Quinto Fabio Maximo Verrucoso “Cunctator” (ca.
285-203 a. C.) pertenecía del prestigioso linaje de los Fabios. Formó parte de
la famosa delegación que dio a elegir a los cartagineses entre la guerra o la
paz (218 a. C.). La respuesta fue la invasión de Italia por Aníbal. Había
empezado la II Guerra Púnica. Los romanos sufrieron derrotas en Tesino, Trebia
y Trasimeno y, desesperados, nombraron dictador a Fabio Maximo para solucionar
la difícil papeleta. Ante la superioridad táctica y militar de Aníbal, nuestro
hombre, ya anciano, opuso prudentemente
una guerra de guerrillas. Algunos dirigentes y patricios no estaban de acuerdo
(de ahí su apodo “Cunctator” = “Indeciso”, “Contemporizador”), su principal
opositor lo tenía en su lugarteniente, Minucio Rufo quien optó por la lucha a
campo abierto con Aníbal y a punto de ser derrotado fue socorrido por Fabio
aunque le retiraron el mando y se lo dieron a Cayo Terencio Varron quien
desoyendo los consejos de Emilio Paulo, el otro cónsul, atacó y fue
estrepitosamente derrotado en la batalla de Cannas. Varron escapó con vida y
Emilio Paulo cayó (un hijo de este fue adoptado por Escipión el Africano para
ser posteriormente conocido como Escipión el Joven). Volvieron a darle el mando
a Fabio. Continuó con su táctica en el momento que aparecía la estrella de
Escipión quien llevó parte de la guerra a Hispania. Fabio vio el triunfo de los
cónsules, prácticamente alumnos suyos, Cayo Claudio Nerón y Marco Livio
Salinatore sobre Asdrúbal, hermano de Aníbal, en Metauro (207 a. C.) y el
declive de Cartago. Lo que no vio fue el triunfo final de Escipión sobre Anibal
en Zama que condujo a la derrota total de Cartago.
FUENTES - Polibio da cuenta del enfrentamiento con
Aníbal, mientras Tito Livio y Plutarco lo hacen de forma más abarrocada.
Plutarco en su serie de “Vidas paralelas” compara a Fabio con
Pericles por su táctica prudente en la guerra del Peloponeso (tampoco
comprendida por algunos de sus compatriotas). Quinto Ennio, Aulo Gelio y
Valerio Máximo complementan al personaje con diversos detalles pero todos los
escritores coinciden en su sabiduría y prudencia.
LITERATURA – Su fidelidad a la palabra dada (el Senado se
negó a pagar el rescate exigido sobre unos prisioneros romanos y Fabio lo
realizó de su propio bolsillo) es recordada ya en la Edad Media por Vicentius
de Veauvais y, más tarde en la “Gesta Romanorum”, de autor
anónimo e impreso por vez primera en Lovaina (1473). Por su cualidad de
“prudentia” es ensalzado por Francesco Petrarca en el capítulo dedicado a Fabio
en “De Viris Illustribus” (1337) y por ello forma parte del grupo
pictórico inspirado por Petrarca en Padua.
Entrando ya en la PINTURA, el GRABADO y la DECORACIÓN vemos
en una capilla de Siena, a principios del siglo XV, a Fabio unido a otros
personajes, como L. J. Bruto relacionados por la paciencia. En Perugia es
representado junto con Sócrates y Numa Pompilio por su cualidad común de la
prudencia en unas pinturas de Il Purugino. Pietro di Cortona lo inserta en la
gran decoración del techo del Palazzo Barberini en Roma (1633-1639) ---
encarnando una vez más la prudencia --- en una grisalla (técnica pictórica en
tinte monocromático que produce sensación de relieve escultórico, empleada en
bocetos y esbozos por algunos escultores del siglo XV en degradaciones de único
color, generalmente gris o amarillo oscuro) en una de las esquinas. Siguiendo “De
Inventione”, de Cicerón, en las otras tres esquinas se encuentran Mucio
Escévola (la valentía), Manlio Torcuato (la justicia) y Escipión el Africano
(autodominio). En otra pintura de techo, Johann Boksberger (cerca de 1512) en
Landshut coloca a Fabio al lado de ambos Catones (Catón el Viejo y su
descendiente Catón el Joven). La vida de Fabio es representada en siete escenas
pintadas por Daniele de Volterra (1538) en el Palazzo Massimo alle Colonna en
Roma para la familia Massimo que aseguraba descender de Fabio Maximo. Siguiendo
la biografía de Plutarco, Francesco da Siena ilustra ocho frescos para el
abad Fabio Colonna en el Palacio Abacial
de Grottaferrata (terminada en 1547). Giambattista Tiépolo pinta a Fabio como
delegado en Cartago en una colección de escenas de la historia romana. La
reconciliación de Fabio y Minucio fue representada, aparte de Volterra, en un
boceto al óleo por Rubens (1622), actualmente en el Museum Boymans- van
Beuningen de Rotterdam. Hay alguna representación de los príncipes de Orange
como figuras romanas realizadas en 1648 en Amsterdam tras 80 años de guerra,
otra pintura en la sala del burgomaestre en el Ayuntamiento de Amsterdam donde
aparecen Fabio y su hijo y otra escena para la campana de chimenea efectuada
por Jan Lievens (1656), basada en los versos de Joost van den Vondel.
Narcís Ribot i Trafí
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