“EL SARGENTO NEGRO” (John Ford, 1960)
“No daría un céntimo por mis Óscares” (John Ford)
Fue el director de cine que más Óscares
consiguió. Cuatro (1) más dos que ganó por documentales en la marina. No estuvo
nunca presente para recoger las estatuillas, el no hacía cine “oficial” o
“políticamente correcto” o “académico”, como p. e. el caso de la sobrealabada “High
Noon” (“Solo ante el peligro”), de Fred Zinnemann (1952),
pretencioso paradigma para muchos que no les interesa ni les gusta el western
(con trasplante al cine fantástico y de terror podría ser el “Nosferatu”
de Werner Herzog o el “Drácula” de Francis Ford Coppola).
Joseph McBride (2) nos cuenta lo paradójico que fue Ford:
por un lado, profundo poeta popular el cual respondía a los sentimientos más
profundos de la gente, y por otro no
quería dar importancia a su trabajo y negaba considerarse un artista.
Totalmente en las antípodas de algunos representantes del cine actual español
--- actores y directores --- apoyados por determinada fuerza política y
poseedores de mucho divismo y poco talento; eso sí: politiquear para conseguir
subvenciones. Ford era un hombre muy complejo que expresaba sentimientos e
ideas con la mayor sencillez posible.
Hace años me alegré que pasaran a la “caja tonta” “El
sargento negro” --- naturalmente lo hicieron a altas horas de la noche
ya que durante el día la programación es prácticamente tele- basura, chismorreos
de los famosos y concursos insufribles ---, ahora ya no importa, salió en Vídeo
y posteriormente en DVD. Pero aquello me animó a pasarla en los Cine- Fórum de
los cuales fui responsable porqué sencillamente se trata de una gran película,
subvalorada en casos, incluso por algunos fordianos. “Seargent Rutledge”
--- estrenada en España como “El sargento negro” --- fue
realizada por John Ford y producida por él mismo y Willis Goldbeck para Warner
en 1960. Nuestro hombre moldeó este western aprovechando no solamente el nuevo
clima de obertura sexual sino que hizo circular por el camino de las relaciones
inter raciales, el tema políticamente más controvertido de la época. El guión
original era de James Warner Bellah, mediocre escritor y guionista con ideas racistas
quien colaboró en los argumentos y/o guiones de la llamada “Trilogía de la
Caballería” (“Ford Apache”, 1948, “La legión invencible”,
1949 y “Río Grande”, 1950) y en “El hombre que mató a
Liberty Valance”, 1962. Era amigo de Ford pero chocaron varias veces,
precisamente por lo descrito (en una ocasión se reconciliaron y lo celebraron
con una monumental borrachera). La película está escrita por James Warner
Bellah y Willis Goldbeck los cuales se inspiraron en un cuadro de Frederick
Remington que mostraba soldados negros de caballería (3) en el Oeste. La idea
original del coronel Bellah era narrar la contribución de un sargento de color
a la construcción y gloria del imperio americano. Ford, por supuesto, se negó a
este proyecto reaccionario y rehízo el guión varias veces. Explica y señala el racismo
existente/latente, ridiculiza el tribunal militar dirigente del consejo de
guerra contra el sargento Rutledge y demuestra no ser igual la justicia para
blancos y negros. Por supuesto los críticos que no supieron ver la exposición
racial de “Centauros del desierto” tampoco entendieron “El
sargento negro” ni posteriormente “Dos cabalgan juntos”.
Debería pasar algún tiempo --- como suele suceder --- para el reconocimiento (de
estos tres films citados y de la obra fordiana en su totalidad) ya que en
realidad no veían más allá de sus narices.
Ford coloca el apellido Rutledge en homenaje a Ann Rutledge,
esposa de presidente Abraham Lincoln a quien el realizador admiraba y le había
dedicado una película.
El sargento Braxton Rutledge (excelente Woody Strode),
oficial de color, con una hoja de servicios ejemplar, es acusado de violar y
asesinar a una joven blanca y también de matar al padre de esta, su oficial en
el fuerte. Rudletge --- solo admite haber matado en defensa propia al oficial
cuando este le descubrió junto al cadáver de su hija y creyó que el sargento
era el asesino --- se presenta como víctima expiatoria del racismo por parte de
los blancos: solo ver y recordar la escena del inicio del juicio donde una gran
parte del público le grita al acusado al entrar profiriendo amenazas de muerte.
El juicio es una farsa y refleja la falta de justicia para según quien (en este
caso según el color de la piel). Incluso el abogado defensor, el teniente Tom
Cantrell (Jeffrey Hunter), amigo del acusado, llega a dudar de su inocencia en
diversos momentos, mientras el fiscal, el capitán Chattak (Carleton Young),
está lleno de prejuicios raciales que lleva
la protesta por parte del abogado.
La película está montada sobre flash-backs equivalentes a
las declaraciones de los testigos. Ford elabora las escenas del juicio en forma
teatral con chispas humorísticas propias de él: “El reloj que robaste en
Atlanta durante la guerra mientras tus hombres saqueaban la ciudad” le
dice su esposa al coronel Fosgate (Willis Bouchey), comandante en jefe del
fuerte donde se celebra el juicio y juez del caso, el grupo de mujeres de los
oficiales que entran en la sala atraídas por el morbo del juicio, etc… “No
sé porqué intervenimos en la guerra de los blancos matando indios”,
dice un soldado de color moribundo, en una refriega con los indios, atendido
por Rudledge… Finalmente el auténtico violador y asesino, un personaje del
fuerte, se derrumba ante la presión del abogado y confiesa.
A pesar que algunos consideren al “Sargento negro”
un film menor, simpático incluso, esta clasificación es muy discutible. No he
oído al respecto las opiniones de eminentes fordianos como José- Luis Garci o
Miguel Marías, pero si la de José Mª. Carreño, un gran defensor del film
(totalmente de acuerdo con él). Como siempre Ford se pone del lado de los
marginados: emigrantes irlandeses, indios, ahora los negros…
Narcís Ribot i Trafí
1)- John Ford consiguió cuatro Oscares de la Academia: “El
delator” (1935), “Las uvas de la ira” (1940), “¡Qué
verde era mi valle!” (1941) y “El hombre tranquilo”
(1952).
2)- “John Ford”, de Joseph McBride y
Michael Wilmington (1974), traducción española a cargo de Ediciones J. C.
(1984).
3)- El IX y el X Regimiento de la Caballería de los
Estados Unidos fueron creados en 1886 con soldados negros, esclavos liberados
que se habían distinguido en la Guerra Civil luchando por la causa de la Unión.
Los indios les llamaban “Soldados Búfalo”, de ahí provenía el que
debía ser título original del film (“Captain Buffalo”).
No hay comentarios:
Publicar un comentario