“Bach, no solo dejó obras de
sublime belleza e inspiración sino que abrió caminos que todos los músicos
posteriores debieron transitar” (“Bach”, del profesor de música
Malcolm Boyd)
Conservando aún el legado de las
antiguas Grecia y Roma, esencial en el Renacimiento en rotura con la Edad Media
--- al menos en muchos aspectos --- el Barroco ofrece los elementos que
adornan, complican, edulcoran las líneas de antaño sencillas; se añaden volutas
y turgencias donde era liso y recto: la arquitectura. En la música, cuando nace
Juan Sebastian Bach (1685- 1750),
aparece el gusto por el contraste, la oposición radical entre una
característica y su opuesta, se extiende la moda el “efecto de eco” usado por
todos los compositores de la época: un fragmento melódico, un motivo
interpretado normalmente seguido de su inmediata repetición a volumen sonoro
muy inferior. El tiempo barroco es más rico en cuanto a la creación de formas
musicales como mosaico del patrimonio musical occidental. Dentro de la música
vocal surgen el oratorio, la cantata y la ópera y en la instrumental lo hacen
el “concerto grosso” y su derivado el concierto, la sonata, la suite
(proveniente de la música de danza) que con sus influencias sobre la primitiva
obertura de ópera daría paso a la sinfonía.
En esta época tenemos dos tipos de música en
aparente oposición: 1) la contrapuntística que requiere la arquitectura de dos
o más melodías simultáneas para las distintas voces (humanas o de instrumento)
y se desarrolla linealmente a lo largo del tiempo por lo cual debe combinarse
adecuada y delicadamente para que las distintas voces (naturalmente suenan
juntas) no produzcan el terrible efecto cacofónico y 2) la música no
contrapuntística u homofónica la cual se caracteriza porqué todos los elementos
figurantes apuntan a crear la misma melodía, intentando que esta y sus
acompañamientos (acordes) resulten gratos al oído. A medida en que la música
entró en diversos niveles de la sociedad --- dejando de ser exclusivamente de
nobles interesados o sesudos eclesiásticos --- el gusto se inclinó por la forma
más sencilla, o sea la homofónica, más ligera y aparentemente más atractiva
pero también más superficial y menos rica. Esto sería la causa del relativo
olvido durante muchos años de la música de Juan Sebastian Bach y el inmediato
éxito de algunos de sus hijos adscritos a la segunda forma. El recuerdo de Bach
no se borró del todo. Años después Mozart quedaba admirado de revisar varias
partituras y posteriormente, en pleno Romanticismo, la gran labor de búsqueda
de Felix Mendelsshon y otros colocaron a Bach en el lugar que merece.
De lo anteriormente dicho no debe creerse que Bach
fuera un funcionario académico sin criterio de las normas contrapuntísticas
sino que conociendo perfectamente estas normas se movía con amplitud y aplicaba
sus resortes con soltura y habilidad , no acudía a rupturas espectaculares, no
practicaba “audacias” gratuitas, no ofrecía fisuras ni era esclavo de la
cacareada “renovación” sino
que esta procedía de su método de trabajo
caracterizado por un fecundidad de ideas, una brillantez rítmica y una
vivacidad incomparable . Bach tomó nota del repertorio antiguo y se sentía a
gusto con él --- sin ser un compositor arcaico --- y vio al final de su vida
(coincidiendo con el Barroco Tardío) que las formas desembocaban en un nuevo
estilo: el Rococó, sin que por ello se viera afectada su ingente producción.
Bach tocó todas las formas musicales de su tiempo
excepto la ópera. Siendo un auténtico creador no inventó nuevos géneros sino
que dio a los antiguos tal inmensa magnitud y explotó total y exhaustivamente
sus posibilidades. La proyección de su música se desliza de su tiempo hasta el
futuro y, precisamente hoy en día, su música es estudiada más que nunca
apareciendo nuevos estudios, nuevos ensayos... Ningún compositor trabajó y
utilizó las posibilidades de la armonía tan
a fondo como Bach, compendio de la música anterior a su tiempo y padre
de la futura. Recordemos los conciertos y las suites, los conciertos de
Brandebutgo, música de cámara, para órgano, “El clave
bien temperado”, “Variaciones Golberg”, música coral,
las Pasiones, “Fantasía cromática y fuga”,
las misas, las “Toccata y Fuga”, “El arte de la fuga”...
“Así
como la esfinge de rostro humano aspira a salir de su cuerpo de animal, así
tiende la noble cabeza de Bach a salir fuera de su peluca... Este maestro,
arrastrándose como miserable organista
por pequeños pueblos de Turingia... tan inadvertido que fue necesario un siglo
entero para desenterrar sus obras del olvido … edificó un mundo increiblemente
grande … Es imposible
indicar con ninguna comparación su riqueza, su carácter sublime y su
significado” (Richard Wagner)
Narcís Ribot i Trafí