domingo, 22 de mayo de 2011

LA HISTORIA DE LA ROMA ANTIGUA EN EL CÓMIC

Una novela, una obra de teatro, una película nos quieren decir algo; el cómic, largo tiempo despreciado por puristas, también lo hace y al ser abierto a la comprensión de muchos tipos de lectores aún puede llegar a más gente. Obviando si ha de ser estrictamente para niños o para adultos, ahora trataremos acontecimientos históricos acotados en la historia de la antigua Roma. Sí, el cómic da un mensaje, a veces distorsionado, a veces con intención política de acontecimientos que sucederán después de lo narrado. Tomemos como ejemplo “El Capitán Trueno”, el héroe medieval (por cierto, en el momento de escribir estas líneas se está rodando una película): Víctor Mora, militante de la izquierda en continuo conflicto con la censura franquista es bastante o casi reconocido todo y que, años atrás, un diletante totalmente profano del tema calificaba el personaje de “moralista” confundiendo, evidentemente la gimnasia con la magnesia.
Entrando ya en lo que nos ocupa, nos damos cuenta que una de las series más interesantes es la belga “Alix”, nacida en 1948, obra del dibujante y guionista francés  Jacques Martin (admirador y seguidor del estilo de Hergé, creador de “Tintín”). Siguiendo un realismo acertado, exento de anacronismos, nos narra las aventuras de un joven galo en un marco galo- romano del siglo I d. C. donde se rememora episodios del pasado. “Alix” es un buen ejemplo del cómic bien elaborado y convertido en herramienta de divulgación histórica (a diferencia de otros que encontraremos).
Las dos primeras series que aparecieron en España fueron “Orlan, el luchador invencible”, de Boixcar (1947) y “El libertador”, de M. Gago (1950), ambas ambientadas respectivamente en tiempos de Nerón y de Diocleciano que tratan el tema de las persecuciones contra los cristianos. No se buscaba la exactitud histórica que poseían en su trasfondo. El ritmo rápido y conseguido de sus dibujos ofrecía un sano entretenimiento sin más, o sea lo pretendido.
Igualmente memorable es la serie de “Yugurta”, basada originalmente en el relato de Cayo C. Salustio, “La Guerra de Yugurta” (algunos esperamos alguna versión cinematográfica hasta ahora inexistente), pasado a dibujos por Vernal y Herman (posteriormente substituido por Franz). La primera parte de la serie se ciñe con fidelidad al texto del político y escritor latino Salustio para después esparcirse (influencias de los sucesos de mayo del 1968) en simplismos que desvirtúan la obra al igual que en otras ocasiones.
Tiempo de Espadas” es una bastante acertada fusión entre ficción y realidad. El penúltimo volumen nos muestra la entrada de Aníbal en Hispania y sus problemas con las tribus íberas coaligadas antes de enfrentarse a los romanos es el capítulo más interesante. En general las viñetas son algo rígidas pero con un marco y una ambientación de gran interés histórico.
Algunas versiones cinematográficas tuvieron respuesta en forma de series de cómic: el mismo “Aníbal”, “Espartaco” (el más logrado), “Quo Vadis?” o “Ben- Hur”, de mediocre ambientación pero con alguna chispa de interés.
Todo lo contrario, al menos para mi, es la serie de “Asterix”, con dibujos no realistas sino caricaturistas iniciada por R. Goscinny y con guión de Albert Udezzo (1959). En realidad tergiversa la historia en su totalidad; las victorias finales de Julio César sobre Vercingetorix (en ocasiones con una tropa diez veces inferior) son falseadas de forma totalmente chauvinista y de propaganda de la “grandeur” francesa, incidiendo más en la época de Charles De Gaulle (principios de los 60), consuelo e ilusiones de guerras no ganadas. Lo más molesto es que existen personas las cuales piensan que lo narrado en el cómic es la historia real. Lo peor del caso es que lo comprobé personalmente en el caso de dos personas con carrera universitaria. Algo inaudito. Hace años Carlos Sentís publicaba un escrito donde señalaba esta ignorancia tan supina que alcanzaba por igual a los cómics que a la historia real. Además, “Asterix” copia descaradamente el elemento vivificador: la pócima mágica que les dará fuerza para vencer a los romanos (presentando a César como un estúpido, encima) es un plagio de las espinacas de Popeye”” para derrotar a Brutus.
Finalmente tenemos al Jabato” (1958), nacido a remolque del éxito de “El Capitán Trueno”. Víctor Mora dará los acertados guiones y Francisco Darnís los excelentes dibujos a pesar de algunos anacronismos. La serie tuvo larga vida. Nuevamente no encontramos con dibujos realistas: un labrador íbero de gran nobleza es apresado y esclavizado por los romanos. En la ficción se reproducen/rememoran gestas pasadas como el asalto romano a Zaal (“pequeña Cartago”), último reducto cartaginés en un tiempo en que la totalidad de los púnicos (cartagineses) habían desaparecido como pueblo y nuestro héroe está metido entre dos fuegos. Otra historia tremendamente atractiva es la que aparece fugazmente el mismo emperador Nerón (inspirado en el cinematográfico Peter Ustinov de “Quo Vadis?”) acompañado de su hombre de confianza, Tigelino donde ambos deberán afrontar una grave situación: un caudillo bárbaro a quien creían aliado del Imperio ataca con sus tropas y se apodera de más de la mitad de Roma (la causa es una derrota sufrida en lucha individual contra el Jabato) y cuando finalmente las legiones avisadas logren expulsar a los bárbaros Nerón manipulará la historia para que no figure tal humillación (“La historia se escribirá según Nerón o no se escribirá”, dice). Como algunos políticos……..
                                                     Narcís Ribot i Trafí

viernes, 13 de mayo de 2011

CALÍGULA SEGÚN LA LITERATURA Y EL TEATRO

“Calígula era un loco; desde su infancia epiléptico; no con accesos larvados, como otros de la familia Julia, sino con ataques típicos y con manifiestos delirios de crueldad y aberraciones sexuales”.
                                                 Dr.  Gregorio Marañón: “Tiberio, historia de un resentimiento”.
    Gran parte de los autores clásicos (Tácito, Dion Casio, Suetonio) señalan vicios y defectos de los emperadores romanos (algo de verdad, algo para la leyenda); rehabilitadores a partir de la Ilustración manifestaron lo contrario. La investigación actual confirma que las dos corrientes opuestas tienden a la mitificación (para mal o para bien) y son insuficientes y más bien demuestra la relación del hombre con el poder (&).
Un caso tan difícil como atractivo es el de Cayo César, llamado “Calígula” (“botita”) a causa de las pequeñas botas que, siendo niño, su madre le ponía. Era la mascota de la tropa. Cayo Calígula fue el tercer emperador, creó un ambiente de monarquía oriental totalmente diferente de sus antecesores Octavio Augusto y Tiberio, además de dilapidar al poco de ser coronado la fortuna acumulada por el ahorrativo y buen administrador Tiberio.
Había nacido el 12 d. C., subió al trono en el 37 y fue asesinado en enero del 41. Había reinado 3 años, 9 meses y 28 días dejando un  terrible recuerdo de locura, excesos, crímenes inexplicables (algunos parecían brotar de absurdos caprichos) y monstruosos incestos con sus hermanas: Drusila (su preferida), Julia Livila y Agripina la Menor, llamada también Agripinila, madre del futuro emperador Nerón (para diferenciarla de Agripina la Mayor, la madre, casada con Germánico, hermano de Claudio quien será  el sucesor de Calígula en el trono).
 ¿Cómo le trató la literatura y el teatro? Ya en el año 1300 John Gower en “Confessio amantis” subraya sus delirios e grandeza, su crueldad e incestos. François de Salignag de la Mothe Fenelon, obispo, teólogo y dramaturgo (opuesto siempre a la monarquía de Luis XIV), nos muestra en sus “Dialogues des morts” (1712) a un Calígula que en el más allá se encuentra con su sobrino Nerón y ambos discuten sobre cual de ellos cometió más barbaridades. Hans Sachs publicó una biografía psicológica en 1930 mientras Robert Graves --- basándose en Dion Casio y Suetonio --- nos explica en su exitosa novela “Yo, Claudio” (1934) como aquel tío de Calígula, a quienes todos tenían por un idiota (había nacido sietemesino y con defectos de habla y una pierna defectuosa pero en absoluto era un tonto), Claudio, logra sobrevivir a las intrigas del reinado de Tiberio y del demencial gobierno de Calígula para ser nombrado emperador por los pretorianos en contra de su voluntad (abriendo la segunda parte de la historia, “Claudio el dios y su esposa Mesalina”, donde se explica su reinado, a veces editadas juntas, a veces separadas). Muy por encima de su valor real, para mi gusto, está “El reino de los réprobos” (1985), que también conoció una serie televisiva. Independiente de su calidad literaria y aunque sea de una infidelidad histórica apabullante es curiosa “De Nadagen von Pilatus (“Los últimos días de Pilatos”), de Simon Vestdijt (publicada en 1938), donde se nos explica que tras ser destituido el gobernador romano firmante de la sentencia de muerte de Cristo, es objeto de la hostilidad del nuevo emperador Calígula (hay una versión cinematográfica donde Pilatos finalmente muere ejecutado pero tranquilo pues se ha convertido al cristianismo). Calígula y Pilatos siguen apareciendo juntos en “Le procurateur de Judée” (1892), de Anatole France. Otro relato, “Het paard” (“El caballo”), de Gyula Háy (1964) es una sátira sobre el servilismo cuando Calígula nombra cónsul a su caballo Incitatus y todo el mundo asiente. Reinder Blijstra (1965) en su novela “Zij van ons” (“Aquellos de nosotros”), nos muestra un diálogo del emperador con su hermana Drusila y finalmente Louis Marie- Anne Couperus (1901) nos lo presenta repulsivo, decadente y patético en su relato.
En el teatro hay dos dramas: el de Alejandro Dumas sénior (1837), con música de Gabriel Fauré (superpuesta en 1888) y el de Albert Camus (1944), donde Calígula se sirve del poder hasta llegar a la crueldad extrema para que las personas sientan asco de su existencia y se rebelen contra ella (“¿No me nombrasteis emperador? Pues ahora me tendréis que aguantar”, podría ser su contraseña filosófica y definitoria).
En estos últimos años han aparecido varias novelas históricas siguiendo el camino de Robert Graves, como la voluminosa “Calígula, el dios cruel” (EDHASA, 1988), de Siegfried Obermeier o la obrita de Michael Sauquet “Yo, Calígula”, (Ed. Anaya, 1990) escrita en 1ª persona, como si el emperador quisiera justificar sus actos, una auténtica curiosidad.
También hay varias biografías interesantes, quizás una de las más recomendables es la de Daniel Nony con traducción española a cargo de EDAF hará unos veinte años, además de la reciente, “Calígula”, de José A. Rodríguez Valcárcel (Alderabán Ediciones, 2010), donde el autor intenta encontrar recovecos para salvar lo que pueda del personaje. Tentativa al menos interesante.

                                                                               Mn. Narcís Ribot i Trafí
(&)- El estudio de Regis Martin, “Los doce césares” (Alderabán, 1998), siguiendo a los autores clásicos (aunque sin dejarse vencer por su idealismo), a los médicos, a los historiadores y a los filólogos actuales es formidable e indispensable.

domingo, 8 de mayo de 2011

ARQUÍMEDES EN LAS ARTES

p = 3,1416........  eurhka = EUREKA
ARXIMDHS= Arquímides o Arquímedes (287-212 a. C.) era hijo de Fidias, el astrónomo de Siracusa (Sicilia). En una estancia en Alejandría demostró ser un gran matemático y naturalista dedicándose para siempre al trabajo científico. Al llegar la II Guerra Púnica el rey Hierón (emparentado con nuestro hombre) se alió con Aníbal de Cartago y, por tanto, declarado enemigo de Roma. Aunque lo más conocido sean sus dos últimos años de vida su contribución a las matemáticas, especialmente geometría, y a la física le hacen el sabio más importante de la Antigüedad. Discípulo de Conón de Samos, Euclides y Erastótenes. en su estancia en Alejandría inventó el tornillo hidráulico para hacer ascender el agua (se utilizó para sacar agua en los barcos y después para el regadío). Otros logros: --1) su famoso principio, todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso de fluido desalojado, a partir del estudio sobre la cantidad de oro de una corona perteneciente a Hierón (lo descubrió mientras se bañaba para salir corriendo desnudo gritando Eureka= lo encontré)—2) anticipó el descubrimiento del cálculo integral en áreas y volúmenes de figuras y se extendió con el estudio de la espiral uniforme—3) con sucesivos ensayos de polígonos regulares circunscritos dentro de una circunferencia determinó (con un error solo  inferior a una milésima) el valor de p .—4) la ley de las palancas. En el sitio de Siracusa con sus ingenios derrotó a la armada romana, incendiando sus barcos con los famosos espejos cóncavos al concentrar los rayos solares sobre sus velas y la llamada garra de Arquímedes, sistema de palancas, poleas y cuerdas con la fuerza de varios bueyes que levantaba y arrojaba los barcos enemigos. Finalmente los romanos consiguieron entrar en la ciudad y mientras nuestro hombre calculaba unos círculos en el suelo fue atravesado por la espada de un legionario a pesar que el comandante en jefe, el cónsul Marco Claudio Marcelo, había ordenado   respetar la vida del sabio a quien admiraba......
La palabra Eureka es citada por Polio Vitrubio en De Architectura y por Plutarco en Moralia (sobre Epicuro). Polibio, Tito Livio y en especial Plutarco nos hablan de la batalla contra los romanos. En  la biografía sobre Marcelo, Plutarco pone en boca de Arquímedes otra famosa expresión: Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo. Sobre una obra referente a espejos ustorios (200 d. C.), Diocles nos cuenta como Arquímedes hizo arder parte de la flota romana con sus enormes espejos-lupa. Sículo, Livio y Plutarco nos cuentan los últimos instantes al ser asesinado el sabio, por favor no deshaga mis círculos, póstumas palabras del docto ilustrado absorto en sus cálculos. Plutarco señala un Arquímedes donde la belleza abstracta e intelectual de las matemáticas (&) está por encima de todo (la gran influencia del sabio perduró y aún es vigente; una curiosidad: un rompecabezas medieval con figuras matemáticas siempre dispuestas a ser colocadas en otro orden, Loculus archimedus). En pintura: Perino del Vaga (1511) y Bartolomé Carducho (1592), en la sección Geometría de la biblioteca de El Escorial, pintaron la muerte de Arquímedes. El motivo aparece también en el siglo XVII italiano: Luca Giordano (1650), en una colección de retratos de filósofos y sabios y en Joachim von Sandrat, el viejo. Benjamin West ilustra el descubrimiento de la tumba de Arquímedes por parte de Cicerón cuando éste era pretor de Sicilia. El gran romántico Eugene Delacroix ilustró un ciclo (biblioteca del palacio Bourbon de París) sobre civilización- barbarie donde aparece nuestro hombre.....
                                                             Narcís Ribot i Trafí


(&)- En mis años de juventud estudiantil aborrecía profundamente las matemáticas por no entenderlas. He sido, soy y seré siempre de letras pero con el paso de los años, al empaparme de cultura clásica griega y latina y al comprender como dedujeron sus cálculos aquellos admirables intelectos, no puedo evitar curiosidad, interés y hasta un cierto placer ante la asignatura anteriormente detestada. ¡Gracias a ti, Arquímedes, a Pitágoras, a Euclides y a otros......!

martes, 3 de mayo de 2011

“LOS PLANETAS”, ASTRONOMÍA Y MÚSICA


El profesor Gustav Holst (&), músico inglés de origen escandinavo, compuso entre 1914 y 1916 “Los planetas” (@), suite para orquesta (Opus 32), y gracias a ella fue mundialmente famoso. Verdaderamente y hasta el momento es la única composición sinfónica dedicada al Sistema Solar. Ni la sinfonía nº 43 de Franz Joseph Haydn con la accidental denominación de “Mercurio”, ni la sinfonía nº 41 de Wolfgang Amadeus Mozart, “Júpiter”, ni la sonata “Luz de Luna”, de Ludwig Van Beethoven (en ambos casos el título apareció después de la muerte del compositor) en este sentido pueden llegar a competir con esta obra de Holst.
La suite “Los planetas” se compone de 7 movimientos, uno por cada planeta, excluyendo voluntariamente La Tierra (Plutón se descubriría más tarde, 1930, por Clyde William Tombaugh). Holst comenzó a interesarse por la Astrología a partir de esta pieza y a pensar en los planetas en función de su significado astrológico para, más tarde, estudiar Astronomía.
El tono y manejo de la paleta orquestal es solemne y espléndido, no concordando el orden de situación con la aparición del tiempo musical dado a cada astro.
1)- MARTE- (Ares, en griego, el mensajero de la guerra). Posee gran sonoridad y energía rítmica, intensidad y fuerza, según dicen inspirado por la irrupción de la I Guerra Mundial. Debutan las cuerdas con violencia, siguiendo con progresiones armónicas de la trompa y los metales, igualando el contraste marcado entre tonalidades.
2)- VENUS- (Afrodita para los griegos, el mensajero de la paz). Hace honor al título dado por Holst, ofreciendo sorprendentes contrastes con el movimiento precedente. Dos secciones luminosas y tranquilas sostenidas por dos acordes de flautas y arpas que anticipan el sentimiento de eternidad propio de Neptuno.
3)- MERCURIO- (equivalente griego de Hermes, el mensajero alado). Evoca un scherzo clásico, vivo y ligero a través de cambios brillantes entre cuerdas y viento. Una melodía de inspiración popular anunciada por el violín solo, demuestra un savoir faire muy adecuado que va apoderándose progresivamente del aparato orquestal en su totalidad.
4)- JÚPITER- (en griego = Zeus, el mensajero de la alegría). La densidad de ideas melódicas crece en este 4º movimiento dedicado al mayor planeta e nuestro Sistema Solar (por ello Zeus/Júpiter es el rey de los dioses del Olimpo). En conjunto posee una tupida refulgencia, una alegría contagiosa que define todo el tiempo y un buen humor magníficamente resaltado por la música.
5)- SATURNO- (El Cronos griego, mensajero de la vejez). Holst constata que no solamente es el portador/representante de la vejez sino también la forma de haber cumplido una misión. Es una adaptación de una obra coral del mismo autor (“Dirge and Hymeneal”, según texto de Thomas Lovell Beddoes). Es el movimiento más largo (9 minutos y 40 segundos) y el preferido del autor como también Saturno es el planeta más admirado por los aficionados a causa de sus señoriales anillos. A partir de 1970 se descubrió que Júpiter, Urano y Neptuno también tenían sus anillos aunque ninguno de los tres, por su tenuidad y delgadez, pueda competir con los de Saturno.
La música es reposada y tranquila con irrupciones de subidas/bajadas de tono en forma inesperada. Es la contraposición musical de Júpiter como lo es Marte de Venus.
6)- URANO- En este caso el nombre del planeta proviene de un dios griego y no de su equivalente latino-romano ya que no lo tiene. En la mitología griega, Gea (la madre Tierra) surgió del caos y tuvo un hijo, Urano (el cielo), que se convirtió en su marido.
Holst lo titula Urano, el mago, en alusión al ocultismo que baña a todo el movimiento en una atmósfera de misterio.
7)- NEPTUNO- (el dios del mar, Poseidón, subtitulado por Holst como El místico). Sellado de parte a parte en piannissimo, el movimiento desarrolla por su tratamiento instrumental específico --- ayudado por el arpa y por largas y vaporosas notas de cuerda --- una atmósfera muy original y particular. Se acaba con una melodía sin palabras a cargo de un coro femenino que parece fundirse en el infinito………….
8)- ¿FINAL?- Algunas ediciones de”Los planetas” incluyen el movimiento del compositor británico Colin Matthews (1946) dedicado a Imogen Holst, hija de Gustav: PLUTÓN (el dios griego Hades, subtitulado “El renacido). Según propias palabras el autor ideó un movimiento que “renace” a partir de los últimos acordes de Neptuno. El movimiento es muy rápido, incluso más que Mercurio. Los vientos solares le sirvieron de punto de partida y posee su propia identidad en todo el movimiento. Al final todo se va apagando, como si Neptuno hubiera reemprendido su melodía conclusiva…Más adelante otros compositores siguieron musicando otros astros, asteroides, el Sol, etc….
                                                                       Mn. Narcís Ribot i Trafí

(&)- Gustav Theodore von Holst (Chellenham, 1874- Londres, 1934), provenía de cinco generaciones de músicos. Sus primeros trabajos eran experimentales. Antonio Díaz nos dice que “Los planetas” eclipsó el resto de su obra (ha pasado otras veces). Conocía el sánscrito y ello le llevó a componer música de clara influencia hindú a más del folklore inglés. También wagneriano (tuvo la suerte de escuchar “El Ocaso de los dioses” dirigida por Gustav Mahler), elaboró numerosas obras corales como “El himno a Jesús”, basándose en los Evangelios Apócrifos y alguna ópera como “At the Boards Head” (titulada en España “La taberna del jabalí”, 1924). Hay composiciones más que notables raras veces interpretadas. Solo “Los planetas”.
(@)- Es interesante el libro “Los planetas”, de Dava Sobel , Editorial Anagrama (Colección Argumentos), Barcelona 2006 (traducción del original “The planets”, Nueva York, 2005). Habla de astronomía, poética y música astronómicas.