Hará unos tres años hice cuatro
pequeños escritos sobre Antonio y Cleopatra: en la literatura, en el arte, en
el cine... Ahora nos centramos en la controvertida (y excelente obra en muchos
aspectos) de Joseph Leo Mankiewicz. (nota de Narcís)
Fanfarrias. Entran Marco Antonio y Cleopatra con su séquito...
CLEOPATRA (a Antonio)- “Dime hasta donde alcanza tu amor”
ANTONIO- “Muy pobre amor será aquel que pueda medirse”.
CLEOPATRA- “Quisiera señalar el límite del tuyo”.
ANTONIO- “No te bastaría con la inmensidad del mundo
que conocemos”.
(“Antonio
y Cleopatra” de William Shakespeare. Acto I. Escena I)
UNO- PROBLEMAS...
Joseph Leo Mankiewicz (Wikes Barre, Pensilvania,
1909- Nueva York, 1993) tenía 54 años cuando finalizó el rodaje de “Cleopatra”
(“Cleopatra”) para la 20th Fox en 1963. Había empezado dos años
antes. Un film que por la gran cantidad de problemas de toda índole se
convirtió en uno de los mayores fracasos
(sino el más grande) de toda la historia del cine.
La idea de realizar “Cleopatra” provenía de un
antiguo proyecto del productor Walter Wanger en 1958 con un presupuesto mucho
más restringido para empezar en 1961 con el más que sobresaliente realizador
Rouben Mamoulian (“La marca del zorro”, “Calles de la ciudad”, “Sangre y arena”,”Cristina
de Suecia”,“El hombre y el monstruo”) el cual se vio incapaz de filmar
coherentemente en su continuo choque con los directivos de de 20th
Fox y con los actores. Se llevaban rodados 12 minutos y se había gastado ya
siete millones. Se despide a Mamoulian y entra Joseph Leo Mankiewicz el 25 de
enero de 1961. Se desechan los doce minutos y el guión (una de las versiones
estaba firmada por Lawrence Durrall) y se elabora otro guión firmado por él
mismo, Ronald Mc Dougall y Sidney Buchman sirviéndose de las fuentes de Apiano,
Plutarco y Suetonio y basándose en las obras del historiador y periodista
Charles Marie Franzero (“Cleopatra, su vida y su época”), en
las tragedias históricas “Antonio y Cleopatra” y “Julio
César”, ambas de Shakespeare y la obra “César y Cleopatra” de
George Bernard Shaw aunque Mankiewicz reescribió el guión varias veces durante
el rodaje. Al finalizar la filmación se habían invertido 44 millones de dólares
(de 1963) y solo se recuperaron 24. Resultado: la ruina, casi la quiebra, de la
productora 20th Fox, Walter Wanger no fue nunca más productor (“Cleopatra”
fue su última película) y Mankiewicz --- se mantenía de pie gracias a pastillas
durante el rodaje --- no trabajó durante los cuatro años siguientes. Entra en
la productora Darryl F. Zanuck con una idea del cine totalmente diferente al
realizador. Mientras el intelectual Mankiewicz quería un film de atmósfera
íntima (como su “Julio César” para M.G.M., de 1953), el comerciante productor
Zanuck quería espacios abiertos y batallas espectaculares para emular el éxito
de “Ben-
Hur” (1959) de William Wyler. “Nunca dejaría la total responsabilidad de
una película en manos de un artista, antes cambiaría de oficio”,
era una de sus frases con la cual definía su falta de sensibilidad para el cine
y su talante impositivo --- aparte de manifestar con palabras malsonantes y
soeces la relación amorosa de Antonio y Cleopatra --- sobre los realizadores a
quienes restaba o anulaba toda o casi toda autonomía necesaria para culminar
una buena película y, a pesar de todos los problemas influyentes en su rodaje,
“Cleopatra”
lo fue aunque se reconocieran sus valores mucho más tarde. Carlos F. Heredero
(1) explica en su libro como “Cleopatra” supuso una experiencia
traumática para Mankiewicz, por su fina sensibilidad y su rigor intelectual,
ajeno a todo tipo de componendas mercantiles, le hizo perder la seguridad en si
mismo y destruyó su carrera al menos durante tres años. En entrevistas
posteriores no quería hablar de “Cleopatra” como película suya. Sin
embargo pudo vislumbrar al final de su vida (falleció en 1993) el
reconocimiento del público, crítica y estudiosos. También dentro del campo
económico el film fue resarciéndose. El año de su estreno recaudó 24 millones
$, la película de mayor éxito recaudatorio del año pero, claro, se habían
invertido 44 millones y como las matemáticas son una ciencia exacta quedaban 20
millones $ de déficit que se iba recuperando poco a poco y tras la venta de la
explotación a TV “Cleopatra” empezó a generar beneficios...
DOS: MAS PROBLEMAS, PROPOSICIONES, SOLUCIONES PARCIALES-
CLEOPATRA- (Mimosa a César, visiblemente
perplejo) “¿No te alegras de verme?”
CÉSAR- “¡Oh, sí, mucho, mucho! Pero Rufio
está muy enfadado y Britano está escandalizado”.
CLEOPATRA (Despreciativa)- “Puedes
mandar cortarles la cabeza, ¿no?”.
CÉSAR- “Palomita mía, con la cabeza
cortada no podrán serme útiles como lo son ahora”.
(“César y Cleopatra”, de George Bernard Shaw. Acto III)
Mankiewicz entró (y se interesó enormemente) en el
proyecto “Cleopatra” gracias a Elizabeth Taylor quien le recomendó
insistentemente a Zanuck, muy satisfecha de como la había dirigido en “De
repente el último verano” (1959). Zanuck y Mankiewicz habían coincidido
ya tres veces como productor- realizador para 20th Fox antes de “Cleopatra”:
“People
Wild Talk” (1951), “Eva al desnudo” (1950) --- una de
sus obras cumbres --- y “Un rayo de luz” (1950) y ya habían
tenido sus diferencias aunque no irreconciliables, el realizador de origen
polaco había ejercido de productor llegando a fundar una productora propia y
guionista pero en el caso de “Cleopatra” solo se le dio libertad
para retocar el guión. El problema de falta de ritmo de la película (a partir
de la 2ª parte) procede de la sala de montaje tras acabar su filmación. Dado el
metraje ya realizado Mankiewicz propuso hacer dos películas, una a continuación
de otra: Cleopatra y Julio César hasta la muerte de éste y Marco Antonio y
Cleopatra hasta la muerte de ambos pero al finalizar el rodaje (salió un
producto de 7 horas para ser dividido en las dos partes) Zanuck manifestó que
no tenía ninguna intención de hacerlo así. Mandó llamar a la montadora Dorothy
Spencer (siempre tuvo buena relación con Mankiewicz) y al montador Elmo
Williams (responsable, entre otras, de “Solo ante en peligro”) y les ordenó
podar las siete horas y reducirlas a cuatro arruinando lo filmado mientras se
guardaba en alguna sala de montaje o en algún sótano de la 20th Fox
el material cortado.
Ya desde el principio se pensó en diversas
actrices para el rol de Cleopatra: Joan Collins y Dana Winter pero finalmente
recayó en Elizabeth Taylor la cual llegó a fijar sus honorarios en un millón de
dólares. Preparativos, trepidante e insistente propaganda del film por parte de
la Fox, baile dentro de sus directivos, fragmentos filmados en Londres,
traslado de todo el equipo a Hollywood, a Roma, enfermedad de Liz Taylor
(suspensión del rodaje varias veces por esta causa) hasta lograr el inicio del
rodaje en septiembre de 1961 a cargo de Rouben Mamoulian, con Elizabeth Taylor
como Cleopatra, Peter Finch interpretando a César y Stephen Boyd tras su éxito
como Mesala en “Ben Hur”) a Marco Antonio Cretico. Poco después Finch y Boyd
rescindieron contrato y abandonaron el rodaje aludiendo compromisos, dimite
Spyros Skouras como presidente de la Fox cuando Mankiewicz terminaba las
batallas de Farsalia y Filipos y entra Darryl F. Zanuck para ocupar la
presidencia. Las últimas escenas se realizaron en el desierto, cerca de
Alejandría (Egipto). Rex Harrison pasó a interpretar a César (para mi gusto el
mejor del reparto) y Richard Burton a Marco Antonio (se incorporó mientras
rodaban en Roma y estuvo cuatro meses sin realizar ninguna escena). Surgió un
romance entre Burton y Taylor que acabó en boda. Un escándalo para muchos y
carnaza para las revistas de chismorreo del momento cuando el rodaje era un
auténtico desbarajuste.
La crítica, salvo honrosas excepciones, se cebó en
“Cleopatra”
pero por suerte mucha parte de los espectadores no leyeron estas “críticas”
negativas o si las leyeron no hicieron caso. Hoy en día la película ha sido
reconocida en muchos de sus méritos. Es un tesoro parcial, la otra parte está
en los archivos. Si se juntaran las dos partes quizás estaría entre las obras
maestras del 7º arte, ahora solo es una muy buena película. Planteándolo de
otra forma: sin las entradas y salidas de los directivos de 20th
Fox, con Walter Wanger y Spyros Skouras la película de Mankiewicz hubiera
podido ser otra, los cortes y supresiones (varias de escenas clave) ordenados
por Darryl F. Zanuck y algún otro mandatario en el momento del montaje dieron
la forma definitiva al film restándole cohesión, rebozado y personalidad. Con
todo, estamos ante una cinta muy interesante y personal --- cuando pudo dirigir
con toda libertad --- en mucho...
TRES- “CLEOPATRA”, LA PELÍCULA
“Lo que Antonio no supo ver fue que debajo de
las descuidadas y ligeramente ridículas prendas de vestir de Octavio (¡la gente
decía que todas ellas estaban hechas en casa!) se ocultaba un joven estadista
muy inteligente y capaz. Un hombre sin ardor ni impetuosidad, carente por completo
de atracción personal, pero estudioso, perseverante, astuto y calculador. Un
hombre que poseía precisamente todas las cualidades de que carecía Marco
Antonio”.
(“Cleopatra, su vida, su época” de C.
M. Franzero, 2)
Hemos visto como el proyecto original de Walter
Wanger nació con las características de un “peplum” más con mercado
en boga a principios de los 60, especialmente en Italia, para convertirse en un
“kolossal”
al estilo de “Ben- Hur”, “Espartaco” o los productos con menos
presupuesto realizados en España por Samuel Bronston (“La caída del Imperio Romano”,
“El
Cid”, “Rey de reyes”) en constante choque con grandes realizadores
como Nicholas Ray o Anthony Mann.
El film se inicia incinerando y enterrando los
muertos en la batalla de Farsalia. César reflexiona sobre la lucha fratricida.
Llega la noticia de la huida del que había sido amigo y yerno Pompeyo, ahora
enemigo, el cual ha huido a Egipto. Allí le persigue. También va para intentar
poner paz en una guerra civil entre hermanos que se disputan el trono ya que
Egipto es el granero de Roma: Ptolomeo XIII y Cleopatra VII. El primero es un
muchacho el cual para congraciarse con César y tenerlo a su lado le entrega la
cabeza de Pompeyo en un recipiente. Le ha mandado asesinar. A César le repugna
esta vil acción. César se aloja en el palacio de Cleopatra la cual se presenta
ante él envuelta en una alfombra. Cleopatra ha realizado esta entrada con el
propósito de asegurarse el trono y salvar Egipto pero finalmente se enamorarán
aunque César (52 años) podría ser su padre. Ejecutará una maniobra, al verse
asediado por Ptolomeo, con la cual incendiará la flota egipcia aunque no podrá
evitar que el fuego se propague en algunos puntos de la ciudad y se destruya la
famosa biblioteca de Alejandría. El romano desterrará a Ptolomeo y a sus
colaboradores mientras convive con Cleopatra la cual le dará un hijo: Cesarión.
César debe regresar a Roma para acabar con diversas guerras y arreglar sus
asuntos. Cleopatra hará una fastuosa entrada en Roma pero hay conspiraciones
contra César a quien acusan de querer implantar una monarquía (sistema político
odiado por los romanos) y anular la república. Finalmente César es asesinado
por un grupo de senadores y políticos (su hijo adoptivo Bruto, Casio, Casca,
Címber, etc.). Cleopatra regresa a Egipto mientras Marco Antonio Crético,
lugarteniente de César, consigue su testamento y momentáneamente se hace dueño
de Roma aunque aparecerá un personaje
reclamando su parte: Octavio Turino (Roddy McDowall), sobrino- nieto del
asesinado Julio César (el futuro emperador César Augusto, adoptado como hijo
por Julio y llamado Octaviano u Octavio César) que finalmente formará el
llamado II Triunvirato junto con Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, jefe de
la caballería de Cesar, acabando con los asesinos de César. Marco Antonio
contraerá matrimonio con Octavia, hermana de Octavio, y así se reforzará el
poder de ambos aunque se sienta atraído por Cleopatra a quien visitará varias
veces hasta quedarse a vivir con la reina de Egipto descuidando sus deberes de
gobernante lo cual despertará la ira de Octavio.
Antonio ocupa ahora el lugar del difunto César en
el corazón de Cleopatra pero Octavio les declarará la guerra y, gracias a su
general Agripa, los derrotará en la batalla de Filipos. Antonio cree que su
amada le ha abandonado (su ejército si a desertado de verdad) y se suicida.
Octavio desea capturar a Cleopatra para llevarla a Roma pero esta también se
suicida haciéndose morder por un áspid. Cuando Agripa y Octavio entran en sus
aposentos la encuentran ya muerta...
Dentro de los esquemas fijos del cine épico
Mankiewicz quiso realizar una película de autor ¿Épico o lírico?,
¿espectacularidad o sobriedad?, ¿intimidad o extroversión? ¿mostrar o no
mostrar? Mankiewicz como intelectual y gran realizador, apasionado de la
historia y del teatro sabía perfectamente a donde iba. Concede luz verde a las
escenas espectaculares (obligadas y más en un tiempo en donde se combatía la
feroz competencia de TV) pero están cerradas, nunca desarrolladas para conseguir
impacto en una secuencia, no son gratuitas sino en función de la trama (por
esos rectificó y trabajó tantas veces el guión) p.e. la secuencia de la entrada
de Cleopatra en Roma. Es majestuosa, no ampulosa para que Roma se de cuenta,
dentro del exotismo, de costumbres y folklore de Egipto. Mankiewicz busca la
fidelidad histórica (mucho más que Shakespeare o Shaw) combatiendo los tópicos
superpuestos sobre el personaje porqué la reina de Egipto no es la prostituta
señalada varias veces ni la niñata estúpida presentada por Shaw (3) con trazos
cómicos en su obra, Cleopatra actúa en principio para salvar a su país, luego
es muy posible que se sintiera atraída por César (en edad podía ser su padre).
Resulta interesante la escena de la conversación entre los dos cuando le
pregunta Cleopatra porqué lloraba César ante una estatua de Alejandro Magno,
admirado por ambos. El conquistador romano le contesta que Alejandro tenía 32
años con el mundo conocido a sus pies y él ya tenía 52 (“Él era griego, yo romano”,
añade) a lo cual la reina egipcia le contesta que él murió a esta edad y tú
vives... La Cleopatra de Mankiewicz es, ante todo, una mujer normal con sus
aciertos y sus errores, inteligente, culta y ambiciosa cuyo mayor deseo es el
bien de su país y también es una mujer enamorada...
La segunda parte es la más sufrida a causa de los
cortes en el montaje impuesto por los Zanuck y su socio Peter Levathes,
productores de la Fox (Zanuck era el accionista principal). Levathes, por su
parte quería finalizar el rodaje cuanto antes y también tuvo que ver en la
“reducción” del metraje. La progresión del relato sucede a trompicones, no se
explican algunas situaciones importantes para el desarrollo de la historia ---
la muerte de Rufio (Martin Landau) en el desierto sin ninguna información de
como fue --- y en otras se avanza lentamente. Por otra parte hay personajes que
no aparecen en la película como el triunviro Marco Emilio Lépido (dio un golpe
de estado para su propio beneficio ante el enfrentamiento Antonio- Octavio pero
finalmente sus soldados le abandonaron y cayó en manos de Octavio quien le
perdonó la vida) y los hijos de Antonio y Cleopatra (cayeron también en
poder de Octavio tras la muerte de sus
padres y los mandó a Roma para ser cuidados por Octavia, la antigua esposa de
Antonio y hermana de Octavio, el futuro emperador Augusto). Esta segunda parte,
más abierta, más espectacular, menos palaciega pero más íntima, va
languideciendo (exacerbando y alargando, p. e., el enfado de Cleopatra cuando
se ha enterado de la boda de Antonio con Octavia aunque más adelante el romano
abandone a su esposa y ame y conviva con la reina de Egipto) pero a pesar de
todo tiene momentos de buen (gran) cine. En esta parte destaca también la
batalla de Filipos ejemplarmente dirigida por Mankiewicz con muy pocos medios:
habilidad de Agripa al dirigir la batalla ante el dubitativo Antonio y la
insegura Cleopatra mientras que un mareado Octavio se tumba en la litera de su
camarote. Con sencillos y eficaces trazos el realizador había ya señalado el
carácter y la situación de los personajes.
Si por una parte el discurso a veces es inconexo y
hay fallos de raccord (a causa del montaje impuesto) “Cleopatra” posee una
puesta en escena impecable, una caligrafía fílmica excelente gracias a
Mankiewicz y su equipo técnico. El director realizó una síntesis histórico-
fílmico encomiable y ante el dilema espectáculo/intimidad logró conjugarlo
magníficamente con el sistema TODD- AO, inventado por el productor Michael Todd
(tercer marido de Elizabeth Taylor, fallecido en accidente de aviación): en los
films antiguos había normalmente planos generales ante una batalla combinados
con primeros (o primerísimos) planos. Mankiewicz elegía los planos medios o
generales para contextualizar el dramatismo de los personajes, Optó por este
sistema recién ideado por única vez en su vida y logró resultados magníficos
con este método nacido, como otros, con la aparición de la pantalla ancha
mezclando hábilmente la intimidad con la colectividad. También fue una técnica
de corta duración por su complejo y caro preparado: tipo de pantalla especial y
al final de su evolución, con variaciones, unas lentes para conseguir el efecto
deseado (el sonoro y la calidad de imagen eran excelentes y superiores a la
Vistavisión y Cinamascope) pero la instalación técnica para proyectar fue
recibido con mucha reticencia por los empresarios de las salas cinematográficas
y solo se usó en contadas (y caras) películas (se utilizaba un negativo de 70
mm con cinco perforaciones de arrastre por fotograma). Mankiewicz fue quien
mejor provecho sacó de este sistema del que recordamos una veintena de
películas. Aún hoy en día produce un efecto de extrañación en el espectador en
absoluto negativo y en donde la combinación del “tempo”, los colores y la
exquisitez de los decorados inundan la pantalla como explica Christian Aguilera
(4).
De Mankiewicz hablamos hace años al comentar su “Julio
César” (1953) y podemos volver porqué era un gran realizador. Para “Cleopatra”
contó con un gran equipo técnico a pesar de los cambios y lo vemos en los
premios conseguidos por el film:
--- Fue candidata a la mejor película---
--- Candidata al mejor sonido de James P.
Corcoran---
--- Candidata al mejor montaje de Dorothy Spencer
(antes de la poda de Zanuck & Company) ---
--- Ganador del Oscar por la fotografía (en color) de Leon Shamroy ---
--- Oscar a la mejor dirección artística de John
de Cuir, Jack Martin Smith, Hyliard Brown, Herman Blumenthal y Elven Webb ---
--- Candidata a la música original de J. Alex
North ---
--- Oscar al mejor diseño de vestuario de Irene
Sharaff, Vittorio Nino Novarese y Renie ---
--- Oscar a los mejores efectos especiales de Emil
Kosa Jr. ---
--- Candidato al mejor actor: Rex Harrison como
Julio César ---
Después de todo esto y a pesar, en muchas ocasiones,
de la más que discutible distribución de los Oscar, y a pesar de las
manipulaciones sufridas por el realizador y la cinta ¿alguien aún piensa que “Cleopatra”
es una mala película?
En 1995 algunos familiares de Mankiewicz y varios
directivos de 20th Fox buscaron el material para restaurar la
versión de seis horas. No pudo ser en su totalidad pero se logró una de cuatro
horas (había sido prevista para el estreno original) que fue lanzada en DVD.
Ahora, en la Edición conmemorativa del 50 aniversario, en Blu- Ray (2 discos)
se puede apreciar la gran calidad fílmica de la película y la personal (aunque no en todos los
momentos, ya lo hemos visto) realización de Mankiewicz (al final hubo alguna
escena dirigida por el propio Zanuck)
Narcís
Ribot i Trafí
1)- “Joseph L. Mankiewicz”, de Carlos
Heredero. Ediciones J. C. (1985)-
2)- El libro de C. M. Franzero, “Cleopatra,
su vida, su época”, lo conseguí de segunda mano en una edición de
Editorial Vergara para Círculo de Lectores (1957) que guardo como un tesoro (no
he visto más ediciones)-
3)- “César y Cleopatra” de George Bernard
Shaw lo busqué durante un tiempo hace años (cuando había libros que no se
encontraban y no solamente por causas de la política sino por desconocimiento
de los editores y desinterés de muchos). Logré fotocopiarlo en el “Institut
del Teatre”. Ahora no tuve ningún problema de conseguir el libro. Está
en varias ediciones. De la obra de Shaw hay una versión fílmica británica de
Gabriel Pascal: “César y Cleopatra” (1945), protagonizada por Vivian Leigh y
Claude Rains que no obtuvo respuesta en taquilla pero logró ser nominada al
Oscar del mejor diseño de producción en 1946-
4)- “Joseph L. Mankiewicz, un
renacentista en Hollywood”,- Christian Aguilera. Editores T&B
(2009), la obra más completa y extensa sobre el realizador-
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