jueves, 22 de octubre de 2015

NICOLAUS COPERNICUS


Nació en Thorn (hoy Toru) en 1473, un pequeño puerto polaco sobre el río Fístula, cerca del mar Báltico, de padres alemanes. Su verdadero nombre era Nikolaus Koppernigk que él latinizó como Nicolaus Copernicus. Su padre, de profesión comerciante, falleció cuando el niño tenía 10 años y su educación recayó en su tío materno, Lucas Watzelrode, que era obispo de Ermland (Prusia). Guiado por su tío recibió esmerada educación en diversas universidades. Después de ingresar en la Universidad de Cracovia (1491) conoció al famoso matemático y astrónomo Alberto Brudzewski, quien le introdujo la pasión por las ciencias. Después de licenciarse en medicina se centró en las ciencias astronómicas, descubriendo las incoherencias del modelo astronómico ptolomaico, estudiado y aceptado durante un milenio y medio (1).
Dejó Cracovia para estudiar Derecho Canónico en la Universidad de Bolonia (1495), permaneciendo allí hasta el 1500 y compaginando el derecho por su pasión por la Astronomía con el profesor Domenico María Novara (que estaba en desacuerdo con el sistema ptolomaico), alojándose en su casa. Aprendió griego, lo cual le permitió leer los textos originales sobre Astronomía de los antiguos El 9-3-1497 realizó la observación de que la distancia Luna-Tierra no varía en los cuartos y en fase llena, contradiciendo lo dicho por Ptolomeo. Fue su primer hallazgo importante. En Roma se doctoró en Astronomía (1500) y fue nombrado profesor de la Universidad. Profundizó sus conocimientos de griego y de literatura clásica en Capua, licenciándose en la Universidad de Ferrara (1503) en Derecho Canónico. Habiéndose ordenado sacerdote, vivió con su tío hasta 1510 ejerciendo la Medicina y colaborando en la administración de la diócesis.
Redactó su primera obra sobre Astronomía entre 1507 y 1515, conocida como el Commentariolus. En ella señalaba la situación de los planetas según su distancia respecto al Sol, exponiendo ya su concepción heliocéntrica (los planetas giran alrededor del sol; “helios”= sol, en griego), totalmente al contrario del sistema geocéntrico de Ptolomeo (el sol y los demás planetas giran alrededor de la Tierra con una serie de estrellas fijas, clavadas en el firmamento). En un principio el  opúsculo se distribuyó en unas pocas copias manuscritas (el trabajo entero se publicó en el siglo XIX). En 1524 apareció su 2º. trabajo astronómico: De octava esfera, más conocido como Carta a Wapowski. Aquí Copérnico señala errores de método a la obra Del movimiento de la octava esfera, de Juan Werner de Nüremberg pero no presenta su sistema heliocéntrico como refutación.
Participó en el V Concilio de Letrán (1515) para reformar el calendario. Entre estas fechas y 1530 redactó su obra principal: De revolutionibus Orbium Coelestium (Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes) pero no la publicó. Tenía miedo, ya que colocar el Sol en el centro y la Tierra girando a su alrededor hubiese sido considerado por muchos como una doctrina herética y también extraña y absurda. Un resumen llegó al papa Clemente VII---aficionado a la astronomía---sin que nada objetara. El cardenal de Capua, Nicolás Schonberg le escribió una carta pidiendo que publicara el libro pero no se atrevió a hacerlo. Un profesor de matemáticas, Joachim von Lauchen (más conocido como Rheticus, por su lugar de origen, El Tirol) intenta que publique la obra, consiguiendo editar un resumen, Narratio Prima, El éxito es tan grande que Copérnico cede y en 1542 se publica la primera edición de la obra en Nuremberg. Entretanto nuestro hombre tiene una hemorragia cerebral y cuando en mayo de 1543 le traen un ejemplar impreso está agónico y delirando. Pocas horas después fallecía.
Nicolás Copérnico revolucionó la concepción astronómica del cosmos. En su tiempo fue una gran innovación pero (como él mismo reconoció) en el siglo III a.C. lo había sugerido el griego Aristarco de Samos y en el siglo XV el sacerdote Nicolás de Cusa lo afirmó. El mérito de Copérnico fue exponerlo con cálculo matemático (2). Además realizaba sus observaciones sin el apoyo del telescopio, aún no inventado. Complementaba estas observaciones (pasaba noches mirando el cielo en la torre de su casa de las montañas) con lectura de obras antiguas y clásicas y con sus propias anotaciones y cálculos.
La teoría de Copérnico proponía que la Tierra giraba sobre si misma una vez al día y se inclinaba sobre su eje (como un trompo) y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor del Sol. Mantenía, sin embargo, elementos de la antigua cosmología, como la idea de las esferas dentro de las cuales se encontraban los planetas (esfera interior) y la esfera exterior conteniendo las estrellas fijas. Alguna otra imprecisión (p. e. las trayectorias circulares de los planetas, cuando son elípticas) se corrigió posteriormente. Copérnico asentó las bases de la Astronomía Moderna. Tycho Brahe, Johan Kepler, Isaac Newton y Galileo Galilei, entre otros, le siguieron (3).
La nueva visión copernicana fue un gran avance en el mundo de la ciencia y en el progreso científico. Y ello se debe, como en otras muchas ocasiones, a un hijo de la Iglesia Católica a pesar de la Inquisición y los inquisidores, de dentro y de fuera (4)…….

  
                                                                                    Mn. Narcís Ribot i Trafí


1)- Claudio Ptolomeo nació en Ptolemaida Hèrnia (Alto Egipto) cerca del año 90 después de Cristo.   Conocía otras cosmologías pero consideraba la suya como más exacta. La Tierra como centro del Universo. Escribió un monumental tratado de Astronomía en 13 volúmenes (Almagest es el titulo que le dieron los traductores árabes del siglo IV). Fue el  libro básico para estudiar Astronomía durante 15 siglos. La Iglesia, oficialmente, se acomodó a sus teorías.

2)- Además, era mucho más fácil explicar el movimiento de los astros según Copérnico: si en el centro está el Sol con los planetas, incluida la Tierra como un planeta más, rotando a su alrededor (heliocentrismo) en vez de situar en el centro la Tierra (geocentrismo).
Pueden consultarse las obras de Mn. Francesc Nicolau Origen i estructura de l’UniversEsglésia i ciencia al llarg de la història y L’Astronomia en la seva història, todos de Editorial Claret.

3)- El sistema de Copérnico recibió muchos ataques, algunos de dentro de la Iglesia (recordemos   que la Biblia no dice nada sobre teorías astronómicas), y su libro fue prohibido 73 años después en el proceso contra Galileo. Luego se retiró la prohibición un siglo después gracias al papa   Benedicto XIV. También recibió ataques por parte de teólogos protestantes. El mismo Martín Lutero  dijo de Copérnico: “Es un necio que intenta poner completamente al revés el Arte de la Astronomía”. A pesar de todo, algunos jesuitas  estudiaban y enseñaban en secreto la teoría heliocéntrica.

4)- Perpetuamente he lamentado  que naciera y se expandiera la Inquisición.
Aparte, ha habido y habrá siempre los “inquisidores” o “comisarios” no oficiales, en diversos ámbitos de la vida, como en el mundo del arte y de la cultura, diciéndonos lo que es bueno o no lo es, con frecuencia obedeciendo consignas políticas. La manipulación es evidente pero muchos no lo ven o no quieren verlo.