“El fantástico es espectáculo y
reflexión sobre el espectáculo”. Gerard Lenne, “El
cine fantástico y sus mitologías”
Tras la
revisión de su obra dedicada al cine fantástico (concretamente aventuras
fantásticas y Ciencia-Ficción), el antaño considerado, a lo sumo, un aplicado
artesano, Jack Arnold devino un auténtico creador dentro del género (1).
Trabajó siempre en los estrechos límites de la hoy desaparecida serie “B” ( en
ocasiones imitada y “homenajeada” hoy en día pero con presupuestos de la serie
“A” para reverdecer viejos laureles de triunfos populares y, por encima de
todo, comerciales) la cual servirá para agudizar el ingenio de talentosos
realizadores arrinconados en este terreno no muy bien visto y muchas veces
despreciado (casi siempre por indocumentados entre los cuales figuran muchos de
la pseudo progresía cuando hablan sobre cine), p. e. Gordon Douglas, Bud
Boetticher, Jack Arnold, Roger Corman, Nathan Juran y otros empezaron en la
serie “B” como Anthony Mann (en el cine negro para después consagrarse como uno
de los grandes del western además de ser un magnífico realizador) mientras
otros, conformados en existir como meros destajistas, contentos solo por la
continuidad del trabajo, acabaron su carrera en el anonimato y olvido o casi
dentro de ellos (el descubrimiento por parte de algún cinéfilo, erudito o no,
puede hacerles salir de él y ser reconocidos en algunos valores o en su
totalidad).
Debo confesar que años atrás --- cuando se
despertaba en mi la afición por el cine, especialmente el fantástico ---
también consideraba a Arnold un buen artesano y nada más el cual nos dio una
espectacular y exótica versión de del tema de “La bella y la bestia” (“La
mujer y el monstruo”) además de desaprovechar las posibilidades de un
buen guión del excelente escritor Richard Matheson basado en su propia novela
(“El
increíble hombre menguante”) en aras de centrar su realización en unos
trucajes bien resueltos (cosa ridícula hoy en día en donde impera el lema
circense de “el más difícil todavía”) olvidando el interés de su puesta en
escena en la lectura de cuestionar el orden existente, uno de los grandes
objetivos, sino el que más, del cine fantástico aunque haya muchos
(realizadores, productores, críticos, espectadores, más bien actuales) que
parece lo ignoran o fingen hacerlo ¡Que equivocado estaba! Después del pase de
TVE (la vi en no muy buenas condiciones, limitando así mi desacertada opinión
de principiante), en una reposición dentro del Festival de Sitges comprendí el
error en el cual había caído también el reputado ensayista Gerard Lenne en su
libro “El cine fantástico y sus mitologías” (2).
De 1953 a 1959 Jack Arnold realizó sus siete películas de fantasía aventurera (“La mujer y el monstruo” y
su continuación “Revenge of the Creature”) y Ciencia- Ficción (las cinco
restantes). Nuestro hombre fue un gran aficionado a la Ciencia -Ficción y
fantasía. Tocó otros géneros como el western, la comedia, el drama pero en
donde se encontraba mejor fue en el fantástico.
Aparte de “Creature from Black Lagoon”
(titulada aquí como “La mujer y el monstruo”, 1954)
ninguna de las seis restantes fue estrenada comercialmente en España. Algún
pase por TVE y el Festival de Cine Fantástico de Sitges fueron la salvación de
aficionados e interesados. Ahora las siete están en soporte DVD (algunas en Blu
Ray) dobladas y/o subtituladas y es posible visionarlas prácticamente sin
problema. “It came from outer Space” (1953), “Creature from the Black Lagoon”
(“La
mujer y el monstruo, 1954), “Revenge of the Creature” (1955), “Tarantula”
(1955), “The Incredibly Shrinking Man” (1957), “Monster in the Campus”
(1958) y “Space Children” (1958). De estos siete títulos “The
Incredibly Shrinking Man” es su obra maestra y “La mujer y el monstruo”
su triunfo más popular y rentable en la taquilla. Seis de las películas están
producidas por Universal mientras la séptima y última, “Space Children”, lo está
por Paramount. Todas fotografiadas en blanco/negro y con presupuesto no muy
generoso, estamos en la serie “B”. Al iniciarse la década de los 60 Arnold
entrará en TV (episodios del “Dr. Kildare”, “La isla Gilligan”,
“Vacaciones
en el mar”, etc.) para ir dejando, paulatinamente, el cine y dedicarse
más a la pequeña pantalla. “Conspiración en Suiza” (1975) y “The
Wackiest Wagon Train in the West” (1976) fueron sus últimas películas
para salas cinematográficas.
Jack Arnold Waks (1916- 1992) nació en New Haven,
Connecticut, hijo de emigrantes rusos, cursó estudios en la Ohio State University
y en la Academia of Dramatics Arts. Empezó como actor de teatro y secundario al
entrar en el cine para especializarse en documentales bélicos al estallar la II
Guerra Mundial. Tras su primer trabajo semidocumental (“With these Hands”, 1950),
seguido de un melodrama en clave de thriller (“Girls in the Night”,
1952), Arnold entra en contacto con el fantástico, género donde será más
apreciado y el preferido del autor. Siempre se movió dentro del artesanado de
la serie “B” en donde se encontraba y movía a gusto. Valoraba la ambientación
del relato sin recrearse en ella: el árido, polvoriento e inquietante desierto
en donde la soledad y los ruidos suben el suspense y la emoción del espectador
(“It
Came from Outer Space”, “Tarantula”), la tupida selva
amazónica (“La mujer y el monstruo”), la zona costera y poblaciones urbanas
durante la noche (“Revenge of the Creature”), el campus universitario también de
noche (“Monster on the Campus”), la playa solitaria y cuevas adyacentes
a la costa (“Space Children”). Nunca utilizó la retórica, ni verbal ni
compositiva sino que todo se narrará de la forma más sencilla (escenario-
personajes y diálogos) porqué iba al grano, sin florituras ni oropeles
fílmicos, sin hacer planos distorsionados con la cámara --- inútiles y gratuitos,
sin función en pro de la finalidad
narrativa --- para demostrar que sabes mucho (como bastantes veces se
hace en la actualidad). El gran angular y el “ojo de pez” tendrán largos
periodos de descanso y tampoco tenía ninguna tendencia al sentimentalismo y a
los efectos melodramáticos (como muy detalladamente indica Carlos Heredero en
su escrito sobre nuestro hombre). Arnold ensayaba con actores y cámara antes
del rodaje usando también, para el proyecto de sus films, excelentes story-
boards planificados en general por él mismo. Mostraba el
personaje/animal fantástico/monstruoso las veces necesarias, sin pasarse aunque
fuera acusado (falsa e injustamente) de “mostrar para conseguir el efecto
sorprendente/terrorífico cara al espectador” --- la araña aparecerá en su
estado gigante a mitad de la película y en no muchas ocasiones (“Tarantula”),
el ser anfibio será anunciado por una garra fosilizada y otra que surge del
agua de la laguna negra (“La mujer y el monstruo”) --- por
alguien que prácticamente solo valoraba el fantástico por el “no mostrar” como
hacía Jacques Tourneur cuyo cine fantástico considero sobrevalorado por
algunos, varios de ellos ajenos al género.
“IT CAME FROM OUTER SPACE” (1953),
basada en una historia de Ray Bradbury (“Meteor”), sirve para demostrar que
Arnold posee la llave que abre la puerta del “fantastique”, cosa ausente en los
realizadores actuales del género. Trata de unos alienígenas obligados a
realizar un aterrizaje forzoso por avería en su nave espacial. Adoptan
momentáneamente la figura humana para no asustar. Finalmente logran reparar su
platillo volante y se van tras liberar a los terrícolas prisioneros para
convertirse en duplicado de ellos... Es una película tan perfecta en su
preparado teórico como en la puesta en escena cuya base es la sencillez
(aquellos inolvidables e inquietantes planos del desierto en donde los
protagonistas intuyen, saben de la proximidad de lo “extraño” que les está
observando). En la línea pacifista de “Ultimátum a la Tierra” (Robert Wise,
1951) --- al contrario de “El enigma de otro mundo” (Christian
Niby, 1951) --- la película de Arnold está en la antítesis de lo reaccionario y
de la xenofobia (terror a lo desconocido), dando además una lección a los
hacedores de Ciencia- Ficción actual (como salchichas de una misma factura):
sin trucos, sin efectos espectaculares, sin gran presupuesto, solo con
honestidad cinematográfica. Algo similar ocurre con “SPACE CHILDREN” (1959),
última película suya del género y además único eslabón fantástico no producido
por Universal. En este caso Paramount. Aquí insiste en que el peligro viene de
nosotros mismos no de una amenaza exterior. Si en “It came from Outer Space”
los extraterrestres desean evitar la confrontación (mucho más adelantados
técnica y culturalmente que nosotros y también moralmente) en “Space
Children” los visitantes del espacio se apoderan momentáneamente de la
voluntad de unos niños para sabotear el proyecto de un arma secreta de efectos
devastadores preparada por un país contra otro. Al final se alejan con su nave
ante la reflexión de los niños y las autoridades políticas y militares...
“MONSTER ON THE CAMPUS” (1958) es un
científico, profesor de universidad, el cual se convierte en una especie de
hombre de Neanderthal. El celecanto, pez prehistórico, se pensaba extinguido,
es encontrado en las costas de Madagascar (totalmente cierto) y llega a USA
conservado en hielo y en rayos gama: un perro se convierte en su antepasado
lobo al beber el agua (hielo derretido) del pez, una vulgar libélula se posa sobre
el celecanto y se transforma en una libélula prehistórica de enorme tamaño, el
profesor alude a la evolución a la inversa, coloca su pipa sobre el líquido
conservante y se transforma en agresivo hombre prehistórico finalmente abatido
por la policía... La repetí hace poco y descubrí valores anteriormente no
vistos. Es un film de Ciencia- Ficción de “laboratorio”, como “La
mosca” (Kurt Neumann, 1958), en su más pura expresión.
“CREATURE FROM THE BLACK LAGOON” (“LA
MUJER Y EL MONSTRUO”, 1954), filmada como “It Came from Outer Space”
en el efímero sistema 3-D, es el éxito más popular y aplaudido de Arnold. El
monstruo anfibio, mitad hombre, mitad pez se enamorará apasionadamente de una
bella mujer (novia del científico protagonista) y morirá --- como “King-
Kong” --- por su amor. Aquí lo extraño e inquietante son las negras y
profundas aguas de la “laguna negra” en donde reside la criatura así como las
selvas amazónicas colindantes a esta zona, también terreno acotado por este ser
prehistórico.
Al año siguiente se filmó una continuación, “REVENGE
OF THE CRATURE” (1955), desarrollada en zona urbana donde la infeliz
criatura --- que no murió en el film anterior --- se enamora de otra guapa
mujer, escapa del acuario en donde residía prisionera para recibir finalmente
otra descarga de balas, escena final calcada de la anterior. Menos impactante
que su antecesora y filmada a regañadientes por Arnold (en desacuerdo con los
productores de Universal, no quería una continuación), además el anfibio con
una piel más oscura y con menos escamas parecía menos real, la película tiene
algún momento interesante a pesar de ser un film menor de Arnold.
Sin ser dirigida por Arnold (esta vez ya no quiso
ponerse tras la cámara), Universal dará una tercera parte al mito. Mucho menos
interesante, incluso que la segunda, “Creature Walks Among us” (1956) fue
dirigida por John Sherwood. El personaje de la criatura será retomada un par de
veces en la filmografía mexicana e inspirará a otras criaturas en la serie
televisiva de “Viaje al fondo del mar” protagonizada por Richard Basehart
(almirante Nelson) y David Hedison (capitán Crane).
“TARANTULA” (1955) es un film
artesanal más concordante con la ideología típica de “los científicos que van
demasiado lejos” y reciben un castigo. La película se inscribe dentro de la
temática de los “insectos gigantes” (aunque la araña no sea un insecto sino un
arácnido) cuya obra maestra es “La humanidad en peligro” (Gordon
Douglas, 1954), sobre hormigas que devienen gigantes a causa de las radiaciones
emanadas por la primera bomba atómica arrojada, como prueba, en el desierto de
México en 1945. Es la respuesta de Universal al film de la Warner. “Tarantula”
es de construcción tan sencilla --- aquí radica su encanto y en el hecho de que
la araña produce mayor repulsión que las hormigas en gran parte de los seres
humanos --- como el film de Douglas aunque menos complejo. Aquellos momentos en
que el monstruo se divisa en el horizonte, topa con los cables eléctricos y
cuando se acerca a la casa contemplando en unos momentos a la bella Stephanie a
través de la ventana, el ataque al aislado pueblo en el desierto y la irrupción
de los aviones militares que la destruyen con bombas incendiarias son escenas
muy conseguidas. La historia es del mismo Arnold con guión de Robert M. Fresco
y Martin Berkeley (guionista también de “Revenge of the Creature” sobre una
idea del productor y escritor William Alland el cual también guionizó, entre
otras, la tercera parte de la “Criatura del Lago Negro”, de John
Sherwood).
“Tarantula” anuncia la transmutación
del entorno natural cotidiano que tendrá su mayor exponente en “THE
INCREDIBLY SHRINKING MAN” (1957), el mejor film de Jack Arnold aunque,
como se ha dicho, no fue lo suficientemente apreciado en su primer momento (y
durante años) ya que nadie --- ni los fervorosos del género --- creía que
Arnold tuviera sus particulares apuntes filosóficos desprendidos de esta
curiosa historia donde lo cotidiano se vuelve monstruoso (novela de Richard
Matheson) para el protagonista el cual va empequeñeciendo progresivamente a
causa de una niebla radioactiva que le envuelve cuando cuando viajaba en
un yate. Llegará un punto en que deberá
huir de su gato y más tarde deberá luchar para defender su vida contra una
araña armado de un alfiler, etc. Hoy día el film se encuentra entre las
indiscutibles obras maestras de la Ciencia- Ficción, sin efectismos y con unos
trucajes perfectamente adaptados al espíritu de la historia mathesoniana que la
hace infinitamente más interesantes que las huecas producciones de Ciencia-
Ficción actuales buscadoras del espectáculo para llenar plateas.
Hemos visto como Arnold adaptó obras de grandes
escritores del tema y las dignificó: Ray Bradbury (“It Came from Outer Space”),
Richard Matheson (“The Incredibly Shrinking Man”) y David Duncan (también
magnífico escritor de Ciencia- Ficción, autor de guiones tan interesantes como
“Viaje
alucinante” /Richard Fleisher o “El tiempo en sus manos”/George Pal
mientras que para Arnold escribió la historia de “Monster on the Campus”).
Un anfibio prehistórico en su hábitat natural y en
el del ser humano, una araña que aumenta su tamaño a causa de un experimento
con un nutriente, un hombre que disminuye su tamaño hasta desaparecer
fisicamente y quedar como alma pensante, unos extraterrestres pacifistas,
demostrado en dos ocasiones (una a causa de una avería en su nave espacial,
otra para evitar una guerra nuclear entre dos potencias) y un profesor el cual
vive en su persona la evolución humana al revés son los elementos manejados
hábilmente por Arnold para subvertir el orden humano existente. Acudió al
Festival de Sitges postrado en una silla de ruedas en 1987 donde se hacía una
retrospectiva suya. Jack Arnold falleció en Woodland Hills, Los Ángeles, 1992.
Hoy día la totalidad de su obra fantástica
es ya clásica...
Narcís Ribot i Trafí
1)-
En un magnífico (y, creo, único en España) estudio de Carlos Heredero en el
cual cita a tres especialistas defensores/descubridores de Arnold en tiempos
pasados: John Brosnan (“Jack Arnold: S.F.”, 1974), Jean
Marie Sabatier (“Les classiques du Cinema Fantastique”, 1973) y John Baxter (“Science
Fiction in the Cinema”, 1970).
2)- “Le Cinema Fantastique et ses Mythologies”,
de Gerard Lenne (Edicions du Cerf, Paris, 1970). Edición en castellano:
Editorial Anagrama (1974).
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