martes, 7 de abril de 2015

RAFAEL SANZIO (II)


En la entrega anterior vimos como Rafael Sanzio --- junto con Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti forman el terceto para evocar el concepto de Renacimiento aunque hubiesen más artistas --- nació en Urbino comenzando a formarse como pintor con su padre para perfeccionarse en el taller de Perugino en Peruggia. Ya independiente se trasladará a Florencia, indiscutible capital artística de Italia. Fra Bartolomé (también alumno de Perugino) es quien le influyó en un principio: figuras luminosas y vibrantes (la “Virgen Condestable”, proviene de este estilo), majestuosidad refinada de las figuras y sentido glorioso de la composición. Después se cumplió su deseo de estudiar y aprender (y dejarse influenciar) por los grandiosos Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. En el tondo de la “Virgen Terranova” existe algo del estilo leonardesco (relación entre las figuras, armonioso fluir de líneas, inmersión de las figuras en el espacio y fusión de los colores) para  dejarse seducir por el típico sfumato (precioso modelado de una figura emergente de un fondo negro). Rafael es ya un gran pintor (temas religiosos, históricos y mitológicos) y retratista pero aún no ha colmado su ambición de realizar una obra pública.
Ahora, sin abandonar la marca de Leonardo, dirige su mirada hacia Miguel Ángel: dinamismo en el dibujo, el desarrollo de las formas según la geometría de la espiral, el trabajoso contorneo de las figuras y la solidez escultórica de los volúmenes (retrato de Magdalena Donni, los mismos que habían encargado el famoso “Tondo Donni” a Miguel Ángel). Ejemplos de esta época son “Retrato de los duques de Urbino”, “Autorretrato”, “La Grávida”o “La Vírgen del Baldaquino” y el famoso “Descendimiento” que marca el paso de los brillantes años en Florencia hacia la plena madurez artística. Se preparaba ya para su período en las estancias vaticanas.
Desde su elección en 1503 Julio II practicó una contundente política del reforzamiento del Estado Pontificio. Se interesó en mayor medida que sus predecesores por la función propagandísitica de las obras de arte dejando un cierto margen de libertad a los artistas. En 1505 encarga la reconstrucción de la basílica vaticana a Donato d’Angelo Bramante (1443 o 1444- 1514) y su propio monumento funerario a Miguel Ángel. Inicialmente había pensado en un grupo de pintores de fama para decorar las habitaciones del segundo pìso del Palacio Apostólico pero finalmente confió el trabajo a Rafael quien comenzó en la estancia llamada Signatura, biblioteca papal al mismo tiempo que Miguel Ángel levantaba el andamiaje en la Capilla Sixtina para pintar los frescos de la bóveda (1508). El techo de la stanza estaba ya pintado. Rafael la rehizo pero respetando la estructura organizativa (lunetos en forma de medallones geométricos). Hay dos grandes frescos en paredes enfrentadas: “Disputa del Sacramento” y “Escuela de Atenas” y otros dos frescos en los muros donde se encuentran los ventanales: hacia el norte el “Parnaso” y hacia el sur las “Virtudes Cardinales” (Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza). Tres líneas elípticas para los personajes de la “Disputa del Sacramento” en torno a un eje central que alinea los dos grandes misterios cristianos: Eucaristía y Santísima Trinidad mientras que la “Escuela de Atenas” están reunidos los grandes pensadores de la Antigüedad (Euclides representa a Bramante y Heráclito, en actitud pensativa, lleva el rostro de Miguel- Ángel)...

                                                                                                                                 Narcís Ribot i Trafí

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