El
personaje creado y dibujado por Harold Foster en 1937 pasó con toda justicia a
la historia del cómic como una de las más brillantes aportaciones. Un estilo
detallista, preciosista, elegante con un trazo delicado a la vez que firme y
seguro con el cual Foster llegaría a la cima artística puesto que cada una de
sus viñetas es una auténtica obra de arte. Desde su inicio hasta principios de
los 70 Harold Foster fue el creador e ilustrador de “Prínce Valiant”
(“El príncipe Valiente”) cuyo título original completo es “Prince
Valiant in the Days of King Arthur” (“El príncipe Valiente en los
días del rey Arturo”), publicado originalmente como tira dominical a
todo color en varios periódicos de Estados Unidos. La obra completa consta de
1800 planchas y continúa editándose. Ha habido múltiples reediciones en color y
en blanco/negro, en España empezó a publicarse en 1950.
La compañía 20th Fox quiso emular los éxitos taquilleros de las
dos películas de aventuras sobre gestas caballerescas que a principios de los
50 había conseguido M. G. M.: “Ivanhoe” y “Los caballeros del rey Arturo”,
ambas de Richard Thorpe (cuyo mejor film sigue siendo la segunda versión de “El
prisionero de Zenda”, con Stewrat Granger aunque en otros podamos
encontrar hallazgos interesantes) y así nació “Prince Valiant” (“El
príncipe Valiente”, 1954) confiando la dirección a un realizador más
completo y dinámico que Richard Thorpe: Henry Hathaway quien, en mi opinión,
dio una transcripción del personaje de Harold Foster más que satisfactoria
aunque en un principio la crítica no fue positiva y la película se olvidó
durante años para ser rescatada más adelante e incluso convertirse en un film
de culto. Recordemos que al principio, tras su estreno, ni el creador Harold
Foster ni el director Henry Hathaway estaban muy satisfechos con el resultado
fílmico.
I)- FACTORES PARA UNA (BUENA) PELÍCULA-
1)- CREADOR Y DIBUJANTE DEL COMIC: HAROLD RUDOLPH FOSTER- (Canadá, 1892- Florida, 1982). Su gran hobby
fue la navegación y al trasladarse con toda su familia a Estados Unidos (él
contaba con catorce años) se le despertaron más aficiones: montañismo, contacto
continuo con la naturaleza, caza y pesca. Ejerció diversos oficios ya que
abandonó sus estudios universitarios (incluso fue boxeador) y llegó a ser
dibujante en catálogos publicitarios. Su primer trabajo como ilustrador de
historietas fue el personaje de Edgar
Rice Burroughs, “Tarzán de los Monos”
(adaptando las novelas al cómic) el 7 de enero de 1929. Se negó a
adaptar la segunda novela puesto que quería crear y dibujar su propio personaje
y durante un tiempo Rex Mason fue el ilustrador, dando al personaje la
apariencia física de Elmo Lincoln el primer actor de Tarzán (1918). Como
estamos en tiempos del crack bursátil, Foster aceptó volver al personaje de
Burroughs cambiando el aspecto de Tarzán: cabello corto, desaparición de la
cinta en su cabeza y de la piel de leopardo cubridora del tórax, a diferencia
de Elmo Lincoln, dándole una figura parecida a la de Johnny Weissmüller --- el
más recordado y popular Tarzán aunque en el futuro vinieran interpretaciones
notables como las. de Lex Barker o Gordon Scott --- quien conocía el éxito al
interpretar al hombre de la selva (la primera película se estrenó en 1932).
Pero Foster hacía tiempo que deseaba trabajar en un personaje nacido de su
imaginación. Así nació “El príncipe Valiente” (la primera
plancha dominical apareció el 13 de febrero de 1937) situado en su origen a
principios de la Edad Media aunque luego variará en según que aventuras. Entró
en Camelot para hacerse caballero de la Tabla Redonda en tiempos del rey
Arturo, siglo V. La historia conserva la misma trayectoria argumental desde su
inicio: una saga familiar y aventuras. En el transcurso de los años los
personajes van envejeciendo (a diferencia de otras series de cómics). Así
conoceremos a Valiente, el hijo de Aguar, rey de Thule, cuyo reino ha usurpado
el malvado Stigon quien persigue a muerte al rey y a su familia los cuales se
refugiaran en unos pantanos cerca de la costa inglesa. Allí se sitúan las
primeras aventuras del príncipe Valiente para más adelante salvar la vida a sir
Gawain y convertirse en su escudero (y amigo) y de este modo entrar a formar
parte de “los Caballeros de la Tabla Redonda”. Allí conocerá al rey
Arturo, Lancelot, el mago Merlín, Ginebra, Percebal, la bruja Morgana y otros…
Continuará con diversas y variadas aventuras (algunas fuera del ciclo
“artúrico”) recorriendo cuatro continentes (Europa, América, Asia y África), se
enfrentará a toda clase de enemigos (hunos, sajones, sarracenos), especialmente
sujetos sin escrúpulos opresores de los humildes, puesto que Valiente es (como
todas su familia) un gran cristiano; a veces nos encontramos con razas o
culturas aparecidas en un futuro, así como vestiduras con su correspondiente
equipo militar de varios siglos o vikingos (pueblo surgido históricamente
tiempo después) con su atuendo y cascos de cornamenta que nos recuerda a alguna
ópera wagneriana, los romanos (como legionarios en la época de Trajano) y los
griegos (con su vestidura clásica) --- ropajes ya no usados en la Edad Media---
constituyen anacronismos que en absoluto desvirtúan la obra. Aparecen
personajes reales como el general romano Aecio, Atila, rey de los hunos, el
emperador Valentiniano III… los guiones son cuidados y los dibujos
maravillosos. Hay mucha voz en off y poco diálogo lo cual en ocasiones puede
resultar fatigoso puesto que no usa “bocadillos” y los diálogos están al pie de
las viñetas junto a los comentarios del narrador/voz en off. A través de su
historia, Valiente se casará con Aleta, reina de las Islas Brumosas (en alguna
localidad del Mediterráneo) y tendrá varios hijos. El mayor, el príncipe Arn,
le substituirá en las aventuras de los últimos años. Especialmente al principio
de la serie aparecen elementos sobrenaturales (dragones semejantes a
dinosaurios, brujas, etc.) para ir esfumándose a través de los años. Su
detallismo y perfección en paisajes (reales o imaginarios), la profundidad
gráfica de bosques y rocas es verdaderamente encomiable y cuya descripción
puede perfectamente recordarnos a las novelas de aventuras de Sir Walter Scott.
A principios de los 70 Foster dejó el personaje (guión, dibujos)
en manos de John Cullen Murphy el cual logrará unas historias más realistas
pero sin llegar a la calidad artística (siendo buena) del creador original.
2)- EL REALIZADOR DEL
FILM: HENRY HATHAWAY- Henri Leonard de Fiennes
(Sacramento de California, 1898- Hollywood, 1985), descendiente de aristócratas
belgas entró muy pronto en el cine: su madre era actriz y su padre
representante por lo cual empezó de niño en pequeños papeles y siguió como
extra y figurante (en films, entre otros, de Allan Dwan, Fred Niblo y Josef von
Sternberg) hasta llegar a actor secundario pero su carrera se truncó al empezar
la I Guerra Mundial y luego, en 1923, logró ser asistente de dirección (también
con von Sternberg del cual confesó ser su alumno). Se estrenó como director
gracias a un contrato de Paramount para realizar ocho westerns de bajo
presupuesto protagonizados por Randolph Scott y basados en novelas del popular
Zane Grey (“El hombre del bosque”, “El legado de la estepa”, “La horda maldita”).
Henry Hathaway fue un realizador del cual la crítica no prestó mucha atención
(injustamente, como con otros directores). Será considerado un “honesto
artesano” (lo era pero también mucho más) en la frontera entre la “eficacia fílmica” y “creador”; se
le reconoció la solvencia fílmica, la nitidez visual, el buen escoger de los
planos, la fluidez narrativa, el buen manejo de actores, la captación de
escenarios y personajes con gran sensibilidad, la excelente resolución en
escenas de acción y espectáculo y la traslación de signos y características de
un género a otro (experimentados por él) con notable fortuna. Se consagró en
los años 30 en dos films con Gary Cooper: “Sueño de amor eterno” (la visioné
hace poco y me sorprendió gratamente), drama romántico, y “Tres lanceros bengalíes”
(ambas de 1935), un clásico de film de aventuras coloniales. Tocó casi todos
los géneros generalmente con gran fortuna: “La jungla en armas”
(1939), una gran película donde se enfrentan británicos, estadounidenses y
filipinos (con Gary Cooper y David Niven), “Cuando muere el día”
(1941), otro film de corte colonialista; “Los 4 hijos de Katie Elder”(1965), “Del
infierno a Texas” (1958), “Valor de ley” (1969), “Alaska, tierra del oro” (1960) y “El
jardín del diablo” como excelentes westerns (1954) sin olvidarnos de “El correo del infierno”
(1951), con Tyrone Power, magnífico en todos los sentidos y que puede colocarse
perfectamente a la altura de las obras de Anthony Mann, John Ford, Howard Hawks
o Raoul Walsh. “13 Rue Madeleine” (1946), “El beso de la muerte” (1947), “Yo
creo en ti” (1948) o “La casa de la calle 92” (1945) son
buenas muestras de cine negro a la que es ineludible añadir “Niágara”
(1953), ahora ya en color, en donde prácticamente descubría a Marilyn Monroe.
Con “La
hechicera blanca” (1953) y “El último safari” (1967) entraba en
el campo de las aventuras selváticas, con “El príncipe Valiente” (1954),
aventuras medievales y con “Rommel, el zorro del desierto”
(interpretación de James Mason como el mariscal) en el cine bélico.
Con el tiempo se reconocieron los méritos y valía de Henry
Hathaway (y no solamente por su eficacia y solvencia) aunque es el realizador
del cual se han publicado menos estudios en formato de libro en legua
castellana --- ninguno --- al igual que durante muchos años los aficionados a
la música clásica encontrábamos a faltar obras de estudio sobre Felix
Mendelssohn.
3)- EL GUIONISTA: DUDLEY
NICHOLS- Amante del teatro e
intelectual, Dudley Nichols (1895- 1960) fue uno de los guionistas más
destacados de Hollywood. Imprimía una hondura psicológica en sus personajes y
situaciones confrontadas. El éxito de dar cartas de nobleza al western se debe
en mucho a su guión para “La diligencia”, de John Ford (1939).
Escribió para muchos de los grandes realizadores (John Ford, Anthony Mann,
Howard Hawks, Fritz Lang, Henry Hathaway) y pasó de un género a otro con
facilidad: “La fiera de mi niña” (comedia), de Howard Hawks (1938), “El
fugitivo” (drama), de John Ford (1947), “El príncipe Valiente”
(aventuras), el citado “El correo del infierno” (western),
de Henry Hathaway (1951), “Río de sangre”, de Howard Hawks
(1951) o “Cazador de forajidos”, de Anthony Mann (1957), también westerns
memorables; “Perversidad” (cine negro), de Fritz Lang (1945) y también
aquella cinta de aventuras basada en “El malvado Zaroff”: “Huída
hacia el sol”, de Roy Boulting (1956) que si bien no es destacable ---
más bien la realización es bastante vulgar y rutinaria --- si es curiosa por su
construcción argumental y su buen elenco interpretativo (Richard Widmark,
Trevor Howard, Jane Green)…
4)- LOS DEMÁS-
Excelente la música de FRANZ WAXMAN --- compositor de música para cine y autor
de las bandas sonoras de Films como “Rebeca” (1940), “La
ventana indiscreta” (1954), ambas de Alfred Hitchcock, “Capitanes
intrépidos” (1937), de Víctor Fleming o “La novia de Frankenstein”
de James Whale (1935) entre otras --- con tintes wagnerianos situados entre el
romanticismo y la épica. La fotografía de LUCIEN BALLARD (“Los 4 hijos de Katie Elder”,
“Valor
de ley”), en Cinemascope y Technicolor, consigue algunos momentos de
ensueño como en los bosques, costas rocosas, castillo de Camelot (interiores y
exteriores) mientras muchos se cebaban en la interpretación de Robert Wagner
como Valiente. Pero si es verdad que fue un actor limitado también lo es que
daba figura y tipo perfectos, con el típico flequillo (equivalente
paradigmático de los dibujos). Tiempo después Robert Wagner le comentó a Harold
Foster que era un forofo de los cómics del “Príncipe Valiente”. El
resto cumple: Janet Leigh como la princesa Aleta, Debra Paget como su hermana
Ilene, Sterling Hayden es Sir Gawain, quien coge a Valiente como escudero y le
llegará a querer como a un hijo aunque en su primer encuentro reciba una
pedrada del muchacho por creerle un enemigo, Brian Aherne es el rey Arturo,
Donal Crisp representa el rey Aguar, padre de Valiente, Barry Jones es el rey
Luke, padre de las dos hermanas y James Mason, el mejor de todos, encarna
maravillosamente al malvado sir Brack, en realidad el caballero negro.
II)- “EL PRÍNCIPE VALIENTE”, LA PELÍCULA
Si bien “El Príncipe Valiente” no es una
película totalmente redonda ni el mejor film de Hathaway, si es una cinta con
excelentes escenas que ya quisieran tener muchas del género aventurero. El
ritmo, generalmente dinámico y vital, hace que en ningún momento decaiga el
interés ni aparezca el aburrimiento: torneos, duelos, persecuciones por el
bosque y dentro de los castillos, traición, corrupción, venganza heroísmo,
códigos de honor, justicia… todo ello bañado en una áurea romántica digna de agradecer. El guión de
Dudley Nichols es como una aventura más de las ideadas/ilustradas por Foster
aunque reste protagonismo a los padres de Valiente y a la princesa Aleta. La
sinopsis es conocida: el rey Aguar, su esposa e hijo, Valiente (Val para los
amigos) residen en una fortaleza-abadía en un lugar remoto de la costa
británica, residencia cedida por el rey Arturo, ya que Aguar era rey de Scandia
y ha sido desposeído de su trono por el vikingo traidor Sligon y sus seguidores
quienes les buscan para matarles. Valiente es enviado a Camelot por su padre
para hacerse caballero de la “Tabla Redonda” y recuperar el trono
de Scandia. En el camino verá al “Caballero Negro” (armadura negra con
rostro cubierto) con un grupo de vikingos de Sligon y deberá huir. Más adelante
conocerá a Sir Gawain (al igual que Arturo es amigo personal de su padre) en un
encuentro accidentado y después al rey Arturo y al resto de sus caballeros,
entre ellos Sir Brack (pariente de Arturo) del cual al poco sospecha que es “El
Caballero Negro”, considerado por muchos como un espíritu diabólico que
aterroriza a los humanos. Más adelante se enamorará de la princesa Aleta, habrá
unos equívocos y finalmente todo acabará bien al desafiar y matar al “Caballero
Negro” que no es otro que Sir Brack el cual quiere usurpar el trono de
Arturo. Valiente y Aleta proyectan su boda… Veamos algunas escenas:
--- Ya los genéricos son exquisitos: una brillante espada en
diagonal a la pantalla mientras aparece el título del film en letras góticas en
rojo, una pared con cinco panoplias y a continuación unas viñetas de Harold
Foster sabrosamente coloreadas y animadas por la música de Waxman ---
--- En las primeras escenas: llega la nave del fiel Boltar (Victor
McLaglen). Valiente salta por las almenas del castillo/abadía, llama a sus
padres y sale a recibir al amigo arrojándose al mar y nadando hacia el dakkar
vikingo. En escasos momentos y con gran economía de medios, Hathaway, con la
obertura nos hará pasar directamente a la acción (combinando perfectamente
planos generales con planos medios subrayados por la adecuada música)---
--- La voz en off nos lo ha dicho todo, después la presentación de
los padres de Valiente (una segunda toma intercalada los veremos más próximos,
en plano medio) ---
--- La cena por la noche en el castillo, cuando Aguar decide
enviar a su hijo a Camelot. El comedor en semioscuridad (iluminado solamente
con un candelabro de varios brazos en lo alto de la estancia/pantalla), en
conjunto nos recuerda un cuadro de Rembrandt ---
--- La primera vez que Valiente descubre al “Caballero negro” hablando
con unos vikingos de Sligon, pues los conspiradores están aliados, cae en medio
de la playa semiaturdido aunque logra huir --- probablemente inspiró una escena
del cómic
“El Jabato” creado por Víctor Mora (*) --- constituyendo una
secuencia de entre lo mejor del cine de aventuras: saltando de árbol a árbol
por las lianas, esquivando las flechas, cayendo a un río y usando una caña para
respirar bajo el agua. Hathaway continúa usando una angulación y elección de planos
formidable ---
--- En Camelot habla con Arturo y sus caballeros. Allí dice quien
es, lo que le pasó y su aventura con el “Caballero Negro”. Hathaway muestra
la reunión de la “Tabla Redonda” en visión fragmentada y cuando Valiente es
aceptado como escudero de Sir Gawain enfoca a todos los componentes con la
“Tabla” en el centro con un plano
general de conjunto ---
--- El torneo donde un atrevido Valiente (siempre hará honor a su
apellido) suple al herido Sir Gawain (con la cara cubierta por el casco) y cae
derribado por Sir Brack está más que correcto (los he visto mejor filmados pero
muchos otros, peor). Cuando el Príncipe es herido y atendido en el castillo de
Aleta hay momentos interesante. Al descubrir a su futuro amor, la ve en un
plano medio y contrapicado, alumbrada por una lámpara en el techo y pregunta si
está en el paraíso. Será demasiado rápido el mutuo amor (solo un día). La
princesa Aleta tiene una hermana, Ilene (enamorada de Sir Gawain), ambas son
hijas del rey Luke. La belleza de ambas muchachas es expresada/mostrada en la
variedad e indumentaria: Aleta es rubia y casi siempre viste de blanco mientras
Ilene es morena y su vestido es oscuro. Los equívocos se cruzan entre los
personajes: Valiente/Aleta/Sir Gawain (que en un principio está enamorado de
Aleta la cual es también pretendida por Sir Brack)/Ilene ---
---Cuando Aleta y Valiente (ha descubierto el secreto de Sir
Brack) son raptados por los esbirros de Sligon y llevados prisioneros con los
padres del príncipe, caídos también en manos del vikingo traidor, el nivel baja
y, siendo aceptable (sin perder el dinamismo), está por debajo de lo
anteriormente comentado. Valiente huye de su prisión y se une a sus seguidores,
comandados por el leal Boltar. La batalla está bien mostrada y el usurpador es
muerto en duelo por Valiente gracias a la espada de su padre. Volverá a
Camelot, desenmascarará a Brack delante de la “Tabla Redonda” y le
matará en duelo ante de Arturo, Gawain y demás caballeros. El príncipe es
nombrado caballero de la “Tabla” por Arturo y su espada Excalibur. Doble boda:
Valiente –Aleta y Sir Gawain- Ilene ---
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Excelente película de aventuras. Hay otra
versión en 1996 de la cual es mejor correr un tupido velo…
Narcís
Ribot i Trafí
(*)- Víctor Mora Pujadas creó un gran cómic en 1956: “El
Capitán Trueno”. Según el autor su inspiración le vino de “El
Príncipe Valiente” de Foster. Gracias al éxito creó otro personaje, “El
Jabato” con casi las mismas virtudes (las aventuras de ambos personajes
fueron exportadas más allá de nuestras fronteras). La escena comentada está en
uno de los números consecutivos titulados “La sombra de Nerón” y “¡Kimberlan!”,
una de las mejores aventuras del “Jabato”, comentada en estas páginas de “Cine y Cultura” en
dos partes
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