Dentro de una sociedad
anquilosada en la cual muchas cosas debían hacerse a la fuerza con unas ideas
fijas e impuestas “El Capitán Trueno” significó una corriente renovadora en los
cómics españoles de la época (a partir de 1956 y prácticamente la totalidad de
los 60) desligándose de la ideología oficial aunque, por supuesto, sin poder
huir totalmente de ella cuyos máximos exponentes eran los “Roberto Alcázar y Pedrín”
y “El
Guerrero del Antifaz”, portadores en lenguaje de cómic de los
acrisolados soportes configurantes del superhombre fascista español.
“El Capitán Trueno” nace
en junio de 1956 gracias a la imaginación del fecundo Víctor Mora Pujadas
(Barcelona, 1931 y exilado con su familia al estallar la Guerra Civil),
reconocido valor hoy, aunque quizá no del todo, y del nítido dibujante Miguel
Ambrosio Zaragoza, más conocido como “Ambrós” (Albuixech, 1913- Ídem, 1992).
Topando con imposiciones editoriales y políticas (p. e. La censura, a veces
incomprensible, a veces ridícula) Mora consiguió sus objetivos en muchas
ocasiones (“El cómic refleja mis deseos de una sociedad mejor, más humana, más
igualitaria, más fraterna”, palabras del autor). Viendo el éxito de la
serie “El Cachorro”, de Juan G. Iranzo, Editorial Bruguera decidió
lanzar a un héroe medieval y encargó el trabajo a Víctor Mora quien había
probado ya fortuna con los guiones para la última etapa del “Doctor
Niebla” (1), cómic policíaco y misterioso con unas gotas de terror
cuyas referencias a William Shakespeare, Juan Sibelius y las hermanas Andrews
lo elevaban a un calidad inusitada --- dibujado por Francisco Hidalgo --- y a
una popularidad pareja a la del “Inspector Dan” (2).
Gran aficionado a la novela y
cine negro, además de los cómics norteamericanos, Víctor Mora llegó a ser
redactor jefe del departamento para en un futuro enemistarse con Editorial
Bruguera junto con otros dibujantes y asalariados, entre los cuales estaba “Ambrós”,
y llegar hasta los tribunales lo cual en aquel momento frustró una película
sobre el personaje (3). “El Capitán Trueno” estaba inspirado
en “Prince
Valiant” (“El príncipe Valiente”), de Harold Foster, aunque nada tomó
de él para elaborar las aventuras de su personaje (si exceptuamos aquel episodio
en el cual ambos héroes caen en un profundo pozo en donde habita un pulpo
gigante y han de combatir con la bestia). Tan grande fue el éxito de “El
Capitán Trueno” que ni Mora ni Ambrós dieron abasto para atender
tanta demanda por lo cual aparecieron nuevos dibujantes y guionistas. Los más
destacados ilustradores después de Ambrós fueron Ángel Pardo, Francisco
Fuentes Man y Martínez Osete mientras Ricardo Acedo, colaborador de Mora, Jordi
Bayona (“Trueno Extra”) y Cassarel ideó las aventuras editadas
en “Pulgarcito”
fueron los nuevos guionistas. Otra prueba del triunfo del personaje es su larga
trayectoria editorial: aparece en 1956 bajo la forma apaisada (llamada también
de “formato
italiano”), primero quincenal y luego semanal a partir del nº 21, la
portada se amplió al aparecer el nº 56 y en agosto de 1968 finalizaba la serie
con el nº 618, reeditándose varias veces. Tan solo unos meses después de nacer,
en el mismo 1956, y para su promoción, ocupó la mitad inferior de las dos
páginas centrales del “Pulgarcito”, revista estrella de la
editorial con distintas aventuras (números 1317 al 1336) y un año más tarde la
doble página central (1387- 1600). Nuevas e inéditas aventuras al inaugurarse
la revista “El Capitán Trueno Extra” en 1960 para finalizar también en 1968
con el nº 427. Su evolución comprende dos distintos tamaños en sentido vertical
a diferencia de los originales y de 1962 a 1965 se editan libros de la colección
“Héroes”
con ilustraciones cada dos páginas a la par que aparecen muñecos de plástico de
los héroes y varios personajes más (recuerdo que la figura del gigantesco
Goliath se desenroscaba en dos parte por la cintura). En pleno apogeo se
presenta el “Álbum Gigante” que reproducía las aventuras desde su inicio (
salieron 65 álbumes, el primero a partir de 1964 y en formato vertical). En
1969 se reeditaron las correrías de Trueno, ahora en color, de los originales y
de los extras. Tras varias reediciones (además de álbumes mayores), en 1982 se
intentaron nuevos guiones reuniendo a Mora y Ambrós pero la idea no
cuajó: el público había cambiado y no para bien, creo. Finalmente en 1987
Ediciones B lanzó las mismas aventuras en color aprovechando el material de la
fenecida Bruguera. Fue un acierto.
Otra confirmación del éxito y
popularidad del “Capitán Trueno” es la aparición dos años después de otro héroe
con el mismo esquema pero cambiando de época. “El Jabato” (1958- 1966),
dibujado en un principio por Francisco Darnís. La historia del “Capitán
Trueno” está ambientada en la Edad Media y tiene dos compañeros: el
forzudo Goliath y el adolescente Crispín (más adelante sabremos como llegaron a
conocerse iniciando su amistad) junto con su novia Sigrid, vikinga, reina de la
isla de Thule mientras “El Jabato” sucede en los años 60 de
nuestra era con el mundo conocido sojuzgado por las legiones del Imperio Romano
(al poco de iniciarse la serie aparece el emperador Nerón y la persecución
contra los cristianos), sus compañeros serán el forzudo Taurus (equivalente a
Goliath) y el contrapunto cómico será dado por un hombre flaco de aspecto
cómico (aparecido con ya bastantes números publicados), el poetastro Fideo de
Mileto en vez del adolescente Crispín mientras su prometida será Claudia, una
romana, hija de un senador, convertida (con su padre) al cristianismo ya
profesado por el Jabato desde el principio. Repetición de personajes cambiando
los nombres y la cronología: “El Cosaco Verde”, ambientado en su
inicio en la Rusia del siglo XIX con dibujo de Fernando Costa y con vida más
corta como colección (1960- 1963) y “El Corsario de Hierro” (1970- 1981),
dibujado en principio por Ambrós el cual nos sitúa en el siglo
XVII en donde un español víctima de una injusticia lucha contra los piratas
ingleses (en mucha parte de la serie). Todos ellos se deben a la imaginación de
Víctor Mora. Apareció otra serie de Editorial
Bruguera que, sin embargo, no era de Víctor Mora: “El Sargento Furia” (se
editó por vez primera en 1962 y solo duró 36 episodios con el clásico formato
apaisado como los otros a excepción de “El Corsario de Hierro”), creado por
el guionista José Antonio Vidal Sales (con el seudónimo de Cassarel) e ilustrado por
Juan Escandell, “El Sargento Furia” transcurría en España ante la invasión de
las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia.
Las vestiduras del Capitán
Trueno al ser pasado a color fueron pintadas de negro, rojo, granate, amarillo
(en las portadas, siempre en color aunque el contenido fuera en blanco/negro,
de los primeros números) o azul bajo la cota de mallas que le cubría brazos y
piernas y su escudo de armas era una “senyera” (la bandera catalana)
camuflada; a rayas pintadas diferentes cuando se editó en color para Goliath y
verde, marrón o amarillo (o también en combinación), que nos hace pensar en un
paje, para Crispín.
El Capitán Trueno parte de un
hecho histórico, III Cruzada, año 1191, para introducirse en la ficción:
desafía a su superior Ricardo Corazón de León a un combate amistoso (rompiendo
las reglas de la caballería) sin poder acabar por la inminente batalla contra
los sarracenos y en plena lucha le salva la vida iniciándose una gran amistad
con el monarca Ricardo Plantagenet. Se presenta con sus dos compañeros: el
forzudo Goliath y el adolescente Crispín en función de escudero. Los tres son
españoles, embarcados en la cruzada contra los sarracenos para luego lanzarse
en pos de aventuras, siempre a favor del débil y luchando contra los opresores
(a menudo un malvado señor feudal) sin importarle el color, la nacionalidad, la
religión o el estado social de quienes encuentran a su paso. El “Capitán”
es un caballero que no está preso del odio contra los musulmanes ni oculta su
rostro (a la inversa del “Caballero del Antifaz”), solo le
interesa la aventura pura, sin ideologías políticas. Poco después conocerá (de
forma no muy amigable) a su futura prometida --- todos los héroes creados por
Víctor Mora la tenían, Claudia del “Jabato”, Sankara del “Cosaco
Verde”, a excepción del “Corsario de Hierro” del cual
podríamos decir tenía “una novia en cada puerto” ---, la bellísima reina
Sigrid, presuntamente hija de Ragnar, un pirata vikingo (luego sabremos que no
era su padre). La belleza rubia es la reina de la isla de Thule y romperá los
moldes anteriores de “mujer-objeto”, “mujer-ser pasivo” para embarcarse y tomar
parte activa en muchas de las aventuras de su prometido y sus dos compañeros
los cuales viajarán a través de todo el mundo conocido y desconocido de la
época. Aparte del rey británico conocerá a otros personajes históricos como
Saladino, sultán de los sarracenos (en algunas aventuras lo presentan como
alguien preso de un profundo odio contra Ricardo y los cristianos y en otras
como a un hombre lleno de nobleza y comprensión que incluso ofrece muestra de
gran respeto por Trueno) o a Gengis Khan con el cual se batirá en duelo.
Dispondrá de un globo aerostático creado por el mago Morgano (construido y
reconstruido varias veces) antes de que los hermanos Montgolfier hicieran su
primera prueba en 1783 (un grandioso texto de apoyo justifica la invención de
este globo) para más adelante encontrase con una tosca imprenta antes de su
invención a mitad del siglo XV por parte de Gutemberg. Estará en China, Japón,
el Polo Norte, en las estepas asiáticas, en el Tíbet, en las selvas africanas,
en las junglas de la India, en América (norte, centro y sur) tres siglos antes
de Colón… Sus aventuras rememoran gestas de caballería pero también se hace
presente la fantasía (viajes a mundos perdidos u olvidados poblados de animales
prehistóricos, todo ello en la más pura tradición de Arthur Conan Doyle, Edgar
Rice Burroughs o Robert Louis Stevenson), hay algún aderezo en gotas de terror
(castillos “góticos”, pasadizos misteriosos, trampas, sorpresas y sustos aunque
al final hay una explicación racional) y la Ciencia- Ficción también está
presente (aquel ejército de piezas metálicas, tamaño superior al del ser
humano, de ajedrez, robots gigantescos, todo ello inventado por el mago Morgano
pero le robaron el invento y se utiliza para el mal) o aquella mezcla de
Ciencia- Ficción y terror de aquel monstruo gelatinoso residente en una isla
desierta el cual provenía de un meteoro
del espacio exterior (al leerlo por primera vez en mi infancia me causó
auténtico pánico).
El capitán Trueno es un
caballero cristiano al completo, en teoría y práctica. “Que Dios perdone sus crímenes”,
“Que
Dios se apiade de su alma” dice en varias ocasiones cuando algún
desalmado muere a causa de su propia maldad, “Que Dios nos ayude”, --- susurra --- ante alguna
dificultad. La violencia en los combates también fue tema de censura, al igual
que sus besos con Sigrid, especialmente en las despedidas o reencuentros. En
los duelos, batallas o luchas intenta siempre dejar fuera de combate a su
adversario golpeándole con el plano de la espada, evita herir, no tiene miedo a
la muerte pues está en paz con Dios. Su ecumenismo es ejemplar: no le importa
ayudar a blancos, negros, amarillos o musulmanes siempre que sean honrados y
estén oprimidos por el tirano de turno (algo “difícil” en los años en que nació
el personaje), a ricos o pobres, a señores o a campesinos. Su grito antes de
entrar en combate “¡Santiago y cierra España!” se hizo famoso. Sus dos compañeros
también son cristianos y su prometida Sigrid --- al principio totalmente hostil
al capitán, con una capa de orgullo que solo es una fachada donde se esconde un
corazón bondadoso y noble --- se convertirá al
cristianismo. Virtudes cristianas y humanas, algo que casi no se ve en
la actualidad en el campo de los cómics con los ”manga” y otras lindezas por el
estilo …
Narcís
Ribot i Trafí
1)- Con el seudónimo de
Douglas L. Templewood para Editorial Bruguera escribió (1946-1947) Rafael
González una serie de novelas bastante populares que un año después adaptó él
mismo al cómic con el dibujante Francisco Hidalgo: “El Dr. Niebla”. Víctor
Mora hizo algunos guiones para la revista Super Pulgarcito junto con otros
ideados por Silver Kane.
2)- “El Inspector Dan de la Patrulla
Volante” también son historias policíacas y de misterio. En principio
guiones de Rafael González y dibujos de Eugenio Giner. Luego intervinieron
otros guionistas, entre ellos Víctor Mora.
3)- De la película frustrada
(hace ya más de treinta años) oí rumores sobre la interpretación principal:
Sancho Gracia encarnaría al capitán, Bud Spencer a Goliath y el cantante y
actor Miguel Bosé a Crispín. En 2011 hubo una adaptación de Antonio Hernández
para el cine que prefiero olvidar aunque no solo el realizador es el culpable …
Quina llàstima que ja no facin còmics d'aquesta qualitat!!!!
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