¿Esclavos construyendo pirámides? No,
simplemente funcionarios pagados por el Estado.
¿Unos gigantescos monumentos para enterrar a
los muertos? No en su totalidad ya que su función como motores económicos de la
época era incluso más importante.
¿Fue un capricho la forma piramidal? No,
poderosos motivos ideológicos subyacen en cada uno de los edificios que
componen estas maravillosas obras.
(“LAS
PIRÁMIDES: Historia, Mito y Realidad”, de José Miguel Parra Ortiz).
Por evolución de la “mastaba” (palabra árabe que significa “banco”) se
llega a la primera pirámide escalonada, la del Faraón Zoser construida por el
arquitecto Im-Ho-Tep (III dinastía). Vienen después las inacabadas de
Shekhemhet y Khaba y a continuación aparece la llamada “Falsa pirámide de
Meidum”, empezada por Huni y acabada por su sucesor Snofru, fundador de la IV
dinastía. El mismo Snofru (2613- 2589, a. C.) hizo erigir dos pirámides más de
gran importancia para la evolución del monumento: la “Romboidal” y la “Roja”.
Así, de las escalonadas pasamos a las “perfectas” o “clásicas” o bien, dicho de
otra manera, de las escalonadas --- en un conseguido intento de perfeccionar la
grandiosidad --- aparecen las pirámides de lados lisos (estas primeras
pirámides, antecesoras de las clásicas, las cité en un escrito en este mismo
blog el 26- 0ctubre- 2011: “Protopirámides”).
Fue en la demarcación más importante de toda de toda la
necrópolis menfita, Guiza junto con
Sakkara (allí se erige la escalonada de Zoser) donde se yerguen imponentes las
tres pirámides más conocidas: Keops, Kefrén y Micerino. Al norte de Guiza se
levanta la “Gran Pirámide”, la mayor y más antigua de las pirámides perfectas,
construida por el faraón Keops (2589- 2566 a. C.), sucesor de Snofru
quien dio un próspero gobierno a Egipto a pesar de ser señalado como soberbio y
autoritario por parte del historiador griego Heródoto. Sus lados (1) están
matemáticamente orientados hacia los cuatro puntos cardinales, su masa interior
está elaborada con piedra local recubierta de bloques calcáreos procedentes de
las canteras de Tura. Se trata de una obra prodigiosa ya considerada en la
Antigüedad como una de las “7 maravillas del mundo” (la única que ha llegado
hasta nuestros días). Por descontado causa impresión solo al pensar en sus
2.300.000 piezas de piedra calcárea dispuestas originalmente en 210 hileras; la
precisión en el ajuste de los bloques es sencillamente perfecto (totalmente
imposible es introducir una hoja de afeitar entre dos de ellos). Al este de la
Gran Pirámide hay un templo funerario que conectaba con el templo del Valle por
una vía con dos paredes decoradas con relieves; también al este nos encontramos
con tres pirámides subsidiarias y tanto al este como al oeste con un buen
número de mastabas (2). Al sudoeste de la Gran Pirámide de Keops se encuentra la
segunda pirámide, la de Kefrén (2558- 2532, a. C.), única que conserva
el revestimiento de piedra calcárea en
su parte superior. Tiene unas proporciones ligeramente inferiores a la de Keops
pero al estar edificada en una posición más elevada parece mayor y su
estructura interior es mucho más sencilla que la Gran Pirámide pero el templo
funerario de Kefrén (en la cara este de la pirámide) es más complejo e
igualmente conecta con Valle a través de una vía. Junto al templo del Valle se
encuentra la Esfinge de Guiza (estatua de rostro humano, el de Kefrén, con
cuerpo de león, de aproximadamente 57 metros de longitud por 20 de alto) que
parece vigilar el templo funerario mientras que al sur hallamos una pirámide
subsidiaria y numerosas tumbas y mastabas se distribuyen a ambos lados de la
vía de acceso al templo funerario. Entre Keops y Kefrén, padre e hijo según la
hipótesis más factible, ocupará el trono otro hijo de Keops: Djedefre (2566-
2558 a. C.) quien mandó construir una pirámide en el sector de Abu Rowash la
cual quedó incompleta (en la actualidad no es más que un montón de piedras) por
su breve reinado de ocho años. Los especialistas piensan que seguía los más
estrictamente clásicos cánones empleados ya por Keops. La menor de las
pirámides de Guiza es la de Micerino (2532- 2504 a. C.), la técnica
constructiva de la cual y pendiente de sus lados es exactamente igual que la de
su abuelo Keops y la de su padre Kefrén. Al sur se encuentran tres pequeñas
pirámides subsidiarias y al este el templo funerario conectado con su
correspondiente vía o calzada al templo del Valle. A diferencia de las otras
dos pirámides la de Micerino tiene sus grandes caras revestidas con bloques de
granito en el primer tercio de su altura (visible aún en la zona norte de la
construcción) y con placas calcáreas en los dos tercios superiores mientras que
su estructura interna es más compleja que las de sus antecesores (3). Entre
Kefrén y Micerino reinó durante un año (2532 a. C.) un posible hijo de Djedefre
llamado Baka o Nebka el cual inició un trabajo piramidal en la necrópolis de
Zawiet- el – Aryan, a medio camino entre las necrópolis de Guiza y Abusir (5 km
al sur de Guiza). Debía de ser una gran pirámide (se descubrió en 1900 mientras
se buscaba la pirámide del Horus Khaba de la III dinastía) pero se quedó en proyecto:
recinto rectangular de 650 m de norte a sur, 400 de este a oeste y primera hilera
de la cara septentrional. Ninguna de las pirámides construidas después de las
de Guiza de la IV dinastía consiguió la grandeza de estas.
Narcís Ribot i
Trafí, miembro de la Societat Catalana d’Egiptología
1)- Pirámide de Keops/Queope/Kufu. Altura original: 146
m.; longitud de lado: 230,37m.
- Pirámide de
Kefrén/Quefrén/Kafra. Altura original: 143,4 m.; longitud de lado: 215,25 m.
-Pirámide de Micerino/Menkaura.
Altura original: 65,66 m.; longitud de lado: 103,40 m.
2)- Las tres pirámides subsidiarias de Keops pertenecen a
las esposas del faraón. En las mastabas están enterrados los familiares y
grandes funcionarios de la época de Keops.
3)- Para este escrito consulté los tres libros
indispensables de José Parra Ortíz:
-“Historia de las pirámides de Egipto”
(Complutense, 1997)-
-“Los constructores de las grandes pirámides” (Aderabán, 1998)-
-“Las pirámides, historia, mito y realidad”
(Complutense, 2001)-
Además de:
-“El Egipto del Imperio Antiguo”, de Josep
Padró (Historia- 16, 1989)-
-“Guía de las pirámides de Egipto”, Alberto
Siliotti (Foli, 1998)-
És al·lucinant que en menys de 30 anys es pogués contruir una piràmide!!!! Llegint això només queden ganes d'estalviar per anar a viure-ho en directe, amb el seu escrit a la mà per assaborir cada un dels detalls...
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