“Es un error capital el teorizar antes
de poseer datos. Insensiblemente, uno comienza a deformar los hechos para
hacerlos encajar en las teorías en lugar de encajar las teorías con los
hechos”. (Sherlock Holmes)
I)- ARTHUR IGNATIUS CONAN DOYLE- Nació
en Edimburgo (1859), era el mayor de ocho hijos de una familia católica de
procedencia irlandesa. Su padre, Charles Altamont Doyle, ilustrador de libros,
dibujante y pintor, desgraciadamente cayó en el alcoholismo sumiendo al clan en
la casi ruina. Arthur deseaba estudiar medicina, sus éxitos en el colegio
fueron en prácticas deportivas mientras la rigidez del internado le convertía
en agnóstico y más adelante creyente a su manera pero no por ninguna iglesia
cristiana ni por cualquier religión sino por su seguimiento del esoterismo, del
ocultismo y del espiritismo, de los cuales se convirtió en experto. Había
podido estudiar gracias a unos parientes y decidido por el campo de la medicina
abandonó el colegio a los 17 años para entrar en la Universidad de Edimburgo.
Allí entablará amistad con futuros grandes literatos como James Barrie (creador
de Peter Pan) y Robert Louis Stevenson (“La
isla del Tesoro”, “La Flecha Negra”, “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr.
Hyde”, “La isla de la Aventura”, etc.) y será alumno del profesor
Joseph Bell cuyos dotes de deducción y lógica
aplicada será el andamiaje inspiratorio de su futuro personaje, el
detective de ficción más famoso de todos los tiempos, el inigualable Sherlock
Holmes. Empezó ha escribir siendo universitario, sus autores preferidos y por
quienes fue influenciado fueron Bret Harte y Edgar Allan Poe. Uno de sus
primeros relatos, “The mystery of Sasassa Valley” (“El misterio del valle de Sasassa”),
fue publicado en el magacín Chamber’s Edimburgh Journal, seguido de “The
American Tale” (“Cuento americano”), aparecido en London Society.
Embarcado para realizar prácticas de cirujano, continuó escribiendo: “Captain
of the Pole Star” (“Capitán de la Estrella Polar”) para doctorarse en
1881. Después de un nuevo embarco que no le satisfizo y pasar algunas
penalidades abrió consulta en Southsea, obteniendo un renombre profesional que
estabilizó económicamente su posición y, a partir de entonces, afrontar su vida
con más tranquilidad. Su fama literaria
comenzó al publicar la primera novela sobre el detective Sherlock Holmes
(1887), “A Study in Scarlet” (“Estudio en escarlata”), la había escrito
en tres semanas y percibió 25 libras por su trabajo. Aquí aparecen los
personajes del detective privado Holmes y su amigo el Dr. John H. Watson,
pronto internacionalmente conocidos. A pesar de todo, el relato policiaco no
fue nunca el preferido del autor, siempre habló de su creación como instrumento
comercial, ganar dinero y nada más. Escribió poemas, obras para teatro, novelas
históricas (por las cuales sentía predilección), fantásticas y de aventuras
(muchas de ellas olvidadas) pero debía, sin embargo, volver sobre su
personaje-icono quien, a pesar de la fama, le llevó al hastío hasta el punto
que decidió “matarle” en uno de sus
relatos (cayendo en un precipicio con su mortal enemigo, el profesor James
Moriarty). Inútil. Recibió infinidad de cartas de súplica para continuar las
aventuras por parte de los lectores además de la presión de los editores y ser
vio obligado a “resucitarle” en el
siguiente relato. Una compañía de Filadelfia le pagó para una segunda novela
del detective, naciendo así “The Sign of Four” (“El signo de los cuatro”),
publicada en 1890. “The Hound of the Baskerville” (“El perro de los Baskerville”)
vio la luz en 1902 y “Valley of Fear” (“El valle del terror”),
su cuarta y última novela, se publicó en 1915. Además de su tetralogía
novelesca, Conan Doyle escribió 56 relatos recopilados finalmente en cinco
tomos: “Las aventuras de Sherlock Holmes” (1892), “Memorias de Sherlock Holmes”
(1893), “El regreso de Sherlock Holmes” (1903), “Su última reverencia”
(1917) y “El archivo de Sherlock Holmes” (1927). A excepción de cinco
casos, los relatos y novelas del personaje están contados en primera persona
por el Dr. Watson. “El ritual de los Musgraves” y “La corbeta Gloria Scott”
son casos sobre deducción policial anteriores al encuentro Holmes- Watson (se
entrevé que las escribió Watson pero contadas a éste por Holmes), “La
piedra preciosa de Mazarino”, uno de los últimos escritos está relatada
en 3ª persona (el llamado narrador omnisciente), mientras “La aventura de la melena del
león” y “La aventura del soldado de la piel descolorida” es Holmes el
cronista desde su perspectiva.
Conan
Doyle también fue el creador del profesor George Edward Challenger,
protagonista de cinco novelas de ficción iniciadas por “The Lost World” (“El mundo
perdido”, 1912) con su primera transcripción al cine a mediados de la
década siguiente (efectos especiales del admirable maestro de Ray Harryhausen,
Willis O’Brien, futuro animador del mítico “King- Kong”). Escribió unas cuantas novelas históricas (“Sir
Nigel”, 1906, “Las hazañas del Brigadier Gerad”,
1896), su género predilecto y otras obras diversas (“La tragedia del Korosko”,
1898, “Lot nº 249”, 1892, --- uno de los primeros relatos sobre una
momia rediviva --- “The vital Message”, 1919, o “The Great Boer War”,
1900, --- su libro más largo) pero su gran fama merecida (aparte, era un gran
escritor) la consiguió --- a pesar de no gustarle --- por el “Rey de los
detectives”, como dijo hace años Juan Tébar, haya o no otros detectives famosos
dignos de tal título, Sherlock Holmes.
Arthur
Conan Doyle falleció en Crowborough (Inglaterra) el 1930 de un infarto, tenía
71 años. Había residido durante 23 años en esta localidad, donde se erigió una
estatua suya. Otra de Sherlock Holmes está en Picardy Place (Edimburgo), cerca
de donde nació el escritor.
Doyle,
en principio, deseaba llamar a su personaje Sherrinford Holmes, lo describe
como un hombre alto, delgado, irónico, frío en ocasiones, ingenioso e
intelectualmente inquieto, en algún momento parece brusco y siempre es educado
con las mujeres aunque no se fía de ellas (posiblemente un amor frustrado,
¿causa de su drogodependencia?), por la deducción en detalles aparentemente
banales es un maestro, posee gran habilidad al disfrazarse, es un experto en
apicultura, en tocar el violín (un Stradivarius, a veces en horas poco
oportunas), fuma en pipa (1), le encantan las galletas, tiene gran conocimiento
científico, gran esgrimista y con conocimientos de boxeo y en sus escasos ratos
libres toma cocaína en una solución al 7% (se menciona en “El signo de los cuatro”
y es el título original de una película donde Holmes pide ayuda al Dr. Sigmund
Freud para librarse de la droga, “The Seventh- Per- Cent Solution”,
dirigida por Herbert Ross en 1976, titulada en España “Elemental, Dr. Freud) y
vive en Baker Street, 221 B, en Londres (2). Usa siempre métodos científicos
(en ocasiones él es el promotor del sistema) con sus grandes dotes de
observación y deducción siempre racionales.
Hay
una serie de puntos curiosos los cuales no fueron aportados por Conan Doyle, en
realidad provenientes de las versiones teatrales, recogidas posteriormente por
el cine y por los editores de las obras en las ilustraciones de portada o
interiores: -1)- Holmes era fumador de pipa pero la iconográfica, la pipa meerchaum
(espuma de mar), casi siempre de estilo “calabaza”, aparece por vez primera
en una obra teatral de 1899 protagonizada por William Gillete --- encarnaría al
detective cientos de veces y durante muchos años --- popularizando también la
capa Inverness;
-2)- el sombrero de cazador de gamos a doble visera, inseparable del personaje,
no se cita en los escritos de Doyle; el excelente ilustrador Sidney Paget
(1860-1908) fue su introductor, utilizando además a su hermano Walter como
modelo para materializar el aspecto de Holmes (Walter Paget era cazador y por
ello incluyó este sombrero, además de la lupa); -3)- la tan repetida frase “ELEMENTAL,
MI QUERIDO WATSON” (“Elementary, my dear Watson”) no
figura en ninguna obra de Doyle --- es una expresión cinematográfica --- sí aparece en “El jorobado”, historia
corta perteneciente a la recopilación “Memorias de Sherlock Holmes” pero la
palabras “elemental” y la frase “…mi querido Watson” se encuentran
por separado; -4)- la novela “El perro de los Baskerville” o “El
sabueso de los Baskerville” retrocede la narración unos ocho años antes
de su ”muerte” en “El problema final”, que luego no será tal a causa de los
ruegos, súplicas, presiones y también porqué el personaje siempre le hizo ganar
mucho dinero.
II)- RÁPIDO PASO AL CINE
Muy
pronto el reciente invento del cinematógrafo se interesó por el personaje. La
primera incursión es “Sherlock Holmes Blaffed”, rodada en
1900, aunque registrada oficialmente en 1903, donde el detective hace frente a
un ladrón. Tiene un minuto de duración, no más se podía hacer. Más adelante,
actores como Viggo Larsen, Maurice Costello, Francis Ford (hermano del sin par
John Ford), Alwin Neub (el primero en interpretarlo en un ciclo), William
Gillete --- quien lo había encarnado tantas veces en el teatro --- Alvin Neuss,
Carlyle Blackwell Jr., Eille Norwood, Herman Speelmans, John Barrymore,
Reginald Owen, Raymond Massey, Arthur Wontner y Clive Brook fueron sucesivos
intérpretes. Una rareza (la filmografía de Holmes posee varias) es “Sherlock
Holmes and the Great Murder Mystery” (1908) donde no se adapta ninguna
historia de Conan Doyle sino de Edgar Allan Poe en una versión de “Los
crímenes de la calle Morgue”, substituyendo al detective francés
Auguste Duphin del relato original (a quien Holmes le debía mucho) por nuestro
personaje. En 1939 la 20th Fox nos da un díptico muy interesante: “The
Hound of the Baskervilles” (“El perro de los Baskerville”), de Sidney
Landfield y “The adventures of Sherlock Holmes” (“Sherlock Holmes contra Moriarty”),
de Alfred L. Werker. Dos excelentes films que daban a conocer los actores más
identificados con nuestros personajes: Basil Rathbone y Nigel Bruce. Rathbone
encajaba perfectamente en la descripción de Conan Doyle: alto, delgado,
observador, ingenioso, dispuesto a ayudar a quien lo necesite aunque a veces
parezca frío e insensible; será el Sherlock Holmes por antonomasia. Su pareja
era Nigel Bruce como el Dr. Watson. Un punto a favor de la química
interpretativa era la amistad entre Rathbone y Bruce antes de los rodajes, algo
muy positivo aunque algunos puristas criticaron el trabajo de Bruce por ser
demasiado cómico y por privarle de la inteligencia dada por el novelista. Ello
venía dado por exigencias de guión, el actor interpretó tal como le dijeron
porque era un mandado. “El perro de los Baskerville” estaba
ambientada por vez primera en la época de la novela y no en la fecha actual del
rodaje. La Universal tomó el relevo de la 20th Fox y realizó una docena de
películas con el tándem Rathbone- Bruce volviendo a la ambientación actual
cuando se rodaron dichos films. En general eran más sencillas que las del
díptico de la Fox, alguna bastante mediocre, pero Basil Rathbone estuvo como
siempre, formidable, mientras que Bruce se vio obligado en forma más acusada y
exagerada a ser el comparsa irrisorio muy alejado de la mente de Conan Doyle
(en algunas de estas cintas los adversarios eran los nazis). Varias de ellas no
fueron estrenadas comercialmente en España (doy el título de TV y/o del DVD):
Se cambió el título de la primera aportación Universal para finalmente quedar “Sherlock
Holmes and the voice of Terror” (TV y DVD: “Sherlock Holmes y la voz del
terror”), realizada por John Rawlins en 1942. A partir de ahora, las
once restantes serán dirigidas todas por Roy William Neill, un artesano con
bastante buen gusto pero sin ninguna ambición: “Sherlock Holmes and the Secret
Weapon” (TV y DVD: “Sherlock Holmes y el arma secreta”),
también de 1942), “Sherlock Holmes Faces Death” (“Sherlock Holmes desafía la muerte”,
la primera en estrenarse en España), 1943, “Sherlock Holmes in Washington” (“Sherlock
Holmes en Washinghton”), 1943, “Sherlock Holmes and the Spider Woman”
(“La
mujer araña”, retitulada en su pase televisivo y en DVD como “Sherlock
Holmes y la mujer araña”), 1944, “The Scarlet Claw” (“La garra escarlata”
o “Sherlock
Holmes y la garra escarlata” en TV y DVD), 1944, “The Pearl of Death”( “La perla
maldita” o “Sherlock Holmes y la perla de la muerte”, para DVD y TV),
1944, “The House of Fear” (“La casa del miedo” , rebautizada para TV y
DVD como “Sherlock Holmes y la casa del terror”), 1945, “The
Woman in Green” (“El caso de los dedos cortados”, o “Sherlock
Holmes y la mujer de verde”, para TV y DVD), 1945, “Pursuit to Algiers”
(“Persecución en Argel” en su estreno comercial, o “Sherlock
Holmes en la persecución de los argelinos” para los otros dos medios),
1945, “Terror by Night” (”Terror
nocturno”, o “Terror en la noche” para DVD), 1946,
y “Dressed
to Kill” (“Vestida para un asesinato”, en DVD y TV), 1946.
Después
de 13 años de ayuno holmesiano en el cine llegó en 1959 el film producido por
Hammer Films y realizado por Terence Fisher. Los socios Enrique Carreras y Will
Hinds fundaron en 1932 Exclusive Films para distribuir pequeñas películas de
serie B. Pasada la guerra desapareció Exclusive y se fundó Hammer con la
intención de producir films de bajo presupuesto. La dirección de la empresa
pasó a los hijos de ambos: James Carreras y Anthony Hinds (aparte de avispado
productor fue guionista con el nombre de John Elder, a veces con ideas
originales y atrevidas, a veces rutinario o con mucha sal gorda, en definitiva
muy irregular) para más adelante pasar a manos de Michael Carreras, hijo de
James y nieto de Enrique. El inesperado éxito de una pequeña (y excelente)
película de Ciencia- Ficción, “The Quatermass Xperiment” (“El experimento
del Dr. Quatermass”, 1955), dirigida por Val Guest, decidió la entrada
de Hammer en el campo de la fantasía y el terror. Compraron los derechos de los
personajes clásicos usados por Universal en los años 30-40 y tras el éxito de
“The Curse
of Frankenstein” (“La maldición de Frankesntein”, 1957), de Terence
Fisher, decidieron especializarse en el género. Muchos fueron los méritos de
Hammer, uno de los más grandes fue el
nacimiento del cine moderno de terror. En otra ocasión podríamos extendernos
sobre el fenómeno Hammer, parejo a la Ealing de Michael Balcón: dos modestas
productoras británicas consiguieron obras maestras, sea del terrofantástico
(Hammer) o comedia (Ealing).
“El
perro de Baskerville”, de Terence Fisher, no
solamente es la mejor adaptación de las varias sobre esta novela sino también
la mejor cinta sobre nuestro personaje pese a la tibieza de su aceptación en
taquilla. Peter Cushing y Christopher Lee, dos actores lanzados a la fama por
Hammer encabezaban el elenco. Su elección fue acertadísima. Sin ningún gesto de
más, sin sobreactuación, Peter Cushing encarnó a Sherlock Holmes (3) con la
misma dignidad y presteza que Basil Rathone, con su misma energía, ímpetu,
esfuerzo y brío; Christopher Lee da vida
a sir Henry de Baskerville, descendiente del malvado sir Hugo y Andre Morell
interpretaba a uno de los mejores Watson cinematográficos.
Hammer no volvió a tocar el tema pero Fisher
si: “Sherlock
Holmes und das Halsband des Todes (“El collar de la muerte”, 1962),
coproducción alemana (principal), francesa e Italiana, codirigida por Terence
Fisher y Frank Winterstein, guión de Curt Siodmak sobre los personajes de Conan
Doyle, con Christopher Lee ahora como Holmes, Thorley Walters como Dr. Watson y
Hans Sönker como Dr. Moriarthy. La fotografía es en blanco-negro y aunque la
producción de Artur Brauner configure la cinta con dimensión de policiaco
rutinario al uso de la época, Fisher nos da una puesta en escena --- sin ser de
las destacables --- con varios puntos de interés. Thorley Walters volverá a ser
Watson en algún telefilm de los 80 y en alguna parodia bastante olvidable (“El
hermano más listo de Sherlock Holmes”) mientras Christopher Lee
interpretará a Mycroft Holmes, hermano del detective, en “The Private Life of Sherlock
Holmes” (“La vida privada de Sherlock Holmes”), dirigida y producida
por Billy Wilder para United Artists (1970), con Robert Stephens como Sherlock
Holmes y Colin Blakely como Dr. John H. Watson quien demostró poder hacer una
estupenda comedia (hasta el momento fue la película más cara sobre el
personaje, memorables los deslumbrantes decorados, la perfecta ambientación e
interpretación) sin caer en la burda desmitificación, tosca y chabacana.
“A Study in Terror” (“Estudio de terror”), de James Hill (1965) fue el segundo film del
personaje en color, producción británica. Excelente recreación del Londres
victoriano junto con sus grandezas y miserias. Por primera vez (no será la
última) se enfrentan (intelectual y, al final, físicamente) el personaje ficticio
de Sherlock Holmes y el real de Jack el Destripador. John
Neville (Holmes) y Donald Houston (Watson) eran los protagonistas. “They
Might Be Giants” (“El detective y la doctora”), Antonhy Harvey
(Universal, 1971) donde George C. Scott interpreta a Justin Playfair, un
enfermo que se cree Sherlock Holmes. Fracaso en taquilla aunque la película se
deja ver. “The Seventh- Per- Cent- Solution” (“Elemental, Dr. Freud”), de
Herbert Ross (Universal, 1976), con Nicol Williamson y Robert Duvall como
Holmes y Watson, respectivamente, es otro famoso encuentro entre un personaje
ficticio y otro real, apareciendo además Alan Arkin (Dr. Freud) y Laurence
Olivier (profesor Moriarty). Nos encontramos, quizás, con el Holmes más
romántico y literalmente humano (derrama lágrimas). Cristopher Plumer (Holmes)
y James Mason (Watson) protagonizaron el film “Murder by Decree” (“Asesinato
por decreto”, 1978), segundo encuentro Sherlock Holmes- Jack el
destripador. Tiene su gracia pero prefiero el film de James Hill. Alguna
parodia más (“Sin pistas”), series televisivas, una divertida aventura de
Holmes en su infancia (“El secreto de la pirámide”) y un
desvirtuado “Sherlock Holmes” (Guy Ritchie), quizás confundido con James
Bond…………
Narcís
Ribot i Trafí
1)- La popularidad
de Sherlock Holmes y su entorno es tan grande que se ha intentado reproducir
objetos de los relatos. La reputada firma de pipas Peterson dio un modelo por
cada historia, totalmente inventadas ya que no se describe el tipo. Pipas de
excelente calidad pero un poco grandes a juicio de quien suscribe estas líneas,
también fumador de pipa.
2)- Continuamos
con la popularidad. BAKER STREET, 221-B no existía en tiempos de Arthur Conan
Doyle (la numeración terminaba en el 85). Al numerarse de nuevo, en 1930, la
calle se alargó. Dicho número (un edificio de Art Decó) se asignó a Abbey Road
Building (más tarde Abbey National). Ante el volumen de cartas recibidas ---
hay gente que cree el personaje de Holmes como real --- se formó un
“Secretariado para Sherlock Holmes” para organizar toda la correspondencia, hay
un museo “Sherlock Holmes” con el nº 221-B y en 1999 Abbey patrocinó la creación y colocación de una estatua de
casi tres metros de Sherlock Holmes en la entrada de la estación de Baker
Street.
3)- Peter Cushing
interpretó de nuevo a Sherlock Holmes en una serie televisiva británica (1968)
muy bien ambientada (en dos episodios “El perro de los Baskerville”)
y en un telefilm, “The Masks of Death” (“Sherlock Holmes y
la máscara de la muerte”) dirigido por Roy Ward Baker (1984).
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