswald, el conejo feliz” (conocido en España como “Blas”),
el cual acabó en manos del distribuidor Charles Mintz (había formado su propio
taller de animación) después de varios enfrentamientos legales, siendo
finalmente animado por Walter Lantz.
Para rehacerse del
golpe, Disney empezó a buscar otro personaje- estrella para su estudio: en un
viaje en tren él y su esposa pensaron en un ratoncito (otros dicen que la
inspiración le llegó al ver entrar un ratón en su estudio). Había nacido Mortimer,
más adelante se le cambia el nombre por el de Mickey (Mickey
Mouse= Ratón Mickey) al cual Iwerks empezó a ilustrar. En 1928 buscaba
productor para sus dos cortos de Mickey cuando incorporó el sonido a la tercera
aventura del roedor: “Willie en el barco de vapor” (1928),
utilizando su propia voz para Mickey y su novia Minnie. El personaje fue un
éxito mundial y autorizó a varias compañías el reproducir sus productos con la
imagen de Mickey. Se había incorporado guantes y zapatos blancos para evitar la
fusión/confusión de manos y pies en el fondo negro. El ratoncito será todo un
icono, recibiendo sendos Óscar en 1932 y 1941 y en 1945 la Sociedad de Naciones
Unidas le otorgó una medalla por haber creado este animal tomado como “símbolo
internacional de la buena voluntad”. El dibujo definitivo --- Mickey cambió
ligeramente de aspecto algunas veces ---fue de una gran perfección y sencillez:
la cabeza era un círculo, el hocico un círculo oblongo, las orejas también
circulares, el cuerpo en forma de pera, las patas como boquillas de pipa además
una larga cola. Para humanizarlo más: dos manos a cuatro dedos cada una (cinco
hubiese sido más dificultoso en su animación, detalles dados por el propio Walt
Disney). Hay más de 120 films dedicados al ratoncito.
A partir de 1929
Disney dará una serie sin protagonistas fijos la cual le consagrará de un modo
definitivo: “Silly Symphony” (“Sinfonías tontas”), su primer título
fue “Skeleton
Dance” (“Danza macabra”) para filmarse ya en color a partir de “Flowers
and Tress” (“Flores y árboles”, 1932) y es en una
“Sinfonía tonta” de 1934 titulada “The Wise Little Hen” (“La
gallina sabia”) cuando aparece un personaje crucial de la obra
disneyana, tanto como el ratón: “Donald Duck” (El pato Donald). Al
contrario de “Mickey”, “Donald” es huraño y pícaro. Su jocosa e irritante voz
se hizo famosa en todo el mundo. Su atuendo es de marinero: chaqueta y gorra y,
por el contrario, desprovisto de pantalones. Se convertirá en símbolo nacional
para los Estados Unidos. Más dúctil y viable que Mickey, el pato tendrá
cualidades para trabajar mejor con personas --- dicho por el propio Disney ---
que otras figuras de los dibujos animados (el mezclar personas de carne y hueso
con dibujos animados fue ensayado varias veces con éxito). Al igual que Mickey
tenía a Minnie y dos sobrinos, Daysi era la eterna novia del pato Donald y tres
sobrinos al contrario de la idea inicial de Disney el cual deseaba que ambas
parejas fueran marido y mujer con sus respectivos hijos pero no pudo ser (cosas
de la censura de aquel tiempo) al igual que en otros casos (los populares “Popeye-
Olivia” creados en 1929 por
Elzie Crisler Segar).
El pato ya tuvo
una serie propia a partir de 1937: “Modern inventions” (“Invenciones
modernas”) y fue el único personaje de Disney que aparece en cuatro
largometrajes: “The Reluctant Dragón” (“The Reluctant Dragon”, 1941), “Saludos
Amigos” (“Saludos amigos”, 1943), “The Three Caballeros” (“Los
tres caballeros”, 1945) y “Fun and Fancy Free” (“Las
aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas”, 1945),
una magna macedonia de personajes disneyanos donde el propio Disney cedía su
voz a Mickey Mouse y Clarence Nash al pato Donald.
Otro se éxito se
apuntaba Walt Disney en 1931 con un nuevo personaje de su creación: el perro
bípedo Goofy, símbolo del antihéroe a quien todo le sale mal.
Originalmente llamado Dippy Dawg, se rodaron más de 50
films y uno de ellos, “Motormanía”, era una sátira sobre
lo bestias en que se transforman algunos cuando se sientan frente a un volante.
Podríamos decir que Pluto era la cuarta vedette de los Estudios Disney después del
ratoncito, el pato y el perro Goofy. Pluto era otro perro, de aspecto abúlico,
no bípedo ni vestido pero con muchas expresiones faciales, apareciendo por
primera vez en uno de los cortometrajes de Mickey Mouse (“The Moose Hunt”, 1931),
dando como fruto una cincuentena de films.
El año 1937 fue
trascendental para los dibujos animados y para Walt Disney pues con “Snow
White and the Seven Dwarfs” (“Blancanieves y los siete enanitos”),
basada en el cuento de los hermanos Grimm, se ofrecía prácticamente el primer
largometraje del género. Resultado: una obra maestra. A partir de este triunfo
los largometrajes en la factoría Disney se sucedieron con gran rapidez: “Pinocchio”
(“Pinocho”,
1940), técnicamente incluso superior a “Blancanieves…” pero sin respuesta
comercial al momento como tampoco la
tuvo aquella maravilla llamada “Fantasía” (“Fantasía”, 1940), con un
gran derroche de imaginación y técnica, discutida por algunos, después repuesta
infinitamente y obra absolutamente maestra para muchos (entre los cuales está
quien suscribe estas líneas). Si tuvieron muy buena acogida “Dumbo” (“Dumbo”, 1941) y “Bambi”
(“Bambi”,
1942) a nivel técnico óptimo. Más éxitos con “Song of South” (“Canción
del sur”, 1946), “Cinderella” (“La Cenicienta”, 1950), “Alice
in Wonderland” (“Alicia en el país de las maravillas”),
“Peter
Pan” (“Peter Pan”, 1953), “Lady and the Tramp” (“La
dama y el vagabundo”, 1955), “Sleeping Beauty” (“La
bella durmiente”), “One Hundred and One Dalmatians” (“101
dálmatas”, 1961), etc. Walt Disney falleció a los 65 años de un cáncer
de garganta (15-diciembre-1966) mientras preparaba la producción del ambicioso
largometraje “”The Jungle Book” (“El libro de la selva”), dirigida por
Wolfgang Reitherman y según la novela de Rudyard Kipling la cual había tenido
una versión con actores de “carne y hueso “dirigida por Zoltan Korda en 1942
(la de animación, producida por Disney
se estrenó un año después de su muerte). En 1955 se había inaugurado su famoso
parque de atracciones: “Disneyland” (“Disneylandia”).
Walt Disney fue
atacado profusamente por sus ideas políticas. Nos dice Juan Tejero que su vida
y obra fue un perfecto ejemplo de ideal americano: el hombre que luchó mucho y
triunfó, el “self-made-man”, el cual empezó vendiendo periódicos y terminó
dirigiendo uno de los mayores imperios financieros del mundo. Lo conocemos como
amable, discreto, educado. Era un hombre de derechas y su profundo
anticomunismo viene de 1941 cuando un sindicato de ilustradores recién creado
en su compañía le amenazó con una huelga que llegó a producirse y a partir de
mayo paralizó los estudios (participaron la mayoría de trabajadores) durante el
resto del año. Estuvo de acuerdo con la llamada “Caza de brujas” impulsada por
el senador Joseph McCarthy, colaboró con el F. B. I. y proclamó siempre su
antimarxismo. Como ha sucedido en con otras personas (Cecil B. DeMille, p. e.)
su obra fue atacada, además le acusaron de “edulcorar” sus dibujos, también de
“sádico, creador de pesadillas infantiles”. Si bien cada uno es libre de tener
una ideología, la cual se compartirá o no pero siempre con respeto hacia los
demás que no piensen como él, es necesario recordar a quienes atacaron su obra
que Disney “metió” a sus personajes al estallar la II Guerra Mundial, Mickey
Mouse fue prohibido en la Alemania nazi porqué en uno de sus films llevaba un
casco prusiano, el pato Donald fue en su momento una hábil propaganda antinazi
(”The
Fuerer’s Face”) y un año antes de su muerte fue propuesto Walt Disney
para el Premio Nobel de la Paz, habiendo recibido 32 Oscar por la producción de
sus más de 700 films. Esto ha de recordarse siempre puesto que el cine suele
ser refugio para numerosos sociólogos frustrados, la mayoría con poco o nada de
base cinematográfica y muchos pertenecientes a la llamada “pseudo progresía”,
la de antes y la de ahora.
Muchos datos me he
dejado en el tintero del fascinante mundo de Walt Disney de los cuales
hablaremos --- Dios mediante --- en un futuro escrito.
Narcís Ribot i Trafí
(1)- “Walt
Disney, el universo animado de los largometrajes, 1937-1967)”, de Jorge
Fonte y Olga Mataix (2000), publicado por T & B Editores. Dela misma
editorial “Todo empezó con un ratón” (“El fantástico mundo de los cortos Disney”),
de Jorge Fonte (2004) y un par de libros más de los cuales hablaremos más
adelante.
(2)- Revista “Terror Fantastic” (febrero- 1973),
“Dossier
Dibujos Animados”, de Francisco Montaner, el primer escrito que leí
sobre la temática.
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