(Charles
Vidor y George Cukor, 1960)
Escrito
en 2011, a los 200 años del nacimiento de Franz Liszt.
Recordando con admiración y agradecimiento al padre
Federico Sopeña Ibáñez, gran musicólogo, autor del primer libro de música que
leí (“Estudios sobre Mahler”).
“Sueño de amor” me parece uno de los
biopic más interesantes jamás filmado. El biopic o película biográfica
dramatiza la vida de persona o personas en los hechos más significativos de su
vida y/o en los años más importantes de su vida/su obra. Esta es la más clara
definición de un género basado en personas reales aunque algunas de sus
acciones mostradas en el cine no lo sean o se tomen pequeñas o grandes
libertades para acoplarse mejor al terrero del celuloide. Hay biopics sobre
inventores, héroes, conquistadores, sabios, escritores, músicos, etc.…. La
película de hoy pertenece a la vida de un músico. No en vano está subtitulada
como “La
historia de Franz Liszt”. “Song Without End: The Story of Franz Liszt”,
debía titularse originalmente “Magic Flame” pero el realizador
Charles Vidor falleció durante el rodaje (4-junio-1959) siendo terminada por
George Cukor quien no quiso ser acreditado
y pidió solamente citar a Vidor (aunque se recuerde la contribución de
Cukor al film antes de nombrar al director original).
Charles Vidor
tenía ya la experiencia de otro exitoso biopic musical: “A Song to Remember” (“Canción
inolvidable”, 1944), con Cornel Wilde como Fredéric Chopin, Merle
Oberon (George Sand) y Paul Muni
(profesor Joseph Elsner). Así, puede decirse que Charles Vidor realizó dos
biopics sobre los más grandes pianistas del período romántico musical. Entre
los círculos cinematográficos he leído más alabanzas para la película de
Chopin; personalmente (a pesar del aprecio que siento por ella) prefiero “Sueño
de amor” pese a su alargamiento (a causa de tener forzosamente dos
directores), la veo --- aunque parezca contradictorio --- más equilibrada y
comedida en su puesta en escena (en diversos momentos es bastante similar) ya
que en la película sobre Chopin, el profesor Elsner estropea en ocasiones (por
otra parte excelentemente interpretado por Paul Muni) con sus chistes, sus
ocurrencias graciosas y su verborrea risible la fluidez narrativa y estorba el
conflictivo amor entre el músico y George Sand.
El guión de
Oscar Millar es conciso, no retrata toda la vida del compositor sino que
empieza con su (ya avanzada) relación estable con Marie de Flavigny, condesa de
Agoult (la conoció en verano de 1833 en casa de Chopin) con quien tuvo tres
hijos (la segunda, Cósima, llegaría a ser la esposa de Richard Wagner), citados
en el film, su posterior amor por la princesa Carolina de Sayn- Wittgenstein
(comienza durante una gira en 1847) que forma el nudo del film y el final
cuando los deseos de la princesa de casarse por la Iglesia podían cumplirse (el
tribunal eclesiástico había rechazado la petición de los enamorados de anular
el matrimonio de Carolina pero después fallece el marido) no será así ya que el
músico siempre había tenido una cierta vocación religiosa. El film termina en
apoteosis, tanto musical como en imágenes: Franz Liszt entra en un convento
franciscano para más tarde recibir las órdenes menores (conferidas por el
cardenal Gustav Hohenlohe) en 1865. Un Liszt con hábito eclesiástico al piano
con impresionante música elevada cierra
la película……..
El título en
España, “Sueño de amor” está tomado de los tres nocturnos para piano
solo “Liebesträume”
(S/541), publicados en 1850 (el más famoso y popular, por “cantábile” es el 3º) ya que la traducción literal del film
original sería “Canción sin fin”/”Song Without End”.
I)- APORTACIONES DE FRANZ LISZT, EL
TITÁN DEL ROMANTICISMO
“Ahí
tenéis al hombre a quien debe rendirse el mayor homenaje. Cuando todo el mundo
se burlaba de mi, me demostró una fe inquebrantable. Sin él, quizá no hubieseis
podido oír hoy una sola nota mía. Cuanto soy y cuanto poseo se lo debo a él”.
Richard Wilhelm Wagner refiriéndose a Franz Liszt en la inauguración del
festival de Bayruth, 1876.
Unos meses
después del nacimiento de Chopin y Robert- Alexander Schumann (1810), dos años
después del de Felix Mendelssohn (1809) y dos antes del de Verdi y Wagner
(1813) nace Franz Liszt en la propiedad de los Esterhazy (1811). Su padre, Adam
Liszt era intendente de la aristocrática familia que años atrás había tenido a
Joseph- Franz Hydn como maestro de capilla. Adam era un músico aficionado:
tocaba la guitarra, el violín y el piano. En su único hijo, nacido en Doborjan
(Hungría), de constitución delicada, descubrió la facilidad para el piano y el
repetir los temas musicales que le daba viendo en él a un futuro Mozart.
Apasionado por la música de sus antecesores, especialmente Beethoven con quien
habló en una ocasión, Franz Liszt conquistó su gran reputación de músico muy
temprano. Viaja incansablemente por toda Europa, es ya músico consumado, sea ya
como pianista (su faceta más conocida) o como espléndido director de orquesta,
interpretando obras propias o de amigos suyos como Schumann o Hector Berlioz y,
más adelante, Wagner. Tuvo amores, algunos con mujeres de la nobleza (sus
relaciones más duraderas fueron con la condesa Marie d’Agoult y con la princesa
Carolina de Sayn Wittgenstein) o con bailarinas como la famosa Lola Montes. No
obstante, nunca contrajo matrimonio. Era un hombre simpático, cordial, abierto
y un auténtico amigo de sus amigos. Ayudó a Berlioz, a Chopin (además de
escribir una biografía sobre el músico polaco) pero sobretodo comprendió las
grandiosas óperas de Wagner a quien ayudó en todos los sentidos.
-Una de las
aportaciones musicales más valiosas de Liszt es el “poema sinfónico”, como lo
bautizó él. El nombre de poema se refiere al contenido poético que forma el
programa (una pintura, un héroe novelesco, un drama, una escena, un poema, una
idea, una impresión) complementado por la música en un solo movimiento
(inspirado por la “Sinfonía Fantástica” de Berlioz, sus sustentadores fueron,
entre otros, Shakespeare, Byron, Hugo, Schiller) aunque la composición musical
pueda escucharse perfectamente sin esta grandiosa base literaria. Compuso 13
poemas sinfónicos-
-Las sinfonías “Fausto”,
según los personajes de Johann Wolfgang von Gohete y “Dante”, centrándose en “La
divina comedia” de Dante Alighieri, son resueltas sintetizando los temas
musicales sobre los principales personajes-
-En sus dos
conciertos para piano Liszt anula las fronteras entre los diversos tiempos y en
su 2º concierto los pasajes de distintos tiempos se funden entre si
sucesivamente, ofreciendo la más clara noción de “combate” entre solista y
orquesta-
-Con su sonata
en si menor para piano (dedicada a Schumann) reduce en un solo tiempo “gigante”
los cuatro movimientos comenzando por un fragmento lento. Esta creación (que en
un principio desconcertó al propio Schumann) no totalmente comprendida en
tiempo de su aparición, hoy se ha convertido en pieza capital de la música
pianística (influenció a muchos músicos que vendrían después, entre ellos Cesar
Franck)-
-Su única ópera
la elaboró a los 13 años, “Don Sancho”, con buen fundamento
pero escaso éxito. Comprendió que este no era su camino en el campo musical-
-Nunca dejó de
tratar la música religiosa pero merece especial atención la de su último
período cuando había tomado ya el hábito eclesiástico y era conocido como “el abad
Liszt”: misas solemnes, oratorios, salmos musicados, cantatas y diversas piezas
para órgano-
Humanista,
poeta, gran músico, creó un cosmos de música rutilante en color y matices, rico
en su vocabulario armónico, señalándose como el más arriesgado explorador del
mundo musical que abría la puerta a las conquistas del siglo XX (el mismo
Wagner bebió en muchas ocasiones de la fuente musical de su amigo y suegro
Liszt).
II CHARLES VIDOR
De verdadero
nombre Vidor Károly (1900- 1959), nació en una familia judía de clase media de
Hungría. Acabada la I Guerra Mundial estudió ingeniería en la Universidad de
Budapest y después en la de Berlín. Allí entró en el cine trabajando como
montador y director asistente para emigrar a Estados Unidos en 1924. Formó
parte de un grupo especializado en óperas de Wagner para después entrar en un
coro de Broadway. En 1931 dirigió un cortometraje, “The Bridge”, financiado
por él mismo, que caló en un mandatario de la Metro Goldwyn Mayer quien al
reconocer su buena técnica y calidad le ofreció un buen contrato. Al año
siguiente codirigió --- aunque no esté acreditado --- “The Mask of Fu-Manchu” (“La
máscara de Fu-Manchú”, 1932), de Charles Brabin que es una delicia y la
mejor adaptación del personaje de Sax Rohmer con un Boris Karloff pletórico al
encontrar el éxito tras su interpretación de “Frankenstein” (“El Dr.
Frankenstein”), de James Whale (1931). De 1933, a partir de “Sensation
Hunters” (“Dama de cabaret”) hasta
1939 realizó nueve films para M. G. M. En 1940 entra en Columbia Pictures y compone
una docena de películas hasta 1948 para volver en 1952 a la M. G. M. y a alguna que otra productora.
Al principio de esta etapa es destacable “Blind Alley” (“Rejas humanas”, 1939)
para encontrase en 1946 con el mayor éxito de su carrera profesional: “Gilda”
(“Gilda”), recordada entre otras muchas cosas por la famosa bofetada de
Glenn Ford a Rita Hayworth, siendo “The loves of Carmen” (“Los amores de Carmen”,
1948), también con Rita Hayworth, la última de esta 2ª etapa ( se trata de una
película destacable pero no me atrevería a decir que es la mejor de las
adaptaciones de la obra de Prosper Mérimée). En este capítulo hay otros films
interesantes como “Cover Girl” “Las modelos”
(1944), “Canción inolvidable”, la comedia “The Tuttles of Thaití” (“Se acabó
la gasolina”, 1942), protagonizada por Charles Laughton, y “Ladies
of Retirement” (“El misterio de Fiske Manor”, 1941), drama gótico a la
hitchcockiana “Rebecca”, bastante bien resuelto.
En la década de
los 50, su tercera etapa, tiene siete films de los cuales destacaría
especialmente la encantadora “Hans Christian Andersen” (“El fabuloso
Andersen”, 1952), sobre el escritor de cuentos, “Rapsody” (Rapsodia”,
1954), una historia de amor dentro el mundo de la música y “A Farewll to Arms” (Adiós
a las armas”, 1957). En 1956 logró crear su propia productora (Aurora
Productions) aunque no llegara a realizar sus proyectos por su repentina muerte
mientras filmaba “Sueño de amor”.
Charles Vidor
fue siempre un técnico competente y habilidoso, daba una fluidez encomiable a
la narración, sabía sacar provecho de los actores y cuidaba perfectamente los
decorados y la ambientación donde conseguía en ocasiones cuadros inolvidables.
Planos bien elegidos la mayoría de veces, frescura narrativa y buen gusto y elegancia
en la composición. Este era su estilo ¿Creador? Está hoy considerado en la
frontera de lo artesanal, discutible por supuesto. Al igual que otro caso
similar, Henry Hathaway, y al igual que este tiene pocos estudios sobre su cine
pero si el autor de “Tres lanceros bengalíes” tocó casi
todos los géneros (bélico, negro, western, aventuras, espionaje), Vidor se
centró en películas más íntimas, drama, biografías aunque en ocasiones arañara
el cine negro (“Gilda”) o el western por dos veces (“El valiente de Arizona”,
1935 y “Los desesperados”, 1943, con Glenn Ford y Randolph Scott, casos
aislados dentro de su filmografía). Las productoras le respetaron siempre por
su seriedad, profesionalidad y conocimiento técnico aunque a veces le
encargasen trabajos más bien rutinarios. No creador en el sentido de un John
Ford, Raoul Walsh, Howard Hawks o King Vidor (con el cual no guardaba ningún
parentesco) pero si un buen realizador, un director destacable del que los
aficionados quisiéramos hubiesen más como él.
III
“SUEÑO DE AMOR”
El film ganó un
“Globo de oro”, el de “Mejor película musical”, al igual que varias
nominaciones al “Mejor Actor para una Película Musical” para Dirck Bogarde que
encarnó maravillosamente a Franz Liszt aunque no se pareciera a él físicamente
(el Franz Liszt secundario pero necesario para ayudar al protagonista Chopin de
“Canción
inolvidable”, interpretado Stephen Bekassy, era más cercano al retrato
del músico, incluso con la larga melena gris y su delgadez) y Geneviève Page,
sencillamente perfecta, como la condesa Marie d’Agoult, así como otra
nominación para Capucine quien encarnó a la princesa Carolina.También los
secundarios me parecen perfectamente ajustados en sus respectivos roles:
Martita Hunt como la Gran Duquesa que avergüenza a su hermano el zar el haber
llegado tarde al concierto, Alexander Davion como Chopin y Lyndon Brook como
Wagner en sus tres escasas y breves apariciones, apuntando su carácter fuerte y
temperamental, exigente y ególatra; en su primer encuentro Liszt no le hace
caso por tener prisa, en el segundo pide disculpas a un Wagner ceñudo,
confesándole lo maravillosa que es su música, y en el tercero Wagner pide
dinero a Liszt para huir a Suiza ya que es buscado por la justicia por no
cumplir un contrato (en innumerables ocasiones le ayudó). Al cerrarse la
historia cuando el compositor toma los hábitos queda fuera el amor de Wagner
con Cósima (que no aparece para nada en el film). Al casarse Liszt rompió
relaciones, momentáneamente, con ellos (apreciaba mucho a Wagner, como
demostró, pero no le quería como yerno). Si es verdad que Wagner maniobró hasta
lograr la reconciliación cuatro años después (1). La princesa Carolina le dirá
a Franz: “Este hombre es un monstruo”, refiriéndose a Wagner; sonríe el
compositor y contesta: “Es insoportable pero su música llega al
alma, es maravillosa y debo ayudarle”; continúan hablando
y la princesa le aconseja que se centre más en su propia música a lo que Liszt
responde que se debe ayudar a todo aquel
que ofrezca una música genial, en beneficio de la humanidad y como acción para
acercarse a Dios (en más de una ocasión confesará ante la pantalla su
arrepentimiento de la vida bohemia, de conquistador y mujeriego y su deseo de
servir a Dios tomando los hábitos). También queda fuera del film la visita
histórica que recibió Liszt del papa Pío IX (hubiera podido ser motivo para
subrayar su vocación religiosa).
Tanto el
vestuario del diseñador Jean- Louis y la dirección artística de Walter Holscher
son acertados y magníficos, reproduciendo perfectamente el ambiente y la época
del compositor. La escena inicial es significativa: música de nuestro hombre
con plano general nocturno de la localidad, plano de acercamiento a una casa y
la conversación de Liszt al piano y Marie cortando unas flores. Se nota que hay
diferencias entre los dos amantes, ella opina que la nueva obra tiene
resonancias “religiosas”, que ya sabe como piensa, él le contesta mostrando su
deseo de educar a sus tres hijos en la fe católica y la condesa replica que de
acuerdo pero que ellos viven en adulterio, cosa totalmente cierta (Marie no era
atea pero no vivía la doctrina cristiana, su concepción representa más bien
deísta). Llegan a continuación Chopin, George Sand y el representando Potin,
todo ello narrado en continuidad de planos medios y americanos muy bien
resueltos. El buen nivel se mantendrá en el resto de la cinta.
La música (el
piano era interpretado por el compositor Jorge Bolet), por su parte, recibió un
Oscar a la “Mejor Banda Sonora”, para Harry Sukman (adaptador y coordinador) y
Morris Stoloff (supervisor) con la “Philaremonic Orchesta” de los Ángeles.
Aparte de la música de Liszt aparece también la de otros compositores que él
interpreta o como fondo: Verdi, Schumann, Mendelssohn, Bach, Paganini, Haendel,
Beethoven y, por supuesto, Chopin y Wagner. Como en otros biopics musicales
aquí no llega a acaramelarse o hacerse pegadiza, está como elemento más,
centrándose al principio en el compositor (2) como hombre totalmente dado a su
música, cariñoso, abierto a todo el mundo y tan apasionado en sus amores como
en su música (un acierto más a cargo de Dirk Bogarde). Luego la cinta se centra
en el triángulo amoroso Marie- Franz- Carolyne, la marcha de la primera que
deja el campo libre a los nuevos enamorados y el protagonismo más absoluto del
pleito por el divorcio de la princesa y cuando se abre la esperanza viene el
cambio de vida. La princesa lo comprende: se marcha de una iglesia después de
rezar con el rosario entre sus manos mientras Liszt con sotana interpreta una
de sus obras sacras al órgano y aparece el FIN de esta película que supo
recrear formidablemente el romanticismo de unos personajes típica y
eminentemente románticos (3).
Narcís Ribot i Trafí
(1). Liszt
influenció en el matrimonio de uno de sus alumnos preferidos, el director de
orquesta y wagneriano Hans von Bulow, con su hija Cósima quien respetaba a su
marido pero no le quería. Estaba enamorada de Wagner.
(2). Este año es
el bicentenario del nacimiento de Liszt. En algunas localidades se han
organizado conciertos a tal efecto, en otras no ya que la música clásica no les
debe importar. Como siempre.
(3). Wagner
falleció de un infarto en Venecia, 1883. Liszt quedó profundamente afectado.
Tres años después (1886) moría nuestro hombre de una pulmonía contraída en el
tren.
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